Medicina natural, actualidad y economía

Hipótesis sobre el potencial industrial de China a futuro. «La cobra que nos morderá en el futuro»

Me ha llegado un mensaje que me ha parecido digno de hacerlo circular. En él se deja ver la enorme capacidad de China para producir una gama muy amplia de productos industriales a muy bajo costo, debido principalmente a su mano de obra muy barata.

También se destaca la rapidez de la distribución de sus producciones.

Se suma como causante de la expansión industrial china de exportación a las empresas del mundo occidental que decidieron trasladar a China la manufactura de sus productos, manteniendo sólo su marca y con ellos obteniendo grandes beneficios, pero creando cesantía en sus países.

Después plantea la hipótesis de que una vez que se destruya la industria en el resto del mundo, China podrá subir sus precios, obligando a los países occidentales a pagar esos costos, sin tener la salida de poder volver a sus propias producciones que tendrán de todos modos costos más altos. El artículo se titula “Estrategia de poder ¡Cómo China dominará al mundo!. Su autor es Luciano Pires.

Termina el artículo llamando a los ciudadanos a comprar productos nacionales. La duda es si esos productos existen y de estar en los mercados, cuáles son sus precios. Sin duda que lo importante para enfrentar esta realidad son las políticas de los gobiernos.

Un tema que no se menciona es la extraordinaria política cambiaria que ha llevado China, que le permite proteger de las importaciones a sus mercados y estimular sus exportaciones, creando grandes excedentes de divisas en su cuenta corriente y estimulando también el ahorro nacional. Las reservas de divisas del país oriental son inmensas como también sus colocaciones financieras en los mercados internacionales. Además paulatinamente están entrando en inversiones directas en el exterior.

Más adelante se inserta totalmente el mensaje.

Antes de presentar el artículo quiero recordar unas pequeñas experiencias captadas. Una sobrina me trajo hace años un sombrero típico de Australia; en el se indicaba Made in China. Me tocó ver en un viaje turístico a Canadá, que muchos productos de artesanía tenían grabado, Diseñado en Canadá, fabricado en China.

Ahora presento el mensaje que me llegara:

“HACERLO CIRCULAR”

Para reflexionar.
Es muy posible que la hipótesis planteadaen este correo sea una realidad, a no muy corto plazo.

Estrategia de poder ¡Cómo China dominará al mundo!

                           Por Luciano Pires

 Algunos conocidos volvieron de China impresionados. Un producto del que Brasil fabrica un millón de unidades China, en una sola fábrica, produce 40 millones.

La calidad es equivalente y la velocidad de distribución impresionante. Los chinos colocan cualquier producto en el mercado en cuestión de semanas, a precios que son una fracción de los brasileños.

Una de las fábricas se está trasladando al interior porque los salarios de la región en que se halla instalada son demasiado altos: 100 dólares. Un obrero brasileño gana 300 dólares mínimo, que sumados a los impuestos y otros beneficios equivalen a 600 dólares. Cuando  los comparamos con los 100 dólares que reciben los chinos sin prácticamente ningún otro beneficio… nos hallamos frente a una esclavitud amarilla y la alimentamos…

¿Horas extraordinarias? En la China… ¡Olvídelas! La gente allí está tan agradecida de tener un empleo que trabajan horas extras a cambio de nada…

Detrás de esta “situación” está la gran trampa china. No se trata de una estrategia comercial sino de una estrategia de “poder” para conquistar el mercado occidental. Los chinos están sacando provecho de la actitud de los “comerciantes” occidentales, que prefieren tercerizar la producción  quedándose sólo con lo que le agrega valor: la marca.

Difícilmente podrá usted comprar en las grandes redes comerciales de los EEUU algún producto “made in USA”. Es todo “made in China” con una marca estadounidense. Las empresas ganan riadas de dinero comprando a los chinos por centavos y vendiendo luego por centenares de dólares. Sólo les interesa el lucro inmediato a cualquier precio. Aun al costo de cerrar sus fábricas y generar una brutal desocupación. Es lo que podría llamarse “estrategia del precio”.

Mientras los occidentales tercerizan sus empresas y ganan en el corto plazo, China aprovecha ese enfoque e instala unidades productivas de alto rendimiento para dominar en el largo plazo.

Mientras las grandes potencias mercantiles se quedan con sus marcas, con el diseño en sus garras, los chinos se quedan con la producción, asistiéndolos, estimulándolos y contribuyendo al desmantelamiento de los escasos parques industriales occidentales.

Muy pronto ya no habrá más fábricas de zapatillas deportivas o de calzados en el mundo occidental. Sólo existirán en China. De modo que en el futuro próximo veremos cómo los producto chinos aumentan sus precios produciendo un “shock manufacturero” como sucedió con el shock petrolero en los años 70. Y entonces ya será demasiado tarde.

Entonces el mundo se dará cuenta de que levantar nuevas fábricas tendrá costos prohibitivos y deberá rendirse al poderío chino. Se dará cuenta de que alimentó a un enorme dragón y se convirtió en su rehén. Un dragón que aumentará gradualmente sus precios, puesto que será quien dicte las nuevas leyes del mercado y será luego quien mande pues tendrá el monopolio de la producción.

Ya que será también el dueño de las fábricas, de los stocks y de los empleos y regulará los precios.

Nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos asistiremos a una inversión de las reglas de juego actuales, lo que producirá en las economías occidentales el impacto de una bomba atómica… china.

En ese momento cuando el mundo occidental se dé cuenta será demasiado tarde.

Ese día los ejecutivos occidentales mirarán tristemente las ruinas de sus antiguas fábricas, sus técnicos jubilados jugando a las cartas en las plazas y llorarán sobre la chatarra de sus parques fabriles destruidos. Y se acordarán entonces, con mucha nostalgia, del tiempo en que ganaban dinero comprando “fardos de mercaderías de los esclavos” y vendiendo caras sus “marcas registradas” a sus  coterráneos.

Y entonces, entristecidos, abrirán sus despensas y se comerán sus marcas que ya estarán pasadas de moda y que por tanto habrán dejado de ser poderosas, porque todas habrán sido copiadas…

REFLEXIONEN Y COMIENCEN YA A COMPRAR PRODUCTOS DE FABRICACIÓN NACIONAL, FOMENTANDO EL EMPLEO EN SU PAÍS, POR LA SUPERVIVENCIA DE SU AMIGO, DE SU VECINO Y HASTA DE USTED MISMO… Y LA DE SUS DESCENDIENTES.

Piensen además, que ¡estamos hoy alimentando a la cobra que nos morderá en el futuro!

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