La Iglesia católica chilena requiere urgente de grandes cambios. Deben alejarse los cardenales Ezzati y Errázuriz y los obispos de meteórica carrera formados al alero de Karadima. También el Vaticano debe cambiar al Nuncio en Chile. Ojalá el Papa pueda ser realmente informado de los que sucede en nuestra Iglesia católica. Al parecer ni los Jesuitas pueden influir en que el primer papa jesuita pueda objetivamente ser informado
Procuré hacer llegar hace algún tiempo al Papa mis denuncias e inquietudes a través de la Nunciatura, sin aparentes resultados. También lo hice por correo ordinario certificado, sin obtener respuesta. Tengo la impresión de que hay barreras que lo aíslan.
Mi familia ha sido muy afectada por actitudes especialmente sobre mis nietos y mis hijos.
Mi intención es no tocar más el tema.
2 respuestas
Rolando, oportuno tu comentario. Las verdades no deben quedar ocultas en ningún ámbito. Nuestra Iglesia Católica está envilecida y lea esperanza jesuítica parece estar nuevamente amenazada(Así ha sido la historia de esta Orden) . Lo peor es que se van destruyendo todos los sentidos de certezas , las cofianzas y los conceptos de autoridad. El ser humano va perdiendo su eje por que no tiene a donde mirar ni donde asirse. Todas las instituciones sociales están degradadas. excepto la institución MERCADO que lo invade todo.
11 de septiembre de 2015
Marcelo: Gracias por tus comentarios. Tengamos esperanzas en que esto cambie. Yo estuve muy ligado al Cardenal Silva en mi niñez y juventud. Incluso después. Admiro que su rostro haya quedado grabado para siempre en nuestra más importante moneda, la de los $ 500. Esperemos que surjan nuevos salvadores. Hay hombres valiosos en todos los pensamientos políticos, en todas las religiones y en los que no pertenecen a ninguna.
Recordemos en nuestras vidas pasadas a un Jorge Rogers Sotomayor, quien tan valiosos aportes altruistamente nos hizo en nuestra formación y a quien retábamos cuando llegaba tarde a algunas de sus clases, a un René Enríquez F. que tanto hizo por nuestra Facultad de Agronomía y por nuestra carrera, a un Juan Gómez Millas que tanto hizo por la educación y la investigación en nuestro país y cuánto le debe la Universidad de Chile del pasado. Un abrazo. Rolandol