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Al parecer el Diario El Mercurio, en su edición del 25 de junio de 2023, da interesante cierre al análisis crítico al Examen de Derecho para la obtención en Chile del título de abogado

Por sobre el título principal del artículo “El examen de grado de Derecho es sometido a juicio”, aparece la leyenda: Un interesante debate se generó en Cartas a “El Mercurio”.

Después del título se expresa “A partir de las exigencias y el impacto que tiene en los alumnos, hay quienes sugieren que es necesario replantearse es evaluación. Algunas escuelas ya han hecho cambios”.

Autor de este interesante artículo:  C. González

Presenta inicialmente la carta de la alumna que dio inicio a este muy interesante tema. Después hace mención a conversación telefónica. Posteriormente se refiere a algunos contenidos de otras cartas que llegaron al diario. Me parece muy interesante lo que presenta con respecto a una psiquiatra. Bien lo sabe la psiquiatra Berta Muñoz. Apenas partió en 2012 con su consulta privada en Santiago, “comencé a recibir a egresados de Derecho, con mucha ansiedad y síntomas de depresión. Pensé que era algo esporádico, pero con los años las consultas fueron en aumento”.

    En países como EE.UU., agrega, el fenómeno ha sido tema de estudio. Cifras de la American Bar Association (Colegio de abogados) muestran que al menos el 70% de los estudiantes considera que necesitó apoyo en salud mental.

    “En Chile no hay datos, pero es una realidad en la práctica clínica. Muchos tienen vivencias traumáticas asociadas a la falta de control, a la pérdida de autonomía, al desgaste psicológico y económico que implica reprobar”.

Cifras del Consejo de Rectores establecen que alrededor del 25% de los alumnos de Derecho no da o reprueba el examen de grado.

 “Preocuparse de la salud mental de los estudiantes es también trabajar en las competencias emocionales de los futuros profesionales”.

   “No se puede eliminar todo el estrés, pero es importante que las escuelas den espacio e incluyan programas de manejo de la salud mental”. Eso enfatiza, y contribuye a que los alumnos pidan ayuda. “Hay un porcentaje que no lo hace por temor al estigma” advierte.

Frente a lo anterior, se señala en el artículo que algunas universidades han introducido cambios. Se mencionan casos.

  • La Escuela de Derecho de la U. de Valparaíso
  • La U. Diego Portales
  • La U. de Chile

    La Escuela de Derecho de la U. de Valparaíso. Su director Claudio Oliva ha señalado: “El diagnóstico mayoritariamente compartido fue que el examen de grado tradicional no solo es, en efecto, innecesariamente estresante, sino que es un mal instrumento para determinar en qué medida los estudiantes han adquirido las destrezas necesarias para un desempeño profesional competente”.

Por ello, “optamos por un examen de grado escrito, extenso, hecho íntegramente basado en casos, con códigos a la vista, que mide el desarrollo de las competencias profesionales incluidas en el perfil de egreso”. No es un examen fácil reconoce “pero ahora estamos evaluando lo que realmente importa y en condiciones de menor estrés”

    La U. Diego Portales. También introdujo cambios. Cuenta Natalia García, directora (i) de la Escuela de Derecho: “Las críticas que se hacen al clásico examen de grado fueron superados hace años incorporando metodologías de resolución de casos, coherentes con el proceso de aprendizaje y enseñanza de la carrera, y con las destrezas y habilidades que exige el ejercicio de la profesión jurídica”. Agrega además que, este año, además, se incorporó en el 10°semestre de la malla un curso que integra los principales aprendizajes de la carrera, a través de la preparación de ejercicios escritos y orales. Con esto se considera que corrige un aspecto que muchos egresados critican del examen de grado: más que llevar a pensar, obliga a memorizar.

La U. de Chile. Se informa que en 2022 implementó un nuevo plan de estudios. Miguel González, director de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Derecho, ha expresado “Hemos realizado una profunda reflexión respecto del examen de licenciatura”. “El nuevo examen consta de dos partes: una escrita y otra oral. La primera se aplica en el 10° semestre, en el marco de un taller que busca que los alumnos apliquen e integren el conocimiento del material jurídico a casos concretos y desarrollen competencias propias del racionamiento, la argumentación y la interpretación jurídica”. La parte oral se realiza luego de egresar. “Serán evaluadas ante una comisión determinadas materias, además de una defensa del caso trabajado en el taller”.

 

Un comentario final del autor del artículo. Frente a la “desproporción” asignada al examen de grado en la calificación final, algunas instituciones han reducido este porcentaje a 20% o 30% de la nota final (tradicionalmente ha sido 50%).

 

Comentario final de Chateauneuf.

Plausible es que El Mercurio haya dado la oportunidad de abordar este tema, a partir de la carta que publicó de una alumna que mucho ha sufrido durante la preparación de su examen de grado.

Esa publicación ha dado oportunidad a otras cartas muy interesantes, que muestran distintas opiniones, salvo una, las otras directa o indirectamente han respaldado las inquietudes de esa alumna; se destaca aquella con que fue respaldada por 23 abogados de un curso que egresó hace unos 20 años.

Qué importante es darle tranquilidad al alumno. Poco se mencionan suicidios de estudiantes, pero desgraciadamente los hay, y pienso que algunos pudieron evitarse.

No puedo olvidar muchas conversaciones que tuve en mi larga vida de académico con ellos. Qué importante es ganarse su confianza y conocer sus problemas, las muchas dificultades que muchos ellos deben enfrentar. Mientras fui decano de la Universidad de Chile, siempre recibí al que me pedía audiencia. Recuerdo que otro decano de otra facultad me dijo que él nunca recibía a alumnos.

El Decano de la Universidad de Chile tiene facultades para hacer algunas excepciones a la aplicación del reglamento y, en otros casos, informar a la autoridad superior favorablemente una excepción. Siempre aprobé lo que se me solicitaba, condicionado a que viniese con el informe favorable de la Secretaria de Estudios, a quien mucho estimaba. Los casos que recomendé a la instancia superior, fueron aceptados.

Terminando mi período de Decano, una alumna después de su examen de grado, me pidió audiencia, era para decirme que gracias a mí se había recibido de Ingeniera Agrónoma. Eso nunca lo he olvidado.

De lo que fui inflexible, fue lo de la copia. Advertía inicialmente que al que sorprendía que había copiado, lo hacía repetir. Varios casos se me presentaron de copia y los sancioné. En un centro universitario que no era la Universidad de Chile, se me presentó un caso. Se me cuestionó la sanción, ya que el reglamento sólo permitía sancionar por copia reiterada, calificada como tal si era más de dos veces. Pero finalmente fue aceptada por el alumno, quien posteriormente aprobó su examen.

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