La paridad parece utópica y no favorece lo mejor para un progreso justo. La paridad extrema obliga a que toda estructura deba tener composición par y no siempre favorece a la mujer. Ella seguramente en no pocos casos la ya ha perjudicado.
Mientras escribo este artículo, escucho la noticia de que la Convención Constituyente (CC) estaría aprobando la paridad de género en el nombramiento de los ministros de Estado entre otras designaciones, a pesar que Boric ha decidido un gabinete ministerial con un claro predominio de mujeres.
En mi opinión, lo que habría decidido la CC a última hora es un error, que posiblemente de mantenerse contribuirá a que el plebiscito final rechace lo propuesto por la CC. Hoy podría llegar a pensarse que sectores de la CC apoyen esta iniciativa, ya que con ello se lograría favorecer un rechazo a la propuesta completa. Se suma en mi opinión al rechazo final, otras decisiones como las de hacer desaparecer el Senado junto con eliminar la denominación de Poder Judicial al sistema jurídico existente en nuestro país.
La postergación histórica a la mujer, parece ahora reaccionar como un péndulo al otro extremo. El efecto péndulo lo hemos apreciado en varias ocasiones en la historia de Chile, con efectos negativos. Él se suaviza lentamente.
Hay dos temas a mi juicio muy importantes que afectan a la mujer actualmente, uno de ello los obstáculos para lograr el pago alimentario para sus hijos por parte de sus padres. Lograrlos en sus valores justos significa trámites legales no fáciles de concretar y después vienen los enormes esfuerzos para que esos pagos se concreten.
Otra legislación que podría establecerse es con relación a salas cunas y jardines infantiles que sean financiadas por el Estado, ya sea ello una actividad pública o de empresa privadas. Podría ser conveniente que estos establecimientos no deban ser financiados por el empleador, porque ello puede desalentar el contrato de mujeres jóvenes, que ya tienen el hándicap en contra por los permisos pre y pos natales como también, las dificultades para despedirlas.
Con respecto al primer tema, una medida práctica sería que si no se cumple la decisión judicial por un par de meses, pase a hacer los pagos el Estado y éste se encargue de llevar adelante los cobros, posiblemente por el Consejo de Defensa del Estado con los costos del juicio y las multas que se establezcan. El proceso tendría las ventajas de una economía de escala.
Otra medida también podría ser, tanto para los trabajadores hombre y mujeres con respecto a sus imposiciones previsionales, si no los hace el empleador, lo haga oportunamente el Estado y éste se encargue de las cobranzas con los beneficios de cubrir sus costos y el cobro de multas. No pocos trabajadores se encuentran al momento de jubilar, con vacíos o lagunas de pagos de imposiciones.
Debe tenerse presente en la actualidad que las imposiciones son de cargo del empleado, y el empleador se hace responsable de destinar esos valores al sistema previsional, hoy día mayoritariamente a una AFP.
En mi opinión, es preocupante en el día de hoy, Día Mundial de la Mujer, se mueva el péndulo a un extremo, con un feminismo exagerado y con el predominio de la paridad de género por sobre su equidad. Debe reforzarse la motivación de emplear mujeres por una serie de medidas, y menos por imposiciones difíciles que cumplan sus objetivos.
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