Rolando Chateauneuf

Lamento que me haya decepcionado el nuevo Ministro de Hacienda, que ha debido enfrentar situaciones tan difíciles.

Primero amenaza a un sector de los empleados públicos de rebajarles su sueldo, para después amenazarlos con que ellos queden sin reajuste, para después dar reajuste mínimamente adecuado solo para los que en sus ingresos brutos mensuales no superen los 3 millones de pesos, un reajuste que solo sirve para recuperar el poder adquisitivo(reajuste de un 2,8%). No recibirían nada del crecimiento económico del país

A los que superan los 3 millones, aunque sea en un peso, el reajuste total es solo de un 1,4%. Ellos pierden así poder adquisitivo; se les rebaja su ingreso real.

Algo que parece increíble; comparemos el reajuste que recibirá quien obtiene 3 millones de pesos, que sería de $ 84.000 en cambio el que recibe $ 3.000.001, un peso más, recibirá $ 42.000. Su delito está en superar los $ 3 millones en un peso.

Parece extraño que hasta ahora vayan a ser solo los funcionarios públicos los que contribuyan a financiar la tan necesaria redistribución de ingresos. Cuando aquella debería ser principalmente a base de impuestos con tasas crecientes a los ingresos de los contribuyentes. Se sabe que el Presupuesto Nacional se financia en los países normales principalmente con el impuesto a la renta y no con el IVA como sucede en Chile.

La política de tramos está muy mal aplicada. No sé si esto se debe a una actitud intencional o es consecuencia de ignorancia.

Podría haber base para sospechar que en el fondo se persiga no aumentar tributación a los sectores de más altos ingresos y a debilitar al sector público, entre otras cosas en sus poderes de fiscalización.

Sin duda que esto está contribuyendo a debilitar el sector público chileno. Se conocen los esfuerzos históricos por mejorar ingresos a cargos importantes de la administración pública, para lograr mayor eficiencia y conseguir especialmente buenos profesionales directivos. También se perseguía mejorar los sueldos de los ministros y de otros funcionarios de confianza política.

Hubo inicialmente molestias en el Poder Judicial, con justa razón, cuando se les amenazó con la rebaja de remuneraciones; con lo ahora acordado, se está generando de nuevo esa situación: pérdida del valor real de las remuneraciones en los altos cargos.

Pasando a otro tema, algo parecido ha sucedido anteriormente con los pensionados adultos mayores con el descuento de FONASA. El Presidente Piñera ha manifestado que ellos están exentos del descuento de FONASA, pero eso es solo para los que reciben un pago hasta cierto monto; superado ese en un peso, se les hace el descuento total del 7%.

Por otra parte los pensionados del INP o del IPS no tienen derechos a que se les devuelva los excedentes captados por FONASA, pero sí los puede obtener si están en una ISAPRE. Cabe preguntarse, será esta medida para que los jubilados de mayores rentas se vayan al sector privado.

Lo lógico sería que todos los pensionados adultos mayores del sistema INP o IPS tuvieran el descuento de FONASA hasta el límite establecido, y paguen el 7% solo por la parte adicional que reciben. Se da el caso de que un pensionado esta con una muy poca diferencia del límite, tiene que pagar el 7% sobre todo el valor de la pensión.

Por otra parte al adulto mayor tiene derecho a rebaja en el pasaje del Metro, siempre que sea jubilado o pensionado, de cualquier sistema. El que no lo es, no recibe ese beneficio. El que no lo recibe es en general el que más necesita de ello.

Me llama la atención que las organizaciones gremiales no tengan la capacidad para captar estas situaciones y protestar a lo menos por ellas. Cabría preguntarse por qué no lo hacen.

La esencia fundamental de los sistemas tributarios es la justicia tributaria, que desgraciadamente en varios de los casos mencionados no se da.

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