Medicina natural, actualidad y economía

Las recientes heladas, sus efectos y algunas consideraciones para enfrentar los menores abastecimientos de hortalizas

CONADECUS me ha solicitado un nuevo artículo, ahora sobre las heladas y sus efectos en las hortalizas para ser publicado en su página www.conadecus.cl . He preparado este material, que he creído conveniente también presentarlo en mi página. He incluido en la presentación algunas referencias con respecto a las heladas en general.

Las fuertes heladas han afectado a una extensa zona del país; se han hecho presente los fríos más intensos de los últimos treinta años, sin duda ellos están afectando seriamente a la agricultura nacional; la magnitud de sus efectos están en proceso de evaluación por instituciones de Gobierno, especialmente por el INDAP. La Sociedad Nacional de Agricultura también ha dado antecedentes interesantes.
Lamentablemente es probable que las bajas temperaturas sigan afectando a nuestro territorio; la segunda quincena de julio habitualmente es más fría que la primera.

La agricultura es un proceso productivo que descansa en seres vivos; eso la hace por una parte riesgosa de los efectos de enfermedades y plagas y por otra, el clima afecta sus procesos productivos. Dentro de la realidad chilena, los mayores daños los producen las sequía, las heladas y las inundaciones.

La época en que se presentan las heladas es muy importante. Conocidas en el ámbito de la viticultura son las heladas de fines de octubre y de comienzos de noviembre, por el daño que generan en las vides que ya están en brotación; una de estas heladas es la llamada de Todos los Santos, que se presenta con muy baja frecuencia, pero que genera un gran daño en la fruticultura en general y en especial en las vides.

Es importante la época en que se presentan las heladas y la intensidad de ellas. Las recientes se pueden considerar como anormales, por haber sido de mayor intensidad y haberse hecho presentes en zonas donde habitualmente no hiela. Se habla de fuertes efectos perjudiciales especialmente en la IV Región donde se les puede considerar catastróficos; los daños se extienden desde la III a la VI Región.

Según estimaciones preliminares de la Sociedad Nacional de Agricultura en Coquimbo hay pérdidas que se estiman «casi totales en hortalizas y papayos, daño de 40% en paltos y 30% en chirimoyos. En Valparaíso, Cabildo y Petorca se registran daños severos en paltos. En Melipilla la situación más grave se ha producido en mandarinas y en menor grado en limoneros, mientras que en la VI región los problemas se concentran en la Zona de Peumo. En todas las localidades, los mayores daños son en las hortalizas, por lo que se estiman pérdidas en torno al 40 – 50% de la producción».

En diferentes partes del mundo se presentan esporádicamente anormalidades de esta naturaleza. El Estado de La Florida, EE UU, ha sido años atrás afectado por bajas temperaturas que han dañado a sus cítricos, no sólo comprometiendo producciones del año, sino que también de la temporada siguientes; incluso en algunos sectores ha llegado a matar árboles. Heladas inesperadas también han afectado a países como Paraguay y Brasil, originando fuertes daños en cultivos subtropicales, como ha sido el daño generado en plantaciones de café.

Impresiona el efecto de las últimas heladas mostrado en televisión en plantaciones de chirimoyos y papayos en zona donde habitualmente no hiela, como destrucciones de plantas dentro de invernaderos.

Estas heladas han dañado a cultivos anuales, especialmente a hortalizas, como al igual a otros cultivos de períodos más largos; se ven alcachofas provenientes de la IV Región con sus cabezas exteriormente quemadas, que le dan una mala presentación . Incluso las caídas de temperatura han sido tan intensas, que han afectado a producciones en invernaderos.

La helada no sólo daña a la producción que está pronta a llegar al mercado, como también a productos que abastecerán en los próximos meses.

El daño de la helada se produce principalmente al derretirse el hielo que se forma sobre las partes exteriores de la planta, al hacerlo, extrae calorías de la planta y ése es el efecto destructivo principal. Se produce éste cuando en la mañana el sol cae sobre el hielo depositado, el que al entrar en fusión, produce la brusca absorción de calor de la planta; ahí las partes afectadas se queman.

Las más bajas temperaturas se presentan en las partes bajas donde el aire se estaciona. En los terrenos en pendiente, el aire frío desciende. En Santiago por ello Pudahuel acusa las menores temperaturas y en la precordillera la temperatura es sensiblemente mayor y el sol llega más tarde sobre la planta originando un deshielo más lento. Puede recordarse el clima de Pica donde se dan cultivos subtropicales, como incluso el mango, mientras que abajo en la Pampa, se dan temperaturas habitualmente de varios grados bajo cero.

Efecto sobre precios e ingresos. La menor producción que llega al mercado produce de inmediato un aumentos en los precios, lo que perjudica al consumidor. Al productor lo experimenta en forma distinta; aquellos no afectados por la helada reciben el beneficio de los mayores precios, contra la caída fuerte de ingresos para aquellos que han perdido gran parte o toda su producción. Las pérdidas de cosechas también pueden perjudicar de inmediato al empleo en actividades de preparación de producciones para el mercado y en las labores mismas de cosecha. Sin duda la agricultura regional ha sido fuertemente dañada. Se ha dado la información de que hay pocos seguros comprometidos, pues los tradicionales no cubrirían los siniestros que se presenten en el mes de julio.

En justicia debiera el Gobierno tratar de paliar en parte las pérdidas, especialmente de los pequeños y medianos productores, con indemnizaciones y orientar al consumidor para que realice una sustitución, a lo menos parcial, de los consumos más afectados. Con ello se reduce la demanda y se logra que los precios suban menos. Probablemente el Ministerio de Agricultura ayude a los agricultores más afectados, ya que hay vías y al parecer voluntad para hacerlo. En cuanto a los consumidores, debe promoverse un menor consumo de los productos más afectados y sustituirlos por otros, de manera que no se perjudique mayormente la calidad de las dietas.

Se ha hecho un interesante programa de promoción del consumo de las cinco porciones de frutas y hortalizas para una alimentación más sana, llevado adelante por el Ministerio de Salud, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) y el sector privado. La gama de hortalizas es amplia y también están presente en el mercado productos industrializados. Es probable que las frutas suban menos de precio, ya que parte de ellas están guardadas en frigoríficos. como manzanas y peras y otras son de origen importado como plátanos, favorecidos en sus precios por el bajo valor de la divisa.
Puede ser conveniente recordar que de las cinco porciones diarias que se recomiendan, 2 ó 3 deben ser de hortalizas y a su vez dos o tres de frutas; podría pensarse que de hortalizas podría bajarse a las dos porciones y cargar más el consumo a las frutas.

Si bien es cierto las frutas cítricas han sido afectadas por las heladas, su disponibilidad en la temporada es alta y se han observado bajos precios. En paltas, es probable que el daño mayor sea a las exportaciones y no comprometa mayormente los precios internos.

Debiera haber una acción mancomunada entre SERNAC, INTA y las organizaciones de los consumidores, para orientar al consumidor y hacerlo a base de lo que se esté sintiendo en el mercado y lo que se puede prever que ha de suceder.

Se debieran emitir boletines periódicos.

Como recomendación inmediata se debería considerar:
1. Estar atento a los precios y los productos que más suban deben dejarse de comprar o hacerlo en menores cantidades.
2. Posiblemente consumir más frutas que hortalizas. Tres porciones diarias de las primeras y dos de las segundas.
3. Incluir en lo posible siempre la combinación de productos que consideren los diferentes colores.
4. No dejar de incluir hortalizas frescas de hoja verde aunque sea en menor cantidad, dentro de éstas a las acelgas, como también consumir crucíferas como repollo, coliflor y brócoli. Es probable que el repollo y el brócoli, como también las acelgas, estén menos afectadas por las heladas.

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2 comentarios

  1. Hola espero se encuentre muy bien.
    le queria agradecer el publicar estas problematicas para la sociedad en especial esta que con un grupo de compañeros decidimos presentarle a nuestro curso (4ºmedio A, electivo de historia).

    Me parece muy interesante su articulo decidimos escogerlo por que es tema de actualidad, bueno con el debemos presentarlo y dar una perspectiva analizando la magnitud de sus efectos en la sociedad y en la economía de todos los chilenos, luego de esto presentar propuestas como evitar estos efectos, que serán dificiles de llegar a uno por la incapacidad que tenemos para cambiar el clima.

    Bueno no nos olvidaremos de ud en nuestro trabajo tambien me gustaria enviarselo (no se donde y me gustaria saberlo por favor)para que ud nos de su opinión y de su critica.

    Me despido de este aparato sin vida (como dice mi amigo) y esperando una posible respuesta.

    ATTE. Sebastian Romero
    Quilicura, 12 agosto 2007

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