Me ha surgido la inquietud que esta positiva iniciativa de lograr una nueva constitución fracase. Se puede entender que en ese caso, sigue vigente la constitución existente.
Dos fuerzas políticas pueden conducir a este fracaso, una es la contraria a una nueva constitución y una nueva, que esté disconforme con la que la Convención (o asamblea) Constituyente (CC) ha propuesto. Desgraciadamente no pocos creemos que se produzca el rechazo basado en contenidos que han sido logrados por amplias mayorías en la CC.
Esto sería un serio fracaso para los que consideramos que nuestro país tenga una muy buena constitución, desde luego mejor que la existente. Nuestra actual constitución se puede decir que tiene buenos contenidos, que fueron mejorando con sus modificaciones logradas. Desde luego en mi opinión, tiene desgraciadamente mantiene algunos malos; esa situación considero que amerita que uno de los esfuerzos que habría que realizar, es preocuparse de que por lo menos se elimine los que se consideren malos.
Recordar que la Constitución de 1980 se originó en un Consejo de Estado al cual el Gobierno Militar invitó a los anteriores Presidentes de la República a integrarlo. El ex Presidente Eduardo Frei Montalva no aceptó la invitación, no así el ex Presidente Jorge Alessandri Rodríguez, que pasó a presidir ese Consejo. Para muchos, nos puede parecer que en ese Consejo de Estado se hizo un trabajo interesante para obtener una versión preliminar, la que fue modificada entre gallos y media noche por una minoría o por una persona; entre otros de los cambios le dio una orientación muy neoliberal y lo que fue quizás más grave, dar la posibilidad a la continuidad del Gobierno Militar a extenderse posteriormente por diez años más mediante un plebiscito. Al parecer lo que finalmente el Gobierno Militar aprobó, molestó al ex Presidente Alessandri. Finalmente el proyecto gubernamental se aprobó en un vergonzoso plebiscito.
Afortunadamente en el segundo plebiscito, el de 1988, ganó el “no” y ese resultado fue reconocido de inmediato por el representante de la Fuerza Aérea en la Junta de Gobierno. Se temió que parte importante del Gobierno de entonces rechazara los resultados conocidos; al parecer la actitud de quien representaba a Fuerza Aérea contribuyó a que el Gobierno Militar aprobara sus resultados reales..
Volviendo al tema de la Convención Constituyente (CC), pienso que ella debiera dar especial atención a temas que es conveniente corregirse en el texto de la Constitución vigente, entre ellos a los que me he referido en un artículo anterior especialmente a las atribuciones del Banco Central, al restablecimiento de leyes que permitan establecer fuentes tributarias con destinos permanentes y no dependan solo de la ley anual del presupuesto.
También echo de menos la preocupación de la Constitución vigente por un sistema de planificación y por la política de empleo de los recursos humanos. Por otra parte considero grave que la constitución vigente contenga disposiciones que debilitaron los colegios profesionales y en general al sindicalismo laboral. El debilitamiento de los colegios en mi opinión ha dañado ha contribuido a dañar en nuestro país a la ética profesional.
Tengo la sensación que las proposiciones de políticas han sido en los últimos años muy influenciadas por el populismo y la paridad de género. Ello ha contribuido al debilitamiento de Cuerpo de Carabineros, que ha terminado retirándose del enfrentamiento con la delincuencia que acompaña a las que podrían llamarse justa manifestaciones, como también en determinados barrios tener que replegarse a sus cuarteles para defenderse de los ataques de la delincuencia. Incluso se ha demostrado incapaz de disolver las barricadas con sus fuegos y disparos de armas de fuego característicos. Generalmente esos actos de violencia han ido asociados al reiterado icendio de vehículos de la movilización colectiva.
La paridad de género no conduce en general a la organización funcional más adecuada. Debe apoyarse el justo trato a la oportunidad de trabajo o de representación femenina, pero no como meta única y absoluta la paridad.
Ahora se ha captado que en la justicia, se tiene juezas más allá de la paridad, desigualdad que se pretende corregir. Por qué se genera “ese actual considerado pecado”. En mi opinión es consecuencia que en la asignación de cargos y en los ascensos, se descansa en los méritos de los elegidos y en la calidad de sus desempeños.
No recuerdo precisamente el caso, pero entiendo que se dio para una representación de los habitantes de Isla de Pascua; fueron elegidas por la comunidad con las mayores votaciones dos mujeres, pero para “el sagrado cumplimiento de la paridad”, tuvo que reemplazar a una de ellas por un varón.
Otro tema que se ve hasta ahora debilitarse es la independencia de los poderes y el tratamiento al actual Poder Judicial, que se pretende reemplazar su nombre por el de “Sistema judicial”. Ha sido tradición en las democracias la existencia de los tres poderes clásicos e independientes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial
Otro tema preocupante, es la proposición de que se acabe el Senado. Es conveniente analizar en profundidad la contribución que ha dado este órgano a la política chilena, componente del Poder Legislativo de valiosa tradición.
Interesante es analizar quienes lo han presido. Han sido grandes políticos y estadistas; varios presidentes de Chile fueron previamente senadores de la República y no pocos de ellos Presidentes del Senado. También debe destacarse que a pesar de una baja proporción de sus miembros sean mujer, su número ha ido aumentando y varias de ellas han sido elegidas presidentas de esa corporación legislativa; además a ellas se les ha reconocido u meritorio desempeño.
Son muy importantes las atribuciones y responsabilidades del Senado. Van varias de ellas más allá de las legislativas.
Otro antecedente interesante es la que se exija al senador más edad que para ser diputado; también es importante su duración más amplia en su cargo, el doble que la del diputado. Además muchos pueden considerar positivo que se renueve parcialmente cada cuatro años, lo que establecería una mayor estabilidad política para la Nación.
En cierta manera, al Senado parcialmente se le podría considerar como una especie de Consejo de Ancianos, que a veces se estima que en ciertos aspectos esa sabiduría y experiencia de los años es conveniente que se haga presente en la sociedad.
Pienso que en opinión de muchos, debe el Senado persistir y a lo mejor poder constituir una senda para darle más representación a las regiones.
También creo que el país prefiere que se mantenga una organización unitaria y no federal.
Un estado federal sería preferible para otras realidades, como es el caso de EE.UU, en que cada estado tiene una considerable importancia y que se han ido aumentando a medida que el país se fue extendiendo geográficamente. También puede mencionarse el caso de España que está conformado por regiones muy diferentes e incluso con idiomas y dialectos distintos.
En el caso de Chile tenemos muchas regiones, la mayoría de baja extensión y en algunos casos con ciudades que rivalizan por ser la cabeza política de la región. Posiblemente un país con federalismo podría ser recomendado a partir de un aumento de las superficies de las regiones, mediante fusiones de las actuales, lo que no parece conveniente y posible conseguir.
Ya tenemos problemas con la ligereza con que se establecieron los gobernadores regionales, que han quedado con muy pocas atribuciones; en mi opinión eso no debió establecerse hasta que no se tuviese una nueva constitución que mejor justifique ese cargo y defina precisamente sus funciones. En cambio muchas atribuciones tenían los intendentes regionales que eran designados por el Presidente de la República habitualmente con consulta informal a la región; recuerdo al Presidente Frei Montalva que designó intendentes, algunos de fuerte personalidad y personas apreciadas por los ciudadanos provinciales; algo parecido recuerdo se produjo en el gobierno del Presidente Alessandri Rodríguez.
Los intendentes (provinciales) eran muy útiles por una parte en la integración de la labor de las instituciones de Gobierno, especialmente de los ministerios, como también en contribuir a llevar adelante proyectos y programas provinciales y en asesorar al Ejecutivo en la mejor realización de las políticas de desarrollo.
Hoy he tenido la oportunidad de leer en El Mercurio una interesante entrevista al destacado economista y académico de prestigio mundial Sebastián Edwards que votó por Apruebo. El diario anuncia el artículo en estos términos: Sebastián Edwards, economista: “Si la tendencia que hemos visto hasta ahora continúa, yo voy a votar Rechazo”.
Entrevista la periodista Azucena González. Presentaré las primeras tres preguntas, acompañadas por las primeras líneas de sus respuestas.
Primera pregunta: Hace unos días dijo que veía en la Convención Constituyente un enredo mayúsculo, un festival de ilusiones hilvanadas por activistas apasionados y un tremendo enredo del que, posiblemente, no saldremos bien. ¿Qué solución ve?
- “El drama es ese: no hay soluciones fáciles. Esto se les arrancó de las manos a los teóricos de Fernando Atria, quienes tratan de poner buena cara y sonreír, aun sabiendo que aquí hay una enorme improvisación y que lo que se está creando es un engendro que le hará daño al país. La redacción de las normas es deplorable. . En un…
Segunda pregunta: De las iniciativas con implicancias económicas, ¿cuáles son las más inquietantes?
- “En economía hay pocos teoremas sobre los que todos están de acuerdo, y uno de ellos es que, a mayor incertidumbre y mayor riesgo, menor inversión. Ante un seguro incierto, los inversionistas retrasan sus decisiones o las cancelan. Eso va a suceder inevitablemente en Chile, lo que se traducirá en menores empleos, menores salarios y menor crecimiento. Y cuando hablo de…
Tercera pregunta: ¿Qué le preocupa más? ¿Derechos de propiedad, mecanismos de expropiación, nacionalización de bienes estratégicos, derechos de agua? Estado Regional?
- “Cuando se les considera en forma individual, todas estas normas son alarmantes y esto es especialmente cierto con respecto a la menor protección de los derechos de propiedad. Cuando se consideran como un conjunto, la preocupación crece. Yo veo la cosa así: los activistas se imaginan un país ideal, armonioso, inclusivo y de un ´buen vivir´, donde todos somos solidarios, los derechos fundamentales son gratis,
Pienso que este destacado economista chileno, de prestigio nacional, tiene mucha razón.
Él tiene un débil temor de que toda esta gestión constitucional fracase; mi temor que eso suceda es mayor, si no se busca una buena negociación; no se puede dejar de tener presente que “la política es el arte de lo posible”.
Considera que el populismo y el feminismo exagerado deben ser neutralizados. El Gobierno que se inicia debe tratar que salga la nueva constitución, para ello modificar los acuerdos de la Constituyente para que ellos reformados terminen recibiendo el amplio apoyo político que deben tener finalmente en las urnas.
Coincido con la posición de Sebastián Edwards, frente a las cosas como van, temo que si bien ambos que dimos un apoyo inicial a la aprobación, terminemos como muchos otros. votando ahora por el rechazo.
En mi opinión, el Gobierno debe pedir la colaboración de prestigiados y maduros políticos, con visiones de estadistas, de diferentes corrientes políticas que dieron apoyo positivo al inicio del proceso, para que se logre una aprobación final. Ello podrá lograrse siempre que se modifiquen algunas proposiciones ya aprobadas.
El país y el Gobierno que se inicia necesita una nueva constitución; no lograrlo perjudicará notablemente a Chile y dañará la imagen del nuevo Gobierno.
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