Medicina natural, actualidad y economía

Noticia que extraña: los antioxidantes ayudarían a que ciertos tumores sigan creciendo. También perjudicarían tratamientos de quimio y radioterapia

En el diario El Mercurio del 9 de enero sale el artículo “El Nobel de Medicina James Watson plantea en un trabajo la idea de que los antioxidantes alimentan a los tumores e impiden que las terapias los destruyan”.

Interesante hipótesis que debe merecer más estudios científicos. Se señala que los antioxidantes -algunas vitaminas como la E o los betacarotenos-, son sustancias que limpian el organismo de desechos, los que se producen en forma natural y que son tóxicos para el cuerpo. Esta limpieza que ayuda a una persona sana a mantenerse así, en alguien con un tumor sólo crearía las condiciones para que su enfermedad avance con más energía.

En la opinión de tan distinguido investigador: los desechos que se producen en el organismo crean un ambiente tóxico que ayuda a matar a las células tumorales. Cuando un paciente consume alimentos y vitaminas que limpian el organismo, mejoran este ambiente y permiten que el tumor siga creciendo con fuerza y resista de mejor manera los tratamientos que se le dan para destruirlo.

Importante sería tener presente que algunos tratamientos podrían neutralizar los efectos anticancerosos de la quimio y radioterapia. Este investigador advierte que, justamente, los tratamientos anticáncer como la quimio o la radioterapia causan la muerte de las células malignas porque producen moléculas tóxicas. Si estas últimas son neutralizadas por los antioxidantes, se está ayudando al tumor a mantenerse vivo.

Consultado un médico oncólogo sobre el tema, señaló que no está demostrado que quienes usan los antioxidantes anden mejor de quienes no los usan; para él la hipótesis de este Nobel de Medicina es interesante, pero hay que estudiarla.

A continuación se presente in extenso el artículo inicialmente mencionado

 

Polémica hipótesis publicada en Open Biology:
Los antioxidantes ayudarían a que ciertos tumores sigan creciendo.

El Nobel de Medicina James Watson plantea en un trabajo la idea de que los antioxidantes alimentan a los tumores e impiden que las terapias los destruyan.  

Sebastián Urbina

La idea de que los alimentos como los berries, que son ricos en antioxidantes, en lugar de ayudar a los pacientes con cáncer a mejorarse, agravan el curso de la enfermedad, es la polémica hipótesis que plantea en su más reciente trabajo James Watson, uno de los descubridores de la doble hélice del ADN.

Los antioxidantes -algunas vitaminas como la E o los betacarotenos-, son sustancias que limpian el organismo de desechos, los que se producen en forma natural y que son tóxicos para el cuerpo. Esta limpieza que ayuda a una persona sana a mantenerse así, en alguien con un tumor sólo crearía las condiciones para que su enfermedad avance con más energía.

El paper de este Nobel de Medicina es publicado hoy por la revista Open Biology, de la Royal Society de Gran Bretaña, y en él propone tener esta hipótesis en mente para investigar nuevos tratamientos para esta enfermedad.

Revisión de investigaciones

«Aunque la mortalidad de muchos tipos de cáncer ha estado disminuyendo en forma sostenida, particularmente aquellos de la sangre como las leucemias, las estadísticas muestran que muchos carcinomas y sarcomas se mantienen incurables», advierte Watson, quien en la actualidad es profesor emérito del Laboratorio Cold Spring Harbor, de Nueva York.

En su opinión, los desechos que se producen en el organismo crean un ambiente tóxico que ayuda a matar a las células tumorales. Cuando un paciente consume alimentos y vitaminas que limpian el organismo, mejoran este ambiente y permiten que el tumor siga creciendo con fuerza y resista de mejor manera los tratamientos que se le dan para destruirlo.

Este investigador advierte que, justamente, los tratamientos anticáncer como la quimio o la radioterapia causan la muerte de las células malignas porque producen moléculas tóxicas. Si estas últimas son neutralizadas por los antioxidantes, se está ayudando al tumor a mantenerse vivo.

Esta voz de alarma ya la dieron algunos estudios clínicos de fines de los años 90 y del 2000, en que se vio que cuando personas fumadoras tomaban vitamina E aumentaba la incidencia de cáncer pulmonar en un 28%.

Para el doctor Jorge Gutiérrez, oncólogo de Clínica Las Condes, el problema con los antioxidantes es que «no está demostrado que quienes los usan anden mejor que quienes no los usan». En su opinión, esta hipótesis del descubridor de la estructura del ADN es interesante, pero hay que estudiarla.

Watson llama a aprovechar el uso de antiguos fármacos como la metformina, usado en la resistencia a la insulina, que ha demostrado ser muy bueno como terapia asociada a la quimioterapia. Este medicamento, aunque no llega a curar los tumores, prolonga notablemente el tiempo en que el paciente se mantiene libre de la enfermedad, por lo cual hoy se está usando para tratar numerosos tipos de cáncer.

El doctor Gutiérrez explica que existe una relación entre la resistencia a la insulina y la aparición de cáncer. Por eso, al dar esta droga, así como bajar de peso, ayuda a reducir la aparición de tumores.

Para fines de este año se espera que varios estudios aclaren este beneficio de la metformina, de la que falta aclarar los mecanismos por los cuales actúa.

 

 

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