El tema previsional es muy importante para nuestro país. Merece ser analizado profundamente considerando los grandes problemas económicos y sociales que enfrenta Chile.
He señalado en artículos anteriores la necesidad que se vuelva a tener un sistema nacional de planificación, que lo estableció el Presidente Pedro Aguirre Cerda, ese gran estadista, cuando impulsó la creación de la Corporación de Fomento de la Producción, con una de sus tareas importantes la de establecer un sistema nacional de planificación, que fue tan positivo para el país, especialmente para enfrentar la recuperación de la economía nacional tan afectada por los grandes sismos que en dos días de 1960 afectaron tan profundamente a Chile.
Uno de los actuales temas económico sociales es el de debilitamiento de la economía y especialmente en la reducción del empleo formal. Un factor muy importante de la situación en que estamos, es el debilitamiento del sector industrial, como consecuencia de varias causas, pero una de las más importantes es de la irracional apertura a los mercados mundiales y especialmente a nuestras relaciones comerciales con China.
El Golpe Militar de 1973, que desgraciadamente se hizo imprescindible frente a la profunda crisis a lo que nos condujo el Gobierno del Presidente Allende, nos llevó a cambios muy profundos que han dañado fuertemente a nuestra sociedad y, a nuestro país, en general.
Desgraciadamente la dictadura militar, encabezada por el general Augusto Pinochet, nos condujo a un neoliberalismo extremo y a un debilitamiento profundo del quehacer de CORFO. Desapareció el sistema de planificación nacional; Chile con su apertura irracional a los mercados externos, debió retirarse del Pacto Andino para evitar ser expulsado, pacto que la antigua democracia había promovido y le había dado a él, un importante empuje internacional.
La industrialización del país, por la que tanto se luchó a partir del Gobierno de Pedro Aguirre Cerda, muy apoyada por la CORFO y los siguientes gobiernos radicales, por los de Ibáñez del Campo y Frei Montalva, había llegado a niveles muy importantes, fue posteriormente tremendamente debilitada en el largo período del Gobierno Militar debido principalmente a la apertura irracional a los mercados internacionales y especialmente en torno a nuestras relaciones con China.
Vemos tremendamente debilitadas actividades industriales que fueron muy importantes para la economía y la sociedad chilena. Ejemplos importantes de ello han sido los casos de las industrias textiles y de la confección, las del cuero y calzado, las metalmecánicas, las de materiales para la construcción, las de artefactos sanitarios, varias alimentarias como las del azúcar de remolacha y la de refinación de azúcar de caña importada. Muchas de esas industrias poseían importantes sindicatos. Hoy está muy resentida la siderurgia; CAP está a punto de quebrar por el dumping chino y el lento reaccionar de Chile frente a su nefasto efecto.
Parece increíble que Chile permita oficialmente la importación de ropa usada, y que parte importante de ella, termine contaminando terrenos.
Mucho ha contribuido a estos nefastos efectos, la carencia de una política cambiaría. El valor de la divisa se la deja mucho fluctuar al ritmo de los cambios del precio internacional del cobre.
Uno de los problemas más serios que enfrenta actualmente Chile es la venta informal callejera, que entre de los graves efectos es que reduce la potencial generación de IVA, y facilita la venta de productos de contrabando o de otros orígenes, como los saqueos y robos. Además, la venta callejera perjudica seriamente al comercio formal establecido.
Considero importante lo expuesto anteriormente, frente a la reforma previsional que se propone.
Concretamente me refiero al aporte obligatorio que se le pretende establecer al empleador de un 6% y que además parte importante de esa captación vaya a un fondo solidario
Temas de crítica:
- Se está encareciendo considerablemente el empleo formal lo que debe repercutir en algún grado en generación de desempleo y/o en baja de remuneraciones. Los fondos solidarios deberían venir de otras fuentes, por ejemplo, del IVA. Aportan más a este impuesto los sectores de mayores ingresos. Esta fuente contribuiría a una mejor distribución del ingreso.
- El nuevo aporte del 6%, significará importante aumento del gasto del empleador. Se debe tener en consideración que el sector empleador es privado y público. Este último sector, lo integra el sistema fiscal, el de instituciones semifiscales y del sector municipal. Ha de representar sin duda un importante aumento repentino del gasto fiscal, que al parecer no se ha mayormente considerado.
- Actualmente el aporte previsional lo hace el empleado con su remuneración, lo que resguarda más que las imposiciones se hagan. Si bien es cierto la imposición la hace el empleador, pero ello es con ingresos pertenecientes al empleado. Anteriormente, al financiar el empleador, no había mayor delito postergar la imposición, por problemas financieros, lo que contribuía a generar las lagunas que frecuentemente se detectaban al calcular el monto de las jubilaciones. Con lo propuesto, en cierto modo como populismo, lo debería nuevamente financiar el empleador.
Días atrás en un programa televisivo observé la intervención de tres senadores, Juan Luis Castro González del PS, Alejandra Sepúlveda Orbenes independiente, Sergio Gahona Salazar de la UDI.
Mucho me llamó la atención el vehemente planteamiento de la senadora Sepúlveda en favor del destino de parte importante de este aporte del sector laboral a fondos solidarios. Posición totalmente contraria a la del senador de la UDI. Todo lo anterior me llevó a revisar la trayectoria política de la senadora; me impresionó conocerla. Es brillante; siempre ha tenido un apoyo mayoritario del electorado en los eventos que se ha hecho presente en su larga trayectoria política.
Me quedé con la sensación de que no hay constancia real sobre los grandes problemas sociales y económicos que enfrenta el país, especialmente en el tema ocupacional de recursos humanos. Incluso tengo esa impresión de nada menos del Ministro de Hacienda. Tengo la sensación de que poco se ha analizada la forma cómo el sector público va a financiar ese 6% de los empleados del Estado, fiscales, semifiscales y municipales.
Es conveniente saber la justificación de ese 6% que se recomienda como aporte patronal; seguramente la razón proviene de que es necesario duplicar el monto que actualmente aporta el empleado para así alcanzar montos de jubilaciones futuras más cercanos a los niveles de ingresos mensuales recibidos al final de su actividad remunerada.
Comparto plenamente la posición del senador Gahona, posiblemente ésta, por ser de un partido de los que está más relacionado con el sector empresarial privado.
Los fondos solidarios no debieran gravar directamente a los fondos empresariales, debieran provenir de fondos generales, especialmente del IVA. Ello contribuye a un proceso más positivo de redistribución de ingresos. Tener presente que al IVA contribuyen en más grado los sectores consumidores de altos ingresos.
Respecto a lo anterior, se debe tener presente que la constitución vigente prohíbe la existencia de impuestos para fines específicos, como había existido históricamente en el pasado. Lo anterior señalaría que el uso de parte de lo proveniente del IVA exigiría un cambio constitucional, que posiblemente no sería difícil logralo.
Dejo hasta aquí este artículo. Pretendo seguir analizando en el futuro en nuevos artículos, estos interesantes temas.
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