El Mercurio de hoy presenta interesante artículo de Alberto Rojas M. sobre el tema del título. Más adelante lo incluyo in extenso.
El artículo contiene muchos planteamientos que he presentado en otros artículos míos sobre esta temática. La Globalización que muy bien la ha aprovechado pragmáticamente China ha dañado la ideología teórica de los neoliberales de occidente que la han defendido dogmáticamente.
El articulista señala inicialmente que Europa atraviesa por la peor crisis desde el término de la II Guerra Mundial(1945). EE.UU. no puede ayudar como lo hizo en los años cuarenta, ya que está sumido en su propia crisis.
En mi opinión no se ha hecho un profundo análisis de las causas de estas crisis principalmente occidentales, para así buscar correcciones profundas en las políticas de desarrollo.
Loreta Napoleoni plantea la desafiante hipótesis: “El modelo chino podría ser mejor que el occidental”. Al parecer por los resultados más que una hipótesis puede considerarse a mi juicio una afirmación válida.
Algunas de sus afirmaciones que la llevan a la expresión “Chinos son los vencedores de la globalización”
– La economía china no es tan abierta como se cree; está controlada por el Gobierno-
– La existencia en China de un “”contrato social” similar al de la “Revolución Industrial” en Gran Bretaña.
– Los chinos han aceptado el control del Partido Comunista a cambio de crecimiento económico y un mejor nivel de vida.
– Gran flexibilidad; son muy pragmáticos.
– China no sufre por no tener democracia; les preocupa más la eurocrisis y la recesión de EE.UU.
A mi juicio en el artículo se omite la importancia que ha tenido para este país oriental su política cambiaria.
El Artículo tiene un mérito especial ya que contiene respuestas a las preguntas que se le hizo a tan destacada periodista economista.
A continuación se presenta in extenso el artículo de El Mercurio, cuyo autor es Alberto Rojas M.
Loretta Napoleoni, autora de «Maonomics»:
«Chinos son los vencedores de la globalización»
¿Y si el modelo de Beijing fuera mejor que el occidental? Eso plantea la destacada periodista en su nuevo libro.
ALBERTO ROJAS M.
Europa atraviesa por la peor crisis desde el término de la II Guerra. Los griegos e italianos vieron caer a sus gobiernos, y en inglés ya se inventó un acrónimo para hablar de los países más afectados (Portugal, Italia, Grecia y España): PIGS. El punto es que en esta ocasión EE.UU. no podrá salir al rescate de sus aliados transatlánticos -como sí lo hizo en 1945-, porque está sumido en su propia crisis.
Frente a este panorama, no son pocos los que plantean que el modelo de libre mercado imperante en Occidente debe reexaminarse. Y una de ellos es precisamente la periodista y economista Loretta Napoleoni, cuyo nuevo libro, «Maonomics: la amarga medicina china contra los escándalos de nuestra economía», acaba de publicarse en España por Paidós.
En él, Napoleoni -también autora de «Yihad: cómo se financia el terrorismo en la nueva economía» y «Economía canalla: la nueva realidad del capitalismo»- plantea una desafiante hipótesis: ¿Y si el modelo chino fuese mejor que el occidental? Sus argumentos se basan en que la economía china no es tan abierta como se cree, ya que está controlada por el gobierno y no por las leyes del mercado, lo que finalmente es lo que ha garantizado su éxito comercial.
Y que en ese mercado impera un «contrato social» semejante al que posibilitó la Revolución Industrial en Gran Bretaña. Pero con una diferencia importante: según Napoleoni, los chinos han aceptado el control del Partido Comunista a cambio de crecimiento económico y un mejor nivel de vida.
«Los chinos mantienen una gran flexibilidad porque son muy pragmáticos. Por eso los chinos son los vencedores de la globalización», dice Napoleoni a «El Mercurio». Y agrega: «La democracia no es una amenaza en este instante para los chinos, porque están muy contentos. La idea de que en China sufren porque no tienen democracia es un mito. Eso no es verdad. Hoy lo que China está pensando es que la ‘eurocrisis’ y la recesión en EE.UU. son una amenaza mucho mayor que la falta de democracia».
Buscando un modelo
-¿Qué cree que podrían aprender países como Grecia, España o Italia de China?
«No creo que podamos aprender algo, porque no queremos aprender -afirma Loretta Napoleoni-. Y al mismo tiempo, el modelo chino no puede ser aplicado en Occidente. La única lección que podemos aprender de China es que tenemos que ser flexibles y capaces de crear nuestro propio modelo».
El título del libro, «Maonomics», está inspirado en el concepto «reaganomics», que describe la política económica de EE.UU. bajo el gobierno de Ronald Reagan.
-¿Y este contrato social chino es sostenible en el tiempo?
«Es muy difícil poder decir lo que pasará en el futuro, porque de momento está funcionando. Muchos se preguntan cuándo colapsará China y lo que está pasando es que nosotros estamos colapsando. Queremos que China colapse porque si ellos caen, finalmente estaríamos en lo correcto. Pero es nuestra democracia la que se está derrumbando, y ni siquiera lo notamos».
-En este contexto, ¿cómo ve la situación en Latinoamérica?
«América Latina es diferente a Europa debido al default que vivió Argentina (2001). Esa fue una lección importante para los políticos, sobre no confiar en el tradicional modelo neoliberal occidental. Países como Brasil han adoptado un nuevo modelo donde el Estado juega un papel importante en la orientación de la economía y en llevar el bienestar a la población».
-Pero de todos modos habrá un impacto de la crisis…
«El colapso del euro tendrá un impacto en la región, pero no tanto como podría haber sido hace diez años. América Latina comenzará a crecer de forma relativamente rápida después de la contracción de la economía tras la caída del euro, gracias al comercio Sur-Sur. Creo que puede aprender mucho del modelo chino».
-Entonces la influencia de China en la región seguirá siendo relevante.
«Chile comercia mucho con Latinoamérica, pero mucho más con el resto del mundo. Y cada vez más con China. En el nuevo sistema mundial del que he estado hablando, los nexos comerciales entre China y América Latina se volverán más fuertes que los lazos comerciales entre Latinoamérica y EE.UU. o Europa.
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