Medicina natural, actualidad y economía

Recuerdos del desarrollo de las carnes de aves y cerdos en Chile. Inquietudes sobre la colusión en producción y comercio de estas carnes

Si bien es cierto no estoy totalmente informado del tenor de esta colusión, me parece conveniente analizarla en parte y asociada al desarrollo productivo de estos rubros.

Impresionan los niveles a los cuales se ha llegado en el consumo de carnes de ave en nuestro país, como también de carne de cerdo.

Creo que el tema de las carnes de aves y cerdos y su relación con colusiones es de especial importancia; es conveniente también compararla con la que se ha detectado y sancionado preliminarmente en las cadenas de farmacias.

Por ello me ha motivado escribir sobre estos temas, planteando algunas inquietudes como también algunos antecedentes históricos sobre estos desarrollos.

El modelo político de cada período histórico le da características distintas a estos procesos. El modelo neoliberal favorece las concentraciones y las imperfecciones del mercado; posiblemente contribuye también a los avances tecnológicos, con beneficios nacionales poco compartidos. Este modelo exige legislaciones especiales y una institucionalidad que las haga cumplir.

A comienzos de los años 60 no se consumía más de un par de kilos al año de carne de ave por habitantes contra unos 15 kilos de carne vacuna que era la principal y unos 5 kilos de carne de cordero y algo similar de cerdo. Era típico el consumo de carne porcina abundante en grasa y para muchos éste se iniciaba después de las primeras lluvias. Era esencialmente un consumo de invierno y la carne de pavo, que era muy cara, se consumía especialmente para los meses de los santos, para junio y julio.

En esos meses no era extraño ver por las calles las pavadas, que eran arreadas por un par de vendedores que las manejaban con unas largas ramas o varillas. Muchas de estas pavadas venían de preferencia de las provincia del sur de la capital, especialmente de Linares y Ñuble, donde se criaban a campo libre consumiendo entre otros alimentos insectos, especialmente las pequeñitas langostas de campo. Las más apreciadas eran las hembras para las famosas cazuelas de pava con chuchoca como agregado especial.

El broiler en la práctica no existía; se consumían habitualmente los pollos de campo que se vendían vivos y los pollos de desechos de las crianzas de gallinas ponedoras, en épocas en que poco se sexaba a los pollitos de un día. Sin duda que eran otras épocas. También se vendían las gallinas de campo para las cazuelas y las gallinas menos valoradas de las selecciones de las de ponedoras de huevos, por edad y/o baja postura.

Posteriormente vino lo que se puede considerar la revolución del broiler, a mediados de los años 60 y algo coincidente, la del cerdo de criadero de razas especializadas alimentados con concentrados, que se agregó al antiguo proceso de cría del cerdo de campo que se alimentaba especialmente de pastos y de las llamadas papas chancheras, que eran las desechadas por tamaño, por ser pequeñas; aprovecho trasmitir una información que recibí mucho más tarde, que las papas más chicas contenían más proteínas. Mucho más tarde, ha aparecido la revolución de la carne de pavo.

Estas revoluciones se han caracterizado por un mejoramiento de la calidad, especialmente en su uniformidad, y en la baja de sus precios. Todo ello asociado a un notable mejoramiento en las productividades agrícolas y agroindustriales en estos rubros. Estas actividades productivas utilizan actualmente las más altas tecnología.

Si mal no recuerdo, debe haber sido en 1958, cuando yo trabajaba en el Ministerio de Agricultura, Departamento de Economía Agraria. Sección de Comercialización y Precios iniciamos una investigación para conocer mejor la realidad avícola nacional. Organizamos una encuesta y una de las primeras visitas fue al plantel de Manuel Ariztía de Melipilla. Recuerdo que fue una muy agradable visita y recogimos una valiosa información; la visita la hice con el médico veterinarios José Luis Troncoso.

Con Manuel Ariztía tuve algunos encuentros distanciados. La última vez fue hace algunos años atrás que tuve la última conversación, fue en un encuentro ocasional en un bus del Barrio Alto. Me señaló que ya estaba bastante alejado de la empresa, que esta estaba a cargo de sus hijos. Él se dedicaba a contactos internacionales; entendí que ello podría estar relacionado con captaciones de adelantos tecnológicos y con mercados externos. No puedo dejar de manifestar mi estimación a este importante empresario chileno, hombre muy sencillo, que tanto ha contribuido al desarrollo de la avicultura chilena.

En 1958 la empresa estaba dedicada a la producción de huevos. Posteriormente entró al rubro del broiler. Supe que una enfermedad atacó a sus planteles y su empresa pasó por situaciones muy difíciles. No hace mucho tiempo oí por radio a Roberto Fantuzzi, otro empresario a quien mucho aprecio, que hizo una positiva referencia a estos productores  acusados de colusión; mencionó la crisis que pasó la empresa Aristía con una enfermedad que afectó a sus planteles y el apoyo que le había otorgado Gonzalo Vial, para continuar en el rubro. cuya empresa Agrosuper, es hoy la principal proveedora de broiler seguida por la de Ariztía. Sin duda ésa es una muestra de solidaridad, que no siempre se da entre competidores.

A la distancia he conocido el extraordinario desarrollo de las empresas de Gonzalo Vial en broiler, en cerdos y en carne de pavo. Con ocasión de que la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile tomó la iniciativa de desarrollar un Foro Agrícola, para analizar los problemas más importantes que enfrentaba el sector, fui invitado a sus reuniones en representación del sector consumidor: Allí conocí a un representante de Agrosuper, quien tuvo intervenciones muy bien apreciadas. Posteriormente he tenido contacto con el desarrollo de un proyecto agrícola que impulsa CORFO en Vallenar, especialmente en torno a mi participación en un proyecto de un terminal agrícola; alli supe de la existencia de un interesante proyecto de industria porcina de Agrosuper en el Valle del Huasco.

Mi impresión es también bastante positiva con relación a lo que lleva adelante esta importante empresa.

Hoy a estas dos empresas más a una tercera se les acusa de actuar en el mercado coludidas. El tema toma hoy especial actualidad con relación al fallo reciente del Tribunal de la Competencia que ratifica varios cargos para dos cadenas de farmacias, Cruz Verde y SALCOBRAND; una tercera, Farmacias Ahumada, no se vio afectada ya que ella colaboró ratificando denuncias y aportando valiosa información para llegar a comprobaciones legales importantes. Además hizo pagos significativos al erario nacional del orden de un millón de dólares, más devoluciones a sus clientes. La colusión parece comprobada, lo que se tradujo en un aumento de las utilidades a las cadenas comprometidas, estableciendo alzas considerables de precios coludidos en una gama amplia de medicamentos de demanda muy rígida: Son varios de esos productos muy demandados permanentemente por adultos mayores, muchos de ellos de bajos ingresos.

Es sin duda un tema que ha causado indignación.

Además estas cadenas se han caracterizado por un trato muy duro a sus trabajadores y con presiones para que el cliente cambie su producto demandado por otro que más conviene a las cadenas farmacéuticas. Se alienta este cambio con comisiones para el vendedor más altas- llamadas “canela”; se fuerza así a sus empleados a que se comporten con actitudes amorales. Sobre eso poco se ha insistido, pero me parece que es un tema muy delicado y perverso; obliga al vendedor a caer en ese comportamiento que daña seriamente al cliente. El cumplimiento de metas para el empleado con el fin de mantener su trabajo, también los empuja a estas criticables actitudes.

En el caso de las empresas Agrosuper, Pollos Ariztía y una tercera, no he conocidos críticas o descontentos laborales. Puede que los existan, pero al parecer no salen a luz pública. Pienso que a ellas les es útil una buena relación humana con sus trabajadores; la producción biológica exige mucha responsabilidad de los que ahí trabajan.

Una crítica importante que se les ha hecho a estos productores es la agregación de agua al broiler y el exceso de incorporación de sal. Más justificada sería la crítica si el precio del broiler estuviese fijado, pero hoy no es así. Probablemente la agregación de agua favorece la presentación del producto, aumenta su peso y baja su costo, lo que puede traducirse en parte en mayores utilidades para la empresa y quizás en baja de precio.

La agregación de sal puede estar relacionada también con una baja del costo y con la entrega de un producto de sabor más atractivo. Estas agregaciones no serían incumplimiento de reglamentaciones, pero pueden considerarse dirigidas en parte a lo menos a bajar costos; la agregación de sal también puede tener un efecto negativo en la alimentación nacional, que se caracteriza con el consumo excesivo de sodio, que daña la salud, especialmente a través del aumento de la presión sanguínea.

Entiendo que han reducido en los pollos la cantidad de agua al igual que la de sal. Es interesante recordar que la industria panadera está paulatinamente disminuyendo la sal en el pan; lo hace en conjunto y en forma paulatina para que el consumidor lo vaya más aceptando. La sal hace más atractivo el producto. En investigaciones nos hemos encontrado en algunos tipos y marcas de helados, con más sal que la etiquetada y la razón estaría en su efecto positivo en el sabor. Recordemos la frase “la comida está desabrida, le falta sal”.

Me parece interesante trasmitir algunos conocimientos e informaciones históricos sobre estos temas; algunos de estos antecedentes pueden no estar registrados.

En el gobierno del presidente Jorge Alessandri se siguió dando un importante apoyo a la agricultura chilena, continuando con lo que realizó el gobierno del General Ibáñez; desde luego fue con una orientación distinta. Dio apoyo especialmente al empresariado mayor y se orientó a privatizaciones. Quiso inicialmente hacerlo con LAN; trató también de alterar o hacer desaparecer el cultivo de la remolacha azucarera, pero, a quien puso a la cabeza de esta gran industria, al poco tiempo terminó apreciándola y ser su defensor; pero en ese período nada se avanzó en nuevas plantas. Las nuevas partieron en el gobierno de su sucesor, presidente Frei Montalva; sólo en los gobiernos de Ibañez del Campo y de Frei Montalva se tomaron decisiones de construir plantas remolacheras.

Dentro del apoyo a la agricultura estuvo el reforzamiento de la acción de CORFO en este campo. Creó la Gerencia Agrícola y el Comité Ejecutivo Agrícola, que fue como un Consejo especializado de la institución. Este comité quedó constituido por 10 miembros de los cuales 6 eran representantes de las sociedades agrícolas empresariales. Dos de la Sociedad Agrícola del Norte, dos de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y dos del Consorcio Agrícola del Sur (CAS). Sin duda que su dirección era netamente empresarial.

Se reforzó fuertemente CORFO con profesionales destacados, independientes de sus pensamientos políticos. Cabe recordar que Alessandri fue muy respetuoso de las carreras funcionarias y apreciaba al empleado público.

Entre las actividades que se impulsaron en CORFO estuvo la fruticultura, la ganadería y dentro de las actividades pecuarias se apoyó a la avicultura. El gobierno impulsó un Plan Nacional de Desarrollo Ganadero, dentro del Plan Nacional Decenal de Desarrollo Económico. Cabe recordar que el Plan Ganadero fue preparado por un equipo que lo dirigió Hugo Trivelli, quien fuera posteriormente ministro de Agricultura de Frei durante sus seis años de gobierno. Fue importante el apoyo que a este programa le dio el Banco Mundial. Se creó en CORFO la Dirección Nacional de Desarrollo Ganadero, con un comité especial; su director fue el prestigiado ingeniero agrónomo Mario Habit, quien había desarrollado una reconocida labor en Magallanes, en el establecimiento de praderas artificiales en la Ganadera Tierra del Fuego. CORFO financió importantes superficies de praderas artificiales en Magallanes en varios predios importantes.

En el gobierno de Alessandri nace un gran movimiento cooperativo en Marchihue, que tendría posteriormente un significativo desarrollo. Se destacó en esa zona la producción avícola, especialmente de broiler.

En este campo avícola CORFO impulsa la construcción del primer matadero moderno de aves, que se construyó en La Cisterna el que se puso en marcha en el gobierno de Frei Montalva; con él se pretendió dar especial apoyo a la producción de broiler de asociados a cooperativas.

El gobierno de la Democracia Cristiana continuó dándole apoyo importante al desarrollo agrícola, fomentando las inversiones en el sector y dentro de ellas a las actividades de comercialización e industrialización de los productos agropecuarios; también impulsando especialmente la tan discutida Reforma Agraria, que se iniciaría en el gobierno de Alessandri a consecuencia principalmente del ingreso del Partido Radical, motivado por que la Derecha perdió el tercio del Senado, lo que le impedía legislar al perder la fuerza del derecho a veto.

Una de las banderas del Partido Radical fue la Reforma Agraria.

Durante el gobierno de Frei Montalva se aplicó inicialmente la ley anterior y después se promulgó una nueva. La reforma agraria de Frei tuvo tres grandes componentes: uno fue el de la expropiación de latifundios y su entrega a campesinos, el otro el de fomento al apoyo de las cooperativas campesinas y un tercero, el de la promoción de la sindicalización campesina.

En CORFO hubo cambios importantes; su comité ejecutivo agrícola fue modificado por la nueva de Ley de Reforma Agraria, quedando con una mayoría del sector público. El sector privado quedó constituido por un solo representante de los agricultores tradicionales, otro representante del campesinado y un tercero de las cooperativas agrícolas.

El gobierno de Frei dio especial apoyo a todo el sistema cooperativo; dentro de éste especialmente al avícola. La política estuvo basada entre otras medidas en la fijación de precios mínimos garantizados a través de las compras de los excedentes por la Empresa de Comercio Agrícola (ECA). El precio mínimo de sustentación se basaba en estudio de costos, se reajustaba semestralmente a base de índices de inflación y costo de insumos y con un año de anticipación podía corregirse el valor de la base, considerando aumentos de productividad y posibles bajas de costos. Lamentablemente un cambio de autoridad suspendió el sistema y no respetó compromisos, lo que hizo un gran daño al sistema y especialmente a la producción campesina. Es muy importante que los compromisos se cumplan.

En las definiciones de estas políticas, antes que se pusiera en vigencia la nueva ley de reforma agraria, se contó con la colaboración de representantes de la SNA en trabajo de comisiones; recuerdo especialmente a Javier Vial en lo avícola y a Tomás Voticky en lo porcino.

Estos esfuerzos se hacían en conjunto por los ministerios de Economía y de Agricultura. Recuerdo que el ministro de Economía Edmundo Pérez Zujovic se reunió con la organización de los productores de cerdos y les ofreció respaldo. Les aseguró un precio de garantía y que incluso estaba dispuesto a si había excedentes de carne porcina, hacer una pila en plena Alameda y quemarlos, para así apoyar a esta producción y sostener precios rentables; probablemente eso no iba a ocurrir, pero ese compromiso generaba confianza. Así era ese gran empresario y hombre público.

Una de las metas de este gobierno era reducir los ritmos inflacionarios; uno de los factores que influía en ello era el alza del precio de la carne bovina por las dificultades de abastecimiento. Se procuró reducir su demanda impidiendo la ventas de estas carnes ciertos días a la semana como también prohibiendo su consumo en restaurantes y otros comedores institucionales. Se estimulaba así el consumo de carnes de aves y de cerdo.

Fue interesante el fomento a las actividades productoras de carne de aves y de cerdos. Preocupación especial fue, como ya se ha señalado anteriormente, la política de precios. Debe recordarse que en esa época muchos productos tenían precios oficiales máximos.

Además se hicieron campañas para aumentar su consumo.

Se importaron broiler para abastecer esa demanda, lo que perseguía también asegurar el mercado a la expansión avícola nacional mediante lo que sería la sustitución de importaciones. ECA llegó a comprar importantes volúmenes de producción nacional para sustentar el precio; se hizo una importante donación de ese stock almacenado a Perú, con el fin de ayudar a los damnificados de un terremoto.

Fueron muy importantes también los créditos otorgados para estas producciones pecuarias y para sus procesos industriales y de comercialización. Se pretendía que los pequeños productores fuesen los que generasen estas producciones, ya que entre otros efectos mejoraban la fertilidad de sus suelos. No se quiso financiar en este rubro a los asentamientos de la reforma agraria, ya que ellos disponían de suelos para producciones agrícolas y pecuarias de animales mayores. Se dio un gran apoyo al complejo cooperativo de Marchihue.

Fue muy positiva la experiencia cooperativa de Talca, donde se llegaron a obtener muy buenas conversiones a carnes en el uso de concentrados. Muy discutido fue el ingreso de Purina a Chile, que finalmente se aprobó. Se temía que esta empresa al llegar a cubrir la amplia gama desde la provisión de pollitos de un día, la de los concentrados y la constitución de un poder comprador para sus mataderos y su comercialización posterior, incorporase al pequeño productor al quien le regulaban sus ingresos a base de los precios de sus insumos y servicios, y al de los productos comprados. Se temía que estos pequeños productores pasasen a ser como trabajadores de ese gran sistema, sin pagos previsionales.

Con el gobierno de la Unidad Popular las cosas cambiaron. El enfoque del nuevo Gobierno en lo avícola fue crear grandes centros regionales de producción estatal.

Uno de esos centros iba a estar en Melipìlla. Cuando se produce el golpe militar estaba a punto de embarcarse a Chile los equipos completos para ese gran centro productivo estatal. Se había negociado su compra con un país socialista de Europa Oriental. Producido el arribo del régimen militar, la reacción externa fue fuerte y una de sus consecuencias fue la negativa a embarcar todo ese equipo contrato. Eso habría dado base de desahuciar la operación. No cabe duda que ese modelo productivo no cabía en el nuevo modelo que se vislumbraba inicialmente similar a la de los gobiernos democráticos anteriores.

El gobierno militar gira en 1975 a un modelo ultra neoliberal, que debilita al cooperativismo y favorece a que estas actividades vayan ubicándose en grandes empresas, donde se hacen patentes las economías de escala y la capacidad de trabajar con altas tecnologías, en parte cautivas. Así es como se llega a un proceso de concentración de estas actividades, como muchas otras, proceso que continúa durante los gobiernos de la Concertación.

CORFO que fuera utilizada por el gobierno del presidente Allende para estatizar muchas empresas y para ir imponiendo su modelo económico, cayó en desgracia de la Derecha y cuando llega el Gobierno Militar y asumen en 1975 los civiles del enfoque de la Escuela de Chicago, es desmantelada. Se hace desaparecer su gran Consejo Directivo del pasado que le servía para ser una institución más bien del Estado chileno, pasa así a ser una del gobierno de turno. Se inicia un paulatino proceso de privatización de una estatización exagerada, hasta llegar a privatizar empresas que nunca se pensó que se pudiese llegar a ellas, como lo fueron los casos de ENDESA, de LAN, de IANSA y de una serie de empresas de servicio público, entre ellas las sanitarias. Se ha cuestionado la falta de transparencia de algunas de estas privatizaciones.

La vuelta de la democracia a Chile con la Concertación, no cambió mayormente el modelo establecido en el régimen militar. Todo ello fue agudizando una concentración económica entre las cuales cabe destacar el área de las farmacias tan hoy criticadas y acusadas de colusión. Dentro de este sistema de procesos productivos concentrados se van dando fuerzas de lucha en cada empresa tomar más poder, para que la otra poderosa no la absorba; eso se vio claramente en las farmacias. Algunas cadenas menores debieron fusionarse, otras cayeron en mortales luchas de precios, para después terminar en una colusión, donde los consumidores se vieron seriamente afectados. Muchos añoran la farmacia del barrio, donde se conocía a sus dueños, a su farmacéutico y en quienes generalmente se tenía confianza; ellos también conocían a sus clientes y habitualmente daban muy buenos consejos. Las grandes cadenas fueron absorbiendo a estas viejas y recordadas “boticas”.

Estas colusiones se dan especialmente para producciones para el mercado interno.

Estas imperfecciones en los mercados, que es muy fácil que se dé en muchas actividades y que se ha visto en otros países y en áreas internacionales, llevan a veces a luchas que terminan generando autos destrucciones en rubros muy necesarios para la sociedad. En transportes se ha dado esto; recuerdo en textos antiguos de economía se mencionaba como se había visto seriamente afectado el transporte en Estados Unidos con estas competencias, que terminaron con quiebres generalizados.

En el transporte aéreo internacional se han dado luchas de esta naturaleza y ha habido momentos en que han tenido que establecer tarifas acordadas o convenidas en asociaciones de líneas aéreas como ha sido la IATA, En tarifas marítimas se ha llegado a acuerdos similares. La competencia no se da en precios sino en otros servicios o en la calidad de sus atenciones.

No pocos consideran que es muy difícil que se dé en el mercado la teórica competencia perfecta o el teórico y deseado mercado perfecto. Las perfecciones tienden a debilitarse y empiezan a aparecer sectores con más poder, que van debilitando a otros.

Al irse generando estas imperfecciones que dañan a la sociedad, empiezan a crearse ambientes políticos en contra, que terminan en legislaciones especiales. Va naciendo una nueva institucionalidad con organismo como el SERNAC, las organizaciones de los consumidores, instituciones y tribunales para la sana competencia, la Fiscalía Nacional Económica y termina legislándose en contra de las colusiones, legislaciones que van o irán paulatinamente perfeccionando.

Es muy probable que en el caso de las aves se determine que ha habido colusión. Pero es conveniente que se analice para qué. Cabe preguntarse si estas colusiones no han ido dirigidas a evitar esas luchas a muerte que terminan con mayores concentraciones y con grandes inestabilidades. ¿Han perjudicado realmente a los consumidores este tipo de colusión?

Es impresionante como se ha llegado a los aumentos de producciones y de consumo en carnes de ave –broiler y pavo- y en carne de cerdo. Los precios aparentemente han bajado a base de mejoramientos en productividad y baja de costos, situaciones que a su vez han contribuido posiblemente a aumentos de utilidades y a capitalización de estas empresas.

Se observan campañas aparentemente neutras, no identificadas necesariamente con marcas, para ampliar los consumos.

En carne de pollo, recuerdo de un par de kilos por habitante año en los años 60, se llega no recuerdo cuándo a 14 kilos año; entonces se decía que esos niveles ya no permitían mayores crecimientos y hoy se habla de 36 kilos año.

Un elemento interesante de este proceso está en la relación con los mercados externos; estas producciones nacionales permiten exportar, como también las importaciones pueden ayudar a regular los mercados internos. Pero sí debe tenerse presente que lo que se importa es la carne congelada, que no es similar en varios aspectos a las productos nacionales que se venden en el mercado interno.

Creo que va ser un tema muy interesante el que se nos viene encima. Ojalá se transparente muy bien las colusiones que se habrían detectado y los objetivos de éstas.

Ver hasta dónde éstas han perjudicado o favorecido a los consumidores e incluso llegar a analizar en forma más amplias los costos y los beneficios al desarrollo nacional.

No puedo dejar de señalar que a estas empresas hasta ahora las miro con simpatía; en parte me ha ayudado a esta apreciación, las expresiones que en radio oyera de Roberto Fantuzzi.

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