La obesidad es alarmante en Chile. Parece que no hay conciencia de su gravedad. Mucho se habla contra ella; a mi juicio es necesario llevar adelante una acción nacional por muy diferentes frentes. Lo que podríamos llamar una política nacional de alimentación y nutrición, con característica de política de Estado.
Hace falta un liderazgo que tenga respaldo político y financiero para enfrentar este problema agravante. Me da una sensación que no tenemos una política de Estado. Parece que las políticas y estrategias cambian con los cambios de gobierno y/o cambios en los cargos principales de esta responsabilidad.
La experiencia chilena en el pasado se muestra extraordinaria en su lucha contra la desnutrición, pero es triste ver que poco se hace ante el agravante problema del crecimiento del sobrepeso y la obesidad.
Cabe preguntarse a qué se debe que la preocupación sea distinta para estos problemas como lo fue para la desnutrición infantil en el pasado. Posiblemente la desnutrición infantil era más impactante, especialmente la de tercer grado; importante desarrollo tuvo el trabajo del voluntariado.
La Universidad de Chile mucho se preocupó por estos temas, pero ella ha perdido presencia nacional y especialmente se le han reducido los recursos financieros, que en el pasado eran muy amplios, garantizados por una legislación que le dada recursos crecientes al ritmo en que crecía nuestro PIB; se podían llevar adelante programas de largo alcance.
Además muchos de los profesionales chilenos se recibieron en universidades de prestigio que entregaban formación gratuita para profesionales y especialistas. Muchos eran los que egresaban con compromisos manifiestos hacia la sociedad; hoy por el contrario son mayorías las que se reciben con fuertes endeudamientos, que los motiva u obliga a pensar más en el dinero. Además el medio ambiente social y económico actúa debilitando el altruismo y la solidaridad del pasado; hoy qué importante es tener los modelos de automóviles más modernos y las televisiones con las pantallas con las altas nuevas tecnologías.
Tuvimos grandes profesionales en la salud pública chilena. Hoy se hacen sentir vacíos profundos. Nuestra Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile dictó cátedra internacional, como también el INTA.
Por otra parte es preocupante cómo se han debilitado los Colegios Profesionales, y cada día van teniendo menor importancia, realidad tan distinta a lo que sucede en otros países occidentales. Hay retrocesos en la ética profesional y en la vigilancia de que los que ejercen sean realmente profesionales.
Dos grandes causas inmediatas se dan para el sobrepeso y la obesidad: la mala alimentación y el sedentarismo.
Qué importante era en el pasado los deportes de prácticas popularizadas, especialmente el fútbol en los potreros o en otros terrenos baldíos. Incluso en las calles más apartadas de los barrios en que incluso se jugaba con la “pelota de trapo”. La televisión parece ser nefasta, a los que se suman los celulares en amplia expansión, como motivadores de sedentarismo.
Han ido desapareciendo los clubes deportivos de barrios, afortunadamente alguna expansión se hace sentir en el correr pedestre y hasta en las maratones; destaca también en lo positivo la práctica del ciclismo.
Pena me dio que se destinaran dineros del Gobierno, incluso del Ministerio de Deportes a la carrera espectáculo Fórmula E. Se justificó entre otras cosas por fomentar ese deporte, que sin duda es de práctica extremamente minoritaria o nula y sin duda es más un espectáculo deportivo de beneficios extranjeros.
Revisaba días atrás un interesante artículo publicado en El Mercurio de Santiago, del 8 de febrero de 2018 con el título principal “La receta de los expertos para combatir en síndrome metabólico”. En la parte superior del título tiene la leyenda en letras menores “El problema está presente en el 40,1% de los chilenos”. Y bajo el título principal, también en letras menores “Es una condición que eleva la posibilidad de males cardiovasculares. Lo bueno es que este riesgo es reversible con sencillos cambios de hábitos”.
El tema del “síndrome metabólico” es algo más complejo, pero está muy relacionado con el sobrepeso y la obesidad, y en especial con la obesidad abdominal, de la que poco se sabe en la población nacional.
Mi intención es referirme a este tema en otro artículo.
Por otra parte el 17 de octubre del 2017, presentado por AGENDA PAÍS 2030, obtuve el artículo titulado:
Colegio de Nutricionistas y estudio FAO: “Las cifras de obesidad son alarmantes”.
Creo conveniente reproducir ese artículo integralmente más adelante, pero primero referirme a algunos de sus contenidos.
- Las chilena lideran los índices de obesidad en Sudamérica alcanzando un 32% de la población y el 30 por ciento de la población adulta sufre esta enfermedad.
- “Las cifras de obesidad son alarmantes, considerando que es una enfermedad, que habitualmente se acompaña de otras patologías crónicas como diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, condiciones que aumentan el riesgo de infartos, accidentes vasculares entre otros, disminuyendo calidad de vida y años de vida. A esto, en las mujeres tenemos que sumar que la obesidad genera problemas de fertilidad y además aumenta el riesgo de cesárea o embarazos patológicos”, señala Cecilia Sepúlveda, Directora Nacional del Colegio de Nutricionistas de Chile…. señala además que los hijos de mujeres con obesidad tienen mayor riesgo de nacer prematuros, o macrosómicos(exceso de peso), y en el largo plazo, mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles, con lo que se perpetúa el circulo vicioso. “Lamentablemente también es una enfermedad que muestra la inequidad, a menores ingresos mayor obesidad en la población”.
- En cuanto a los niveles de sobrepeso y obesidad en adultos mayores de 18 años, el 64,7 por ciento de los hombres chilenos vive con sobrepeso y en el caso de las mujeres esta condición alcanza el 63,1 por ciento.
- Chile está dentro de los países con mayores tasas de sobrepeso infantil.
________________
Creo conveniente señalar que lo anterior es solo una visión estática, es más una fotografía de un momento. Lo más grave es que son malos valores que cada vez van siendo peores. Estamos en claros retrocesos.
Poco se ha dado a conocer que una de las causales importantes de cáncer son el sobrepeso y la obesidad.
A continuación va el artículo que anteriormente comenté.
Colegio de Nutricionistas y estudio FAO: “Las cifras de obesidad son alarmantes”.
Por AGENDA PAÍS 2030. 17 octubre 2017
El estudio muestra que las chilenas lideran los índices de obesidad en Sudamérica alcanzando un 32% de la población y el 30 por ciento de la población adulta en Chile sufre de esta enfermedad. Cifras a las que hay que ponerle atención señalan los profesionales, considerando que es una patología que arrastra otras más graves y se aumentan así, los riesgos de infarto.
Como “alarmantes” califican las cifras entregadas en el estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que reveló que las chilenas lideran el índice de obesidad en Sudamérica.
El informe «Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017», elaborado junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muestra que el 30 por ciento de la población adulta en Chile sufre de obesidad, una de las tasas más altas de la región.
“Las cifras de obesidad son alarmantes, considerando que es una enfermedad, que habitualmente se acompaña de otras patologías crónicas como diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, condiciones que aumentan el riesgo de infartos, accidentes vasculares entre otros, disminuyendo calidad de vida y años de vida. A esto, en las mujeres tenemos que sumar que la obesidad genera problemas de fertilidad y además aumenta el riesgo de cesárea o embarazos patológicos”, señala Cecilia Sepúlveda, Directora Nacional del Colegio de Nutricionistas de Chile.
La especialista, señala además que los hijos de mujeres con obesidad tienen mayor riesgo de nacer prematuros, o macrosómicos, y en el largo plazo, mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles, con lo que se perpetúa el circulo vicioso. “Lamentablemente también es una enfermedad que muestra la inequidad, a menores ingresos mayor obesidad en la población”.
El estudio revela que, los niveles de obesidad en mujeres chilenas mayores de 18 años alcanzan el 32,8 por ciento, siendo el primer país de Sudamérica; mientras que, en el caso de los hombres, la cifra asciende a 24,8 por ciento de la población, después de Argentina que tiene una tasa de obesidad del 26,7 por ciento.
En cuanto a los niveles de sobrepeso y obesidad en adultos mayores 18 años, el 64,7 por ciento de los hombres chilenos vive con sobrepeso y en el caso de las mujeres esta condición alcanza el 63,1 por ciento.
Incluso, Chile está dentro de los países con mayores tasas de sobrepeso infantil de la región con un 9,3 por ciento, superando el promedio de América Latina y el Caribe de 7 por ciento de la población menores de cinco años.
“Como país debemos entender que la obesidad es una enfermedad multifactorial, que involucra no sólo los aspectos metabólicos sino también aspectos económicos, educaciones emocionales, culturales y antropológicos. Por tanto, se debe trabajar de manera intersectorial, formando grupos de trabajo trans-disciplinarios que involucren profesionales de la nutrición, actividad física, educación y ciencias sociales, de esta manera se abarcan todos los factores que gatillan y hacen perdurar la obesidad”, agrega la Directora Nacional del Colegio de Nutricionista.
Cecilia Sepúlveda, dice también que, sin duda, lo más importante es la prevención de obesidad en nuestros niños. “Un alto porcentaje de los niños obesos serán adultos obesos, y ante esto, es imperiosa la labor preventiva desde los primeros días de nacido. Nuestra labor como nutricionistas, es involucrarnos desde la alimentación en la embarazada, nodriza(1)(madre que lacta a su hijo), fomentando y apoyando la lactancia materna es esencial. Así como la prevención de obesidad en las salas cunas, jardines infantiles y colegios, donde los niños pasan el 75% del día”, sentencia.
Nota de R. Chateauneuf. En Chile erradamente se la llamado en muchos círculos nodriza a la madre que lacta a su hijo, en circunstancia que nodriza debe emplearse en la lactante que amamanta al hijo de otra madre.
___________________