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Nueva Constitución y Asamblea Constituyente. Preocupación por posiciones en la Democracia Cristiana y en el Partido Socialista. Segunda Parte sobre el Partido Socialista y algo más

El 24 de julio presenté la primera parte de este tema, en la que me referí especialmente a la Democracia Cristiana.

En este artículo repetiré algunos contenidos de la primera parte, para lograr que ésta se pueda leer independientemente de tener que revisar la primera.

Estamos en momentos muy importantes en torno a la definición de cómo llegar a una nueva constitución y ver qué ha pasado con las opiniones de militantes de dos importantes partidos, la Democracia Cristiana(DC) y el Partido Socialista(PS). Abordaré especialmente el tema de una Asamblea Constituyente (AC). En este artículo me referiré en particular al Partido Socialista, ya que en el anterior abordé principalmente lo relacionado con la DC.

Respecto a los otros partidos. Al parecer el PPD se mantiene firme en la idea de una nueva constitución basada en una AC, posiblemente respaldando el nombre de su partido y hasta podría pensarse que su tarea principal pendiente es llegar a una autentica Constitución, que debería ser como sucede en las grandes democracias, que la Carta Magna pasa a ser un orgullo nacional por su contenido y forma de generación.
Por otra parte el Partido Comunista aparece como el gran defensor de este procedimiento.

El Partido Radical(PR) al parecer se mantenía, a lo menos mayoritariamente, en favor de una AC, aunque en los últimos tiempo poco se ha observado que la defienda. Al contrario ahora aparece su presidente al lado de él de la DC con la posición de preocuparse primero de alcanzar planteamientos básicos de lo que debería contener la nueva carta magna, postergando el tema de la estructura que debería encargarse de su preparación.

Conviene recordar que un anterior presidente de este partido, José Antonio Gómez, hoy Ministro de Estado, fue un gran defensor de la AC; se echa de menos una expresión de su actual posición. Es probable que como miembro del Gabinete no le sea conveniente ni le corresponda dar una opinión distinta a la de la Presidenta, aunque el Ministro del Interior reiteradamente ha opinado en contra de una AC.

Como señalaba en párrafo anterior, surge la noticia de que nada menos que los presidentes actuales de la DC y del PR proponen iniciar la discusión de planteamientos que deben establecerse en la nueva constitución, antes de buscar el mecanismo de preparación y proposición de la nueva constitución. Este camino quen recientemente planttean sin duda que dilata indefinidamente una búsqueda realista de una auténtica constitución, que surja de una AC.

Es en esta AC donde deberían integrarse los constituyentes más capacitados que representen las distintas corrientes de los pensamientos cívicos y en torno a su trabajo se analicen las diferentes posiciones y se busquen los grandes consensos que seguramente surgirán como también las más importantes materias de debate y de profundo estudio y análisis.

Hay temas muy importantes que pueden ser transversales a las corrientes ideológicas, tales como por ejemplo si debemos tener un estado unitario o un estado federal, un poder legislativo bicameral o unicameral, la existencia de un Vicepresidente, la duración del período presidencial y el pronunciamiento sobre las reelecciones presidencial y parlamentaria.

Es posible que algunos auténticos demócratas de Derecha se pronuncien por una AC, como en la época del gobierno militar un Armando Jaramillo se manifestó por un proceso de esa naturaleza. Un trabajo profundo y por un prudente lapso, sin premuras, realizado por un grupo amplio de constituyentes, unos nacionales y otros regionales, que representen a las distintas corrientes ideológicas y políticas elegidos por la civilidad, da garantías para que surja una gran constitución, quizás la mejor que haya tenido Chile y que sea un orgullo nacional.

En mi opinión, estamos en la oportunidad de bien encaminarnos en una AC. Más adelante quizás puedan darse situaciones políticas más tensas que conduzcan a un proceso más apasionado, siguiendo a algún líder emblemático que logré un gran apoyo cívico, frente al desprestigio actual de los partidos políticos y del Parlamento, líder que arrastre masivamente al electorado.

El hecho que destacados militantes de los principales partidos políticos que otrora fueran defensores de una AC, hoy obstaculizan esa senda, o francamente la cuestionan, como han sido presidentes o expresidentes recientes de la DC, PS y PR(1), puede favorecer una salida como la recién señalada liderada por quien logre un gran apoyo individual.
(1). Cabe mencionar los nombres de Ignacio Walker y Jorge Pizarro de la DC, Camilo Escalona y Osvaldo Andrade del PS y el actual presidente del PR.

Hay un dicho muy chileno “estar emborrachando o embolinando la perdiz”; parece que éste se pueda aplicar a estas extrañas iniciativas para impedir la concretización de una auténtica AC. Tiempo que pasa más se debilita el llegar a ella en esta etapa de la vida política nacional. Seguramente más adelante, en situaciones políticas más tensas se llegará finalmente a esta senda. En mi opinión es mucho mejor hacerlo hoy en un medio político de menores tensiones y que contribuiría a una conveniente recuperación del prestigio de nuestra política y especialmente del Parlamento.

Es posible que la Derecha considere esta situación y algunos piensen en la conveniencia de apoyar ahora a una AC.

He tenido la oportunidad de leer planteamientos constitucionales de serios académicos constitucionalistas que pueden aportar sus escritos o ellos mismos dar directamente su contribución como miembros de la AC.

Pienso que los electores debiéramos tener la oportunidad de votar por varios, a lo menos 2 miembros nacionales y algo similar con los regionales. Estimo que no son pocos los chilenos que a veces tienen dudas de votar por uno u otros candidatos que aprecia, incluso de corrientes políticas distintas. Esta forma de votación puede favorecer en mi opinión a una mayor integración. Recuerdo en una elección de autoridades de la Universidad de Chile, fue elegido como rector a Edgardo Boeninger del Frente Democrático y como secretario general Ricardo Lagos de la Unidad Popular. Ello se debió a que hubo votos transversales.
Desde hace años he sido defensor de una AC para en Chile llegar a ese tipo anhelado de constitución.

Tuve la grata oportunidad de cursar en el Instituto Nacional el ramo de Educación Cívica con grandes maestros y captar en varios países democráticos el orgullo por su constitución. Participé inicialmente en ese vergonzoso proceso de 1980, que relativamente partió bien en las circunstancias en que se encontraba el país en 1973.

Este proceso culminó después de largas etapas de gestión en resultado lamentable. Varias personas de prestigio fueron utilizadas en su elaboración, para que en último momento se acomodara su redacción a intereses de minorías. Gran víctima de ello fue el muy respetable ex Presidente de la República Jorge Alessandri Rodríguez. Lo más escandaloso fue el plebiscito de 1980; hay mucho escrito sobre el tema.

Esa comisión inicial llamada de Ortúzar, si bien estaba constituida por mayoritariamente personas de prestigio, no era totalmente representativa de la ciudadanía. Algunos designados o invitados por el gobierno militar se desistieron de participar en ese proceso, como desde un comienzo Eduardo Frei Montalva.

Me ha sorprendido que en esos dos partidos mencionados inicialmente, Democracia Cristiana y Socialista, hoy importantes militantes se manifiesten contrarios al mecanismo de una AC. Nada menos que entre ellos está nuestro actual Ministro del Interior, Jorge Burgos, un político demócrata cristiano de larga carrera política en su partido y que probablemente mucho puede influir en la Presidenta de la República.

Al parecer también lo estaría en contra otro muy importante político chileno, el ex Presidente de la República Ricardo Lagos que entiendo que por excepción es militante activo de dos partidos, el PPD y el Partido Socialista. Otro destacado socialista que se ha pronunciado casi agresivamente contra la AC, ha sido Camilo Escalona.

He tenido la oportunidad reciente de leer el muy interesante y documentado artículo cuyo autor es Patricio Segura Ortiz, publicado en el Monde Diplomatique de junio de 2013 que se le titula “Los años en que la elite política sí creía en la Asamblea Constituyente”.

Encabeza la publicación la siguiente leyenda “En las décadas de los 70 y 80 fue vista como la principal vía para dotar al país de una nueva Constitución”.

El artículo de Patricio Segura parte con el siguiente párrafo:

Gabriel Valdés, Ricardo Lagos, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Montalva, Enrique Silva Cimma y Ricardo Núñez, entre otros, adhirieron firmemente a la idea que hoy mueve el piso de la institucionalidad de Pinochet. En negrita he destacado a socialistas.

La idea a la que se refiere es la de la AC. En la enumeración se destacan dos presidentes de la República. Eduardo Frei Montalva quien diera una valiente lucha por una nueva constitución obtenible por un AC y Patricio Aylwin.

Es probable que el fuerte peso de la opinión de Frei Montalva en los niveles nacionales y mundiales, y en especial lo relacionado con una nueva constitución, pudo haber influido en lo que habría sido su asesinato. Hombres con Frei Montalva y Bernardo Leighton eran pacifistas pero muy peligrosos para una dictadura. No olvidemos el intento de asesinato de Leighton en Roma, que lo dejó herido, pero en situación peor a su esposa Anita Fresno, inválida hasta el resto de su vida.

Otro párrafo de este artículo es el siguiente:

En un informe dirigido a la comisión en marzo de 1974 el profesor de derecho constitucional Francisco Cumplido reforzó este principio, señalando que el poder en el pueblo y que “la legitimidad de la autoridad debe descansar, en consecuencia, en el consenso del pueblo democráticamente expresado, por medio de un referéndum o eligiendo una asamblea constituyente”(1). La comisión a la que se refiere es la “Comisión Ortúzar” que estaba encargada por la dictadura para redactar una constitución.
1. Actas Comisión Ortúzar, 19 de marzo de 1974. Memorandum de Francisco Cumplido. Tomo I, p. 397. Ver en http://bit.ly/COrtuzarT1

Francisco Cumplido es un destacado abogado constitucionalista, académico de la Universidad de Chile y quien formara parte muy activa del Congreso Transitorio, que fue como una Asamblea Constituyente que estuvo encargada a fines de los años 60 de preparar y aprobar un nuevo estatuto de la Universidad de Chile. Lo que aprobaba este llamado congreso por alta mayoría quedaba a firme y debió ir a consideración de un plebiscito los otros contenidos aprobados por mayorías más estrechas. Me correspondió ser congresal por la sede de Santiago. Estaba constituido ese congreso por representantes de los tres estamentos, académico(70%), estudiantil(20%) y funcionario no académico(10%). Los congresales académicos podían ser nacionales, de sedes regionales y de facultades.

Otros dos párrafos destacables de este artículo y que compromete a favor de la AC a socialistas son los siguientes:

Uno de los primeros esfuerzos colectivos para proponer una alternativa a la Constitución fraguada por los militares fue la conformación, en 1978, del Grupo de Estudios Constitucionales (“Grupo de los 24”), integrado, entre otros, por su presidente Manuel Sanhueza, Patricio Aylwin, Edgardo Boeninger, Carlos Briones, Jorge Correa Sutil, Francisco Cumplido, Armando Jaramillo, Jorge Mario Quinzio, Alejandro Silva Bascuñán, Enrique Silva Cimma y Hernán Vodanovic. En un informe de 1979 concluyó que la nueva Carta Fundamental debía gestarse bajo determinadas condiciones: en un régimen con plena vigencia del derecho y las libertades públicas; mediante una Asamblea Constituyente y un posterior plebiscito aprobatorio; y con un sistema electoral válido. Nota: en negrita he señalado a personalidades socialistas

He tenido la oportunidad de informarme sobre actividades y trabajos relevantes referidos a una constitución auténtica del destacada abogado y académico Jorge Mario Quinzio, un viejo radical y que fuera muy amigo de Salvador Allende. Desgraciadamente ya fallecido. Sus estudios y proposiciones seguramente podrían ser de gran valor como insumo de una AC.

Se captan hoy en los sectores políticos tres posiciones principales: una la de no hablar de una nueva constitución, sino de modificación o perfeccionamiento de la existente. La segunda, una nueva constitución que no descanse en una AC sino que en el poder constituyente de la constitución vigente que es el Parlamento y una tercera posición es la que la nueva constitución nazca principalmente de una AC formada por integrantes elegidos por votación ciudadana.

En torno a esta AC, surgen dos posiciones, una es que ésta se resuelva por un plebiscito inicial que se pronuncie sobre el procedimiento de una AC y su forma de constituirse, prescindiendo del poder constituyente actual, el Parlamento. La otra fórmula es que este el poder constituyente, respalde la creación de una AC elegida por votación ciudadana y el posible pronunciamiento final de un plebiscito.

En el párrafo próximo del artículo que se analiza, sin dudas que se destaca al Presidente Frei Montalva que en forma tan tajante planteara en 1980 la necesidad de que por votación popular se elija una asamblea constituyente que tendrá la tarea en la transición a la democracia de la elaboración de un proyecto de constitución.

Recuerdo muy claramente sus palabras en ese conmovedor acto del Teatro Caupolicán de 1980, en vísperas del referéndum convocado por el gobierno militar.
El artículo de Patricio Segura se refiere así a ese gran ex Presidente.

Esta idea fue reiterada por el ex Presidente Eduardo Frei Montalva en el teatro Caupolicán durante su histórico discurso del 27 de agosto de 1980 con motivo del referéndum constitucional convocado por el régimen. “Constituido este gobierno de transición (cívico-militar) se elija por votación popular una asamblea constituyente u otro organismo auténticamente representativo de todas las corrientes de opinión nacional, como fue en 1925, que tendrá a su cargo la elaboración de un proyecto de Constitución. Este proyecto se someterá a plebiscito, bajo un sistema que dé absolutas garantías, y con opciones claramente definidas y plena libertad de expresión.

Me parece conveniente agregar a este artículo lo que presenta en su trabajo Patricio Segura sobre la Comisión Ortúzar y lo que plantearon en terceros países a la misión que viajó a Europa a informar sobre el proceso para llegar a una nueva constitución.

 

La Comisión Ortúzar

Para los chilenos no es inédito eso de los procesos constituyentes democráticos. Aunque es posible encontrar ejemplos de hace 100 años, la idea quedó plasmada en las propias actas de la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución Política de la República de Chile (o Comisión Ortúzar, por su presidente Enrique Ortúzar) creada por Pinochet a días del Golpe con el fin de elaborar un anteproyecto para reemplazar a la Carta Fundamental de 1925.

En un viaje que algunos miembros de la comisión hicieron en diciembre de 1973 a Europa con el fin de explicar “las circunstancias que condujeron al movimiento del 11 de septiembre de 1973 y la orientación que inspira la actual dirección del país”, intelectuales del viejo continente plantearon sus aprensiones por la génesis de un nuevo marco institucional. En su informe sobre la gira, Sergio Díez relató que “la inquietud fundamental de estos círculos académicos reside en que la redacción de la Carta Política no se haya entregado a una asamblea constituyente que la promulgara. En Alemania, existe también, la misma preocupación por la generación de la Carta Fundamental”.

Es conveniente llamar la atención de dos hechos, uno que tan rápidamente en 1973 se tomara la decisión de trabajar en una nueva constitución y el otro que se escogieran como integrantes de la Comisión a distinguidas personas. Puede haber influido que el gobierno militar tenía inicialmente un importante apoyo nacional y que era muy necesario prestigiarse en el ámbito internacional, ya que la imagen del presidente Allende en el mundo era bastante positiva, muy superior a la que proyectaba internamente.

 

Debilitamiento de la formación cívica nacional

La dictadura militar contribuyó a este debilitamiento junto con todo el proceso de la transición a la nueva democracia. Recordemos decisiones de esa dictadura tales como la que si una ley se le podía considerar distante de la constitución vigente, automáticamente a esta se le daba la constitucionalidad con la modificación automática de la Carta Magna. Además se hicieron vigentes las llamadas leyes secretas, conocidas sólo por minorías y que generaban publicaciones en el Diario Oficial de ediciones, una mayoritaria con páginas en blanco y otra edición completa de conocimiento restringido. Leyes secretas que todavía existen.
Poco ha hecho la nueva democracia por la formación cívica. En el gobierno de Frei Ruiz Tagle se habría oficializado la eliminación en los programas de estudios de la asignatura de educación cívica en la educación media. Es impresionante lo poco que se conoce en la población sobre el contenido de nuestra actual constitución.

Desgraciadamente parece conveniente para muchos intereses y para aminorar la gravedad de muchos delitos políticos y económicos, evitar que se establezcan los grandes principios de una auténtica constitución democrática.

No puedo dejar de expresar mi opinión en cuanto a que habría bastante ignorancia sobre lo que para un país, para una democracia, significa tener una auténtica constitución, de esas que sea un orgullo nacional. Que haya nacido de la voluntad ciudadana plenamente preparada para tomar conciencia de su importancia y de cuáles deben ser sus principales contenidos.

En otro artículo anterior he hecho una propuesta de asamblea constituyente que podría implementarse rápidamente, respetando a la actual constitución que nos rige. Bastaría una ley aprobada por el Congreso pleno por amplia mayoría en que se estableciese una Asamblea Constituyente integrada por representantes nacionales y regionales elegidos por votación popular. Cada ciudadano podría votar por un par de representantes nacionales y también por representantes regionales para preparar un proyecto de Constitución que pase finalmente a plebiscito.

El Ejecutivo y el Legislativo, que desgraciadamente está bastante desprestigiado, deleguen constitucionalmente en esa Asamblea Constituyente la formulación de un proyecto de constitución que contenga las posiciones mayoritarias para que de ahí se pase a la aprobación plebiscitaria. Pienso, tal vez utópicamente, que un Parlamento tan desprestigiado no se niegue apoyar una iniciativa de esta naturaleza y no pretender ser él el que pueda preparar la nueva constitución.

Un procedimiento de esta naturaleza tendría entre otros beneficios transformarse en un proceso de formación cívica de amplitud y eficacia.
Posiblemente los mejores constitucionalistas serían los representantes nacionales. Cada corriente política o ideológica buscaría a sus mejores representantes de manera que ellos sean defensores de sus posiciones e ideales.

Donde estén presentes grandes valores, es muy esperable que se logren importantes consensos como los que obtuvimos en la preparación del nuevo estatuto de la Universidad a fines de loa años 60 y comienzos de los 70.
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Algunas noticias en gran parte negativas en relación a posiciones socialistas frente a una AC

Presento a continuación varias de estas noticias algunas vienen ya con comentarios

1. Partido Socialista se aleja de la Asamblea Constituyente

Fte:http://radio.uchile.cl/2014/06/20/partido-socialista-se-aleja-de-la-asamblea-constituyente

Cristián Pacheco | Viernes 20 de junio 2014 .

Autoridades del Partido Socialista se alejan de la idea de cambiar la Constitución vía Asamblea Constituyente. Los tiempos y plazos son algunos de los argumentos con los que se explica que la tarea quedaría para «otro periodo presidencial». Desde la sociedad civil, diversos actores insisten que ésta es la única forma de un verdadero cambio democrático.

La declaración que realizó el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, en contra de la realización de una Asamblea Constituyente, causó molestia en distintos sectores y en la interna de su propio partido.

“Por mí votaron 63 mil chilenos, y yo no tengo mandato para delegar esa facultad en nadie, así que si queremos discutir de Constitución, yo quiero ser parte”, señaló el parlamentario en entrevista con El Mercurio.

La opinión de Andrade contraviene la decisión de las bases del PS quienes en los últimos dos congresos nacionales decidieron impulsar y apoyar la idea de una Asamblea Constituyente.

Así lo ratificó el diputado Marcelo Schilling quien también apoya la fórmula, sin embargo también tiene reticencias, principalmente por los tiempos que requeriría llevarla a cabo.

“La fórmula ideal para generar una nueva Constitución es la Asamblea Constituyente. Yo tengo dudas prácticas sobre el tema, en cuatro años tener que hacer todo lo prometido, más la Constitución renovada por Asamblea Constituyente, que se llevaría toda la energía, yo también tengo la duda. Tal vez la Asamblea Constituyente es para otro periodo presidencial”.

En la entrevista, el diputado Andrade adelantó que se realizarán reuniones bilaterales con las directivas del PC y la DC para consolidar esta idea.

Sobre estas declaraciones también se refirió el diputado independiente Gabriel Boric, quien criticó a Andrade y de paso el ex presidente Ricardo Lagos por oponerse a esta medida.

“Yo lamento lo que gente como ellos le ha hecho al Partido Socialista. Al final reniegan de más democracia y es la Asamblea Constituyente lo que lo logra. No quiero una Constitución como la que tuvo la firma de Lagos y que nos digan que eso es una nueva Constitución”.

“Ellos nunca han querido Asamblea Constituyente y todo lo que han hecho es para disimular esa negativa, porque la base de la Concertación está cada vez más sensible a esta opción”, afirmó Gustavo Ruz, vocero del movimiento social por una Asamblea Constituyente.

Esta declaración en contra del mecanismo participativo se suma al rechazo manifestado por el histórico Camilo Escalona quien anteriormente asoció esta idea a fumar opio.

El tema y las posiciones contrapuestas resultan relevantes de cara a un nuevo proceso eleccionario del Partido Socialista de Chile.

Breves comentarios míos. Tener presente la fecha de esta noticia, del 20 de junio del año pasado. Ya se hablaba de falta de plazos. Si un proceso de este tipo demora tiempo, sin duda que es importante iniciarlo lo antes posible; no tiene por qué iniciarse en un periodo presidencial y ser terminado en el mismo.

Se menciona al final del artículo la próxima elección en el PS; debe recordarse que Isabel Allende ganó por amplia mayoría, quien ha sido siempre partidaria de una AC. Debe recordarse también que Escalona, tan contrario a una AC, ha tenido poco éxito en las últimas elecciones. Es preocupante que directivos del partido, como Andrade contraviene la decisión de las bases del PS quienes en los últimos dos congresos nacionales decidieron impulsar y apoyar la idea de una Asamblea Constituyente.

Son fuertes las expresiones del diputado Boric: “Yo lamento lo que gente como ellos le ha hecho al Partido Socialista. Al final reniegan de más democracia y es la Asamblea Constituyente lo que lo logra. No quiero una Constitución como la que tuvo la firma de Lagos y que nos digan que eso es una nueva Constitución”. También impactan las palabras de Gustavo Ruz; “Ellos nunca han querido Asamblea Constituyente y todo lo que han hecho es para disimular esa negativa, porque la base de la Concertación está cada vez más sensible a esta opción”,
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2.-Nueva Constitución: Partido Socialista ingresará proyecto sin considerar Asamblea Constituyente

Fte: http://www.eldinamo.cl/nacional/2015/06/08/nueva-constitucion-partido-socialista-ingresara

El ingreso se realizaría esta semana, para empezar a discutir en términos de contenido del venidero proceso constituyente.
8 de junio, 2015

Autor: El Dínamo

Los diputados del Partido Socialista buscan en los próximos días presentar una iniciativa para avanzar en la discusión hacia una nueva Constitución. El proceso será liderado por dos parlamentarios de esta tienda del oficialismo: Osvaldo Andrade y Marcelo Schilling.

El escrito, entre sus puntos, se perfila el método por el cual podría elaborarse esta nueva carta fundamental. Según los parlamentarios, esto debiera realizarse a través del Congreso, o a través de una consulta a la ciudadanía, por lo que en este proyecto se descarta la posibilidad de una Asamblea Constituyente.

Según se presenta en La Tercera, en esta propuesta mantienen la regla general de los 2/3 en las dos cámaras para reformar la constitución. No obstante, en el caso de que se consiga la mayoría en tan sólo una de ellas, se continuará con el referéndum. Este podría ser convocado por el presidente, por las dos quintas partes de una de las ramas del Congreso, o mediante una solicitud ciudadana al Servel, la que deberá estar respaldada por 500 mil firmas. Si después de esto se alcanza la mayoría absoluta se entiende que se aprueba la reforma.

O sea, después de la mitad de un período, un 30% de los electores podrán buscar la realización de un plebiscito para terminar con el mandato de la autoridad. Además se contempla que ninguna persona podrá ejercer un cargo político de manera vitalicia, lo que se bautizó como “principio de renovación”.

También se busca limitar las “amplias” atribuciones del Presidente.

En el caso del Poder Legislativo, se pretende eliminar los quórum “supramayoritarios” (correspondientes a 4/7) y limitar las reelecciones.

El ex timonel del PS, Osvaldo Andrade, plantea que con este proyecto se busca avanzar en el contenido de la nueva carta fundamental en vez del mecanismo para elaborarla.

El PPD este sábado, uno de los puntos que tocarán en su consejo nacional, es la votación por una nueva constitución, “dejando en claro que el PPD es favorable a la AC”, según agrega Óscar Santelices, secretario general de la colectividad.

. En el último Congreso del Partido Socialista de Chile se acordó que el mecanismo para la construcción de la nueva Constitución debe ser la Asamblea Constituyente.

Breves comentarios míos. Vuelve a aparecer Andrade y Schilling haciendo planteamientos sobre lo que debiera considerar la nueva constitución, sin duda siguiendo la línea de marginar a la AC, que fuera acordada en el último Congreso del PS. Es de imaginar un proceso en que varios pares de importantes militantes empiecen a presentar ideas o planteamientos que debe tener una constitución, esto sin duda no conducirá a nada que pueda concretarse; con ello resulta o sólo se consigue dejar las cosas como están.

Quisiera recordar la iniciativa de nada menos de Ignacio Walker último ex Presidente de la DC que junto con el constitucionalista Patricio Zapata, destacado académico, han preparado una proposición para redactar la Nueva Constitución a base de un equipo de 60 ciudadanos, 30 de ellos parlamentarios por partes iguales de ambas cámaras y por 30 ciudadanos elegidos por el Congreso Pleno. Son dos ex presidentes de dos importantes partidos que cada uno de ellos con un colaborador destacado, plantean iniciativas que no tendrán posiblemente más resultados que obstruir el llevar adelante una AC, que al parecer tiene un amplio apoyo ciudadano.

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3. Una tercera noticia interesante es la presentada por El Mostrador titulada

“Presidenta del Senado. Isabel Allende entrega apoyo a la Asamblea Constituyente”

http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2014/07/11/isabel-allende-entrega-apoyo-a-la-asam

Quisiera brevemente referirme a ella antes de entregar el texto de la noticia.

La senadora Allende, hoy presidenta del PS que venció por amplia mayoría a Andrade, es sin duda uno de los políticos más destacados del PS. Fue la primera mujer Presidenta del Senado. A mi juicio es uno de los militantes de ese partido de mejores cualidades personales de estadista, independiente de ser hija del Presidente Salvador Allende. Es de fuerte personalidad y se ha merecido un amplio respeto de gran parte de la sociedad chilena.

A continuación presento la noticia, que es de un año atrás:

por El Mostrador 11 julio 2014

«En principio, me parece que tenemos que encontrar el mecanismo que efectivamente cumpla con los requisitos que puso la Presidenta en el programa: tiene que ser amplio, participativo e institucional. Si logramos que efectivamente una Asamblea Constituyente pudiera llegar, contando con eso, fantástico», sostuvo la parlamentaria socialista, quien aseguró haber marcado «AC» en su voto.

La presidenta del Senado, Isabel Allende, entregó su respaldo a la iniciativa impulsada por la llamada «Bancada parlamentaria por la Asamblea Constituyente», con quienes se reunió por más de una hora en el piso 15 de la Cámara Alta. En el encuentro, participaron además abogados constitucionalistas, como Juan Carlos Ferrada, quien fue miembro del equipo ‘nueva Constitución’ del comando presidencial de Michelle Bachelet.

En entrevista con Pulso, la parlamentaria del PS aseguró haber marcado «AC» en su papeleta presidencial y dejó en claro que, tal como lo dijo la Presidenta, el mecanismo para alcanzar una nueva Constitución tiene que ser «participativo, democrático e institucional”.

«En mi voto puse AC. En principio, me parece que tenemos que encontrar el mecanismo que efectivamente cumpla con los requisitos que puso la Presidenta en el programa: tiene que ser amplio, participativo e institucional. Si logramos que efectivamente una Asamblea Constituyente pudiera llegar, contando con eso, fantástico», sostuvo la legisladora.

En esa línea, dijo que «lo fundamental para el cambio a la carta fundamental es lograr un mecanismo idóneo para encontrar una amplísima participación. Estoy interesada en ver si encontramos la fórmula, probablemente una reforma constitucional, para que la Presidenta pueda llamar a un Plebiscito, no lo sabemos aún».

Tras la cita, la diputada comunista Karol Cariola, coordinadora de la bancada transversal, indicó que «la idea es tener las mayores garantías de que la viabilidad política sea la más adecuada para poder llegar al punto que es tener la AC, con la cantidad de votos que necesitamos y que podemos llegar a conseguir dentro de la Cámara de Diputados».

«Hay varios que tenemos la convicción de que el mecanismo más fácil en este minuto es la modificación del artículo 32 para darle la facultad a la Presidenta de convocar a un Plebiscito, que sea vinculante, y que determine el mecanismo de participación, que sea una AC”. Según la ex dirigenta estudiantil, a partir de eso se podría “configurar una AC por la vía de una reglamentación», apuntó la parlamentaria comunista.

 

Breve comentario personal y final.

Al terminar este segundo artículo sobre la AC, los partidos DC y PS y varios otros temas relacionados, no puedo dejar de mencionar como destacados demócratas han planteado y luchado porque Chile vuelva a tener una auténtica constitución, después de que el Golpe Militar hiciera desaparecer la que teníamos hasta esa fecha.

De lo revisado me impactan las palabras de Eduardo Frei Montalva de agosto de 1980, como también la posición de tantos otros grandes políticos de diferentes partidos, que han defendido el llegar a una auténtica constitución para Chile que sea un orgullo nacional. En esta tarea ha aparecido con amplio respaldo el mecanismo de una Asamblea Constituyente. Dentro de estos destacados políticos, sin duda debe mencionarse a Isabel Allende.

También cabe destacar los apoyos a esta senda de los partidos Socialista, Por la Democracia, Radical y Comunista; desgraciadamente no veo en la DC de hoy una clara posición, como la que sin dudas tuvo el presidente Frei Montalva y que también lo manifestó en su oportunidad Aylwin Azócar y muchos otros destacados militantes.

Es probable que políticos de Derecha también la respalden, como lo hiciera en su oportunidad ese ex Senador ya fallecido Armando Jaramillo.

En general el idealismo de las juventudes políticas se refleja en su amplio respaldo a la búsqueda de una auténtica constitución a través de una Asamblea Constituyentes, incluso eso se apreciaría en la DC, y desde luego en las de los nuevos movimientos de izquierda.

Me he formado la impresión que un amplio sector del electorado respalda una AC y si se logra una mejor formación cívica, tan postergada, esa base se ampliará enormemente.

Desilusiona la posición de algunos militantes, como en el caso especialmente en el PS de Osvaldo Andrade y Camilo Escalona, que han sido presidentes del partido, el que en sus dos últimos consejos nacionales han apoyado una AC.

Preocupante sin dudas es que nada menos que el ministro del Interior Jorge Burgos, destacado militante de la DC de larga trayectoria en ese partido, hoy sea contrario a una AC y lo manifieste públicamente.

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