Lamentable intercambio de opiniones sobre la Plaza Baquedano entre el Gobernador Claudio Orrego y la Alcaldesa de Providencia Evelyn Mathei. En esta ocasión me quedo con el pensar de la alcaldesa.
En primero lugar está equivocado el Gobernador en llamarla Plaza Italia, porque hace ya varios años que se le denominó oficialmente Plaza Baquedano. Es conveniente que nuestro Gobernador se asesore con gente mayor. Por eso está bien que la estación del metro, que está en su centro, tenga esa denominación.
Mal la describe el Gobernador expresando “La Plaza Italia no es plaza, es una rotonda para los autos”. Realmente es una plaza y como rotonda no es únicamente para autos sino que también para muchos otros tipos de vehículos.
En la plaza ha sido muy importante desde luego el Monumento al General Baquedano y al Soldado Desconocido, ubicados en ella. No creo que el Gobernador respalde el retiro definitivo del monumento del general que le ha dado a la plaza su nombre y no solo a ella sino que a todo un importante barrio.
Por otra parte, creo conveniente tener presente cómo se ha tratado de cambiarle su nombre actual por el de Plaza de la Dignidad, designada así por bastantes de los que se han manifestado en actos de violencia en todo ese sector y, posiblemente, sin quererlo, por muchos periodistas y locutores. Hasta un distinguido hombre público ha escrito un libro titulado Plaza de la Dignidad. Afortunadamente esa tendencia al nuevo nombre se ha ido debilitando.
Además, la plaza, ha poseído una hermosa vegetación de árboles, arbustos, flores y céspedes. En el Centro Cultural de Providencia, en esa hermosa construcción que ha logrado sobrevivir a la destrucción de muchas construcciones de la antigua avenida Providencia, hay en uno de sus salones del segundo piso una hermosa fotografía de la plaza en momentos de esplendor. Foto tomada desde el poniente en que se ven al fondo de ellas, hacia el oriente, unas hermosas banderas en altos mástiles destacándose desde luego la chilena.
La plaza está muy incorporados a un hermoso sector y paisaje de Santiago. Hay muchas postales de ella y constituye una atracción turística.
Su diseño en cierto modo facilita las concentraciones de distinta naturaleza. Muchas de ellas de campañas políticas; otras espontáneas para celebrar éxitos políticos o deportivos
Volviendo al Gobernador Orrego Larraín. He revisado su currículo. Realmente es extraordinario y demuestra una actividad constructiva extraordinaria. Un hombre de un extraordinario empuje y de muchos éxitos, como desde luego llegar a ser merecidamente gobernador de la más importante región de Chile.
Quizá no sería extraño que en el día de mañana, la Alcaldesa y el Gobernador sean rivales en la carrera presidencial. En un sentido ideológico, yo estoy más cercano a él.
