Estos últimos días he estado revisando información sobre el uso de vitaminas para enfrentar el cáncer; desde luego también para prevenirlo.
Hay dos vitaminas que aparecen recomendables especialmente contra el cáncer, son la vitamina C (llamada también ácido ascórbico) y la vitamina B17(llamada amigdalina o laetril).
Se me refuerza el planteamiento de que es fundamental una buena alimentación sana y para enfrentar ciertas enfermedades, reforzar el consumo de ciertos alimentos y de incorporar a otros que no son tradicionales.
Las conclusiones preliminares que he ido obteniendo me señalan que no sería aconsejable ingerir las vitaminas como tales o los complejos vitamínicos, salvo en situaciones muy especiales de déficit.
Sólo para una vitamina he recogido información sobre su aplicación directa; es el de la vitamina C.
Se señala que “aplicándola en altas dosis de forma intravenosa progresiva mediante goteo permite destruir las células cancerosas en cualquier lugar del organismo al provocar la producción de peróxido de hidrógeno siendo éste el que se ocupa de destruirlas mediante la generación de radicales libres”. Es conveniente revisar estos antecedentes; sin duda que su aplicación está relacionada con un tratamiento médico muy específico. Se podría considerar más bien como un proceso quimioterapéutico.
También he recogido antecedentes de que en quimioterapia la vitamina C puede ser aconsejable acompañando a los agentes quimioterapéuticos principales. Bastante investigación se ha hecho en este terreno en animales, especialmente en ratones.
La otra vitamina, la B17, estuvo aprobada su uso en los EE.UU.; pero después fue descartada. En mi opinión es preferible consumir los alimentos que la contengan.
La vitamina B17 está compuesta por dos moléculas de azúcar -una de benzaldehido y otra de cianuro- que de forma natural se encuentran en las semillas de varios frutos, especialmente se le señala en damasco o albaricoque, como también, duraznos o melocotones, uvas, cerezas, ciruelas, manzanas y especialmente en almendras amargas. Así también en las semillas o pepitas de muchos otros frutos tropicales.
Un tratamiento muy interesante es el basado en el consumo de semillas de damasco o albaricoque, en una cantidad diaria bastante alta.
Recomiendo leer mis artículos
Semilla de damasco – Rolando Chateauneuf www.rochade.cl/?p=956
Las semillas de damasco o albaricoque contra el cáncer. Nuevas …www.rochade.cl/?p=2895
Su consumo permitiría eliminar las células cancerosas sin afectar a las sanas. La explicación proviene de que las sanas poseen una enzima, la rodanasa, que impide que el cianuro las dañe al neutralizar su efecto tóxico convirtiéndolo en tiocianato, un alimento para las células mismas. Las células cancerosas carecen de esa enzima y el cianuro las destruye al eliminar el oxígeno de su interior. En esta forma actuaría como un tratamiento quimioterapéutico muy especial que sólo daña y destruye a las células cancerosas.
Del material revisado también deduzco que el exceso del consumo de vitaminas antioxidantes, llegarían a tener el efecto contrario, el de pasar a generar oxidaciones.
También de lo revisado observo que el exceso de consumo de vitamina E, favorecería la generación de cáncer de próstata.
Por lo que he estudiado hasta ahora, concluyo que tiende a ser siempre más conveniente consumir el alimento que contiene el elemento o compuesto recomendado, más que consumir el fitofármaco elaborado.
Una buena alimentación es fundamental para prevenir el cáncer y para contribuir a su superación.
Una nota final y personal. Siempre me ha llamado la atención que se señala que la papa o patata contiene mucha vitamina C. Pienso que su importancia es secundaria, salvo para su consumo crudo. Esta vitamina es hidrosoluble y termolábil por lo que su consumo en la cocina tradicional, su aporte de esta vitamina sería muy bajo. En el pasado habría tenido importancia en los largos viajes marítimos, llevarla para por su contenido de esta vitamina evitar el escorbuto; tiene la ventaja de su conservación. Es probable que su consumo haya sido como cruda.
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