Medicina natural, actualidad y economía

Iniciativa UDI propicia asignación familiar para todos los trabajadores.

Me ha sorprendido la noticia de La Segunda de hoy en que se informa:  “UDI presenta asignación familiar. LOS DIPUTADOS UDI Julio Ditborn y Felipe Salaberry le presentaron a la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, un proyecto de ley para implementar una asignación familiar pareja para todos los trabajadores”.

Extraña que sea la UD -el partido más identificado con el Gobierno Militar que castigó tan seriamente a la Asignación Familiar y que además la focalizó en un sistema que califico absurdo en dos escalas, de acuerdo al ingreso del trabajador, dejando a parte importante de los trabajadores sin derecho alguno a ella – el que ahora tome esta iniciativa.

En artículo “Salario ético y asignación familiar” de mi página web, de 12 de agosto de 2007 me refiero a esto. Más adelante repito contenidos de mi artículo de entonces. Aquí sólo quiero destacar una parte de él.

Posiblemente sólo un gobierno autoritario pudo hacer un cambio de este tipo; pero parece poco creíble que la nueva democracia no haya vuelto a un sistema que tanto significó para la familia y la sociedad chilena”.

Increíble que no haya sido la Concertación en casi 20 años, haber tomado una iniciativa de restaurar el antiguo y buen sistema de la vieja democracia y hoy sean dos parlamentarios de la UDI, quienes tomen la iniciativa. Es un mérito que se le debe reconocer a la UDI, que es un partido de amplia votación popular y que sus parlamentarios están muy cerca del electorado. Es de esperar que esta iniciativa de estos dos parlamentarios de Oposición tenga acogida del Gobierno y posteriormente del Parlamento.

Su financiamiento podría ser a base de una revisión de la escala impositiva del Impuesto Global Complementario.

Ahora repito lo que escribí en agosto del 2007 en la parte referente a esta asignación

Me refiero a la asignación familiar.

Antes del golpe militar teníamos en Chile una asignación familiar que recibía el trabajador, fuese obrero o empleado, y también el jubilado o pensionado, varón o mujer, que se sumaba a la remuneración mensual por su trabajo o a su pensión. Fue preocupación permanente del Estado ir aumentando su valor real y el Gobierno de Frei Montalva, como un logro importante, consiguió establecer la uniformidad de monto para el obrero y el empleado; antes era mayor para el empleado.

El principio en que se basaba era sin duda muy lógico.

El empleado o el obrero recibía este pago adicional al que obtenía por su trabajo, que era en función de las necesidades de su hogar derivadas de las personas pasivas que vivían a sus costas. Principalmente éstas eran los hijos menores, también recibía por la esposa si no trabajaba en forma remunerada, por los padres sin rentas e incluso podía extenderse a los nietos cuantos éstos fueran de su dependencia. Este pago era mientras el causante de la asignación cumpliese los requisitos exigidos, la edad de los hijos por ejemplo, la que se ampliaba si pasado la límite, continuaba como estudiante.

Los economistas ideólogos del modelo impuesto por el Gobierno Militar, procuraron eliminar la asignación familiar. Sólo lograron afectarla seriamente. La base de sus planteamientos era que este pago tenía la característica de contribuir al paternalismo, de estimular la flojedad y la pasividad de los trabajadores.

Optaron como camino para lograr su eliminación, congelar su valor nominal, lo que significaba que su valor real se iba deteriorando en la medida que los índices generales de precios subían anualmente. Un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), señaló que su poder adquisitivo expresado en kilos de pan llegó a reducirse en un 90%.

Se hizo toda una campaña para que la población renunciara a esta asignación, una vez que ésta se había ya reducido bastante y se llegó a dar publicidad de los nombres de quienes renunciaban. Pero esta gestión no tuvo mucho éxito; sólo se observó en algunos empleados públicos de niveles altos, de confianza política.

La antigua asignación podía cobrarla la esposa del trabajador, si ésta lo solicitaba; era un derecho que tenía la mujer. Con ello se resguardaba en mejor forma que ese dinero llegase a beneficiar más directamente a la familia.

Debe tenerse presente que si bien el empleador le entrega al trabajador la asignación familiar, ésta la financiaba como ahora el sistema previsional; por lo tanto no constituye un mayor gasto para el empresario.

En torno a esa asignación se asociaban otros beneficios, el nuevo hijo ya durante su gestación aportaba ingresos al hogar. Era habitual que los padres asociasen a que ese ingreso debía destinarse preferentemente a los niños, para compra de ropa u otras atenciones. El adulto mayor recibía un ingreso que contribuía a darle dignidad por la sociedad y se sentía menos carga del hogar que lo acogía. Podría decirse, que la asignación familiar reforzaba la familia.

Posiblemente sólo un gobierno autoritario pudo hacer un cambio de este tipo; pero parece poco creíble que la nueva democracia no haya vuelto a un sistema que tanto significó para la familia y la sociedad chilena.

Creo conveniente presentar la tabla actual de valores de la asignación familiar y los estratos de ingresos que son beneficiados, que rige a partir de julio de este año:
Monto de la asignación Límites de ingreso mensual
$ 5.393 Que no exceda los $ 135.124.
$ 4.223 Superior a $ 135.124 hasta $ 264.667
$ 1.375 Superior a $ 264.667 y hasta $ 412.791
$ 0 Superior a $ 412.791

El sistema es realmente absurdo. Si el trabajador gana un peso más puede perder una cantidad importante de dinero. Los genios que la establecieron posiblemente se basaron en el cálculo de impuestos progresivos como el Global Complementario, en que a medida que
el contribuyente aumenta sus ingresos, puede entrar en un tramo en que la tasa le aumenta, pero sólo sobre la parte que queda sobre el límite.
Se puede señalar lo absurdo del sistema. Por ejemplo si un trabajador con 7 cargas gana $ 264.000 y por ello recibe por asignaciones familiares 7 por $ 4.223 = $ 29.561.
Veamos qué le pasa a este trabajador se le sube su ingreso en $ 1.000, llegando a $ 265.000.
Al subir de tramo la asignación familiar se reduce a $ 1.375. Ahora lo que recibe es
7 por $ 1.375 = $ 9.625. El alza de su remuneración en $ 1.000, le significa una menor recepción por asignaciones familiares de $ 19.936 ($ 29.561 menos $ 9.625).
Otro absurdo que se da es si las remuneraciones cambian de un mes a otro, la asignación familiar le cambia o incluso puede desaparecer. Tuve la experiencia en trabajadores de la Hacienda Rinconada de Maipú de la Universidad d Chile, que perdían su asignación familiar algunos meses cuando recibían ingresos adicionales por tratos.

Recientemente apareció la noticia “Cayó en casi 20% tasa de natalidad; gobierno estudia incentivo para maternidad”. “La caída en la tasa de natalidad de la población chilena – que redujo la población infantil menor de 4 años en un 19,8% entre 1990 y l 2006 – tiene a las autoridades de gobierno evaluando crear incentivos para fomentar la natalidad”.

Tengo entendido que en Francia, se tuvo preocupación por la reducción de su población y se estimuló la natalidad, con buenos resultados, aumentando la asignación familiar y haciéndola creciente a medida que aumenta el número de hijos.

Parece lo más racional es que la asignación sea sólo una. El gasto de una carga para una familia, es independiente del ingreso que reciba el trabajador. Si la persona tiene ingresos altos, lo lógico es que tribute más, pero no se le rebaje el aporte por carga.

Ya que se ha hablado de reforma tributaria para el salario o sueldo ético, no podría ser conveniente también considerar una aumento de la asignación familiar y mantenerla uniforme para los distintos niveles de ingresos y que el mayor gasto se financie, si fuera necesario, con un ligero aumento tributario a los ingresos personales y que éste incremento sea progresivo.

Ojalá la triste experiencia del pasado lejano y más reciente, nos ayude a buscar buenas soluciones, que contribuyan a una mayor justicia social, que el país tanto necesita. No olvidemos la irritante desigualdad de ingresos que acusa Chile.

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2 comentarios

  1. Hola!
    Me encanto tu comentario, con lo que respecta a la asignación familiar, tengo la mala experiencia que yo quede en ese tramo estupido de haber persibido un poco mas el mes de junio con horas extras y me cancelaron los mil y tantos pesos, soy funcionaria pública y como comprenderas debo realizar horas extras para poder mejorar mi sueldo.

    Encuentra la medida demasiado estupida sin pensar en las consecuencia que esto genera en incrementar el sueldo en tan solo mil pesos…

    A caso estos genios no piensa…prece que no..claro como ellos ganan el doble que uno…

    Atte.

    Patricia Castro.

  2. 27 de julio de 2009
    Estimada Patricia:
    Le agradezco su comentario. Es el primero que me llega en este tema después de tanto tiempo editado. Me parece una proposición lógica y justa. Pero no ha tenido acogida. Sin duda había más madurez y sabiduría en la antigua democracia tanto en la política como en los ejecutivos de Gobierno.
    Atte
    Rolando Chateauneuf

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