Medicina natural, actualidad y economía

A 40 años del Golpe Militar, según diagnóstico del país de prestigiado psiquiatra “Chile es un país brutalmente enfermo”. Posibles causas están en torno a su estilo de desarrollo.

El tema lo he leído recientemente en un artículo de Ana Muga, del 24 de septiembre de 2013 en que se analiza la opinión de Rodrigo Paz, psiquiatra de prestigio y de gran experiencia

Más adelante presento el artículo in extenso.

Su diagnóstico se basa  en datos que muestran altas tasas de depresión, estrés y adición en la población, “todas enfermedades que se han desatado luego de la imposición del modelo neoliberal instalado por la dictadura. Concluye que en la sociedad chilena se instaló la anomia, `que es la pérdida de la confianza en que existe un colectivo`, un fenómeno que genera aislamiento e insensibilización”.

Su diagnóstico se basa en una larga lista de problemas que pesan sobre la población. Los enumera así:

Uno: Chile es el país que tiene la tasa de depresión más alta del mundo. Es cuatro veces más prevalente en nuestro país que en el resto de la población mundial.

Dos: En todos los otros países de la OCDE el suicidio en niños y adolescentes, o se mantiene o va en disminución. En Chile y Corea del Sur son los únicos países donde este suicidio va en aumento.

Tres: En la última encuesta de violencia aplicada por Adimark, 3 de cada 4 niños chilenos, declara que en su casa hay situaciones de violencia física y/o psicológica, y 1 de cada 10 niños chilenos reporta que ha sido víctima de abuso sexual.

Cuatro: Es el país del mundo donde el consumo de alcohol y/o marihuana se inicia más precozmente. El promedio de inicio de consumo de alcohol y marihuana y/o nicotina es a los 12 años, en circunstancias que en el mundo es entre los 14 y 15 años. Las tasas de adición en niños y adolescentes son de las más altas del mundo.

Otros: Tenemos las tasas más altas del mundo en conductas de bullying, de maltrato de niños por otros niños, para qué hablar de las tasas de delincuencia infanto-juvenil. Somos el país con la mayor tasa de internación en cárceles del mundo. La tasa de institucionalización en hogares del Sename, por situaciones de violencia intrafamiliar y otras, también es de las más altas del mundo. En Chile, las dos causas principales de muerte entre jóvenes y adolescentes, es muerte violenta, ya sea por suicidio o por homicidio. Uno de cada 3 santiaguinos se declara altamente estresado. En fin tenemos una serie de indicadores que muestran que estamos atravesando por una gravísima crisis de salud mental inédita en occidente.”.

Al revisar este artículo surge un pesimismo grave; son preocupantes situaciones que tienden a agravarse; no se ven soluciones.

Los que actuamos en otros campos captamos también otros graves problemas o síntomas de esta enfermedad nacional. Cómo cada día se debilita más la familia, más de la mitad de los nuevos nacimientos se generan fuera de parejas organizadas en familia. Se observa cada día más bajas tasas de natalidad, parte importante son nacimientos no deseados, lo que conduce a una estructura etárea futura, profundamente dañina para la sociedad. Es necesario seriamente identificar sus posibles causas, entre otras podría estar el alto costo de la educación y la prácticamente desaparición de la asignación familiar del pasado.

Muchos otros temas son síntomas de esta grave enfermedad que afecta a nuestro país.

Más adelante me refiero a varios temas entre los que destaco: la concentración económica y la desigual distribución de la riqueza y de los ingresos; la crisis en general de la educación pública chilena; los escándalos de la educación universitaria en varias grandes universidades privadas; los temas de la salud, las farmacias y la previsión; las privatizaciones de las empresas del Estado; la delincuencia en general; la impunidad de los delitos y el tema de las cárceles; la apropiación de patrimonios de los ahorrantes por el Banco del Estado y la destrucción del ahorro privado nacional fomentado desde la creación de la Caja Nacional de Ahorros. Se podría agregar el debilitamiento del sindicalismo y el desprestigio de la política; el tema de la droga. La existencia y el respaldo a una espuria constitución impuesta por la dictadura militar.

En lo que sigue  desarrollo algo más estos temas e incluyo el artículo in extenso relacionado con los juicios entregados por ese destacado psiquiatra inicialmente mencionado.


La concentración económica es asombrosa. La pequeña y mediana empresa cada vez se debilita más y se robustecen las grandes estructuras empresariales. Es patético como el lucro prima en las en expansivas actividades empresariales de la educación superior y de la salud. Qué decir de la concentración en las farmacias y en el retail. Cómo se abusa con engaños a altos porcentajes de la población; se les induce a un rápido y fácil endeudamiento, para después cuando las familias no pueden enfrentar sus obligaciones, se les aplica altísimos intereses y muchas de ellas tienen que entregar sus patrimonios vitales, sus viviendas adquiridas y formadas con grandes sacrificios del pasado. El Estado ha contribuido a esto con la destrucción del sistema de ahorro familiar y personal que venía fomentando desde la creación de la Caja Nacional de Ahorros que pasó a integrarse posteriormente al Banco derl Estado.

El debilitamiento del sindicalismo laboral y de los colegios profesionales.

Las utilidades del sistema financieros son impresionantes mientras su sector laboral enfrenta inseguridades, fuertes tensiones, se le presiona para cumplir metas a veces honradamente inalcanzables.

Los escándalos de las universidades privadas en manos de consorcios nacionales y extranjeros, es un asunto patético. Cómo se compran académicos; sus imágenes y prestigios se les usa y posiblemente bien se les remunera, para captar más y más clientes alumnos. Muchos de ellos desertan con elevados endeudamientos; muchos otros llegan a un mercado saturado por la oferta en muchas profesiones; demoran en conseguir trabajo y habitualmente a rentas muy bajas. La “gran prensa” se ve favorecida por la inmensa publicidad del ilegal negocio universitario o por la defensa de la universidades tradicionales para poder sobrevivir.

Es impresionante cómo se debilita la educación y la salud pública. Nuestra antigua prestigiada escuela pública se ve cada vez más debilitada, como también el gran liceo fiscal del pasado. Cuántas generaciones pudieron ya en tiempos lejanos ascender en lo social y en lo económico gracias a la gratuita educación pública primaria, secundaria, técnico profesional y universitaria.

Cómo fueron surgiendo en el Chile del pasado generaciones de profesionales comprometidos con la sociedad que los ayudó altruistamente a formarse. Fueron generaciones de profesionales poseedores de la ética tan necesaria en una sociedad que avanza, que progresa. Cómo se formaron grandes estadistas gracias a esa formación gratuita y de calidad que le entregaban las instituciones educacionales públicas.

Cuántos de estos valores se han debilitado o desaparecido

En importantes sectores de la sociedad, en los más perjudicados, se observan preocupantes actitudes. El fenómeno de los encapuchados. La violencia en poblaciones es impresionante: en oportunidades de manifestarse destruyen infraestructuras sociales como escuelas públicas, salas de cunas y jardines infantiles. Llama la atención cómo son atacados los bomberos cuando llegan a algunas poblaciones a atender siniestros de fuego. Cómo es el trato a los profesores por los alumnos y apoderados; cuáles son las aspiraciones de la juventud en sectores de pobreza. Se destaca entre otros ser “lanza internacional”; observan cómo chilenos se destacan en este campo de la delincuencia internacional y habitan en las poblaciones con estandares de vida muy altos.

Hasta dónde todo esto es causado por la creación de aspiraciones inalcanzables, por las frustraciones de amplios sectores de la población, por las tan fuertes desigualdades y tantas actitudes escandalosas de algunos que han alcanzado alto poder económico y político.

Chile tiene una constitución vergonzosa en su origen y en parte importante de sus contenidos. Mientras aparentemente mayorías piden para el país del futuro una autentica constitución nacida de una asamblea constituyente, idea lanzada por uno de los últimos grandes estadistas chileno, Eduardo Frei Montalva, petición hoy rechazada por la mayoría de los políticos importantes de los principales partidos políticos, entre los que se destacan especialmente personeros “de ideas renovadas y pragmáticas” de los partidos políticos democratacristiano y socialista. Desde luego, gran parte de la derecha chilena, racionalmente se opone a perder los privilegios que la actual constitución les ha entregado y que procuran mantener.

Cómo la droga penetra y se expande a todos los niveles, especialmente en los sectores urbanos más pobres. La amplia base tiene una pirámide hacia arriba, donde aparecen comprometidos sectores que se enriquecen con sus negocios y otros que lo hacen a través de actitudes corruptas. Son fuentes de ingreso y de “actividad económica”. Cuán difícil es frenar estos avances y más aún lograr alcances positivos.

Cuánto del relativamente bajo desempleo es consecuencia del negocio de la droga, del hurto y del robo de características masivas. Las ventas callejeras informales asociadas a estructuras empresariales que los abastecen; venta de productos clandestinos – libros reproducidos irregularmente como también muchos bienes usados en los sistemas electrónicos son otras actividades generadoras de empleos.

Impresiona la impunidad con que quedan tantos tipos de delitos. El robo hormiga en supermercados y en general en el comercio ya parece no considerarse delito. La llamada puerta giratoria sigue operando, a pesar de las promesas de la candidatura del actual presidente Piñera de hacerla desaparecer. Las cárceles no dan abasto y son verdaderas escuelas del delito; esas dos razones posiblemente motivan al Poder Judicial a usar ese procedimiento de la no reclusión como debiera actuar en un sistema normal.

Poca atención se da a las causas de la generación de la delincuencia, especialmente de la infantil y juvenil; para no pocos de nosotros ello no es sino la consecuencia de un modelo o estilo de desarrollo generado en un neoliberalismo impuesto en los comienzos de la dictadura militar. Impacta ver cómo cada vez más se usan las rejas en las viviendas y otros onerosos sistemas de protección para protegerse del hurto, del robo y de los asaltos. En poblaciones ya hay familias que viven dentro de verdaderas jaulas, enrejados por los costados y por toda la parte superior.

La policía tanto la uniformada como la civil no da abasto; pasa a ser habitual que en varias oportunidades deban actuar más en la propia defensiva que en la labor que les era habitual en la vieja democracia.

El tema previsional es impresionante. La privatización de la previsión ha contribuido a enriquecer a importantes sectores empresariales y cómo ha dañado al imponente; el sistema ha sido perverso y los pronósticos son peores. Las comisiones que cobran  las AFPs son independientes de los resultados de sus decisiones de inversión; cuando los resultados son negativos, les consumen sus patrimonios; ellas tienen sus comisiones aseguradas. Sus inicios parecieron exitosos; no olvidemos que el cambio del sistema impuesto por la dictadura, forzó y alentó a los trabajadores a incorporarse al nuevo sistema señalando que el antiguo desaparecía y al nuevo sistema se le establecieron imposiciones menores, imposiciones que pasó a ser responsabilidades del sector laboral. Al pasar al nuevo sistema, el trabajador recibía una remuneración neta mayor.

Las antiguas obligaciones del entonces sistema pasaron a la responsabilidad del Estado a través del presupuesto de la República, incorporado al llamado gasto social. Las nuevas imposiciones pasaron a constituir un poder comprador importante de acciones las que fueron subiendo de precios, mayores valores que mostraban “el éxito del nuevo sistema”. No pocos con el nuevo sistema pudieron sacar precozmente buenas pensiones de jubilación; pero eso no duró mucho. Hoy el sistema hace una profunda crisis, con pronósticos muy negativos.

El negocio en parte escandaloso de las privatizaciones de las empresas del Estado que generó grande beneficios a minorías a costa del patrimonio estatal, debieron quedar sin investigar como costo de una transición a la democracia. Cabe preguntarse, hasta dónde esas impunidades no han contribuido a una pérdida de valores más generalizados. Si roba el de arriba que no lo necesita para sobrevivir pero sí para incrementar su poder económico, qué autoridad social existe para sancionar al pobre que roba cantidades pequeñas muchas veces para sobrevivir con un mínimo de dignidad.

La honradez es la base fundamental de una organización social; cómo se han ido perdiendo esos valores. Recordemos los grandes valores de la sociedad incaica: “No mentir, no robar, trabajar”,

Es impresionante cómo el Banco del Estado en el Gobierno del Presidente Lagos inició un proceso de cobro de comisiones a las cuentas de ahorro a plazo que ha significado una apropiación de patrimonios de millones de familias que poseían sus libretas de ahorro fomentadas por el Estado chileno desde la existencia de la Caja Nacional de Ahorros, sistema iniciado en las primeras décadas del siglo pasado y respetado y varias veces reforzado por diferentes gobiernos de la antigua democracia e incluso durante todo el gobierno de la dictadura militar. Qué poco se ha podido dar a conocer este nefasto procedimiento; el poder fáctico de este banco estatal ha silenciado a la prensa y a los políticos. Hoy vemos a esta institución financiera siendo probablemente la principal fuente de financiamiento de las campañas electorales.

No puedo dejar de mencionar la desilusión que en muchos sectores de la sociedad chilena ha generado la Iglesia Católica chilena, quien fuera el gran pilar de la defensa de los derechos humanos

A continuación presento in extenso el artículo anunciado, titulado “Chile es un país brutalmente enfermo”
Psiquiatra Rodrigo Paz, diagnostica al país a 40 años del golpe:

“Chile es un país brutalmente enfermo”

Ana Muga | Martes 24 de septiembre 2013

Con cifras y estadísticas frescas en su memoria, el reconocido médico psiquiatra y especialista en neurociencias, analiza la salud mental de los chilenos a 40 años del golpe militar y su diagnóstico es tajante: “Este es un país brutalmente enfermo”, asegura, corroborando sus palabras con datos que muestran altas tasas de depresión, estrés y adicción en la población, señalando que son todas enfermedades que se han desatado luego de la imposición del modelo neoliberal instalado por la dictadura. Su conclusión es que en la sociedad chilena se instaló la anomia, “que es la pérdida de la confianza en que existe un colectivo”, un fenómeno que genera aislamiento e insensibilización.

La consulta del doctor Paz está en el límite histórico entre el barrio alto y el bajo pueblo: La Plaza Italia. Para iniciar esta conversación, subimos a su consulta en un quinto piso al comienzo de calle Vicuña Mackenna, y lo primero que dice, al preguntarle por la salud mental de los chilenos, es que no quiere hacer “atribuciones causales”, que prefiere comenzar por los hechos, dando inicio a una larga lista de problemas que pesan sobre la población de nuestro país:

“Uno: Chile es el país que tiene la tasa de depresión más alta del mundo. En la última Encuesta Nacional de Salud se logró establecer que 2 de cada 10 chilenos presentaban síntomas depresivos como para provocar algún grado de incapacidad funcional. Si uno compara eso con la estadística internacional, el promedio en estudios similares, hay 4 veces más prevalencia de síntomas depresivos en la población de chilenos adultos que en el resto de la población mundial.

“Dos: En todos los países de la OCDE el suicidio en niños y adolescentes, o se mantiene estable o va en disminución. Chile y Corea del Sur son los únicos países donde el suicidio en niños y adolescentes va en aumento.

“Tres: En la última encuesta de violencia aplicada por Adimark, 3 de cada 4 niños chilenos, declara que en su casa hay situaciones de violencia física y/o psicológica, y 1 de cada 10 niños chilenos reporta que ha sido víctima de abuso sexual.

“Cuatro: Chile es el país del mundo donde el consumo de alcohol de y/o marihuana se inicia más precozmente. El promedio de inicio de consumo de alcohol y marihuana y/o nicotina es a los 12 años, en circunstancias que en el mundo es entre los 14 y 15 años. De hecho las tasa de adicción en niños y adolescentes son de las más altas del mundo”.

“Cinco: Cerca del 40 por ciento de la población de adolescentes consumen alcohol en forma perniciosa para la salud. Cerca del 5% de la población de niños y adolescentes consume pasta base de forma adictiva y más menos el 10% de la población consume marihuana en forma perniciosa para la salud”.

“También tenemos las tasas más altas del mundo en conductas de bullying, de maltrato de niños por otros niños, para qué hablar de las tasas de delincuencia infanto-juvenil. Somos el país con la mayor tasa de internación en cárceles del mundo. La tasa de institucionalización en hogares del Sename, por situaciones de violencia intrafamiliar y otras, también es de las más altas del mundo. En Chile, las dos causas principales de muerte entre jóvenes y adolescentes, es muerte violenta, ya sea por suicidio o por homicidio. Uno de cada 3 santiaguinos se declara altamente estresado. En fin tenemos una serie de indicadores que muestran que estamos atravesando por una gravísima crisis de salud mental inédita en occidente.”.

-¿Qué pasó con los ciudadanos de este país para tener este escenario?

“Uno puede visualizar varias causas: Chile tenía cierta forma de trabajar, una cierta forma de funcionar y con el golpe militar se instala esto que se ha llamado modelo neoliberal, que cambia totalmente esta forma de vida. ¿Y en qué consiste este modelo? Básicamente en dos o tres cosas: primero, el Estado es subsidiario, lo que significa que las iniciativas en Salud, Vivienda, Educación, previsión social son entregadas a particulares y el Estado sólo interfiere cuando los particulares no pueden resolver estos problemas. ¿Qué significa en la práctica?, que cada chileno tiene que arreglárselas por su cuenta y eso ha generado un sentimiento de desconfianza, de inseguridad, de desprotección total. La gente siente que ya no hay nada, ni nadie, que lo pueda proteger. Si eso se conecta con otro fenómeno propio del neoliberalismo, que es la individualización, entonces, ya no hay sindicatos, no hay colegios profesionales, no hay federaciones estudiantiles -sólo en el último tiempo han asumido mayor vitalidad- pero claramente, tenemos un tejido social pobre. Todas las iglesias están debilitadas, los sindicatos, las juntas de vecinos, la gente comienza a replegarse en sus casas.

“El sistema neoliberal además, ha puesto la exigencia que las mujeres entren masivamente al mundo laboral y tienen que dejar a sus hijos precozmente en salas cunas y todos sabemos que los niños, los primeros seis meses o el primer año de vida no tiene que estar en salas cunas, tienen que estar con su madre, pero el modelo neoliberal exige que la madre salga a trabajar porque con el sueldo de uno de los progenitores no basta. Entonces, tenemos progenitores cansados, obligados a dejar a sus hijos precozmente, a destetarlos. Tenemos niños más estresados. Tenemos mala educación. Los colegios, salvo los que pueden pagar, son de muy mala calidad, se van segregando por nivel social, entonces, los colegios donde hay menos plata, es donde hay más estrés y hay mayor violencia. De hecho hay indicadores claros que dicen que la tasa de angustia y depresión es de más o menos un 7% anual en las personas de Lo Barnechea, Vitacura y Las Condes, pero es de un 40% anual en los sectores de bajos ingresos, o sea, claramente, la angustia y la depresión en Chile se distribuyen según nivel socioeconómico. Agréguele a eso que tenemos un sistema previsional absolutamente reventado, con un sistema de salud que está quebrado, donde se crea un sistema Auge que en la práctica significa que si usted se fractura una cadera a los 70 años va a tener que esperar un año con suerte para que la operen. Entonces: Desprotección, trabajo precario, campea el poder de los empresarios, de los poderosos, con bajo nivel de sindicalización, con leyes laborales que protegen poco a los trabajadores, con inspecciones del trabajo que muchas veces favorecen más al empleador que a los trabajadores”.

-¿Quiénes acuden a su consulta?

“Trabajadores del Transantiago, trabajadores del comercio, cajeras de supermercado, vendedores de call center, profesores sobreexplotados que tienen que trabajar a triple jornada para hacer las “lucas”, y al otro lado: ejecutivos de bancos y de empresas transnacionales, porque la lógica del neoliberalismo es la sobreexplotación del trabajador que incluye también al ejecutivo, entonces, tenemos estrés al por mayor”.

-¿Cuánta responsabilidad tiene en la salud mental de la población, la impunidad en la que ha vivido la sociedad chilena en los últimos 40 años?

“Afecta, y no sólo la impunidad de los crímenes cometidos hace 40 años atrás, hay que pensar que hoy 15 mil niños están secuestrados por el Poder Judicial, y las familias que hay detrás de esos niños, que no tienen plata para pagar un buen abogado. Porque, ¿quiénes son los que van a las cárceles?, los pobres. ¿Quiénes son los niños que terminan en el Sename?, los niños pobres. Además, tenemos un Poder Judicial que está en crisis. Carpetas que se acumulan en la fiscalía. Los fiscales de abusos sexuales no dan abastos. O sea, un Poder Judicial que no está al servicio de la gente. Claro, en aquellos sectores que sufrieron más directamente la represión de la dictadura, por cierto que ahí también se acumula mayor fragilidad y patologías.

Otro sector muy afectado en su salud mental y emocional, es el pueblo mapuche. Estamos comenzando a trabajar con comunidades de niños y adolescentes en la zona mapuche, en Ercilla precisamente, y la impresión que tenemos es que hay un nivel de angustia, de temor, de desesperanza en algunos casos, brutal. No sólo en los niños, en mujeres, en hombres. Niños que ven como entra Carabineros a las 12 de la noche, les descerraja la puerta, sacos de harina que se rompen en allanamientos que se hacen dos o tres veces al mes.

“Hoy tenemos no sólo el impacto a los derechos humanos de hace 40 años atrás. Hay territorios en Chile donde la violación a los derechos humanos continúa de manera subrepticia, o a veces más directa, como en la zona mapuche”.

LA ANOMIA “UN PAÍS DE ZOMBIES”

-¿Pero qué pasa con una sociedad que ve que quienes cometieron violaciones atroces a los derechos humanos, tienen penas menores o bien, andan sueltos y se los puede topar en cualquier esquina? Que no ha habido justicia.

“No hay justicia para los poderosos, porque para el pobre la justicia le cae con brutalidad. Todo eso va generando un fenómeno que se llama anomia, que es la pérdida de la confianza en que existe un colectivo”.

“Los seres humanos somos animales sociales, somos primates sociales, somos colectivo. Nuestra identidad se forma en la interacción con los otros. Entonces, ¿qué pasa cuando se disuelven los vínculos sociales y se pierde la confianza en que el colectivo es portador de una norma, de un sentido, de una cultura? Surgen estas tribus urbanas, surgen las sectas, los movimientos religiosos fundamentalistas, porque el ser humano necesita del colectivo. Se produce este fenómeno de aislamiento, de insensibilización donde al final vamos transformándonos en un país de zombies, que viven en la rutina. Se produce una anomia, una pérdida de la conexión con la moral, lo social, lo valórico. Entonces, hoy día pasan cosas aberrantes en Chile y la gente sigue su camino como un verdadero zombie, y el que logra conectarse con la realidad se deprime y se angustia. Tenemos un país dividido entre los anómicos, insensibilizados, zombificados y los que logran conectarse con esta situación”.

-¿El diagnóstico es que este es un país que está enfermo?

“Este es un país brutalmente enfermo, es cosa de ver cómo manejamos, cómo nos vinculamos, la pérdida de cordialidad. Es un país neurótico”.

-En el caso de un paciente, existen terapias y medicamente, ¿qué se hace cuando es un país el enfermo?

“A un paciente, le damos fármacos para que el cerebro comience a funcionar mejor, se adapte. Psicoterapia, para que la persona vuelva a recuperar un nivel que le permita funcionar, pero claramente estamos colocando parches. Si queremos salir de esta crisis de salud mental, el país tiene que cambiar. Tenemos que volver a pensar, a imaginar un país decente, un país vivible. Porque podemos generar ejércitos de psiquiatras, psicólogos, consultores de salud mental, pero siempre vamos a quedar al debe, porque lo que está generando esta oleada de enfermedades, inestabilidad emocional y estrés, es el modelo y hay que cambiarlo, pero para poder cambiarlo se necesitan ciudadanos movilizados y conscientes. El problema es que el modelo genera anomia y zombificación social. No es fácil. En la medida que el modelo va enfermando más a la gente, la gente se va haciendo menos sensible. Por eso el trabajo de recuperar la ciudadanía, la esperanza, es un trabajo urgente”.

-¿El proceso electoral que hoy vivimos, en el cual se inscribieron nueve candidaturas a la presidencia, habla de un despertar o de todo lo contrario?

“Yo creo que habla justamente de los contrario, de la anomia, porque resulta que no hay sentido colectivo. La gente es incapaz de generar alianzas. Creo que si hubiera más facilidades para inscribir candidaturas habría 17 millones de candidatos, porque cada grupúsculo desconfía del otro y genera identidades parciales, es un fenómeno de sectarización de la política porque hay desconfianza. Entonces, está la izquierda más uno, más dos o más tres. Ni la derecha logra ponerse de acuerdo, porque no hay redes, no hay vínculos, no hay capacidad para generar alianzas y eso también tiene que ver con el impacto que tiene el modelo neoliberal. Porque ¿cuál es el mensaje?: arréglatelas solo, emprende solo, porque esta es una jungla y el que no se las arregla solo, está sonado”

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