Ayer se rindió en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile un hermoso y emotivo homenaje a este hombre extraordinario, arquitecto, profesor universitario, gran defensor y extensionista de la cultura rural chilena y especialmente del componente ecuestre, fallecido en julio pasado. Habrá mucho que escribir sobre al que familiarmente se le apelaba El Beto. En esta ceremonia estuvieron presentes las tradiciones folklóricas. Ayer, con la presencia de su esposa Cecilia, se revivieron los recuerdos y los valores de tan insigne maestro universitario, representante de valores de otra época.
Mi intención es presentar nuevos artículos sobre este sabio maestro.
El acto al aire libre en Arquitectura fue impresionante por muchas cosas. Llamó la atención la asistencia masiva de los socios del Club de Huasos de La Villita, Isla de Maipo, con sus caballos y sus trajes típicos, su desfile, entre ellos del que fuera el caballo de El Beto, un hermoso ejemplar de treinta y un años. La presencia de ese caballo, ya mayor, sirvió para también señalar los cambios que en su figura va experimentando el animal con los años.
Asistieron además el decano de la Facultad y varias otras autoridades universitarias; el Alcalde de Isla de Maipo y otras personeros de esa municipalidad; el esposo de Margot Loyola, quien explicó que ella no pudo asistir por motivos de salud, pero envió sus saludos y reconocimientos a través de sus sinceras y emotivas palabras; la expresión «el más huaso de los huasos» es de ella, de Margot, quien está próxima a terminar un libro donde se haría mención especial del homenajeado.
Asistieron también muchos compañeros de trabajo de la Universidad, muchas y muchas otras personas, entre otras un distinguido abogado y ex senador de la República. Cabe destacar la presencia del presidente de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, que ya al término de la ceremonia dijo unas palabras que reflejaban el aprecio que a él se le tenía; se refirió especialmente al viaje que hicieron un grupo de huasos a Salamanca, España, – con su universidad que es una de las más antiguas del mundo-, acompañados de caballos chilenos, adonde fueron invitados por ese país europeo con motivo de la rememoración de los 500 años del descubrimiento de América. Señala que gracias al arquitecto Moreira se pudo concretar este hermoso viaje y dar la presencia de Chile en esas ceremonias en Salamanca.
Cabe sin duda felicitar a los organizadores. Especial reconocimiento debe hacerse al arquitecto Meza.
Una de las cosas que más me impresionó y agradó fue ver a su hijo Alberto, también arquitecto, que muy bien parece que lo representaba a él. Actuó como maestro en estas ceremonias trasmitiendo esta cultura floklórica y ecuestre; fue en realidad una gran clase.
Alberto padre ha dejado afortunadamente una valiosa semilla para que continúe su gran labor y para que perduren y se acrecienten sus frutos.
Al desfilar los huasos con sus atuendos, se describió sus características; también desfilaron los jinetes de la montaña o cerros con sus trajes típicos, su sombrero, sus ponchos, sus protecciones de las piernas con cueros caprinos para defenderse de las espinas, incluso uno de ellos llevaba a dos perros zorreros; portaban también largos lazos. En el desfile se distinguían las huasas jinetas con sus vestimentas y monturas típicas, con formas de montar con ambas pierna hacia la izquierda.
El hijo Alberto habló sobre el caballo chileno, de su origen español con influencia del caballo morisco; animal preparado especialmente para la guerra. De rápida reacción y de una gran variedad de movimientos. Se hizo una demostración en vivo de los ejercicios de rienda, de los movimientos laterales, de retroceso y circulares. Animal que demuestra gran deseo de actuar. Explicó el interesante origen de la palabra jinete.
Se inició la ceremonia con unas hermosas cuecas interpretadas en guitarra y cantadas por una prestigiada autora. Hubo recitaciones musicales de un trío de payadores. Un niño que leyó un hermoso trozo.Actuó un conjunto de arquitectos exalumnos de la universidad, ya mayores, salvo un joven pianista; conjunto especializados en cuecas urbanas; interpretaron algunas originales y otras tradicionales como la Aló Aló y terminaron con la simpática y reciente cueca denominada el Transantiago. Hicieron especiales y cariñosos recuerdos de su profesor de taller.
En repetidas ocasiones se hizo mención a las expresiones del homenajeado en torno a que debe caracterizar al huaso, su caballerosidad.
Parte interesante de las presentaciones fue la de una pelea de gallo; se inició con una explicación en vivo de cómo se prepara al gallo, como éstos se seleccionan. Desde chiquitos pelean hasta matarse y el último que sobrevive de la pollada es sin dudas el mejor. Se hace una breve pelea de exhibición. Se comenta que a pesar de que las peleas de gallo están prohibidas por ley en Chile, éstas se practican en gran parte del país.
Las cuecas desde un comienzo fueron acompañadas por parejas que las bailaron.
Llamó la atención que en unos pasillos laterales estaba pintado un gran retrato del viejo maestro y que además se tenían expuestas una serie de hermosas acuarelas ecuestres.
Realmente la ceremonia fue extraordinaria; fue sin duda por una parte un gran homenaje a este maestro de grandes valores y por otra, fue una gran clase colectiva de cultura nacional, en un ambiente de representación rural urbana, de muy distintas clases sociales y de una amplia gama de edades. Fue sin dudas un gran acto universitario, de los que debiéramos tener más en nuestra Casa de Estudios.
En un par de oportunidades se señaló que se harán a futuro nuevos actos de homenaje a Alberto Moreira.
5 respuestas
Que lindo homenaje, vivo en Arauco cerca de Concepción. Encontré este texto buscando » arquitectura huasa- rodeo», estoy iniciando construcción de pesebreras etc. ??
7 de marzo de 2012
Jorge. Le agradezco su mensaje. Alberto Moreirfa fue una persona de grandes valores y de una calidad humana extraordinaria. Atentamente. Rolando
Estuve ese día, don Alberto dejó huellas en los lugares que estuvo. Una gran persona ¡¡
18 de mayo de 2023
Don Rodrigo:
Gracias por su compartida opinión.
Atentamente
Roland
Que grato encontrarme, con este escrito de uno de los varios homenajes a Alberto Moreira. También estuve ahí presente y fué muy hermosa ceremonia.
Un hombre, apegado a las tradiciones, amante de la simpleza, enamorado de los rodeos, buenísima persona, sabio, etc., etc. faltan palabras.
En su paso x este mundo sembró y se reflejó en los homenajes que le brindaron, porque dejo huellas profundas y un Gran legado a las nuevas generaciones.
Tuve la fortuna de conocerlo, de tratarlo admirarlo y de quererlo infinito.
Él por muchos años fué coyera con mi Padre, aún me parece oir aquel parlante de la medialuna gritando «corren, Moreira y Cornejo», hombres corraleros, amantes de la vida campestre y estoy segura que allá donde están, tienen formado un club de Huasos.
Beto, agradecida de ti x siempre, te mereces todos los aplausos que dieron y los que seguiremos dando,
Tu ahijada,
Mila