Medicina natural, actualidad y economía

Qué pasa en el Metro de Santiago. Situación riesgosa. Merece una revisión externa por una empresa de prestigio mundial

En el día de hoy han surgido noticias preocupantes. Se interrumpe parte importante de sus servicios, generando situaciones muy críticas.

Primeramente no se dan noticias de las características del problema. Ni se anuncia nada de su causa y de la demora en su solución. Deben muchos pasajeros retirarse y recibir la devolución de los pasajes. Se informa que las aglomeraciones son muchas y se generan  desorientaciones en el público respecto a la forma como llegar a sus destinos.

Informaciones posteriores indican que pasajeros quedaron encerrados, sin poder abandonar los carros porque las puertas no se abrían. Se da la noticia de que hubo desesperación y principios de asfixia. Algunos incluso se habrían desmayados.

Nada se informa oportunamente de la o las causa y las demoras esperadas para que se tenga solución.

Lo más grave sin dudas es el quedar encerrados; me imagino lo alarmada que debe haber estado esa gente, sin saber el tiempo de espera para quedar libres.

Uno se pregunta, si esto se hubiera producido en situaciones de mayor calor; las consecuencia podrían haber sido más graves.

Se habla de desorientación de los pasajeros en cuanto a qué líneas de superficie  tomar para llegar a sus destinos, al tener que salir de estaciones en lugares poco conocidos para ellos. Además las aglomeraciones son grandes y lo que puede llevar el bus de superficie es comparativamente muy bajo.

Cabe preguntarse, cómo una falla eléctrica de estas características, tan localizada en una estación genere una congestión y molestias de esta naturaleza. Se informa por otra parte que nunca en esa estación se dejó de recibirse el abastecimiento externo de energía.

No será posible que se puedan tener otras conexiones eléctricas rápidas o de emergencia, por ejemplo como sucede en los hospitales, que por lo menos puedan permitir la conducción del tren hasta una estación y éste pueda abrir oportunamente las puertas.

El mal funcionamiento de la Empresa Metro parece ser más amplio.

Cabe analizar lo que ha sucedido con los adultos mayores pensionados o jubilados para conseguir las nuevas tarjetas que se requieren a futuro, ya que la “modernidad” programada contempla la desaparición del uso del boleto

Se anunciaban sistemas muy expeditos para conseguir la nueva tarjeta requerida; bastaba con dar su Rut, para tener la respuesta sobre dónde retirarla. Pero algo pasó, aparentemente se perdió el registro de los más antiguos y cuando uno de ellos consultaba, la respuesta automática era “Ese Rut no existe”. Los Rut personales persisten mientras se viva; al parecer ya se los consideraba fallecidos.

Hubo que tratar de sacar una tarjeta por otro procedimiento; en un corto plazo se dejarían de poder usar los boletos Adulto Mayor.

Que impactante ir a los lugares indicados donde obtener la tarjeta. Colas de personas mayores de pie, además de las sentadas, esperando poder conseguir la tan necesaria nueva tarjeta. Hubo que postergar el uso de los boletos respectivos, para dar plazo para conseguirlas. La línea 6, que ya debía estar en operación, requería la tarjeta porque el nuevo moderno sistema operaría sólo con ellas.

Logré después de varios intentos concretar el pedido de mi tarjeta; eso fue un domingo en la tarde en la estación Escuela Militar. Fue muy expedito. Se me señaló que la tarjeta estaría a principios de octubre. Posteriormente me llegó un correo electrónico en que se me dice que debo retirarla en Estación Baquedano, a partir del 10 de octubre. Voy el día 11, había una pequeña cola antes de entrar a la sala de espera, donde se veían muchas personas ya instaladas aguardando su llamado.

Un funcionario del Metro revisaba en la cola el papel obtenido al pedir la tarjeta, y rechazaba a muchos señalando que los de esa fecha todavía no estaban. Yo caí en esos. Me hicieron perder horas en un trámite inútil de esta naturaleza, a varios otros le sucedió lo mismo.

Uno tiene base para plantearse si esos problemas se generan en un trámite administrativo simple, en que se tienen esas ineficiencias de programación y ejecución, más probable que eso se dé en la capacidad operadora de procesos tecnológicos más complejos.

Se ha anunciado públicamente que la línea 6 operará sin conductor. Qué riesgoso es eso. Por ejemplo quedarse al interior del túnel a oscuras sin que nadie cercano pueda dar instrucciones y ayudar; sin comunicaciones.

En el sistema actual vigente en casos especiales se hace evacuar el tren con la asesoría directa y permanente del conductor, que sin duda genera tranquilidad.

Qué puede pasar con el piloto automático frentes a una pana violenta, o un incendio o un atentado. No será esta modernidad economizadora de empleo humano un estímulo a generar atentados, que con este sistema puede provocar más pánico y más personas afectadas, haciendo los terroristas un deseado impacto mayor.

Frente a lo sucedido hoy y a todas las ineficiencias en la atención a los adultos mayores, ¿no será conveniente que el Gobierno ordene que una empresa de gran prestigio venga a analizar la planificación operacional y además la forma como se está ejecutando?

No será prudente que parta la línea 6 sin conducción automática; es de esperar que el nuevo sistema pueda operar también sin ella.

Peligroso parece ser que se presione a la Empresa y al Gobierno a partir luego con la Línea 6 como ha estado sucediendo, antes que la marcha blanca entregue plenas seguridades. Estimo que no puede darse una fecha exacta de partida, ella debe estar condicionada a los resultados positivos garantizados por la marcha blanca. requeridas.

Hoy sale la noticia oficial generada por el Gobierno y la empresa que partirá el 2 noviembre; uno se pregunta cómo se puede asegurar ahora, frente a la crisis de hoy, la partida de la Línea 6 para esa fecha precisa.

Uno puede pensar con razón que ello es para tratar de mejorar la imagen hoy deteriorada por lo sucedido este lunes. Ojalá este anuncio no vaya a forzar el inicio antes de tener las plenas seguridades recomendadas.

Recordemos que primero se tenía anunciado que la línea 6 partiría en septiembre, después se anunció para octubre. Es muy posible que estas postergaciones tengan justificadas razones.

Con la situación presentada hasta ahora, es posible que algunos adultos mayores no puedan ejercer sus derechos de tarifa especial en la línea 6. Para ella se asegura que no podrán usarse los boletos vigentes para otras líneas hasta marzo del 2018.

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