Debiera hacerse un profundo diagnóstico para analizar los problemas y sus causas, tanto las mediatas como la más actuales. Hacer lo que puede llamarse un “modelo analítico causal” que en su base tenga los problemas y más arriba las posibles causas más mediatas y, más arriba, las causas probables de las anteriores.
Además, hacer una prognosis, término que en planificación del desarrollo significa estimar cuál sería la situación futura, si no se actúa sobre las causas actuales. Eso debería generar un estímulo a futuras políticas racionales.
Estimo que debiera restablecerse un sistema nacional de planificación, acompañado de planificaciones por sectores de la producción, como el que se llegó a establecer en el pasado con la creación de la Oficina Nacional de Planificación y de las oficinas sectoriales.
Una de las tareas que se le dio a CORFO en su nacimiento, fue la creación de la planificación nacional de desarrollo económico. Esa responsabilidad llegó a cumplirla al dar nacimiento a la Oficina Nacional de Planificación del Desarrollo Económico.
Pasando a otro tema importante.
Es impresionante cómo se ha ido debilitando el sector industrial y cómo se ha reducido el trabajo formal. Eso acarrea serios problemas económico y sociales.
Desgraciadamente parece que en los últimos gobiernos no ha habido mayor preocupación por ello.
En el pasado la hubo, en especial atención hubo por el desarrollo de la industria nacional. Debe recordarse especialmente al Gobierno de ese gran estadista Pedro Aguirre Cerda, que buscó forma de crear la Corporación de Fomento de la Producción, para dar especialmente impulso a la industria nacional. Preocupación que fue tanto a nivel nacional como regional.
Se dice que, gracias a ese terremoto de 1939, denominado “Terremoto de Chillán”, se pudo crearla, al lograr el voto de un parlamentario de Derecha. Esta corriente política no ha sido tradicionalmente favorable al reforzamiento del sector Gobierno.
Gran atención se dio especialmente a la región de Concepción, que fue seriamente afectada por ese destructivo sismo. Especialmente fue dañado su importante sector industrial.
Volviendo al tema general, destacable es cómo se crearon grandes empresas estatales para desarrollar la industria, incluso también las generadoras y distribuidoras de electricidad; se logró eliminar los racionamientos eléctricos. Y se apoyó la creación de empresas privadas de distribución urbana de la electricidad, como también el cooperativismo eléctrico para el sector rural, con muy positivos resultados.
Se crearon grandes empresas del sector público como lo fueron la ENDESA, la CAP, la ENAP y la IANSA entre las más importantes que se pueden mencionar. Destacable fue la creación de MADEMSA Y MADECO, que después se privatizaron. Fueron importantes empresas que generaron entre otros efectos positivos, el empleo de recursos humanos.
Debe tenerse especialmente en cuenta que CORFO ayudó al desarrollo del sector privado, tanto agrícola como industrial y de otros rubros del sector privado, especialmente a través de préstamos y de asesoría técnica. Destacable ha sido el apoyo al desarrollo agrícola y ganadero.
En mi opinión es gravísimo cómo se ha destruido en Chile empresas del sector industrial y sus repercusiones en la generación de empleo formal. Se pueden mencionar ramas industriales emblemáticas como son la textil y de la confección, la del cuero y calzado, la metalmecánica y la de materiales para la construcción. Los efectos regionales han sido gravísimos. Varias plantas remolacheras han desaparecido; el tema de IANSA merecería un análisis especial.
El debilitamiento del sector industrial ha sido consecuencia principalmente de las importaciones provenientes de China y de las malas políticas cambiarias que hemos tenido. Como ejemplo de esto último, fue el daño inmenso que se generó cuando fue congelado el valor del dólar por tres años, durante el Gobierno Militar.
Es preocupante el desarrollo del empleo informal; se destaca entre los sectores el de la venta callejera y el daño que ésta genera en el comercio establecido. Venta callejera que compite deslealmente entre otras razones, porque no capta IVA y además tiene abastecimientos en alta proporción de productos provenientes de contrabando, de robos y saqueos, como también de producciones clandestinas.
La falta de creación de empleo formal para la juventud parece ser una causa importante del desarrollo de la delincuencia y dentro de ella, la del comercio de la droga, asociado al aumento de su consumo.
El tema de las importaciones desde China es preocupante; cómo ella ha perjudicado a la producción nacional. Ahora se está haciendo sentir las inversiones chinas directas en Chile de los llamados mall chinos, que están motivando la destrucción de muchas pequeñas empresas comerciales de los distintos barrios donde se establecen.
Sin duda la incorporación de Chile a la globalización ha sido nefasta y no solo en este país.
El Gobierno Militar decidió rebajar los aranceles, lo que motivó el retiro de la interesante iniciativa del Pacto Andino, muy respaldado por la anterior democracia. Esto merece un artículo especial
Los dumpings chinos han ocasionado graves daños económicos y sociales a este país que ha sido incapaz de llevar una política de aranceles que permita neutralizar sus efectos.
El caso de Huachipato es impresionante. Una planta que la considerábamos extraordinaria enfrenta serios problemas económicos, principalmente por una nefasta política antidumping.
Las comisiones demoran exageradamente llegar a recomendaciones, las que después se aplican con valores inferiores a los recomendados.
Sin duda carecemos de estadistas. La CAP, de la que depende Huachipato, ha podido mantener a la siderurgia gracias a las utilidades que obtiene de su actividad minera en hierro, cuya producción, en parte importante, va a la exportación. Parece increíble que nada menos que el Ministro de Hacienda propicie que se mantenga Huachipato a base de las utilidades de la CAP provenientes del hierro de exportación. No hay conciencia de que con las exportaciones de hierro estamos castigando el patrimonio nacional minero, exportando no producto, sino que patrimonio.
Especial problema tenemos con el tema de la vivienda. Han renacido en forma impresionante los campamentos basados en tomas de terrenos, los que se había logrado eliminarlos en Chile; algunos son de tamaño impresionante. Es muy difícil que un trabajador informal pueda hacerse de una vivienda propia, como se logró en el pasado, con trabajadores en el sistema formal. También se debe tener en cuenta la amplia presencia de inmigrantes informales en los nuevos campamentos, lo que es tema también de difícil solución.
En varios casos, parece imposible hacer los lanzamientos, algunos ya aprobados por la Corte Suprema. A dónde irían esas familias. Hasta se ha pensado que el Gobierno les compre a los propietarios de los terrenos ocupados, para después entregarlos formalmente a los actuales ocupantes. Debe tenerse en cuenta que este proceder, puede ser un estímulo a nuevas tomas.
Seguramente es angustiante esta situación para el actual ministro de la Vivienda.
El país debiera darle ocupación formal a quienes lo necesiten; lo que podría lograse a base de principalmente inversiones del sector público en diferentes actividades, como podrían entre ellas en reforestación como se ha hecho en el pasado, como también, en mejoramientos urbanos de sectores deteriorados. Bien podría pensarse también en obras como la carretera de las aguas por las que éstas se lleven del sur del país hacia el norte.
Desde luego sería muy importante propiciar el restablecimiento en el país de la industria manufacturera.
Por Dios que hace falta en Chile tener nuevamente un plan decenal de desarrollo y que se logre crear una institución como la CORFO del pasado.
Importante además volver a tener estadistas en el Gobierno
