Deberíamos tener como base fundamental para el adecuado desarrollo socioeconómico del país, como lo he señalado desde hace un tiempo, un sistema nacional de planificación indicativa, con a lo menos dos componentes importantes, uno el de la planificación nacional y el otro, el de las planificaciones sectoriales.
El Estado de Chile debiera restablecer la planificación indicativa del desarrollo nacional, similar a lo que se hizo en 1939 con el gobierno de ese gran estadista, presidente Pedro Aguirre Cerda. La CORFO creada ese mismo año, tuvo esa responsabilidad.
El restablecimiento de la planificación en Chile debiera partir de un profundo diagnóstico de su situación actual, con la identificación de sus grandes problemas que enfrenta y de las causas probables que los generarían, desde causas inmediatas hasta causa mediatas, es decir las posibles causas que generan las existentes. Junto a eso, hacer una estimación del futuro si no se alteran las políticas existentes, lo que se ha llamado en planificación, la prognosis. Esto último contribuye notablemente a identificar los cambios de políticas que debemos establecer, y desde luego, a justificarlas.
En mi opinión, entre los problemas importantes que enfrentamos son el del empleo formal y el del valor de la divisa, puede decirse más directamente del dólar.
Conviene recordar el daño que se hizo al país cuando se congeló el valor del dólar a $ 39 por tres años. Cómo ello dañó a la producción y al empleo. Desde luego otro fuerte daño se originó con la expansión de la deuda externa privada, que después debió aceptarse como deuda del Estado, para poder recibir la ayuda externa.
Con la congelación del valor de la divisa, se dañó fuertemente en forma especial a la industria manufacturera y a la agricultura. El desempleo llegó a niveles alarmantes. La situación más crítica se presentó en 1982.
Un cambio de política económica con el abandono del neoliberalismo, en pocos años, se originó una recuperación importante de la producción y del empleo.
Algo más grave ha sucedido lamentablemente en Argentina, país que congeló el valor de la divisa por 10 años y hoy enfrenta un nivel de pobreza alarmante; los niveles de desempleo formal son muy elevados y parte importante de sus familias sufren por hambre. La causa principal parece ser la destrucción de parte significativa de su industria manufacturera.
Parece increíble la existencia de hambre en un país que tiene una enorme capacidad de producir alimentos, parte importante de sus producciones salen al exterior al haber tan bajos ingresos en un sector muy amplio de su población, principalmente urbana.
La política de Brasil ha sido muy distinta; fuerte restricción a las importaciones de productos competitivos de su producción nacional. Recuerdo que no pudimos enviar por encomienda una ropita como regalo a un niño familiar de cortaedad.
Es impresionante como se ha debilitado en Chile la industria manufacturera, importante fuente de empleo formal. Desgraciadamente cada día se van teniendo noticias de nuevas industrias que se cierran. Triste fue el conocer recientemente del cierre de Fanaloza de Penco, empresa que naciera en 1899.
Es largo enumerar las empresas que han cerrado junto con la expansión del empleo informal, relegado en alto grado en la incontrolable venta callejera, y posiblemente situación que fomenta la delincuencia, hasta llegar a de gravedades mayores. Posiblemente también la carencia de oferta de empleo es motivadora del delito del comercio de la droga y de la drogadicción de ella en la población, especialmente más joven.
Volviendo al tema cambiario, ayer Salió la noticia de que el Gobierno venderá dólares en cantidades impresionantes de aquí a fines de año. Medida a mi juicio, muy criticable. Estos procedimientos motivan que sectores privilegiados con el conocimiento previo de la medida, obtengan grandes ganancias financieras. Hay triste historia sobre esto en el pasado.
En mi opinión el valor de la divisa la debiera establecer el Estado a través de estudios que determinen los niveles adecuados que debiera tener especialmente el dólar y ser el Banco Central quien actúe para que se mantenga en un margen de valores prudente. Esto se ha llamado “banda de precio”, que se hace cumplir comprando dólares el Banco Central para evitar un mayor descenso y vendiendo la divisa al valor máximo de la banda, cuando tiende a subir más allá del límite establecido. Los niveles de la banda debieran ser revisados periódicamente.
Tenemos tristes experiencias frente a alzas del precio del cobre en el mercado mundial, que en el sistema actual origina la caída del precio de la divisa y con ello perjudica las exportaciones de otros rubros y abarata la entrada de productos importados. Esto último ha dañado especialmente a la industria manufacturera; varios rubros de ellas prácticamente han desaparecido como los textiles y de la confección, los de cuero y calzado, las manufacturas de metales y de cobre, la industria de la remolacha. Cuánto de la desaparición o del debilitamiento de estos rubros ha contribuido al agravamiento del problema habitacional y a la expansión de los campamentos; posiblemente también ha motivado la ampliación de la delincuencia y de la profesionalización y gravedad de los delitos
Ahora surge el tema del litio, que es posible que genere tendencias a la caída del valor del dólar.
El Banco Central debiera ir acumulando divisas provenientes especialmente de la minería para que ellas pasen a generar inversiones. La exportación de minerales genera reducción de sus reservas y, por lo tanto. el país pierde patrimonio.
El Estado debiera con esos dólares promover inversiones que contribuyan a ampliar el patrimonio nacional.
Un interesante caso es el del Emirato de Dubai. Cuando el emir padre del actual, inminente estadista, se dio cuenta que sus reservas de petróleo y gas se iban a agotar, motivó a que el país hiciera grandes inversiones para crear nuevas actividades económicas. Llegó a construir islas y archipiélagos con material extraído de profundizar sus aguas marinas; para vender islas a magnates extranjeros. Ha desarrollado una infraestructura turística amplísima y se ha asociado en empresas mixtas con las más grades empresas del turismo internacional. Han logrado crear un gran centro financiero. Grandes inversiones en infraestructura deportiva se han hecho y hasta el emirato ha construido el edificio más alto del mundo. Ha contribuido a que se tenga templos para distintas religiones; desde luego para atraer turistas y habitantes de distintos credos. Están prohibidas las bebidas alcohólicas, pero el turista la puede consumir en los hoteles en donde residan.
Preocupante es el planteamiento de Gobierno de establecer un aporte patronal de un 6% para destinarlo en alto porcentaje al financiamiento masivo de las pensiones básicas de jubilación. Con ello encarecen la contratación formal, que conduce a una reducción de ella e incluso a la quiebra de empresas. Se busca dar tratamientos especiales a la pequeña y mediana empresa con este encarecimiento de la mano de obra, subsidios no fáciles de calcular y de implementar.
Con razón la oposición en gran parte se opone a que no vaya esa en su totalidad a fondos individuales. Parte de la oposición propone fraccionar estos destinos. Sin duda que es más popular que aparezca la solidaridad, pero parece que no hay comprensión del daño que el sistema propuesto genera en la ocupación formal.
Además, se vuelve al sistema de aporte patronal a la previsión de sus trabajadores, que facilita frente a dificultades financieras de la empresa, a postergar el pago de las imposiciones, muchas veces con desconocimiento de los trabajadores, que se dan cuenta cuando al jubilar que se encuentran con lagunas sin imposiciones. El sistema actual descansa en que el trabajador impone con sus remuneraciones, y el empleador hace solo la gestión administrativa de entregar ese dinero que a él no le pertenece. De no hacerlo comete un grave delito.