La noticia me ha impactado y me ha llevado a la decisión de abrir en mi página web blog una categoría sobre la remolacha en Chile. Este es el primer artículo que escribo.
Pienso escribir muchos más, me siento en la obligación cívica de hacerlo.
Tengo mucha información sobre el tema. Soy ingeniero agrónomo e ingeniero comercial de la Universidad de Chile. Mucho me tocó conocer sobre este cultivo mientras estudiaba Agronomía en la Universidad de Chile entre 1950 y 1954. Tuve oportunidad de visitar la planta de Los Ángeles cuando estaba recién inaugurada. Fui accionista de Iansa en sus comienzos para poder conseguir azúcar en tiempo de escasez; teniendo un cierto número de acciones uno tenía derecho a comprar un saco de azúcar a precio de mayorista. Dos años trabajé en el Ministerio de Agricultura, en su Departamento de Economía Agraria, ahí tuve la oportunidad de conocer una interesante investigación sobre positivos resultados económicos en predios remolacheros. Fui profesor de la cátedra de Economía Agrícola de la Facultad de Ciencia Económicas de la U. de Chile desde 1960 hasta 1980, año en que los Chicago Boys eliminaron la cátedra porque consideraban que no debían haber economías sectoriales, la economía era una sola. En 1969 ingresé a CORFO a honorarios para investigar sobre la economía remolachera; aprendí mucho en ese trabajo especialmente en la situación mundial. Durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva como Ggerente Agrícola de CORFO fui vicepresidente de IANSA. En el Gobierno de Allende se formó un nuevo directorio, desde luego yo no era allendista por lo que no seguí en directorios de empresas, pero continué trabajando en la corporación en otras responsabilidades. Después del Golpe Militar fui designado Subgerente General de Industrias de Consumo Corriente y por ello me tocó participar con el delegado de Gobierno en tomar importantes decisiones especialmente para propuestas relacionadas con inversiones en la planta en construcción de Curicó. Posteriormente, cuando se constituyó su directorio, nuevamente fui designado por CORFO vicepresidente de IANSA. Ahí tuve interesantes debates con directores que eran del grupo de los chicagos. Sobre eso me referiré en nuevos artículos. En el nuevo directorio de IANSA había miembros de la Fuerzas Armadas; recuerdo en una oportunidad que un par de ellos después de la reunión de Directorio, me señalaron que estaban de acuerdo con mi posición. Todo esto sucedió hasta que los civiles tomaron la dirección económica del país y de CORFO, prontamente se me pidió la renuncia. Poco antes de que el general Palacios dejara la Vicepresidencia de CORFO, se hizo llegar al Gobierno con su firma una posición negativa a que IANSA se vendiera al sector privado por plantas; no convenía destruir esa unidad por obvias razones; a mí me correspondió redactar esa comunicación. Posteriormente se hizo la venta por plantas, las que al poco tiempo quebraron y el General Pinochet ordenó restituirlas al Estado después de conocer la crítica situación de Linares con el cierre de esa planta.
Un breve paréntesis antes de entrar al tema del cierre de la planta de Los Ángeles.
Debo señalar que en mi opinión el gran hombre de la industria azucarera nacional fue el Ingeniero Civil de la Universidad de Chile Mario Sarquis Yazigi, quien fuera el Gerente General de IANSA desde su creación hasta el término del Gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo para después ser Presidente de IANSA en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva.
Sólo en esas dos Presidencias de Chile se iniciaron planta de azúcar de remolacha. En las de Ibáñez y de Frei Montalva, ambos en mi opinión grandes estadistas.
En los inicios del Gobierno Militar, por corto tiempo fue nuevamente designado Presidente de IANSA, que duro en el cargo hasta que CORFO pasa a ser dirigida por civiles.
Volviendo al tema del anunciado cierre de la Planta de Los Ángeles
Una de las primeras noticias la da El Mercurio de Santiago en su edición del 30 de septiembre.
La noticia se titula “Iansa cierra planta en Los Ángeles y concentra operaciones en Chillán”.
Extraña la aparente ignorancia del Ministerio de Agricultura sobre esta decisión. El párrafo siguiente justifica esta inquietud.
El Ministro de Agricultura, Antonio Walker, lamentó el cierre de la planta y explicó que tomaron contacto con la empresa.
“Ellos nos han explicado las razones del cierre de la planta. Chile ha ido perdiendo ventajas comparativas respecto de otros países productores de azúcar del mundo», dijo.
La medida fue mal recibida por los gremios de la región, quienes apuntaron al rol que ha jugado la remolacha en la tecnificación de la agricultura y al impacto que tendrá el cierre en la Región del Biobío.
“Lo que nos molesta mucho es en la oportunidad que se da este anuncio, porque se da cuando están al 100% las siembras de remolacha, si se informaba un mes antes, muchos agricultores hubiesen optado por otro cultivo, pese a que IANSA va a pagar los fletes, porque se generan problemas logísticos y será mucho más complicado”, sostuvo Jorge Guzmán, Presidente de la Federación Nacional de Remolacheros de Chile.
En esta línea, el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío, José Miguel Stegmeier, comentó que “este es un cultivo que ha traído mucha tecnología, ha sido pionera en incorporar valor agregado. Las autoridades deberían hacer algo, porque con el apoyo estatal se podrían superar baches como este”.
He tenido la oportunidad de revisar publicaciones regionales sobre el tema. Se capta indignación por lo que se ha resuelto. Hay manifestaciones de diputados de la zona de diferentes partidos políticos que protestan por lo resuelto por la empresa IANSA.
Hoy se informa que “Tras cierre de Iansa en Los Ángeles: Ministro de Agricultura comparecerá el martes ante Cámara Baja”
Parece increíble que la empresa haya tomado una decisión de esta naturaleza sin informar al Gobierno antes de asumirla. Cerrar una industria de esas características hace un daño enorme a una región, no solo a los que desemplea directa o indirectamente, sino que también a muchas otras actividades.
Quizá pueda explicarse este comportamiento empresarial por la pasividad de los últimos gobiernos frente a otras tantas industrias manufactureras que han desaparecido. Baste recordar el cierre de la planta textil de Tomé y la Planta de IANSA de Linares. Además el cierre de tantas otras industrias como las de las áreas de las textiles, de la confección, del cuero y calzado, las metalúrgicas como las de elaboración del cobre.
Por otra parte es preocupante que haya desaparecido la planificación nacional y las sectoriales, especialmente la agrícola. Debiéramos tener un plan nacional de desarrollo agrícola donde se contemple las diferentes políticas subsectoriales como la del cultivo de la remolacha.
Chile ha carecido de una política cambiaria; el valor del dólar pasa a depender estrechamente del precio internacional del cobre. Por largos periodos el dólar ha estado a niveles muy bajos y quizás por ello IANSA tome medidas de cierre de plantas, para bajar costos. Puede que sea muy difícil defenderse del producto refinado importado con un dólar de tan bajo valor y de alta inestabilidad.
No puede dejar de mencionar que se han cerrado planta elaboradoras de cobre y nos estemos abasteciendo de material importado, cuando incluso mucho hablamos de darle mayor valor agregado a nuestras exportaciones de materias primas.
Es interesante la reacción de los diputados de la zona de Los Ángeles frente al cierre de la planta y que se haya gestado comparecencia del Ministro de Agricultura ante la Cámara de Diputados para el próximo martes 6 de octubre.
Chile debe cambiar su política de desarrollo.
