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Breve análisis crítico de la decisión de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana chilena, como orden de Partido, de obligar al militante a una determinada votación y, en caso contrario, mantener secreto el contenido de su voto

En mi opinión, es preocupante tema el que la Junta Nacional de la Democracia Cristiana haya tomado como acuerdo, por importante mayoría, que el militante del partido debe votar por el apruebo, y si decide hacerlo por el rechazo, queda en libertad de conciencia para ello, pero de concretarlo, su decisión debe quedar en el secreto.

Me parece increíble que para aprobar nada menos que la Constitución del país, se tenga un proceder de esa naturaleza. Que al militante convencido que para Chile, para su patria, sea negativo la aprobación, no pueda manifestarlo.

Cuesta aceptar y comprender que un partido de los valores que tuvo en el pasado, haya llegado a establecer un proceder de esta naturaleza.

En lo acordado por la Junta, en mi opinión, el Partido se ve obligado a expulsar a quien no cumpla lo acordado. Pero creo probable que los actuales dirigentes no se atrevan a hacerlo.

Varios militantes han insistido en el rechazo y se hasta ha desafiado que se pronuncien por sus expulsiones. Posteriormente a eso, ha surgido la voz del ex Presidente de la República Eduardo Frei Ruiz Tagle, dando valiosos argumentos para el rechazo.

Yo como militante he decidido renunciar al Partido. Pienso que eso es lo que debiera hacer quien pretenda votar en contra o bien, como otros lo han hecho, promover el rechazo, aunque ello conduzca a su expulsión.

Pienso que el acuerdo demostró una prepotencia inaceptable, una pérdida de valores, ya que todo ciudadano en una democracia debe tener la libertad de dar su opinión, de exponer lo que piensa y poder decir públicamente sobre hacia qué posición da su voto. Tengo la impresión que el populismo que ha entrado fuerte en nuestro país, pueda ser uno de los causantes de este proceder.

Para el Partido, quizá a la larga convenga esta manifestación pública por el rechazo y las expulsiones que se generen, ya que ello a futuro puede favorecer la elección de directivas con otra clase de valores.

Afortunadamente para Chile, en el centro y en la izquierda, perduran personas con valores de estadistas, como los tienen y los siguen demostrando los ex presidentes de la República Ricardo Lagos Escobar y Eduardo Frei Ruiz Tagle.

El acuerdo de la Junta Nacional debió ser solamente una recomendación de voto y no una imposición.

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2 comentarios

  1. 27 de julio de 2020

    Gracias Mireya. Lástima como se pierden valores del pasado. Qué nostalgia del la DC de tiempos pasados. El electorado se da cuenta de ello.
    Atentamente.
    Rolando

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