Medicina natural, actualidad y economía

Camellia Sinensis Te

El té: Propiedades medicinales y anticancerígenas

La planta de té corresponde al nombre científico Camellia sinensis (L.) KUNTZE, 1887, arbusto siempre verde, perteneciente a la familia Theaceae.

Como bebida es generalmente la infusión preparada con las hojas secas molidas o brotes del arbusto en agua caliente.

El té en sus múltiples presentaciones es la tercera bebida más popular del mundo después del agua y el café. La costumbre de servir hojas de la planta del té para conferir un buen sabor al agua hervida se utilizó por primera vez en China hacia el año 250 a. C. y desde ese momento se ha expandido a casi todas las regiones del mundo con una gran aceptación de los consumidores. Inicialmente se la consumió como un tónico medicinal, pero su popularidad fue creciendo hasta convertirse en una bebida mística que desarrolló nuevas tradiciones y rituales para su consumo. Lo anterior se produjo especialmente en China.

Se presenta a continuación un resumen sobre sus principales cualidades. Para después del resumen, extenderse en diferentes materias especialmente relacionadas con el efecto medicinal y anticancerígeno del té. Se señalan las principales fuentes de información.

Resumen inicial

Existen 4 tipos de té. Los más importantes son el negro y en segundo lugar el té verde.

En aspectos nutricionales no tiene grandes valores. Son más importante sus aportes a la salud. La presencia de vitaminas es mínima, pero en algo de las A, B, C, E y P (bioflavonoides). Las sales que contiene son de sodio, potasio, y níquel. También hierro, cobre, silicio, aluminio, magnesio, fósforo y calcio. Otro importantes es el flúor, protector de los dientes. Contiene taninos catéquicos y derivados polifenólicos, como los flavonoides kenferol, quercetol y miricetol. Otros componentes más conocidos del té, y los más apreciados por su efecto, son las bases xánticas, la principal de las cuales es la cafeína, aunque también contiene teofilina y teobromina.

Se considera que el té verde es el que tiene mayor cantidad de principios activos altamente benéficos para la salud humana.

Su consumo (especialmente del verde) es benéfico para la salud por contener antioxidantes, flavanoles, flavonoides, catequinos y polifenoles. Debido a sus catequinos, el té tiene propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras; puede ayudar en la regulación del apetito y por su afinidad con los receptores canabinoides puede disminuir el dolor y la náusea, sirviendo también como calmante.

El consumo del té verde disminuiría el riesgo de problemas de salud entre los adultos mayores tales como: infartos, deterioro cognitivo y osteoporosis.

El té contiene L-teanina sustancia relacionada con un estado mental calmado en humanos.

Uno de los efectos negativos del té es que dificultaría la absorción del hierro. Eso ha sido comprobado en niños.

Acción contra el cáncer

Sería más importante en su carácter preventivo que curativo.

En estudios con animales que el té o los polifenoles presentes en esta bebida inhiben la oncogénesis(1) en diferentes órganos, incluidos la piel, los pulmones, la cavidad oral, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon, el hígado, el páncreas y las glándula mamarias, los resultados obtenidos en los estudios con seres humanos—tanto epidemiológicos como clínicos—no han dado conclusiones.
Nota(1). Oncogénesis es el proceso por el cual una célula normal se convierte en una célula cancerígena

Desde 2006 se han publicado más de 50 estudios epidemiológicos sobre la relación entre el consumo de té y el riesgo de cáncer.

Los resultados de estos estudios han sido frecuentemente contradictorios.

Pero en varios se han observados resultados positivos para prevenir cánceres y avances de éstos. Casos de cáncer a la boca por ejemplo.

Hay resultados positivos del efecto del té, especialmente el verde en reducir los niveles de 8-hidroxideoxiguanosina (8-OHdG) en la orina, un marcador biológico del daño por oxidación del ADN que podría ser predictivo de un mayor riesgo de cáncer. Los niveles urinarios de 8-OHdG son más altos en personas con cáncer de pulmón que en los participantes del grupo de control y el tejido de los tumores en mamas, pulmones, hígado, riñones, cerebro, estómago y ovarios tiene un contenido más alto de 8-OHdG que el tejido adyacente que no pertenece al tumor.

Si bien estos estudios indicaron que los polifenoles del té verde provenientes del propio té o de complementos pueden reducir los niveles de 8-OHdG en la orina, no está claro si los niveles bajos de 8-OHdG tienen relación con una reducción del riesgo de cáncer.

Estudios adicionales han investigado si las catequinas del té verde o el extracto de té verde alteran el riesgo de cáncer de próstata. Se ha apreciado que reduce la probabilidad de cáncer prostático.

En otras investigaciones similares no se han obtenido efectos positivos significativos.

En los últimos años se han descubierto una gran cantidad de beneficios aplicables al té.

Así, investigación tras investigación, se han ido revelando detalles importantísimos, que hacen que la acción del té sea cada vez más favorable.

Entre muchos de los estudios realizados a esta noble planta, la doctora Emily Senay ha encontrado que provee de los siguientes beneficios a la salud humana:

  • Es ideal para mantener joven la piel.
  • Es muy bueno para alargar la vida.
  • Se piensa que puede ser muy efectivo para luchar contra el cáncer.

Estos beneficios se los debe en gran medida a su alto contenido en polifenoles, que son quienes le transfieren sus propiedades antioxidantes.

Desde hace un tiempo atrás se vienen realizando en diferentes partes del mundo, investigaciones y estudios que comprueben su poder para luchar contra el cáncer.

Durante el mes de julio del año 2009, la Biblioteca Cochrane publicó una revisión de 51 estudios sobre la incidencia del consumo de té en relación con el cáncer.

Estos estudios incluyeron a más de 1.5 millones de personas. El objetivo de la gran mayoría de estos estudios era establecer una relación entre consumo de té verde y tener un menor riesgo de contraer cáncer.

Los tipos de cáncer incluidos en los estudios fueron:

  • Cánceres del tracto digestivo
  • Cáncer de mama
  • Cáncer de vejiga
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de pulmón
  • Cáncer bucal

Los investigadores sacaron como conclusión, que ha sido demostrado según los resultados obtenidos, que el té verde sería bueno para prevenir el cáncer.

Los investigadores llegaron al acuerdo de que beber té verde en cantidades moderadas, por lo que entienden de 3 a 5 tazas diarias es un consumo seguro para la salud. Y no reviste grandes contraindicaciones.

También la doctora Senay recomienda su consumo diario. A partir de los datos obtenidos de un estudio que se realizó entre cuarenta mil personas en Japón, se demostró que quienes bebieron entre cinco o más tazas de té verde al día, poseían más longevidad que quienes no lo hacían.

Después de una serie de estudios se ha comprobado que muchos productos naturales pueden ayudar a prevenir y reducir células cancerosas. Este es el caso del té verde, que incluso instituciones oficiales sobre esta enfermedad, han reconocido sus cualidades anticancerígenas.

Sobre el té verde

En una revista oficial del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, se publicó un estudio que demostraba que el té verde, poseía cualidades anticancerígenas.

Un estudio ha revelado la epigalocatequina galata, que es una sustancia presente en el té verde, induce a la apoptosis o muerte programada de diversos tipos de células cancerígenas, sin afectar a las células sanas.

Este estudio no es el único sobre el té verde y sus efectos sobre el cáncer. Existen muchos otros, y actualmente se continúa estudiando las inmensas posibilidades que tiene el té verde en beneficio de la salud y su potencial como anticancerígeno.

Se argumenta como aspecto favorable al té verde frente al cáncer, una comparación entre lo que ha sucedido en Japón y en EE.UU. En Japón el consumo de tabaco es muy superior al de Estados Unidos, en cambio la incidencia de cáncer de pulmón y de esófago en el país oriental es muy inferior al norteamericano. Es sabido que los japoneses toman diariamente té, y que normalmente consumen el té verde.

Aún más, en una zona de Japón con una muy baja mortalidad por cáncer donde hay una masiva producción de té verde y la población lo consume muy a menudo y muy concentrado.

Las propiedades contra el cáncer que se asocian al consumo de té, especialmente el verde, se deberían a las catequinas que contiene, que son flavonoides de donde se derivan polifenoles. Los polifenoles son una sustancia fuertemente antioxidante y que puede ayudar a prevenir ese tipo de enfermedades.

Al principio los investigadores encontraron que los componentes del té verde tenían una fuerte acción sobre las células cancerígenas, pero no sabían qué sustancias eran exactamente, hasta que descubrieron que eran las catequinas, y entre ellas, la más potente de todas la epigalocatequina galata EGCG.

Parece ser que esta catequina, inhibe la actividad de una enzima llamada uroquinasa, que los tumores malignos necesitan para reproducirse.

Además, como gran ventaja hay que destacar que la epigaloicatequina galata, no tiene ningún efecto tóxico sobre el organismo, a diferencia de otros inhibidores de la uroquinasa, que sí lo tienen.

Esta es una lista de enfermedades cancerígenas para la cual el té podría aportar funciones preventivas:

  • Cáncer de pulmón
  • Cáncer de hígado
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de ovario
  • Cáncer de páncreas
  • Cáncer de colon
  • Cáncer oral
  • Cáncer de mamas
  • Cáncer de riñones
  • Cáncer de piel

Sus propiedades antiinflamatorias también favorecerían sus cualidades anticancerígenas y actuarían en contra de las metástasis.

Fin del resumen


Más sobre la planta, su cultivo e industrialización

El arbusto ha crecido silvestre a lo largo de la historia en Extremo Oriente, aunque actualmente se cultiva en muchos otros lugares, incluso sobre terreno poco fértil utilizando terrazas. En cultivo se le poda para que no supere los 2 metros de altura facilitando así la labor de recolección. A partir del tercer año, las hojas pueden cosecharse con rendimiento económico.

La planta de té es la especie cuyas hojas y brotes se utilizan para elaborar té. Existen más de 3.000 variedades de Camellia sinensis, aunque, por lo general, se distinguen tres: Camellia sinensis sinensis, Camellia sinensis assamica y Camellia sinensis cambodiensis. Las hojas de té que se consumen actualmente provienen fundamentalmente de las dos primeras.

Los cuatro tipos principales de té se distinguen según su procesamiento. Éstos son: té negro, té verde, té oolong o azul y té amarillo o blanco.

Las hojas si no son secadas apenas se cosechan, empiezan a oxidarse. Para prevenir el proceso de oxidación, se deben calentar las hojas con el fin de reducir su humedad.

Los tés negro y verde son los más comunes. La fabricación del té negro se inicia con el proceso de “desecado” de las hojas, sea en forma natural o con aire caliente; luego del desecado, se pasa el material entre los rodillos para exprimir los jugos y golpearlo para romper las hojas; después se ciernen y se fermentan para lograr la calidad del producto final.
Posteriormente hay que secarlo, graduar y clasificar el té fermentado para empaquetarlo.

El té verde se prepara calentando las hojas, sea en platos calientes o con vapor, después se apisonan con el rodillo, se calientan y se apisonan otra vez, para lograr la calidad deseada.

El té blanco se obtiene de hojas jóvenes, de brotes nuevos. Éstos pueden protegerse del sol para evitar la formación de la clorofila que los enverdece. Se les hace fermentar la mitad del tiempo ocupado para la obtención del té negro.

El té oolong también llamado té azul, se logra con un grado de oxidación media entre los tés negro y los verdes. A sus hojas se le fermentan la mitad del tiempo a que se someten las hojas para el té negro.
El té proviene principalmente de China continental, India, Sri Lanka(ex Ceilán), Taiwán, Japón, Nepal, Australia, Argentina y Kenia.

Los países mayores productores de té son China e India. Le siguen a mayor distancia Kenia, Sri Lanka, Turquía, Vietnam, Irán, Indonesia, Argentina y Japón.

La planta de té se adapta mejor en climas tropicales y subtropicales, además necesita de lluvia aproximadamente 1250 mm anuales; varios de las mejores plantaciones de té se encuentran a más de 1500 metros de altura, lo que motiva un crecimiento más lento y hojas con sabor más intenso.

Valor nutricional

Las sales que contiene el té son de sodio, potasio, y níquel. También posee hierro, cobre, silicio, aluminio, magnesio, fósforo y calcio; algunos de sus contenidos pierden su solubilidad con el envejecimiento de las hojas.

Otro de los contenidos importantes del té es el flúor, conocido protector de los dientes. Su exceso podría ser cancerígeno, pero no se llega a consumos críticos con la toma habitual de té.

El aceite esencial destilado del té es de color amarillo y posee un fuerte olor, que es la causa de los aromas del té. El té contiene taninos catéquicos y derivados polifenólicos, como los flavonoides kenferol, quercetol y miricetol.

Los componentes más conocidos del té, y los más apreciados por su efecto, son sin duda las bases xánticas, la principal de las cuales es la cafeína, aunque también contiene teofilina y teobromina. La presencia de vitaminas en el té es mínima, pero constituyen un enriquecimiento de la bebida, dado que contiene vitaminas A, B, C, E y P (bioflavonoides).

Se considera que el té verde es el que tiene mayor cantidad de principios activos altamente benéficos para la salud humana.

Se argumenta que el consumo de té (especialmente del verde) es benéfico para la salud por contener antioxidantes, flavanoles, flavonoides, catequinos y polifenoles. Debido a sus catequinass, el té tiene propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras; puede ayudar en la regulación del apetito y por su afinidad con los receptores canabinoides puede disminuir el dolor y la náusea, sirviendo también como calmante.

El consumo del té verde está asociado con una disminución del riesgo de problemas de salud entre los adultos mayores tales como: infartos, deterioro cognitivo y osteoporosis.

El té contiene L-teanina sustancia relacionada con un estado mental calmado en humanos. Un estado similar al que se encuentra entre los practicantes de meditación.

El término «té herbal» se refiere comúnmente a infusiones de frutas o hierbas que no incluyen a la planta de té tales como el mate, la manzanilla y el tilo entre otros.


Té y prevención de cáncer

Fte: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/dieta/hoja-informativa-te

El té negro representa cerca de 75 por ciento del consumo mundial de la bebida. Se le consume más comúnmente en Estados Unidos, el Reino Unido y Europa y el té verde es más popular en Japón y China. El té oolong y el té blanco se consumen mundialmente en menor medida.

Los ingredientes del té

Está compuesto por polifenoles, alcaloides (cafeína, teofilina y teobromina), aminoácidos, carbohidratos, proteínas, clorofila, compuestos orgánicos volátiles (sustancias químicas que producen vapores en forma rápida y son responsables del olor que tiene el té), fluoruro, aluminio, minerales y oligoelementos.

Se estima que los polifenoles, un grupo grande de sustancias químicas de las plantas en las que se incluyen las catequinas, son responsables de los beneficios de salud que tradicionalmente se le han atribuido al té, en especial al té verde. La catequina más activa y abundante en el té verde es el galato de epigalocatequina-3 (EGCG).

Las catequinas activas y sus respectivas concentraciones en las infusiones de té verde se enumeran en la tabla a continuación.

Concentraciones de catequinas en las infusiones de té verde

Catequina en la infusión de té verdeConcentración de catequina
(mg/L)*
Concentración de catequina
(mg/8 fl oz)*
Galato de epigalocatequina-3 (EGCG) 117–442 25–106
Epigalocatequina (EGC) 203–471 49–113
Galato de epicatequina-3 (EGC) 17–150 4–36
Epicatequina (EC) 25–81 6–19

*mg = miligramo; L = litro; fl oz = onza.

El té negro contiene una concentración mucho menor de estas catequinas que el verde.

La oxidación prolongada del té negro aumenta las concentraciones de tearubiginas y teaflavinas, dos tipos de polifenoles complejos. El té oolong contiene una mezcla de polifenoles simples, como las catequinas, así como de polifenoles complejos.

El té blanco y el té verde contienen cantidades similares de EGCG pero las cantidades de otros polifenoles son diferentes.

La concentración de polifenol en cualquier bebida a base de té depende del tipo de té, la cantidad usada, el tiempo de preparación y la temperatura.

La concentración de polifenol más alta se encuentra en el té que se prepara con agua caliente; es menor en las preparaciones instantáneas y aún menor en los tés helados y listos para beber. En la medida en que el porcentaje de componentes sólidos en el té sea menor (es decir, hojas de té secas y brotes), también lo será el contenido de polifenol.

Con frecuencia, los tés listos para beber tienen menos componentes sólidos y menor contenido de polifenol porque el té preparado puede no tener el ingrediente de base adecuado. Al añadir otros líquidos, como jugo, se diluyen aún más los componentes sólidos del té.

El proceso de descafeinización reduce el contenido de catequinas en el té.

También se comercializan complementos alimenticios que contienen extracto de té verde. En un estudio realizado en EE. UU. en que evaluó el contenido de catequina y cafeína en 19 complementos de té verde, se observó que las etiquetas de información del producto presentaban de manera diferente el contenido de catequina y cafeína y, algunos valores en la etiqueta no coincidían con los encontrados en el análisis del producto.

Forma como el té podría ayudar a prevenir el cáncer

Entre sus muchas actividades biológicas, los polifenoles predominantes en el té verde (EGCG, EGC, ECG y EC) y las teaflavinas y tearubiginas presentes en el té negro tienen propiedades antioxidantes.

Estas sustancias químicas, en especial la EGCG y la ECG, tienen una considerable actividad captadora de radicales libres, y pueden proteger a las células de sufrir daños en el ADN causados por las especies reactivas al oxígeno. Se ha demostrado en estudios de laboratorio y en estudios con animales que los polifenoles del té también inhiben la proliferación celular en los tumores y causan apoptosis.

En otros estudios de laboratorio y con animales, se ha observado que las catequinas del té inhiben la angiogénesis y el grado de invasión de las células del tumor. Contribuirían a impedir metástasis. Nota: La angiogénesis es el proceso fisiológico que consiste en la formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de los vasos preexistentes. La angiogénesis es un fenómeno normal durante el desarrollo embrionario, el crecimiento del organismo y en la cicatrización de las heridas. Sin embargo también es un proceso fundamental en la transformación maligna del crecimiento tumoral

Además, los polifenoles del té pueden proteger contra el daño causado por la radiación ultravioleta B y es posible que puedan modular el funcionamiento del sistema inmunitario.

También se ha demostrado que el té verde activa enzimas encargadas de procesos de desintoxicación, como la glutatión S-transferasa y la quinona reductasa, que pueden ayudar a proteger contra la formación de tumores.

Si bien muchos de los potenciales efectos beneficiosos del té se han atribuido a la poderosa actividad antioxidante de los polifenoles, aún no se ha determinado cuál es el mecanismo preciso por el cual el té podría ayudar a prevenir el cáncer.

Sus cualidades antiinflamatorias también posiblemente le dé características anticancerígenas.

Sobre seguridades existentes frente al consumo de té

El té como artículo de alimentación es generalmente reconocido como seguro por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA). Los estudios de seguridad han analizado el consumo de hasta 1 200 mg de EGCG en forma de complementos en adultos sanos durante períodos de 1 a 4 semanas.

Los efectos adversos observados en estos estudios incluyen exceso de gases intestinales, náuseas, acidez, dolor de estómago, dolor abdominal, mareos, dolor de cabeza y dolores musculares.

En un estudio japonés, un grupo de niños entre 6 y 16 años de edad consumieron una bebida a base de té verde que contenía 576 mg de catequinas (grupo experimental) o 75 mg de catequinas (grupo de control) durante 24 semanas sin presentar efectos adversos. No se sabe si las dosis más altas de catequinas son seguras para los niños.

Respecto a su contenido de cafeína

Al igual que otras bebidas con cafeína como el café y las sodas o refrescos, la cafeína que hay en muchos de los productos a base de té podría causar efectos adversos, como taquicardia, palpitaciones, insomnio, agitación, nerviosismo, temblores, dolor de cabeza, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y diuresis. Sin embargo, existe muy poca evidencia científica de riesgos de salud en adultos que consumen cantidades moderadas de cafeína (entre 300 y 400 mg por día).

En una revisión hecha por Health Canada se concluyó que el consumo moderado de cafeína de hasta 400 mg por día (un equivalente a 6 mg por cada kilogramo de peso corporal) no tenía relación con efectos adversos en adultos sanos.

La cantidad de cafeína presente en el té varía según el tipo de té; el contenido de cafeína es más alto en el té negro, con un rango entre 64 y 112 mg por porción de 8 onzas (250 gr. aproximadamente), seguido por el té oolong, que contiene cerca de 29 a 53 mg por porción de 8 onzas. El té verde y el té blanco contienen una cantidad levemente menor de cafeína, con un rango que varía entre 24 y 39 mg por porción de 8 onzas y entre 32 y 37 mg por porción de 8 onzas, respectivamente.

La investigación sobre los efectos de la cafeína en los niños es limitada. En general, las dosis de cafeína de menos de 3,0 mg por cada kilogramo de peso corporal no han causado efectos adversos en niños. A dosis más altas se han observado algunos efectos en el comportamiento, como un incremento en el nerviosismo o la ansiedad y trastornos del sueño.

Respecto al aluminio

El aluminio, un elemento neurotóxico, se encuentra en diversas cantidades en las plantas de té. En algunos estudios se han detectado concentraciones de aluminio (que se transfiere naturalmente desde la tierra) en infusiones de tés verdes y negros que varían entre 14 y 27 microgramos por litro (?g/L) hasta 431 a 2239 ?g/L. Las variaciones en el contenido de aluminio podrían deberse a las diferentes condiciones del terreno, a los diferentes períodos de cosecha y a la calidad del agua.

El aluminio se puede acumular en el cuerpo y causar osteomalacia y enfermedades neurodegenerativas, especialmente en personas con insuficiencia renal. No obstante, no está claro cuál es la cantidad de aluminio en el té que sea biodisponible, y no existe evidencia científica que pruebe que el consumo de té tenga relación con la toxicidad por aluminio.

Respecto al hierro

Los tés negro y verde pueden inhibir la biodisponibilidad alimenticia del hierro. Este efecto podría ser importante para las personas que sufren anemia por deficiencia de hierro.

Los autores de una revisión sistemática de 35 estudios realizada en el Reino Unido sobre el efecto del consumo de té negro en los niveles de hierro concluyeron que, si bien beber té limita la absorción de hierro no hemínico en los alimentos, no existe evidencia suficiente para concluir que esto tendría un impacto en la mediciones del hierro presente en la sangre de los adultos (es decir, las concentraciones de hemoglobina y ferritina).

Sin embargo, en niños en edad preescolar, se observó una relación estadísticamente significativa entre beber té y bajos niveles de hierro.

La interacción entre el té y el hierro puede mitigarse si se consumen, en la misma comida, alimentos que aumenten la absorción de hierro, como los que contienen vitamina C (p. ej., limones), y alimentos animales que sean fuentes de hierro hemínico (p. ej., carnes rojas).

El consumo de té entre comidas parece tener un efecto mínimo en la absorción de hierro.

Evidencias obtenidas de estudios realizados en seres humanos que relaciona el té con la prevención del cáncer

Desde hace mucho tiempo se ha considerado al té como una ayuda para la buena salud, y muchos piensan que puede reducir el riesgo de cáncer.

La mayoría de estudios sobre el té y la prevención del cáncer se han centrado en el té verde. Si bien se ha determinado en estudios con animales que el té o los polifenoles presentes en esta bebida inhiben la oncogénesis(1) en diferentes órganos, incluidos la piel, los pulmones, la cavidad oral, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon, el hígado, el páncreas y las glándula mamarias, los resultados obtenidos en los estudios con seres humanos—tanto epidemiológicos como clínicos—no han dado conclusiones.

Nota(1). Oncogénesis es el proceso por el cual una célula normal se convierte en una célula cancerígena

Estudios epidemiológicos

Desde 2006 se han publicado más de 50 estudios epidemiológicos sobre la relación entre el consumo de té y el riesgo de cáncer.

Los resultados de estos estudios han sido frecuentemente contradictorios, pero algunos han relacionado el consumo de té con un menor riesgo de cáncer de colon, seno (mama), ovario, próstata y pulmón.

La diferencia en los resultados puede deberse a variables como las diferentes formas de preparación y consumo del té, los tipos de té estudiados (verde, negro o ambos), los métodos de producción del té, la biodisponibilidad de los componentes del té, las variaciones genéticas que influyen en la respuesta que las personas tienen al té, el consumo de alcohol y tabaco al mismo tiempo y otros factores relacionados con el estilo de vida, como la actividad física o el peso, que podrían influir en el riesgo que tiene una persona de padecer cáncer.

Estudios clínicos

En varios estudios clínicos se ha investigado la función del té y los polifenoles del té en la prevención del cáncer. Sin embargo, pocos estudios han examinado los efectos del té y los polifenoles del té en la incidencia o mortalidad del cáncer.

En dos estudios clínicos con distribución al azar se evaluaron los efectos del extracto de té en lesiones orales precancerosas. Uno de ellos, era un estudio doble ciego(1) de intervención, en el cual participaron 59 personas con leucoplasia, una presunta lesión precursora del cáncer de boca. Los participantes del estudio fueron asignados de forma aleatoria a dos grupos para recibir, o bien 3 gramos de un producto a base de una mezcla de té administrado por la boca y de manera tópica, o un placebo.
Nota 1. En un experimento a doble ciego, ni los individuos participantes ni los investigadores saben quién pertenece al grupo de control (que recibe placebos) y quién al grupo experimental.

Después de 6 meses, 38 por ciento de los participantes en el grupo de tratamiento presentaron una regresión parcial de sus lesiones en la boca, en comparación con 10 por ciento de los participantes en el grupo que recibió el placebo.

Además, una menor cantidad de participantes en el grupo de tratamiento comparado con el grupo del placebo, tuvo un aumento del tamaño de la lesión (3 por ciento en el grupo de tratamiento frente a 7 por ciento en el grupo que recibió el placebo).

Es más, la proliferación de células de la mucosa disminuyó en el grupo de tratamiento, lo cual indicaría un posible efecto protector del té en la formación del cáncer de boca.

En contraste, en el segundo estudio, 39 personas con lesiones precancerosas de la boca de alto riesgo fueron asignadas en forma aleatoria para recibir una de tres dosis de un extracto de té verde—500 mg por metro cuadrado de superficie corporal (mg/m2), 750 mg/m2 o 1000 mg/m2—o un placebo tres veces por día durante 12 semanas. Al final del estudio, no se encontraron diferencias entre los grupos en relación con la respuesta de las lesiones o su histología.

En otros dos estudios aleatorizados se evaluaron los efectos del té en los niveles de 8-hidroxideoxiguanosina (8-OHdG) en la orina, un marcador biológico del daño por oxidación del ADN que podría ser predictivo de un mayor riesgo de cáncer. Los niveles urinarios de 8-OHdG son más altos en personas con cáncer de pulmón que en los participantes del grupo de control, y el tejido de los tumores en mamas, pulmones, hígado, riñones, cerebro, estómago y ovarios tiene un contenido más alto de 8-OHdG que el tejido adyacente que no pertenece al tumor.

En un estudio, se asignó en forma aleatoria a 133 adultos fumadores empedernidos para que tomaran 4 tazas de una de las siguientes bebidas, cada día, durante 4 meses: té verde descafeinado, té negro descafeinado o agua. Entre los que bebieron té verde, hubo una disminución estadísticamente significativa del 31 por ciento en los niveles de 8-OHdG en la orina; en el grupo que recibió té negro, no hubo cambios en los niveles de 8-OHdG en la orina. Se puede concluir que el té verde es mejor que el negro.

En el segundo estudio, 124 personas con un riesgo elevado de cáncer de hígado debido a una infección por el virus de la hepatitis B y por exposición a la aflatoxina tomaron en forma diaria un placebo o 500 mg o 1000 mg de un complemento a base de un polifenol de té verde. Se informó que las dos dosis del complemento equivalían a 2 o 4 tazas, respectivamente, de las infusiones de té verde. No se consumieron otros tipos de té ni productos a base del mismo. En comparación con quienes participaron en el grupo que recibió el placebo, las personas que tomaron el complemento de té verde en cualquiera de las dosis por 3 meses tenían niveles considerablemente inferiores de 8-OHdG en la orina. Si bien estos estudios indicaron que los polifenoles del té verde provenientes del propio té o de complementos pueden reducir los niveles de 8-OHdG en la orina, no está claro si los niveles bajos de 8-OHdG tienen relación con una reducción del riesgo de cáncer.

Estudios adicionales han investigado si las catequinas del té verde o el extracto de té verde alteran el riesgo de cáncer de próstata. En un estudio doble ciego, controlado con placebo, 60 hombres recibieron 200 mg de catequinas de té verde o un placebo tres veces al día, todos los días, durante 1 año. Estos hombres tenían neoplasia intraepitelial prostática de grado alto, la cual se piensa que es un precursor del cáncer de próstata. Después de 1 año, se detectaron menos casos de cáncer de próstata en el grupo que recibió la catequina del té verde (1 cáncer en 30 hombres) en comparación con el grupo que recibió el placebo (9 cánceres en 30 hombres).

En otros dos estudios clínicos, ambos sin grupos de control, se investigó el uso del extracto de té verde para reducir los niveles de antígeno prostático específico en hombres con cáncer de próstata, pero los resultados no indicaron evidencia de una reducción.

Otro estudio analizó el efecto de los polifenoles del té en los niveles de pepsinógeno en suero en 163 personas con niveles altos de pepsinógeno en suero. El pepsinógeno en suero es un marcador biológico de atrofia gástrica y un indicador de mayor riesgo de cáncer de estómago. Los participantes en este estudio recibieron bien fuera una o seis cápsulas de 100 mg de polifenoles de té, todos los días, durante 1 año. Cada cápsula contenía la cantidad equivalente a unas 1,7 tazas de té.

Después de 1 año, no se observó una reducción en los niveles de pepsinógeno en suero en ninguno de los grupos de tratamiento.

En otro estudio se investigó la posible función de los complementos de té verde en el tratamiento de lesiones precancerosas en el esófago. En este estudio, 200 participantes chinos con ese tipo de lesión fueron tratados diariamente con 5 mg de un extracto de té verde descafeinado o un placebo. Después de 12 meses, la lesión histopatológica se catalogó como «con mejoría», «sin cambios» o «con deterioro». En el estudio no se encontraron diferencias entre el grupo de tratamiento y el grupo que recibió el placebo en relación con los cambios en las lesiones esofágicas o en la proliferación celular anormal.


Propiedades del té contra el cáncer

¿Sirve el té para luchar contra el cáncer?

Fte: http://te.innatia.com/c-propiedades-del-te/a-propiedades-te-cancer.html

En los últimos años se han descubierto una gran cantidad de beneficios aplicables al té. Entre los estudios que se han realizado para conocer sus propiedades, se encuentra uno que ha demostrado su importante capacidad para prevenir el cáncer.
Conoce cómo puede llegar a hacerlo…..

Desde hace largo tiempo se vienen estudiando exhaustivamente las propiedades del té en relación con la importante contribución que éste realiza a la salud del cuerpo humano.

Así, investigación tras investigación, se han ido revelando detalles importantísimos, que hacen que la acción del té sea cada vez más favorable.

Entre muchos de los estudios realizados a esta noble planta, la doctora Emily Senay ha encontrado que provee de los siguientes beneficios a la salud humana:

  •  Es ideal para mantener joven la piel.
  • Es muy bueno para alargar la vida.
  • Se piensa que puede ser muy efectivo para luchar contra el cáncer.

Estos beneficios se los debe en gran medida a su alto contenido en polifenoles, que son quienes le transfieren sus propiedades antioxidantes.

Desde hace un tiempo atrás se vienen realizando en diferentes partes del mundo, investigaciones y estudios que comprueben su poder para luchar contra el cáncer.

Dentro de las variedades de té, el té verde es quien llevaría la vanguardia en esta materia.

Sobre todo debido a que es una rica fuente de polifenoles, una sustancia fuertemente antioxidante. Ésta ayuda a reducir inflamaciones y también a combatir infecciones.

También los beneficios sobre el cutis que este té produce son maravillosos, según se deduce del estudio de Senay.
Durante el mes de julio del año 2009, la Biblioteca Cochrane publicó una revisión de 51 estudios sobre la incidencia del consumo de té en relación con el cáncer.

Estos estudios incluyeron a más de 1.5 millones de personas. El objetivo de la gran mayoría de estos estudios era establecer una relación entre consumo de té verde y tener un menor riesgo de contraer cáncer.

Los tipos de cáncer incluidos en los estudios fueron:

  • Cánceres del tracto digestivo
  • Cáncer de mama
  • Cáncer de vejiga
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de pulmón
  • Cáncer bucal

Los investigadores sacaron como conclusión, que ha sido demostrado según los resultados obtenidos, que el té verde sería bueno para prevenir el cáncer.

Los investigadores llegaron al acuerdo de que beber té verde en cantidades moderadas, por lo que entienden de 3 a 5 tazas diarias es un consumo seguro para la salud. Y no reviste grandes contraindicaciones.

También la doctora Senay recomienda su consumo diario. A partir de los datos obtenidos de un estudio que se realizó entre cuarenta mil personas en Japón, se demostró que quienes bebieron entre cinco o más tazas de té verde al día, poseían más longevidad que quienes no lo hacían.


Propiedades del té verde y su relación con el cáncer

Fte: http://cafeyte.about.com/od/El-cafE-el-tE-y-la-salud/a/Propiedades-Del-Te-Verde-Y-Su-Relacion-Con-El-Cancer.htm

Té verde y su posible efecto anticáncer

Por Lola Sancho
April 26, 2016.

Cuando se habla de curación del cáncer hay que hacerlo con sumo cuidado, ya que se trata de una grave enfermedad, por tanto es conveniente no frivolizar e intentar ser lo más objetivo posible y actuar de forma muy cautelosa.

No obstante, sí que existen productos naturales que después de una serie de estudios se ha comprobado que pueden ayudar a prevenir y reducir células cancerosas. Este es el caso del té verde, que incluso instituciones oficiales sobre esta enfermedad, han reconocido sus cualidades anticancerígenas.

El cáncer puede sobrevenir por diferentes causas, pero es incuestionable que una de ellas puede proceder por una mala alimentación. Se dice que al menos en una tercera parte de todos los canceres diagnosticados son por esa causa.

Por tanto, seguir una sana dieta y tomar alimentos beneficiosos, como el caso del té verde, pueden jugar un papel crucial en la prevención, sobre todo, y en la mejoría en algunos casos y tipos de cáncer.

Instituto Nacional del Cáncer y el té verde

En una revista oficial de este instituto de Estados Unidos, se publicó un estudio que demostraba que el té verde, poseía cualidades anticancerígenas.

Esto supuso una agradable sorpresa a miles de ciudadanos del mundo que desde siempre habían apostado por la posible prevención o curación por métodos naturales, entre los que se encuentra, por supuesto, el té verde.

La noticia llego a casi todas las partes del planeta, ya que la agencia Reuters la extendió, indicando que se debía a una investigación del laboratorio del doctor Mukhtar, realizada en el departamento de dermatología de la Reserve University of Cleveland, Ohio.

Hay que resaltar que el laboratorio Mukhtar fue el primero en establecer el potencial de los polifenoles del té verde para la prevención del cáncer de piel, pulmón y próstata. Asimismo, informaron sobre los posibles efectos quimiopreventivos del cáncer en otro tipo de alimentos naturales, como el jengibre o la granada.

Este estudio revelaba que la epigalocatequina galata, que es una sustancia presente en el té verde, induce a la apoptosis o muerte programada de diversos tipos de células cancerígenas, sin afectar a las células sanas.

Este estudio no es el único sobre el té verde y sus efectos sobre el cáncer. Existen muchos otros, y actualmente se continúa estudiando las inmensas posibilidades que tiene el té verde en beneficio de la salud y su potencial como anticancerígeno.

Consumo de té verde y menor incidencia de cáncer en Japón

Tomando como ejemplo dos países: Estados Unidos y Japón, vamos a analizar unas circunstancias muy curiosas.

En Japón el consumo de tabaco es muy superior al de Estados Unidos, en cambio la incidencia de cáncer de pulmón y de esófago en el país oriental es muy inferior al de Estados Unidos.

Es sabido que los japoneses toman diariamente té, y que normalmente consumen el té verde. Datos como éste, dejando al margen los estudios científicos, dan que pensar.

Hay un caso dentro de Japón, todavía más esclarecedor de estos hechos. Existe una zona, la prefectura de Shizuoka, en que, según las estadísticas del Ministerio de Salud, el porcentaje de muertes por cáncer es muchísimo menor que en el resto del país.

Al tratarse de una zona dedicada masivamente a la producción de té verde, donde los ciudadanos lo toman muy a menudo y muy concentrado. Todo ello sigue dando mucho que pensar.

Las catequinas del té verde y el cáncer

Las propiedades contra el cáncer que se asocia al consumo de té, es debido a las catequinas, sustancias pertenecientes a los flavonoides, que a su vez derivan de los polifenoles.

Toda esta terminología que puede parecer liosa, significa de forma sencilla que el té contiene unas sustancias con altas propiedades para la salud, llamadas catequinas. Están presentes en todos los tipos de té, pero el que contiene más cantidad es el té verde.

Al principio los investigadores encontraron que los componentes del té verde tenían una fuerte acción sobre las células cancerígenas, pero no sabían qué sustancias eran exactamente, hasta que descubrieron que eran las catequinas, y entre ellas, la más potente de todas la epigalocatequina galata EGCG.

Parece ser que esta catequina, inhibe la actividad de una enzima llamada uroquinasa, que los tumores malignos necesitan para reproducirse.

Además, como gran ventaja hay que destacar que la epigaloicatequina galata, no tiene ningún efecto tóxico sobre el organismo, a diferencia de otros inhibidores de la uroquinasa, que sí lo tienen.

Tomando té verde nos aseguramos de tomar una cantidad importante de esta sustancia, ya que una sola taza contiene 150 miligramos. Desde luego que para usarlo como tratamiento se debería utilizar en grandes dosis, pero como preventivo es un aporte extraordinario.

Hay que aclarar que estas propiedades que se le otorgan al té verde, la poseen también, obviamente, las diferentes clases dentro de él, como es el caso del té blanco, que en realidad es un tipo de té verde.


Té: ¿cancerígeno o anticancerígeno? ¿El té produce cáncer o lo previene?

Fte: http://te.innatia.com/c-propiedades-del-te/a-te-cancerigeno-anticancerigeno.html

Muchas veces se escuchan opiniones que pueden ser tomadas como contradictorias acerca de una bebida con tantas propiedades como el té. Algunos aducen que por su contenido de fluor puede ser considerado cancerígeno. Pero también muchas voces afirman que sus antioxidantes serían un gran enemigo de varios tipos de cáncer.

El té proveniente de la Camelia sinensis, con todas sus variedades, es un producto milenario. Viene siendo consumido por generaciones y generaciones de personas en el mundo entero.

Siendo el continente asiático su «base central de operaciones». Pero, como siempre que se habla de un producto y se empieza a conocer más acerca de él, comienzan a surgir algunas controversias. ¿Estás de acuerdo?

Una que es muy común de escuchar dentro de estos dilemas que se discuten alrededor del té, es la de si esta bebida es cancerígena o anticancerígena.

Todos los indicios hacen creer que, de momento, esta última opción parece la más probable. Pero vale la pena observar ambas posiciones con sus respectivos fundamentos.

Quienes sostienen que el té tiene propiedades anticancerígenas se basan sobre todo en el alto contenido de polifenoles que posee.

Los polifenoles son una sustancia fuertemente antioxidante y que puede ayudar a prevenir ese tipo de enfermedades. Son varios los estudios que se han hecho al respecto, sin resultar concluyentes, pero con muchas miras positivas al respecto.

El té verde sería uno de los indicados.

Esta es una lista de enfermedades cancerígenas para la cual el té podría aportar funciones preventivas:

  • Cáncer de pulmón
  • Cáncer de hígado
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de ovario
  • Cáncer de páncreas
  • Cáncer de colon
  • Cáncer oral
  • Cáncer de mamas
  • Cáncer de riñones
  • Cáncer de piel

Pero, una cosa no quita a la otra. Si bien el té en cualquiera de sus variedades contiene sustancias antioxidantes que pueden llegar a ser preventivas, también es cierto que el té contiene fluor.

Esta es una sustancia cancerígena consumida en exceso y puede llegar a ser perjudicial, pero sólo en cantidades grandes.


Otras fuentes importantes utilizadas

Té Fte: https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A9

Té y prevención de cáncer. ¿Qué es el té?
Fte: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/dieta/hoja-informativa-te

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