La materia forestal ha tomado especial importancia en estos estos últimos días a raíz del grave problema que significa para el país los incendios forestales.
Hay muchas opiniones y planteamientos dispersos. Se destaca el tema de las plantaciones forestales en manos de privados, y en especial la de los grandes empresarios relacionados con las plantas de papel y celulosa.
Casi una anécdota ha sido la poco meditada intervención de nada menos del actual Ministro de Agricultura, que frente a una adversa intervención que harían las grandes empresas forestales privadas ha sugerido establecer un royalty a estas empresas para contribuir a financiar el actuar contra los incendios forestales, lo que casi de inmediato fue refutado por la Ministra del Interior, haciendo ver que este sistema de tributo se aplica cuando el proceso productivo está reduciendo el patrimonio del país, como sucede tradicionalmente en la minería. Además, parece que se ignora que no puedan haber por disposición constitucional impuestos destinados para fines específicos. Antes de la vigencia de la Constitución de 1980 se podían establecer impuestos para determinados fines. Es grave que el Ministro de Agricultura acuse de algún grado de culpabilidad a las empresas forestales en la presencia y desarrollo de estos últimos incendios.
Debe considerarse las condiciones adversas muy extremas que se han dado este año; ello al parecer se asociaría al bastante analizado cambio climático.
Un tema presente es el cuestionamiento a las empresas forestales privadas, por varias razones. Es materia importante de analizar. Pero en el caso de los incendios forestales son plausibles los esfuerzos de estas empresas para controlarlos tanto los que se generan en sus propios terrenos, como los que les llegan del medio externo. Además, con sus equipos humanos y materiales estarían colaborando sin pensar en sus propios directos beneficios.
Me ha parecido conveniente tratar de abordar en forma amplia estas materias, por varias razones. Lo pienso hacer en varios artículos. Ya tengo algo publicado sobre la materia.
Desde muchos años he tenido contactos con este importante tema; lo he conocido con relativa profundidad en las muy diversas oportunidades que he tenido para hacerlo.
Me parece conveniente señalar algunas etapas de mi vida estudiantil y profesional, que me ligan al tema, antes de referirme a las materias más específicas
– A comienzos de los años 50 del siglo pasado cuando cursaba el segundo año de Agronomía en la Universidad de Chile, se inicia la creación de la carrera de Ingeniería Forestal en la Universidad de Chile, cuando se nos informa del nacimiento de la carrera y se nos ofrece integrarnos a esa que se iniciaba. Ocho compañeros dejaron agronomía para pasarse a forestal.
– En la Universidad de Chile como académico tuve una amplia relación con el tema forestal. Estuve haciendo actividad docente en Llancacura, reserva forestal ubicada en la ribera norte del río Bueno y a unos 40 kilómetros al poniente de La Unión, en dos periodos estivales en los temas de topografía y construcciones. Allí tuve la oportunidad de conocer en terreno como se realiza un inventario forestal, dentro del bosque nativo mismo.
– Hice docencia en la carrera de ingeniería forestal, inicial en estadísticas y asesoré en la forma de diseñar ensayos de investigación experimental para varias memorias de título. Fui académico del departamento denominado Manejo Forestal y me tocó revisar memorias relacionadas con incendios forestales. En reuniones del departamento en repetidas oportunidades analizamos el tema de los incendios forestales. Esa unidad académica tenía especialistas en la materia. Además, fui profesor por unos cuarenta años a cargo de la asignatura de Economía General. También por varios años fui académico colaborador de la Cátedra de Economía Forestal.
– Fui el autor principal del libro titulado “Política y Economía Forestal. Chile”. Publicado a mediados del 2011.
– Trabajé durante 15 años en la CORFO, y tuve la oportunidad de conocer bastante la políticas de fomento de las plantaciones y quizás, lo más importante, fue lo relacionado con dos grandes proyectos de inversión que fueron las Plantas de Celulosa de Constitución y de Arauco.
– En Chile desde muchos años antes se había fomentado las plantaciones forestales, en parte importante por la Caja de Empleado Públicos que desarrolló varios predios forestales, con recursos provenientes de las imposiciones de los empleados públicos. También se tuvieron empresa privadas como Forestanac. (Forma capitales con ahorros mensuales, era el lema de su publicidad) de captación de ahorros privados para reforestar.
-Muy importante labor ha realizado de Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), pero ella no se amplió al ritmo que se habían expandido las plantaciones, lo que originó que no se daba mercado a los productos necesarios para el adecuado manejo de las plantaciones a base de podas y raleos, requeridoss a medida que crecían los árboles iniciales. El raleo daba origen a los llamados «metro ruma», material principal de abastecimiento de las plantas de celulosa y papel.
-Entre esta y otras razones, la CORFO vio la necesidad de crear esas dos grandes plantas antes mencionadas, las de Constitución y Arauco.
Las inversiones en estas plantas estaban al límite de la rentabilidad que presentaban los capitales iniciales, en gran parte obtenibles por créditos internacionales proveniente de bancos de fomento, especialmente externos. La rentabilidad proyectada se pudo mejorar gracias al Tratado de Montevideo, acuerdo de integración latinoamericana, que buscaba sus propósitos principalmente a base de la rebaja de aranceles de importación en los países miembros.
Entre los países integrantes eran dos grandes compradores potenciales de nuestra celulosa y papel, Brasil y México. Gracia a ello se pudieron concretar estos financiamientos que requerían inversiones importantes de recursos externos y desde luego darle financiamiento normal al sistema productivo.
Posteriormente se ha visto que estas inversiones han sido altamente rentables, por el aumento de precios internacionales de la celulosa.
-Otro tema que he bastante analizado es el de los tradicionales incendios forestales de temporada y su relación con los pastizales naturales que se secan en verano. Pude observar en la zona central que en los sectores, especialmente cerros y lomajes donde el ganado consumía oportunamente estos pastos, no se generaban incendios, ni ellos de otros sectores se extendían a los terrenos sin pastos secos. Propuse un anteproyecto para establecer un sistema de pastoreo, con pastores que manejaran ganado pastando inicialmente en los sectores que generaban más riesgo para después extender a áreas aledañas. Tuvo algunos apoyos, pero nada se concretó; recuerdo que le gustó en el INTA en la medida que el proyecto, además de crear empleo, trasformaba los potenciales incendios en alimentos.
En el pasado se acostumbraba traer ganado delgado(flaco) del del sur a pastorear especialmente lomajes y cerros de los secanos de la zona central y así sacar novillos gordos para diciembre, periodo de mayor demanda de carne de vacuno y de más alto precio. Esa práctica dejó de emplearse principalmente consecuencia de nuevas prácticas de manejo dependiente de la red de mataderos regionales que se estableció, que entregaban carne enfriada incluso trasportada por ferrocarril.
Había constancia de que los veranos después de primaveras lluviosas, había más riesgo de incendio, como ha sucedido el año actual. Recientemente vi varios terrenos quemados en la zona de Curacaví, cercana al túnel que lo conecta con el Valle de Casablanca y otros con riesgo de arder por el pasto seco, especialmente a las horas de más calor y viento.
-Otro tema importante es de la relación de la agricultura campesina, especialmente mapuche con las grandes empresas forestales. Tuve la oportunidad de ser uno de los profesores guías de una tesis de doctorado de la Universidad de Concepción en que se analizaba el cambio habido en una comunidad del interior del Biobío en que estudiaba la evolución de su situación después de diez años. La relación con las grandes empresas se había deteriorado tanto por terrenos que habrían sido ocupadas por ellas, como también por el menor empleo que generaban por los avances en la mecanización de labores.
-Tema aparte es el gran incendio de Valparaíso y la responsabilidad de los daños de su Municipalidad, que lamentablemente no ha tenido mayor análisis.
Tengo varias otras ideas sobre el tema de los incendios forestales que pienso tratar en nuevos artículos