Medicina natural, actualidad y economía

El Mercurio analiza críticamente en su editorial de hoy el vergonzoso desabastecimiento de combustible que enfrentó días atrás el aeropuerto de Pudahuel. Otras consideraciones sobre el tema

Menos mal que al menos El Mercurio se refiera en este domingo en su Segundo Editorial a este tema, en términos relativamente firmes. Poco se ha comentado y analizado en la prensa tan delicada situación. El Gobierno nada ha dicho al respecto, salvo una preocupación marginal del SERNAC por el daño a los pasajeros. Los parlamentarios nada han hablado sobre el tema.

Lo peor es que el Gobierno no se ha manifestado; uno puede preguntarse, no es tema importante para él. O estará tratando de evitar críticas al modelo de desarrollo o que se comprometa el prestigio de los ministerios que tendrían responsabilidades en lo sucedido.

Es de esperar que las Fuerzas Armadas y el ministerio de Defensa estén preocupados del asunto.

Más adelante me refiero más al tema, comento este editorial de El Mercurio y lo presento in extenso

A uno le cabe preguntarse qué pasa en Chile con los sistemas de seguridad. El patético caso del terremoto de 27 de febrero del año pasado unido a los maremotos; cómo quedó parte importante del país sin comunicaciones. Cómo no se dio aviso oportuno de los maremotos. El caso de Juan Fernández fue sin duda patético. No sólo no obtuvimos información de origen nuestro sino que fuimos incapaces de utilizar oportunamente la valiosa información que nos llegaba; se ha señalado que personal a cargo de estas tareas no entendían el inglés.

Parece que esa triste experiencia no ha sido aprovechada.

Alguien por ahí habría señalado que este nuevo problema es entre empresas privadas. No le correspondería al Estado intervenir. ¿Podrá ser verdad esto?

No será éste un tema mucho más complejo y que merece mayor atención.

Cabe preguntarse ¿puede el Estado chileno dejar la responsabilidad de abastecer de combustibles al principal aeropuerto chileno sólo de la dependencia de unas pocas empresas que los abastece? ¿Pueden existir en Chile aeropuertos o aeródromos que no tengan reservas de seguridad como podría ser las necesarias para cubrir por lo menos la demanda normal de una o de un par de semanas?. ¿No debe haber una entidad oficial que esté informada de las disponibilidades de combustibles y de asegurar que existan stocks que den seguridad?

Deben existir estudios sobre necesidades de stocks de combustibles para todo el país con una visión de seguridad de Estado.

No debió advertir al Gobierno la empresa que debe suministrar el combustible o una autoridad local responsable de la situación crítica que se avecinaba, para que se tomasen oportunamente las medidas de emergencia.

Nada se dice qué garantías deberían existir para que abastecimientos de tanta prioridad como la entrega de combustible aseguren que las obligaciones se cumplan. Debiera haber a lo menos, en una economía tan de mercado como la nuestra, grandes multas y otras sanciones a las empresas que no cumplan, para que se preocupen seriamente de responder a sus compromisos.

¿Es sólo esto responsabilidad de Copec?

El daño que se le ha hecho a Chile y a su Gobierno es inmenso; parece que no se le ha querido dimensionar.

Los primeros afectados han sido sin duda los pasajeros que se vieron postergados en sus viajes por una causa de esta naturaleza; se suma a ello la incertidumbre sobre cuánto durará la espera. No sólo han daños económicos y de bienestar, sino que también cuántos debían viajar por razones de salud y los ha afectado la postergación..

Las segundas afectadas han sido las líneas aéreas por las pérdidas que esto les ha ocasionado, no sólo como imagen antes sus clientes actuales y potenciales, sino los costos directos que han tenido para atender a los viajantes y a todas las programaciones de sus viaje futuros.

Cuánto les significa tener paralizado todo ese material de vuelo que estaba a su vez comprometido posteriormente con otros viajes. En esto entiendo que no actúan los seguros comprometidos cuando los problemas no son derivados de factores accidentales.

Cuál es el costo para la imagen de Chile y para su turismo.

Cómo puede ser que el Estado chileno no tenga combustibles para enfrentar situaciones de emergencia o no se preocupe de que éstos existan.

Qué hubiera pasado con esta situación en tiempos y mercados normales, si se hubiese presentado una catástrofe. Cuán grave sería si se presentan anormalidades externas a las que se suma una catástrofe nacional.

Pero lo más dañado a mi juicio ha sido la imagen del Estado chileno y la de su modelo de desarrollo.

Lo sucedido debe investigarse a fondo. Al parecer no sólo sería responsabilidad de Copec.

 Debe haber un pronto pronunciamiento del Gobierno.

Cabe preguntarse si se presenta una situación de emergencia como ésta, localizada sólo en un aeropuerto, no debiera darse preferencia a las líneas extranjeras que les es más difícil conseguir abastecimientos en otros aeropuertos. Se supo que vuelos internacionales de LAN pudieron realizarse haciendo escala técnica en Iquique para abastecerse con los volúmenes necesarios para la continuación de sus vuelos.

Se suma a todo lo anterior, que se mantienen riesgos de que esta situación se repita en los próximos días.

Presento a continuación ideas importantes a mi juicio del editorial de hoy de El Mercurio.

  1. Inaceptable problema de abastecimiento de combustible para los aviones, por una falta de stock de la empresa Copec.
  2. Importantes perjuicios a las líneas aéreas y a gran número de pasajeros,
  3. Fragilidad del sistema aeronáutico chileno, que la opinión pública y las autoridades desconocían hasta ahora.
  4. Indispensable esclarecer por qué, en condiciones de plena normalidad mundial, pudo producirse una situación como ésta.
  5. La Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila), que agrupa a 21 aerolíneas, criticó duramente a la empresa petrolera por la falta de un plan de contingencia eficaz para combatir semejante eventualidad y la sindicó como única responsable del cuadro bochornoso que se está viviendo.
  6.  Se crea una inexcusable obligación de investigar exhaustivamente para precisar las responsabilidades de la empresa proveedora, de la Dirección de Aeronáutica Civil y de toda otra instancia competente al respecto.
  7. Al parecer de los anterior, no sólo habría responsabilidad de la empresa Copec.

A continuación presento en forma in extensa este interesante editorial:

 Domingo 18 de Diciembre de 2011

Aeropuerto sin combustible suficiente

El aeropuerto de Santiago ha enfrentado un inaceptable problema de abastecimiento de combustible para los aviones, por una falta de stock de la empresa Copec, principal abastecedora de kerosene para aviones en el país. Esto ha causado importantes perjuicios a las líneas aéreas y a gran número de pasajeros, precisamente en una fecha de alto tráfico. Tal situación revela una fragilidad del sistema aeronáutico chileno, que la opinión pública y las autoridades —sorprendidas por este hecho— desconocían hasta ahora.

Es indispensable esclarecer por qué, en condiciones de plena normalidad mundial, pudo producirse una situación como esta. Aducir problemas internacionales —como lo ha hecho la empresa— cuando no se registra nada similar en otros aeropuertos de la región, más bien parece una excusa para una imprevisión respecto del consumo: no han existido aumentos sustanciales de demanda inesperados (como podría serlo una catástrofe, por ejemplo) ni tampoco restricciones profundas de la oferta mundial (como un repentino conflicto bélico), por lo que parece evidente que se trata simplemente de una falla interna de quien está encargado de proveer el combustible. De hecho, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila), que agrupa a 21 aerolíneas, criticó duramente a la empresa petrolera por la falta de un plan de contingencia eficaz para combatir semejante eventualidad y la sindicó como única responsable del cuadro bochornoso que se está viviendo.

La empresa anunció que se realizaría una coordinación operacional “excepcional” para acordar, entre las demás compañías que abastecen de combustibles al aeropuerto de Santiago y Enap, un plan de gestión que permita enfrentar los días venideros.

Eso es obviamente exigible para superar esta emergencia, pero no exime de la inexcusable obligación de una investigación exhaustiva, que precise las responsabilidades de la empresa proveedora, de la Dirección de Aeronáutica Civil y de toda otra instancia competente al respecto. ¿Puede el país estar seguro de que algo como esto no podría ocurrir en un momento de emergencia que comprometa la seguridad nacional? Las autoridades aeroportuarias y la firma proveedora deben entregar explicaciones y presentar un plan de acción para evitar que esto pueda repetirse.

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