Cada día va conociéndose más de la importancia de la riqueza bacteriana del tracto digestivo. Ayer vi en un programa televisivo el valor descubierto a bacterias que se hacen presentes en medios ambientes especiales, hostiles, como es en el desierto, en los hielos y en la profundidad del mar. Algunas de ellas son importantes en la lucha contra el cáncer.
Bastante también se ha comentado como los antibióticos dañan al organismo humano al empobrecer la flora bacteriana de su tracto digestivo..
El primer párrafo de la noticia señala: “Las personas que toman vino tinto tienen una mayor diversidad de bacterias en su tracto digestivo, un marcador de salud gastrointestinal, en comparación con aquellos que consumen otros tipo de alcohol, según un estudio realizado por el King’s College de Londres”. (ver artículo con información del paper original)
Se habría investigado en el Reino Unido en un grupo de 916 gemelas los efectos de varias bebidas alcohólicas en la flora y en otros indicadores de salud como obesidad y presencia de colesterol malo.
Se señala. “El vino tinto tuvo el mayor impacto positivo en la salud intestinal, y también estuvo asociado con niveles de más bajos de obesidad y colesterol malo”.
“No se pudieron establecer las mismas asociaciones para la cerveza, la sidra o las bebidas espirituosas, y se observó un efecto similar, pero menor con el vino blanco”.
La mejor cualidad del vino tinto podría estar en que este siempre se elabora con el orujo en cambio el vino blanco se puede obtener de cepas negras pero sin el orujo. Además podría haber un mejor comportamiento del tinto, por sus colorantes naturales que posee la uva negra.
He observado que las aves prefieren el consumo de las uvas oscuras frente a las blancas. Pude observar en mi parcela que al entrar una yegua al huerto lo primero que comió fue las acelgas rojomoradas. Las verde las dejó.
Estimo que conviene incluir en este artículo, el último párrafo del contenido de la noticia publicada en el diario. “Aunque se habían realizado investigaciones previas con animales y en experimentos de laboratorio, que mostraron que el vino tinto enriquecía la flora intestinal, nunca se había efectuado un gran estudio en humanos”.
Nunca he olvidado lo que señalaba ese gran médico de la Cátedra de Nutrición de Medicina de la Universidad de Chile que señalaba que el vino es un alimento, y no se expresaba así de las bebidas alcohólicas provenientes de destilado. Eran veneno.