Con especial atención oí el discurso de ayer de nuestra Presidenta. Me pareció la exposición de una estadista. Es sin duda una persona de condiciones extraordinarias. Fue increíble que ella llegara a ser Presidente de Chile, en una corta carrera, que más que carrera política, fue la carrera de una estadista. La conocí en una reunión con médicos cuando era Ministra de Salud. Me impresionó la franqueza con la que les habló; les hizo críticas que me parecieron fundadas. Me extrañó cuando se le designa Ministra de Defensa, pero después de conocer su formación de posgrado, me pareció una acertada designación. Por relaciones con familias de La Cisterna, comuna en la que viví muchos años, capté el aprecio que se tenía a su familia y a ella, por personas de muy distintas posiciones políticas. Era una chica muy estudiosa. Todavía es muy joven, su potencialidad de estadista es grande.
Me pareció muy atinado que no eliminara el 7 % de aporte de los jubilados a salud, a pesar del apoyo político a la iniciativa tanto en la Concertación como en la Oposición; ojalá no deba ceder. Salud requiere de muchos recursos, sus costos son crecientes, cada vez se tienen tecnologías más avanzadas pero más caras, cada día la esperanza de vida es mayor y más requerimientos de atención curativa se dan en la población al aumentar las edades medias. Creo que es preferible mejorar directamente las pensiones de los de ingresos más bajos, que se reajuste y se extienda la asignación familiar a todos los hogares de Chile y no mejorarlas a base de una reducción de ingresos para la Salud.
Si se quisiera eliminar el 7 %, una formula simple sería hacerlo con las pensiones más bajas, hasta por ejemplo los $ 200 mil pesos y para las rentas superiores, mantener el 7%, pero haciendo una rebaja uniforme y reajustable de $ 14.000.
Su discurso daría para un amplio análisis, sólo unas opiniones inmediatas.
Me gustó su franqueza y valentía para trasmitir sus opiniones. Me gustó su posición de inscripción automática y voto voluntario, como también el derecho electoral de todos los chilenos radicados en el exterior, creo que debe ser sin más requisito que la inscripción en el Consulado respectivo; también me gustó lo de la píldora del día después, este tema nunca debió llegar al Tribunal Constitucional ni menos ser resuelto con una tan estrecha mayoría.
Capté el peso de su discurso en temas relacionados con sectores donde ella tiene grandes ministros como los casos de Salud, Educación, Trabajo, Transporte y Obras Públicas. Noté vacíos en el campo de la Agricultura y en general en las políticas de desarrollo económico.
Su discurso me pareció sincero, con muchos sentimientos, con gran visión y conocimientos de la sociedad chilena y del respeto a ella.
Posiblemente su debilidad está entorno al desarrollo económico, que no puede descansar sólo en el pensamiento del Ministro de Hacienda y el del Banco Central. Al parecer no está consciente de que el bajo valor de la divisa está dañando profundamente a la economía chilena, especialmente a sectores que generan mayor valor agregado, que dan más empleo como son la industria manufacturera y la agricultura.
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