Medicina natural, actualidad y economía

El prestigio de la U. de Chile. Análisis de carta enviada al director de El Mercurio el 27 de mayo de este año

La envía el doctor Pedro Becker Rencoret, como exalumno de la U. de Chile 1982-1988.

Presento a continuación la carta, para después comentarla. De antemano creo conveniente desde ya señalar que no comparto su contenido

 

El prestigio de la U. de Chile

Señor Director:

    Hace un tiempo debatimos en esta sección por qué la Universidad de Chile ya no estaba entre las instituciones más cotizadas por los egresados de la educación media al momento de manifestar sus preferencias para la etapa universitaria, habiendo sido reemplazada por universidades privadas y de mucho menor antigüedad (que es uno de los atributos que toda universidad aspira a tener algún día).

    Mantengo mi opinión de entonces que esto se debe a la captura por la izquierda radical (que todo lo toca lo destruye) de esta prestigiosa universidad.

  1. PEDRO BECKER RENCORET

                           Exalumno U. de Chile 1982-1988

 

Creo que el doctor Becker Rencoret está equivocado al culpar a la izquierda radical de ello. Yo no me considero persona de izquierda.

Estuve ligado a Universidad de Chile por más de medio siglo. Ingresé a Agronomía en 1950 y en 1955 lo hice en Ingeniería Comercial. Obtuve los dos títulos Fui dirigente estudiantil en Agronomía, vicepresidente del centro de alumnos en un período que logramos una muy interesante y positiva reforma que venía de una lucha estudiantil desde varios años antes. Dejé la universidad en el 2005, fecha hasta cual desempeñé una ayudantía en Ingeniería Forestal. Fui decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Fui profesor de Economía Agraria en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, hasta que me echaron de esa Facultad cuando llegaron los Chicagos, dando el argumento que no se justificaban las cátedras de economías sectoriales, por que la economía era una sola. Para ellos como una asignatura de ciencias exactas.

Un golpe muy fuerte se le dio a las Universidades del Estado casi de inmediato después del Golpe Militar. No puede dejar de mencionarse como se hizo desaparecer a la Universidad Técnica del Estado y a las sedes regionales de la Universidad de Chile, que habían llegado a ser dirigidas cada una de ellas por un vicerrector. Se llegó a tener el Consejo Superior de la Universidad integrado por vice rectores, cuatros de la Sede de Santiago y uno por cada una de las sedes regionales.

El Golpe Militar trasformó a las sedes regionales de ambas universidades, las de la Chile y las Técnicas de Estado, en universidades regionales. En ese proceder se llegó a que la Universidad de Chile quedase reducida a sólo una universidad, la Metropolitana. Cabe mencionar, que la Universidad Regional de Talca ha llegado a tener sede en cuatro regiones, mientras que la de la Chile ha quedado reducida a solo la región Metropolitana.

El Golpe Militar también motivó la destitución de muchos destacados académicos por ser personas de izquierda; no a pocos se logró posteriormente reincorporarlos.

Un tema que dio un golpe muy fuerte a la Universidad de Chile, el haberle quitado su financiamiento legal, basado en un impuesto aplicados a las remuneraciones generales. Por ello sus ingresos tendían a crecer al ritmo del crecimiento económico del país.

Ese gran educador, Juan Gómez Millas, que fuera ministro de Educación y Rector de la Universidad de Chile, fue el muy importante gestor de un financiamiento especial para la Universidad de Chile, basado en ese impuesto especial.

La Constitución vigente actual prohíbe la existencia de impuestos para fines específicos. El financiamiento solo puede provenir de la Ley de Presupuesto que solo permite financiamientos propuestos por el Poder Ejecutivo.

Pude muy directamente observar cómo se le fueron limitando los recursos a la Universidad de Chile, cuando fui Decano de la Universidad. Se debió hacer desaparecer la gratuidad y empezar a establecer aranceles crecientes año a año.

Poco se ha analizado que el Hospital José Joaquín Aguirre, que era la cúspide del Sistema Nacional de Salud, de atención gratuita para las mayores complejidades, debió empezar a cobrar para financiarse. Quienes llegaban a ese hospital con mayores complejidades, debían participar como enfermos en permitir la educación y la investigación, con sus asistencias profesionales.

Con esta restricción financiera a la Universidad de Chile, se limitó seriamente la investigación como también la extensión, dos componentes muy importantes de una auténtica universidad nacional que debe cubrir la educación, la investigación y la extensión, como también la creación artística.

Es impactante cómo se ha reducido la importancia en nuestro país de la Universidad de Chile y el desarrollo de universidades privadas, especialmente ligadas a intereses financieros. Algunas de ellas tienen ingresos de estudiantes sin mayores exigencias de calificaciones.

Es muy probable que muchos de esos alumnos se han acogido a los financiamientos del CAE. Sería interesante investigar sobre esta inquietud.

Del resultado de esta expansión universitaria, nos encontramos en muchas carreras con excedentes de profesionales y paralelo a eso, con limitaciones en las disponibilidades de técnicos, proveniente ello a mi juicio principalmente con la desaparición de la Universidad Técnica del Estado, que realizó una valiosísima labor de entregas de técnicos al desarrollo del país.

Estas inquietudes están para seguir siendo comentadas.

Carecemos, lamentablemente en el Chile actual, de políticas tendientes al desarrollo económico y social.

Como lo he señalado en artículos anteriores, debiéramos volver al desarrollo del país basado en un sistema de planificación nacional que descanse en un profundo análisis de los problemas nacionales y de sus causas mediatas e inmediatas.

Uno de los problemas más importantes que a mi juicio ha tenido Chile es el debilitamiento de su empleo formal, en gran parte derivado de la manifiesta reducción del proceso productivo industrial. La expansión del empleo informal es notoria, lo que trae entre otros efectos el agravamiento del déficit habitacional, que hasta hace poco tiempo no existía.

Una manifestación de esto es la reaparición casi espontánea de los campamentos.

Parece imposible frente a esta realidad, el cumplimiento de las metas habitacionales planteadas por el actual gobierno

Escriba un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Hola, soy Rolando Chateauneuf.

Dentro de mi blog podrá encontrar contenidos  relacionados a:

Alimentación y nutrición, Ética y valores. Cáncer. Constitución. Cultura ecuestre. Economía y Desarrollo. Dólar. Inversiones extranjeras, Medicina natural (Plantas medicinales). Política agrícola. Universidad de Chile.

Para ubicar los artículos por temas, descienda por esta columna hasta alcanzar a Categorías y ahí pinchar la que le interese.

Buscador
Categorías
Archivos
Archivos
Enlaces externos