Preocupante realidad enfrenta la economía chilena. Uno de los problemas más serios es el debilitamiento del sector industrial manufacturero, que se viene haciendo presente desde hace años. Ello ha sido consecuencia principalmente a la apertura que ha tenido al mercado internacional, en especial a las importaciones provenientes de China, país que ha desarrollado una política de relaciones internacionales, especialmente muy favorable a sus exportaciones y más recientemente, a sus inversiones externas, muchas de ellas en sectores estratégicos para sus desarrollo económico y político internacional. Cabe destacar sus grandes inversiones portuarias en países a donde mucho exporta.
El debilitamiento de la industria manufacturera de Chile ha contribuido a una reducción del empleo formal y a una dañina de la expansión del empleo informal, reflejada en grado importante por la expansión de la venta callejera.
Posiblemente también el debilitamiento industrial de Chile se ha debido a una mala política cambiaria, integrada a deficientes políticas de comercio exterior.
El caso de la crisis económica social de Argentina se debe, a mi juicio, a que la nación vecina dejó debilitarse considerablemente su sector industrial manufacturero generando así un enorme desempleo formal, lo que la ha llevado a tener una pobreza cercana al 50%, y a una considerable proporción de su población a sufrir hambre, en un país que sigue siendo gran productor y exportador de alimentos, tanto de origen animal como vegetal.
Recientemente hemos tenido un preocupante problema con Huachipato, empresa que ha experimentado considerables pérdidas, lo que no ha resultado en su cierre gracias a que la CAP, a la que pertenece Huachipato, obtiene en otros rubros productivos significadas utilidades en parte importantes en la actividad minera relacionada con la extracción del hierro que destina tanto a su utilización de interna en su industria metalúrgica, como principalmente a la exportación.
Debemos estar conscientes que cuando exportamos un recurso mineral, no estamos exportando un producto sino que patrimonio nacional, que se va paulatinamente reduciendo.
Huachipato fue un símbolo de la industrialización chilena establecida por el Estado, a través de CORFO. Después, en el Gobierno Militar fue privatizada, como gran parte del sector industrial estatal. Habría sido comprado por el conjunto de sus empleados y obreros, encabezados por ese gran economista Roberto de Andraca, quienes conocían muy bien la empresa, la que, al comprarla, habrían dispuesto internamente en la misma CAP, recursos financieros para cubrir el costo de su adquisición.
Sobre la crisis de Huachipato.
Ella se ha debido a que las exportaciones de acero de China a Chile se han basado en el dumping con que exporta su acero este país oriental al nuestro.
Preocupante la demora que ha tenida nuestro país para gravar estas importaciones de acero, como también el que amplios sectores nacionales han sido contrarios a establecer los gravámenes antidumping.
Debe llamarnos la atención que tanto la Fiscalía Nacional Económica (FNE) como el Banco Central han votado en contra el alza en las sobretasas para el acero chino en la Comisión encargada en proponer las sobretasas arancelarias y los montos que tienen que tener éstas. Los votos a favor sólo estuvieron de la mano de los integrantes del Gobierno.
Que el Banco Central haya votado en contra, es en cierto modo que ellos tienen un enfoque muy monetarista, en que su preocupación principal es la inflación.
Extraña que la FEN haya votado en contra. Su función esencial es defender y promover la libre competencia en los mercados de bienes y servicios y proteger el funcionamiento eficiente de los mercados. Por ello debiera estar preocupada del dumping en las importaciones, ya que es una medida que altera profundamente la libre competencia.
Creo conveniente señalar que hay un sector industrial chileno que le interesa tener un acero a más bajo costo. Es comprensible que ellos indirectamente defiendan el dumping de China.
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