Medicina natural, actualidad y economía

Vergonzosos precios de los medicamentos de marca frente a los genéricos. Plausibles las iniciativas del Gobierno y especialmente del SERNAC. Sugerencias de medidas para que las farmacias ofrezcan los genéricos

Recientemente el SERNAC ha hecho y publicado un interesante estudio sobre la venta de medicamentos genéricos de calidades comprobadas(bioequivalentes), especialmente sobre sus precios y los de los medicamentos de marca de contenidos equivalentes. Las diferencias de valores son abismantes; se mencionan relaciones precios que en algunos llega a superar el 20 a 1. Por el costo de uno patentado pueden adquirirse más de 20 genéricos; con lo que se gasta en un año se podría cubrir la necesidad de más de veinte años. Las economías podrían llegar a $ 60.000 mensuales, lo que representa del orden de dos kilos de pan por día.

Impacta saber que en las grandes farmacia en promedio solo tendrían en oferta 14 fármacos de los 61 ya certificados.

El negocio de los grandes laboratorios es inmenso; ellos poseen gran poder. Con las cadenas de farmacia pasa algo parecido cuando toman alta presencia en el mercado; incluso pasan a propiedad de transnacionales.

Debe ser reconocido el esfuerzo del Gobierno por avanzar en la presencia en el mercado de los genéricos garantizados y en que su número se amplíe. Plausible es el esfuerzo realizado por el SERNAC.

Me permito sugerir que se exija a todas las farmacias tener en stock la totalidad de los genéricos garantizados existentes y tener publicadas sus listas de precios. Una forma de ayudar a que esto se cumpla, sería mediante la obligación a toda farmacia a que si no tiene en venta el genérico deba vender el de marca, con contenido equivalente, al precio del genérico. Recuerdo que en el pasado, en la vieja democracia, a las panaderías se le obligaba a vender el pan especial que estaba a precio libre, al precio fijado del pan corriente, si éste no estaba disponible.

 Más adelante me refiero a otros temas y amplio en parte lo hasta aquí planteado

Importante es lograr que los médicos receten junto al medicamento de marca, el genérico que lo pueda reemplazar. No pocos médicos son alentados a recetar los productos de marca,  por los favores que reciben, entre otros, se menciona el financiamiento para asistir a congresos internacionales.

Tenemos la triste experiencia en Chile del reforzamiento de las cadenas farmacéuticas y el debilitamiento de las antiguas farmacias, muchas de estas últimas de características familiares que estaban a la cabeza generalmente del farmacéutico de uno u otro género, propietario de ella. Los vecinos del barrio los apreciaban; de la farmacia o “botica” cercana habitualmente se recibían buenos consejos, más de alguna vez en nada relacionados con los productos que ellos vendían; ha habido tradicionalmente confianza en ellas. Los vendedores de la farmacia a veces eran miembros de la familia o antiguos vendedores en que los dueños confiaban y los clientes también. Frecuentemente debían hacer turnos de noche o en días festivos; vendían por una pequeña ventanilla; en toda farmacia debía indicarse cuál farmacia del sector estaba de “turno”.

Algo parecido sucedía con el almacén del barrio. Poco va quedando de esos negocios, que a muchos nos dejan nostalgia de un pasado más humano.

Era otro Chile con otros valores; nunca oí que una farmacia de ésas fuese asaltada.

Aparecen las cadenas más impersonales con el privilegio de compras masivas con precios rebajados; crecen con su agresividad publicitaria, descansando inicialmente también en bajos precios derivados de sus compras en grandes volúmenes, de sus economías a escala. Desgraciadamente ellas generalmente no dan confianza.

Estuvimos en un estilo distinto del desarrollo del país. Sentimos la presencia de grandes profesionales en la salud pública chilena, eran como estadistas que lucharon entre otros grandes temas por un “Formulario Nacional” asociado a esa gran empresa chilena, el Laboratorio Chile.

El Formulario Nacional fue un avance importante con reconocimientos internacional. Chile pasó a ser un modelo de una política que debía promoverse en otros países del mundo; había preocupación por que la población tuviese medicamentos baratos, al alcance especialmente de los amplios sectores de bajos ingresos.

Sería interesante que se escribiera más sobre esa extraordinaria medida de la salud pública chilena, esa relación del formulario nacional con ese gran laboratorio con el nombre de Chile. Quiénes fueron los luchadores por esa causa, brillantes profesionales con altos valores éticos, grandes parlamentarios que respaldaron esta iniciativa, estadistas gobernantes que desde el Poder Ejecutivo impulsaron o apoyaron estas iniciativas.

El Laboratorio Chile, la ENDESA y algunas otras empresas nacionales no debieron, a mi juicio, jamás ser privatizadas, las que incluso han pasado a ser propiedades del capital extranjeros; han obtenido grandes utilidades en perjuicio de gran parte de la población chilena en rubros relacionados con productos de primera necesidad, que más afectan a los sectores más pobres.

En energía eléctrica tenemos los precios más altos de América del Sur y con grandes inseguridades de sus disponibilidades futuras. Incluso se ha debido bajar el tradicional voltaje chileno para evitar los racionamientos. ENDESA pública fue primero dividida, para después privatizarla con un pseudo capitalismo popular, para posteriormente privatizarse en torno a grandes capitalistas nacionales. Privilegiada esta privatización con la increíble propiedad de los derechos de agua; tan atrayente ha sido el negocio que el capital extranjero pasó a ser propietaria de tan estratégica empresa en el área de la energía eléctrica y propietaria de tan importantes derechos como los del agua. Se ha mencionado que del orden del 98 % de los derechos de agua de Aysén están en manos de ENDESA.

Volviendo al tema de las farmacias. Sus cadenas fueron tomando cada vez mayor poder; una lucha entre ellas llevó a fusiones entre algunas e incluso para no autodestruirse en una competencia entre las más poderosas habrían llegado a coludirse en sus precios de una importante gama de medicamentos. Seguramente las más poderosas vieron que si seguían en su lucha, alguna terminaría dominando a otra u otras y era mejor pactar. Recuerdo que un medicamento importante por el precio de uno más una cantidad pequeña de dinero, hasta un peso, se podía comprar una segunda unidad. Rebajas importantes se hacían para ciertos días; el que debía forzadamente comprar en otra oportunidad, tenía que pagar hasta con amargura el alto precio. Ha habido rebajas importantes si se compran con tarjeta, que el pago no sea al contado, para fomentar el endeudamiento; no puede dejarse de mencionar cómo el retail poderoso obtiene importantes utilidades en funciones de financiamiento, en los altos interese que cobra y que más aumentan cuando se entra en repactaciones.

Unas de las noticias que me impactó, fue la llamada «canela», el premio a sus vendedores, generalmente mal remunerados, si lograban que el cliente cambiara su producto deseado por “otro mejor”, desde luego a más alto precio y seguramente con mayor margen para la cadena. Qué triste es forzar al vendedor a tener que actuar contra sus valores. Hasta se me ha dicho que a los vendedores se les ha exigido cumplimiento de metas de venta en estos productos de altos márgenes. Mientras en la vieja botica uno entraba confiado a comprar, en el nuevo sistema uno lo hace tensionado, a la defensiva de no caer en sus hábiles procedimientos.

Qué importante sería apoyar nuevamente a las farmacias familiares cuyos dueños sean químicos farmacéuticos. Qué importante sería forzar a los laboratorios a vender a un precio similar al abastecimiento de cualquiera empresa que sea vendedora de medicamento. Qué importante sería volver a tener un Laboratorio Chile del Estado.

Reitero, por qué no exigimos a todas las farmacias a tener en stock la totalidad de los genéricos existentes y tener a la vista de los clientes sus listas de precios. Una forma de ayudar a que esto se cumpla la oferta de genéricos, sería mediante la obligación a toda farmacia a que si no tiene en venta el genérico deba vender el equivalente de marca al precio del genérico.

Termino señalando nuevamente que debe haber un justificado reconocimiento a la labor que está desarrollando el SERNAC. Juan Antonio Peribonio está realizando, en varios frentes, una meritoria y p

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