Cunde el malestar a nivel de las comunas en las zonas afectadas por la catástrofe. Los alcaldes ven agotados sus fondos para enfrentar los daños de maremoto-terremoto, dejando sin recursos otros compromisos normales y muchos de ellos imprescindibles; los otros cada día que pasa más van tomando esta característica. Ya se menciona la distracción de recursos destinados a la salud y a la educación.
Vuelvo a insistir en que con urgencia se haga una reforma constitucional con la ley respectiva que autorice en caso de catástrofe nacional a que el Banco Central pueda prestar al Fisco, como la Constitución lo autoriza sólo en caso de guerra o peligro de ella
Podría así rápidamente y de acuerdo a las necesidades el Gobierno solicitar los préstamos respectivos y con ellos alimentar un gran fondo nacional que aporte a un fondo municipal especial los recursos necesarios. Más tarde vendrán los fondos provenientes de otras fuentes como los tributos, liquidación de divisas de reservas o de préstamos, ventas de activos del Estado, donaciones, etc. con los cuales se podrá pagar deudas al Banco Central y a alimentar el fondo nacional.
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Es grave que cosas urgentes que hay que hacer se posterguen por falta de dinero disponible cuando existen los conocimientos y la capacidad física e intelectual para realizarlas; para realizarlas relativamente bien. Los tiempos perdidos es muy difícil recuperarlos. También esta reconstrucción crea empleo, origina ingresos y demanda otros bienes y servicios que contribuyen a mover la economía. Muy importante además es que aporta bienestar y genera efectos positivo en la mentalidad de la población.
En general los alcaldes conocen bien las necesidades de sus comunas y están muy directamente contactados con las organizaciones de base. Es muy probables que conozcan las prioridades y sepan cómo encauzar recursos para que las realizaciones se concreticen rápidamente con la aceptación, el respaldo y la colaboración de la población organizada.
Parte importante de los primeros recursos entregados a los municipios, debieran ir a reponer fondos destinados a otros usos que fueran ya utilizados en labores de emergencia.
Los alcaldes habitualmente tienen un apoyo político relativamente transversal y reciben la votación de muchos independientes. Posiblemente sean los cargos menos politizados ya que son ellos de elección única y normalmente son elegidos con altas votaciones y con votación transversal. Se siente la mayoría de ellos con bastante independencia de sus partidos y no pocos son sólo simpatizantes de un partido o independientes. Hemos visto recientemente que varios de ellos pertenecientes a la Alianza han efectuado fuertes críticas a la forma como se han entregado las ayudas. Especialmente se refieren a recursos financieros.
Estos aportes a las municipalidades podrían tener la forma de un fondo rotatorio que se va realimentando periódicamente a medida que la municipalidad haga las rendiciones del uso real de esos recursos.
Estos gastos debieran solamente usarse en materias relacionadas con la reconstrucción y ellos llevar el visado del alcalde y de personas de su plena confianza en quien el pueda delegar. Así la responsabilidad del uso de estos dineros pase a ser de responsabilidad directa del Alcalde. A ello se podría agregar el financiamiento de un auditor competente que facilite la labor del alcalde en la medida que opine sobre los gastos que se van a realizar se ajustan a los objetivos del fondo.
No es bueno para el país que la Alianza gobernante que recientemente ha asumido el poder, pierda rápidamente el apoyo de la sociedad, por fallas de esta naturaleza.
