1 de mayo de 2007
Conviene recordar lo que se decía en el Colegio de Ingenieros hace poco más de un año
Preocupante es la situación que se nos está presentando. Parece que no hay conciencia de la gravedad de este hecho. Mucha preocupación política partidaria está en torno a las Pymes pero poco se dice de este negativo factor, originado por malas políticas económicas que no son capaces de neutralizar los efectos que sobre la divisa tiene, especialmente, el alto valor del cobre.
Me parece conveniente recordar lo planteado hace poco más de un año en una mesa redonda realizada en el Colegio de Ingenieros, en la que participaron distinguidos economistas, los señores Luis Escobar Cerda, Eric Haindl y Joseph Ramos.
Hace poco se anunció que una importante industria de prestigio internacional dejaba de producir ampolletas eléctricas en Chile. Muchos productores vitivinícolas deben ahora reconvertirse porque el vino estaría perdiendo competitividad en los mercados externos.
Se anuncian altas utilidades en la minería y en la actividad forestal, rubros que se han visto beneficiados por los altos precios internacionales. Es importante saber qué está pasando en otras actividades, con la inundación de productos importados a muy bajos precios y con las dificultades para exportar de muchos rubros con alto valor agregado.
Mesa Redonda realizada por Colegio de Ingenieros de Chile A.G.:
ALTA VOLATILIDAD DEL DÓLAR AFECTA
DESARROLLO DE MODELO EXPORTADOR DE CHILE
Economistas plantearon que se deben diseñar políticas e instrumentos que afecten indirectamente el valor del dólar y que suavicen las ondulaciones mayores de su precio.
Con el fin de analizar el impacto de la volatilidad del dólar sobre el crecimiento económico y el modelo de desarrollo exportador, el Colegio de Ingenieros de Chile realizó una mesa redonda titulada «La volatilidad del dólar» en la cual expusieron el ex ministro de Economía y Hacienda Luis Escobar Cerda; el director del Instituto de Economía de la Universidad Gabriela Mistral, Erik Haindl y el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos. En la ocasión, se concluyó en forma unánime que hay que tratar de morigerar la variabilidad del dólar, por las graves consecuencias para el modelo de desarrollo chileno basado en las exportaciones. Al respecto, se planteó que se deben diseñar políticas e instrumentos que afecten indirectamente el valor del dólar y que suavicen las ondulaciones mayores de su precio. En su exposición, Luis Escobar Cerda planteó la necesidad de diseñar una política que considere que el tipo de cambio es un instrumento trascendente para el éxito de una estrategia exportadora. Esto, ya que Chile necesita desarrollar exportaciones con mayor valor agregado que aseguren el empleo y el desarrollo del país.
«Un cambio libre y con la alta volatilidad actual, sólo garantiza el equilibrio de la balanza de pagos, pero no es una respuesta satisfactoria a la política de aumento de las exportaciones. La alta volatilidad desalienta a los nuevos inversionistas en proyectos exportadores y arriesga la sobrevivencia de las Pymes», expuso el economista. El profesor Escobar recomendó que el Banco Central adopte un conjunto de medidas probadas como eficientes en otros países, ante similares situaciones de volatilidad de la moneda y que son perfectamente compatibles con la tarea de mantener la estabilidad de precios. A su juicio, no se trata de ir en contra del mercado, porque sería inútil en el largo plazo, sino de suavizar las fluctuaciones del dólar a través del tiempo, para que las empresas puedan planificar sus finanzas, especialmente las pymes que dan empleo a un alto porcentaje de la fuerza laboral. El ex Ministro afirmó que el Banco Central debe diseñar una política anti cíclica y que una de las medidas más efectivas para evitar la erosión del dólar es la compra de dólares por el Banco Central, de manera de acumular reservas y venderlas cuando el dólar supere cierto límite. Comentó que las actuales reservas de divisas del país son del orden del 15% del PIB, cifra muy baja al compararla con países con alto nivel de exportaciones. Por su parte, el director del Instituto de Economía de la Universidad Gabriela Mistral, Erick Haindl señaló que estas variaciones, que todo el mundo califica sólo como temporales y de corta duración, no pueden ser tratadas como tendencia definitiva, como se hace actualmente, por el alto costo que ello significa para la industria productiva del país. Explicó que el alto precio del cobre es transitorio y produce también un efecto transitorio en el valor del dólar y lo que ocurre actualmente no es enteramente correcto porque damos señales para que la economía adopte un precio del dólar que no es de equilibrio «Una buena política económica tiene que reconocer si el schok actual es permanente o transitorio y actuar en consecuencia», dijo Haindl. El decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, coincidió también en que siendo Chile un país pequeño con una política de desarrollo en los últimos 20 años basada en las exportaciones y que continuará con seguridad en el futuro, con una diversificación más amplia y una fuerte expansión, el tipo de cambio es un factor clave para nuestro desarrollo. Sostuvo que si hay alguna ley económica que rija en Chile es: «Cuando el precio del cobre esté bajo ($0.75 la libra entre 1998 y 2003) el precio del dólar estará alto (alcanzó $750)» y viceversa como sucede ahora en que el cobre esta sobre 2US$ la libra y el dólar en $520. Si el precio del cobre fuera de US$1 la libra, el dólar valdría $625″. En tal sentido, Ramos planteó que los riesgos de la libre fluctuación son asimétricos. Es decir, son más serios para la economía chilena cuando el cambio está en zona baja como en la actualidad, que cuando está en la zona alta. Paradójicamente, comentó que las dos intervenciones que el Banco Central ha efectuado en estos últimos años, han sido para frenar alzas calificadas como excesivas, pero hasta el momento no se ha efectuado ninguna para evitar su caída a precios, lo que es peligroso para la competitividad de nuestra industria. Ramos expresó que una política más de fondo y de largo plazo es crear un mercado futuro de la divisa y profundizar el mercado de instrumentos indexados al precio del cobre en el largo plazo, tarea que está pendiente y que es urgente abordarla.
Santiago, Enero 24 de 2006
Colegio de Ingenieros