Muy grave es crear el precedente de que con una normal “formalización” dispuesta por cualquier fiscal, un empleado público, según tres ministros del actual gobierno, debe renunciar; lo que significa además cortar su carrera funcionaria. La formalización puede ser decidida por un simple fiscal local.
Por otra parte, preocupa la falta de pronunciamiento del Presidente Boric sobre estos acontecimientos.
Se debe tener presente ese principio, que el fin no justifica usar cualquier medio.
Los ministros que apoyan ese proceder son: la ministra del Interior y Seguridad Pública Carolina Tohá, quien por su cargo, en ausencia del Presidente de la República pasa a ser Vicepresidenta de la República; Camila Vallejos, Ministra Secretaria General de Gobierno y, Luis Cordero, Ministro, nada menos, que de Justicia y Derechos Humanos.
Muy criticable a mi juicio es el proceder especialmente de Carolina Tohá, ministra de tan altas responsabilidades. Como también del abogado Luis Cordero, Ministro de Justicia y Derechos Humanos, académico de la Universidad de Chile. El proceder de ellos tres, parece pretender hacer renunciar al General Ricardo Yáñez, ya que el Presidente de la República no estaría dispuesto a pedirle su renuncia. Ni tampoco, al parecer, hacer mucho por mantenerlo en su cargo.
Me parece preocupante la actitud de sus tres ministros, como también del Presidente Boric.
La situación se ha hecho más crítica con el asesinato de tres carabineros en la zona de Arauco, justo en el día en que se esperaba la celebración anual de Carabineros y el discurso del general Yáñez. El reciente asesinato, refuerza la mantención del General Ricardo Yáñez, quien tendría un fuerte respaldo del cuerpo de la orden.
En mi opinión lo sucedido ameritaría un cambio de gabinete. Considero muy grave que se cree la consideración de que el empleado público que es formalizado por cualquier fiscal, deba renunciar. Lo que han considerado tres ministros de los más importantes que tiene el Presidente Boric en su gabinete. Boric es un político muy joven, con poca experiencia especialmente directiva, que debería contar con personeros experimentados y con cualidades de estadistas, como en el caso de su ministro de Vivienda, Carlos Montes.
