Gran publicidad se ha dado en la prensa la invitación formal que se le ha hecho a Chile para que se incorpore a esta importante organización, pasando a ser el país 31 de la organización. Sin duda que para nuestro país esto aparece como un gran prestigio, entre otros, por el que se nos pasa a considerar internacionalmente un país desarrollado. Es conveniente presentar primero algunas características de esta organización para después analizar beneficios y perjuicios que esto nos puede acarrear, que espero se puedan ir enriqueciendo con nuevas informaciones y con opiniones o aportes que se reciban.
Se considera que la Organización reúne a los países más avanzados y desarrollados del mundo; se le ha llamado “El Club de los países ricos”.
El principal requisito para ser país miembro es liberalizar progresivamente los movimientos de capitales y de servicios.
Debe tenerse presente que Chile, si bien puede no ser catalogado aún como un país desarrollados, se le ha considerado uno de los países más neoliberales del mundo, con una muy elevada apertura económica, financiera y comercial con el exterior, como también uno de los que tiene más alta desigualdad en la distribución de su ingreso, situación que parece haberse agudizado durante los dos últimos períodos presidenciales encabezados por mandatarios socialistas. Las perspectivas futuras no parecen ser favorables a correcciones, ya que ambos candidatos son claros defensores del modelo de desarrollo nacional que se inició en el Gobierno Militar, cuando en 1975 pasan a dirigir su política económica los ideólogos del neoliberalismo-monetarismo de la llamada Escuela de Chicago.
Antecedentes sobre la OCDE
- Se creó después de la Segunda Guerra Mundial, con el nombre de Organización para la Cooperación Económica Europea. Su propósito fue coordinar el famoso Plan Marshall para la reconstrucción europea. En 1960 se transforma en la actual OCDE, que pasa paulatinamente a integrar a terceros países. En el 2010 se incorporaría Chile, primer país sudamericano; el segundo latinoamericano; pues ya estaba incorporado México, que lo fue en 1994.
- Se la ha definido como una organización de cooperación internacional, integrada por 30 países, a la que Chile se incorporaría a comienzos del 2010. Su sede central está en Paris, Francia. Se le considera como uno de los foros más influyentes, en el que se analizan y establecen orientaciones sobre materias de importancia internacional como economía, educación y medioambiente. Ya se ha señalado que uno de los desafíos que debe enfrentar Chile por su incorporación a ella, es mejorar su educación.
- El principal requisito para ser miembro es liberalizar progresivamente los movimientos de capital y de servicios, pero no de población ni de trabajadores. Sus países miembros se comprometen a seguir los principios de liberalización, trato nacional y trato equivalente. Se mencionan también en forma específica como temas importantes de preocupación las políticas sobre ciencia, comercio, empleo y mercados financieros.
- Sus principales objetivos son:
– Realizar la mayor expansión posible de la economía y el empleo y un progreso en el nivel de vida dentro de los países miembros, manteniendo la estabilidad financiera y contribuyendo así al desarrollo de la economía mundial.
– Contribuir a una sana expansión económica de los países miembros, así como no miembros, en vías de desarrollo económico.
– Favorecer la expansión del comercio mundial sobre una base multilateral y no discriminatoria conforme a las obligaciones internacionales. - Su órgano supremo es el Consejo, que se encarga de la supervisión y dirección estratégica. Está integrado por representantes de los países miembros y de la Comisión Europea. La toma de decisiones se hace por consenso, por lo tanto se puede considerar que cada uno de los miembros tendría derecho a veto. Existe un Secretario General, quien actualmente es José Ángel Curria. Los representantes de países se reúnen e intercambian información en Comités Especializados. Existen Alrededor de 200 comités, grupos de trabajo y grupos de expertos.
- En 1960, el 14 de diciembre, 20 países firmaron la Convención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; ellos fueron por orden de fecha de la firma: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Noruega, España, Portugal, República de Irlanda, Francia, Grecia, Alemania, Turquía, Bélgica, Suecia, Suiza, Austria y Países Bajos.
Posteriormente lo hicieron 10 países: Italia(1962), Japón(1964), Finlandia(1969), Australia(1971), Nueva Zelanda(1973), México(1994), República Checa(1995), Hungría(1996), Polonia(1996), Corea del Sur(1996), Luxemburgo(1996) y Eslovaquia(2000).
Chile lo haría en el 2010.
Puede llamar la atención el lapso vacío de ingreso ente 1974 y 1993, como también entre el 2001 y el 2009. - Relaciones con otros países. Son 24 países no-miembros los que participan como observadores regulares o completos en comités de de la Organización, a los que se agregan otros 50 comprometidos en diversas actividades y que pueden solicitar pasar a ser miembros permanente, una vez que hayan logrado una evaluación positiva y sean invitados formalmente. Candidatos actuales además de Chile, ya invitado formalmente el 15 de diciembre de 2009 y que se incorporaría en enero del 2010, están Estonia, Eslovenia, Israel y Rusia. Puede llamar la atención que estarían interesados Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica, pero que no han ingresado a los que habría aprobado la Organización.
- Las ceremonias finales de ingreso de Chile se efectuarían el día 11 de enero del 2010, en Santiago, con la presencia del Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, y la Presidenta Michelle Bachelet.
- La OCDE publica continuamente libros, informes, estadísticas, documentos de trabajo y material de referencia y ayuda. Todos sus libros están disponibles en iLibrary de la OCDE y en su librería en línea.
Aspectos positivos y negativos del ingreso de Chile
El Gobierno chileno ha destacado la importancia del ingreso de este país a la Organización. Sin duda que es un reconocimiento al manejo de especialmente su economía, de acuerdo a las proposiciones de la OCDE, con un enfoque claramente neoliberal. Son muy informativas las palabras del ministro Andrés Velasco ante el Consejo de la Organización “Es un reconocimiento para Chile. Ésta es una asociación de países democráticos, con las instituciones más fuertes, los estados más transparentes y los mejores instrumentos para luchar contra la pobreza y la desigualdad. Recibimos esta invitación con orgullo y humildad. Orgullo por todo lo que Chile ha logrado en el último cuarto de siglo. Humildad por todo lo que nos queda por avanzar, por asimilar las mejores prácticas de los países desarrollados. Pero estando sentados en esta mesa avanzaremos muy rápido, avanzaremos mejor, para el beneficio de toda la gente de Chile”.
Además el ministro señaló: “Chile tuvo que pasar 31 exámenes de comités que revisaron políticas públicas, educacionales, agrícolas, fiscales, financieras, tributarias, laborales y medioambientales”. El país habría tenido que hacer varias modificaciones de sus políticas para ser finalmente aceptado. Sería conveniente conocer el detalle de esas modificaciones.
El ministro Velasco habría señalado en esta oportunidad que “como beneficio concreto ayuda a Chile a la hora de que, por ejemplo, alguien quiera invertir en Chile. Hay muchos fondos de inversión en Europa, en EE.UU., en Asia, que tienen la restricción explícita de que sólo pueden invertir en países de la OCDE, por lo que nos da acceso a inversiones que de otro modo habrían estado vedadas”.
La Segunda señala que entre los aspectos que Chile debe mejorar, según la OCDE, está la descentralización de la economía, la calidad de la educación, las brechas de ingresos e inversión en ciencia y tecnología.
El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Rafael Guilisasti, se manifestó conforme con el ingreso de nuestro país a la Organización, pero señaló que esto no generará resultados inmediatos, pero si establece compromisos de mejorar realidades tomando los modelos seguidos en otros países. Debe recordarse que durante el proceso para ameritar el ingreso de Chile a la OCDE, los representantes de más de un sector, expresaron sus resquemores a las reformas legales que se aprobaron en estos dos años, entre ellas, la responsabilidad penal de las empresas y el secreto bancario.
Entre los temores que se han planteado está el riesgo de la sobreinversión en Chile y que se genere el peligro de que entre demasiado dinero a un país, a través de los capitales “golondrinas”. Nuestro país tuvo la acertada política del encaje a los créditos externos de corto plazo que se aplico cuando fuera ministro de Hacienda Eduardo Aninat, política reconocida internacionalmente como positiva, para evitar los ingresos de los capitales golondrinas; al parecer ese recurso ya no lo podría utilizar nuestro país.
También existe inquietud en el sector pesquero por el acceso que se le tendría que dar a naves extranjera y posiblemente al uso de nuestros puertos. Es posible que el sector que termine más perjudicado a la larga sea el artesanal, que ya ha sido bastante golpeada por la política pesquera nacional.
Es lamentable que el país siga recurriendo probablemente en forma exagerada a la inversión extranjera, cuando mucho más se podría hacer con el ahorro privado y público nacional. Cabe recordar la triste política del Banco del Estado establecida durante el Gobierno del Presidente Lagos de destruir el sistema nacional de cuentas personales de ahorro impulsadas desde las primeras décadas del siglo pasado a partir de la creación de la Caja Nacional de Ahorros y después por el Banco del Estado que la absorbió durante el Gobierno del Presidente Ibáñez, política mantenida por todos los gobiernos, incluso por el militar. Hoy el chileno medio no tiene donde ahorrar y las pocas y cambiantes fuentes de ahorro privado bancarias están pagando intereses reales negativos e incluso a ahorros reajustables, tasas de interés cero. Hoy se estimula más al consumismo en gran parte basado en endeudamientos, a los que se incorpora en forma preocupante a la juventud, que en un elevado porcentaje está con incumplimientos de pago.
Se espera ir agregando más antecedentes sobre aspectos positivos y negativos previstos para nuestra incorporación a la OCDE
