Me ha parecido conveniente incluir en mi página web la consulta que me ha llegado sobre cómo el Ejecutivo puede influir en el valor del dólar y la respuesta que le he mandado a la consultante. Además agrego a la respuesta, otros antecedente que me han parecido conveniente incluir.
La pregunta fue: Rolando. Buenos días: Quisiera saber ¿cuál sería el mecanismo que podría permitir a un Presidente de la Republica teóricamente de prometer poder fijar una divisa alta y estable? Yo creía que el valor del dólar dependía del mercado libre. Además hay tanta especulación.
En mi respuesta que viene más adelante se incluyen varias ideas, pero se destaca lo siguiente:
Reitero que lo importante es:
1, Que el Gobierno y el Banco Central tomen conciencia del daño que están originando a la economía y a la sociedad chilenas el bajo nivel de la divisa y su inestabilidad.
2. Que las autoridades ya conscientes del problema tomen un conjunto de medidas para que el dólar llegue a los niveles adecuados y que a estos niveles se reduzcan sus inestabilidades,
Lamentablemente parece que no hay conciencia de la gravedad del problema, ni la voluntad para atenderlo, a pesar de las declaraciones del Presidente Piñera y de su Ministro de Agricultura.
Mi respuesta fue la siguiente:
24 de octubre de 2010
El Gobierno tiene una serie de herramientas para influir sobre el nivel del dólar. Primero, es importante que tenga la voluntad de hacerlo y eso lo demuestre. Una de las medidas más simples y directa es que Hacienda compre dólares o que deje de vender divisas para financiar sus gastos en moneda nacional. Al respecto he planteado que debía lograrse una modificación de la Constitución de manera que cuando el país es afectado por una catástrofe nacional. el Banco Central pueda prestarle moneda nacional al Fisco, como lo permite la Constitución en caso de guerra o peligro de guerra; la condición de catástrofe nacional la podría calificar el Ejecutivo con el respaldo del Parlamento, por ejemplo por el 60% de Senado. Con eso se hubiera evitado que el Gobierno hubiese vendido divisas para cubrir gastos en moneda nacional, lo que ha contribuido a la baja del dólar. Además se habría dispuesto más rápidamente de recursos para la reconstrucción, como también se hubiese evitado la reducción de aporte de recursos a las regiones no afectadas por el terremoto-maremotos.
Si bien el Banco Central es autónomo, puede coordinarse el Ejecutivo con las autoridades del banco emisor para que éste compre dólares.
El fomento del ahorro en dólares puede ser otro mecanismo. Además un fomento a inversiones basadas en componentes externos podría también serlo, por ejemplo alentar o estimular a sus instituciones y a las empresas privadas y públicas para que renueven maquinarias y equipos con tecnología más actualizadas con componentes importados. A las pymes se le podría dar atención especial entregándole a ellas estos recursos como capital asociado.
A las universidades se les podría ofrecer recursos en moneda extranjera para renovar y ampliar equipos de investigación y de procesos experimentales, que fuesen calificados como convenientes para el desarrollo del país y especialmente de regiones específicas y de la formación de sus académicos y alumnos; también podrían otorgarse a los institutos profesionales para una mejor formación de los técnicos.
Otro ejemplo sería dotar a Ferrocarriles del Estado con nuevos equipos para tener la capacidad de hacer funcionar un ferrocarril a lo largo de todo Chile, desde Iquique hasta Puerto Mont. Un metro tren desde Valparaíso hasta Quillota, hoy llega sólo hasta Limache. Un metro tren desde Estación Central, pasando por el Estación del Metro de Quinta Normal hacia el Norte como por ejemplo hasta Til Til. Reestablecer o mejorar los ferrocarriles internacionales como el Trasandino desde Valparaíso y Santiago hasta Mendoza o los ferrocarriles de Arica a la Paz y de Antofagasta a Salta. Esto podría constituir futuro un importante estímulo al turismo.
Otro mecanismo podría ser que cuando una materia prima que exportamos llegue a precios sobre determinados valores, sus excedentes pasen a un fondo estabilizador que lo administre el Banco Central y que se registre como propiedad de cada aportante y que cuando el precio baje del nivel límite, se vaya devolviendo a sus propietarios. Esto podría aplicarse al cobre y otros minerales como el molibdeno y a la celulosa; Colombia lo ha hecho positivamente con el café. Este mecanismo daría más estabilidad para esas actividades hacia el futuro.
El reforzamiento de un sistema de becas en el extranjero podría ser otro mecanismo, que lo ha usado especialmente Venezuela para formar profesionales con recursos provenientes de sus exportaciones de petróleo.
Otro mecanismo es el evitar que los capitales golondrinas agudicen las oscilaciones del valor de la divisa; tenemos positivas experiencias sobre un encaje a las internaciones de capitales extranjeros de corto plazo.
Estoy seguro que podrían establecerse muchas otras iniciativas, las que podrían captarse de sugerencias que pudiesen recibirse y de experiencias internacionales al respecto.
Soy partidario de una banda de precios para el dólar, en torno a un precio que debiéra considerarse normal, que se pueda ir corrigiendo. Que se sepa que nunca el dólar pueda caer por debajo de un nivel y que no suba más allá de otro nivel máximo. Las intervenciones serían menores mientras el valor del dólar esté más cerca de lo estimado como valor normal. Sólo al llegar a los extremos el Banco Central y o Hacienda compren o vendan.
Atentamente.
Rolando
Así termina mi respuesta:
Creo conveniente acompañar otras experiencias y sugerencias sobre el tema-
Chile tiene bastantes experiencias interesantes sobre fijación del tipo de cambio y sobre sus consecuencias. Un caso que debe especialmente tenerse presente es cuando se estableció por casi tres años un cambio fijo de $ 39 por dólar. A partir del 30 de junio de 1979 hasta el 14 de junio de 1982. A partir del 15 de junio se inician una serie de fuertes devaluaciones del peso. Esa congelación del dólar por tanto tiempo contribuyó a que en nuestro país llegara a una de las crisis económica y social más profundas de su historia. La congelación del dólar la estableció el Ministro de Hacienda Cauas aparentemente porque hasta esa fecha se estaba reajustando la divisa por el IPC y eso tendía a perpetuar una inflación a tasas relativamente alta. El dólar eleva un peldaño para estabilizarse en los 39. Era la época de la abundancia en el mundo de los petrodólares y de una amplia apertura del mercado financiero, con tasas de interés en los mercados externos muy baja. Eso nos condujo a un inmenso endeudamiento privado, en parte importante de la banca comercial. A ésta le convenía endeudarse afuera en dólares, los vendía en el mercado interno y la moneda nacional la prestaba internamente a una alta tasa real de interés. Los economistas de Chicago miraban con simpatía este accionar diciendo que Chile estaba aprovechando el “ahorro externo”. Se anunciaba que por lo menos el dólar se mantendría en 39 por diez años. No pocos creyeron en ello, se endeudaron en dólares y tuvieron grandes pérdidas, muchas empresas quebraron como también se produjo una quiebra bancaria de graves consecuencias. Hubo que pasar la deuda externa privada a pública y entrar a una negociación de la deuda externa.
El Gobierno tuvo que modificar su modelo, entrar en sucesivas devaluaciones, aumentar los aranceles de importación, crear masivos programas de empleos, establecer líneas de créditos especiales para la venta de bienes raíces y para la agricultura, establecer las bandas de precios para trigo, oleaginosas y azúcar. El modelo ultra liberal entró en una profunda crisis. Se tuvo, a consecuencias de estas medidas, notables recuperaciones de la actividad económica.
Estas lecciones parecen olvidarse.
Me ha llamado la atención que el Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura contribuya con sus declaraciones a desalentar las intervenciones de compra de dólares por Hacienda y por el Banco Central.
Por otra parte surge del sector privado el interesante planteamiento en torno a que a las AFPs se les permita hacer más inversiones financiaras en el exterior, lo que crearía una importante demanda de divisas en nuestro mercado cambiario.
Para terminar.
Reitero que lo importante es:
1, Que el Gobierno y el Banco Central tomen conciencia del daño que está originando a la economía y a la sociedad chilenas el bajo nivel de la divisa y su inestabilidad.
2. Que las autoridades ya conscientes del problema tomen un conjunto de medidas para que el dólar llegue a los niveles adecuados y que a estos niveles se reduzcan al máximo sus inestabilidades,
Lamentablemente parece que no hay conciencia de la gravedad del problema, ni la voluntad para atenderlo, a pesar de las declaraciones del Presidente Piñera y de su Ministro de Agricultura.