Parece muy injusto que las exenciones de las contribuciones de bienes raíces afecte a los ingresos de las comunas más pobre.
La solución a mi juicio sería muy simple.
Bastaría que los ingresos municipales por estas contribuciones se basaran en una tasa de impuesto uniforme para todo el país. Las diferencias entre ese valor calculado con los ingresos efectivamente posibles de recibir considerando las exenciones deberían llegar a las municipalidades inferiores; las municipalidades que reciban potencialmente una cifra superior, ese exceso pasaría a financiar lo que se le entregue al universo de municipalidades inferiores.
El cálculo daría que la suma de esas diferencias serían cero; habría diferencias positivas que recibirían las comunas más pobres y las más ricas deberían devolver los excedentes a un “fondo compensatorio”; teóricamente habría a lo menos una que estaría muy cerca de una diferencia cero.
La tasa de impuestos uniformes se calcularía sobre la base de dividir el total de las contribuciones cobrables considerando las exenciones establecidas, por la suma total de los avalúos.
Aplicando esa tasa a cada uno de la suma de los avalúos de una comuna, se obtendría lo que ésta debe recibir. A eso se resta lo que efectivamente potencialmente puede cobrar y la diferencia si es positiva es lo que debe recibir de ese fondo compensatorio. Y la comuna que reciba más de lo que le corresponda, debe entregar el excedente al fondo.
Todos estos cálculos los debiera hacer Impuestos Internos y este servicio manejar el fondo compensatorio.
Una fórmula similar podría establecerse para el financiamiento de la extracción de basuras.
