Rolando Chateauneuf

Interesante artículo publicado en El Mercurio del 31 de octubre de 2010, cuya autora es la nutricionista, magíster en planificación y políticas alimentarias, Directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Teresa Boj.

Se titula: ¿Qué nos pasa a los chilenos?  Destaca la autora cómo hace algunos años Chile le ganó a la desnutrición infantil y cómo ahora el gran problema de salud pública lo constituye el sobrepeso y la obesidad, asociados al sedentarismo.

Señala la importancia que el profesorado se preocupe de actuar en el tema y la responsabilidad de la industria alimentaria al fomentar el consumo de alimentos no saludables.

Sobrepeso, obesidad e hipertensión son problemas bastantes generalizados, parte importante de ello es la mala alimentación y la baja actividad física.

Más adelante se presenta in extenso el artículo.

Éste es elartículo:

¿Qué nos pasa a los chilenos?

Hace algunas décadas este país le ganó a la desnutrición infantil; con gran orgullo, fuimos unos de los pocos que, siendo país en vías de desarrollo, mostramos al mundo nuestras capacidades para generar programas alimentarios para los más vulnerables, instalar redes de alcantarillado y agua potable, optimizar el acceso a la educación y a mejores empleos, como muchos otros programas sociales que contribuyeron, por diversas vías, a este gran logro. En la actualidad varias naciones de América Latina están empeñadas en alcanzar esa meta con sus iniciativas “Desnutrición Cero”

Hoy Chile es un país diferente, el gran problema de salud pública son la obesídad  y el sedentarismo. Uno de cada cinco escolares sufre de obesidad, el 60% de los mayores de de 17 años presenta sobrepeso u obesidad, uno de cada tres chilenos tiene hipertensión. Muchas declaraciones, artículos por miles, propuestas inolvidables, programas e  iniciativas públicas y privadas por cientos, resultados, muy pocos. ¿Qué nos pasa a los chilenos?

Comer es un agrado, un compartir con otros, pero no pensamos en las consecuencias de una acción que se repite varias veces al día, transformándola  en acto casi irracional. La buena alimentación es comer con inteligencia y pensando en la combinación de preparaciones, de productos, en su calidad nutricional y con alimentos sanos y seguros. Un tema crucial son las cantidades que comemos: paulatinamente se han aumentado las porciones por cambio en los tamaños de platos y vasos.

Con frecuencia los nutricionistas escuchamos a algunas personas “con kilos demás” decir: “Si yo sé lo que tengo que hacer, pero no puedo”. Pensémoslo al ir a comprar, al preparar nuestra mesa, en la que tenemos al frente, en el plato, y en lo que hemos comido en los días anteriores o comeremos en los días venideros.

En el ámbito colectivo también se requieren cambios; los niños y niñas suelen tener mejor conciencia de los cuidados de salud, pero el entorno escolar poco ayuda. Los kioscos de las escuelas y colegios a veces tienen una oferta saludable, pero una mayoría opta por productos salados, con grasa y azúcar, puestos en él por razones netamente comerciales, para obtener beneficio económico ¿A costa de la salud de los chilenos del futuro?. Por su parte, los profesores reconocen la necesidad de modificar esos hábitos, pero están sumergidos en la presión de mejorar la calidad de la educación. ¿A caso esto no es calidad de la educación?

Por último, la industria de alimentos estimula, promueve, vende y regala productos con calidades nutricionales dañinas, cajitas felices, pegatinas, etcétera  El avance tecnológico para la producción de alimentos industrializados está. Hoy el problema radica en las cantidades en que se producen y, sobre todo en los precios de ambas ofertas. ¿Qué pasaría si la industria elimina la fabricación de sus productos estrellas no saludables? Casi se podría asegurar que los consumidores los reemplazaríamos por otros.

Quedan muchas preguntas. La Encuesta Nacional de Consumo alimentario, ENCA, permitirá recabar información científica  que responderá a muchas de ellas y facilitará la formulación de políticas públicas para mejorar los hábitos alimentarios y de vida de los chilenos. La invitación es a la reflexión y a iniciar un proceso de cambio, en lo individual, colectivo y nacional.

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Algunos agregados:

1. Felicito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile por la designación que ha hecho de Teresa Boj como directora de esa importante escuela.
2. Ella se formó en grado importante bajo el alero de ese gran académico, del Doctor Sergio Valiente, quien dedicó gran parte de su vida a la docencia e investigación en la temática alimentaria nutricional, dejando una destacada huella no sólo en Chile, sino también en el ámbito internacional, especialmente en América Latina.
3. Esta destacada académica también ha tenido importantes responsabilidades gremiales, tanto en el Colegio de Nutricionista, donde fue su Presidenta como en la Asociación de Académicos de la Universidad de Chile.
4. Una de sus valiosas características es la de ser muy franca y directa en emitir sus opiniones, lo que se aprecia en el artículo presentado. Es una persona que no anda con rodeos.
5. Tuve el privilegio de ser de ella uno de sus profesores en el posgrado del INTA, ser compañero de trabajo de ella como también compartir responsabilidades gremiales en la Universidad de Chile, en difíciles momentos del Gobierno Militar.