Preocupante la actitud del nuevo Subsecretario del Interior sobre la información de fallecidos por el terremoto. Primero plantea que el Subsecretario anterior no les había dado a conocer cómo obtenían la información, cuando éste ha señalado en forma muy clara que las dos fuentes son oficiales, Carabineros de Chile y el Servicio Médico Legal, y además que él había entregado todos los antecedentes a los asesores de Subsecretario entrante.
Aparentemente para justificar su actuación inicial ha seguido dando nuevos antecedentes, con presentaciones improvisadas acompañadas de graves errores. Pienso que esto ha dañado a la imagen de Chile. Uno se pregunta por qué se ha tratado de informar que son menos los fallecidos; habría alguna razón de fondo o sólo se persigue perjudicar la imagen del gobierno anterior. En torno a esto, se ha visto una actitud bastante más prudente, más madura, del Ministro del Interior.
Muchos podemos pensar que una autoridad de esta naturaleza debe tener mayor altura de mira. El Ministerio del Interior constituye el eje central de la estructura política y toma mayor importancia frente a las catástrofes.
Lamentablemente parece ser un defecto humano frecuente tratar de desprestigiar a los antecesores a favor de los entrantes. Lo vimos en la misma Concertación cuanto asumió la Dra. Bachelet, cómo algunos con su personalismo perjudicaron imagen del Gobierno de Lagos. A veces se da que también se descontinúan iniciativas del Gobierno anterior, perdiendo recursos. Lo vimos con relación al puente sobre el Canal de Chacao y con el ferrocarril hasta Puerto Montt. Cómo el Presidente Lagos impulsó estas iniciativas, con entre otras cosas la construcción o modernización de las estaciones ferroviarias que según se dice, después quedaron abandonadas. El tema de los ferrocarriles en Chile daría para un largo análisis.
También en la Universidad de Chile he visto actitudes de esta naturaleza.
Actitudes similares las observé cuando el Presidente Ibáñez asume después de los gobiernos radicales; cuando Allende asume después de Frei Montalva, y cuando llega el Gobierno Militar. Espero más adelante referirme a algunos documentos históricos que poseo y que creo de conveniencia que se conozcan.
Es conveniente que estos temas relacionados a la transición, antes de salir a la luz pública, sean analizados por las autoridades de ambos gobiernos. Es necesario actuar así para contribuir a no aminorar el prestigio bastante deteriorado de la política y de los políticos y contribuir a actitudes más favorables al desarrollo del país.
Debe haber una identidad con la institución a la que se ingresa, respetar su pasado y tratar siempre de actuar con altura de mira. Es muy posible que siempre será necesario hacer algunos cambios de equipos y de objetivos; pero ello debe ser hecho con prudencia y viendo primer el interés nacional.
Supe de un caso que me impresionó, lo he mencionado en un artículo anterior. Fue en la transición entre el Gobierno de Frei Montalva y el de Salvador Allende. Me lo contó el último Vicepresidente de la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) del periodo de Frei Montalva. Se trataba del caso de un funcionado egresado de derecho quien no estaba de planta en la Empresa; el informante me señaló que le había ofrecido un cargo en la planta si obtenía su título profesional. No lo obtuvo en su período de autoridad. Pero después que asume el Presidente Allende se produjo, como era de esperar, un cambio en la dirección de la ECA; la persona que asumió entiendo que era del Partido Comunista.
Para sorpresa del anterior Vicepresidente, le llega un llamado por teléfono de la nueva autoridad para consultarle si era efectivo el compromiso que se le había informado. Su respuesta fue que era cierto, pero que éste existía desde luego sólo para su mandato. La respuesta de la nueva autoridad fue que ése era un compromiso institucional y que debía respetarse, por lo cual este funcionario habría sido nombrado de planta.
Llama la atención el comportamiento de la nueva autoridad, oye al funcionario sobre el ofrecimiento de la anterior autoridad, no lo descarta, lo consulta con la autoridad anterior y considera el compromiso anterior de carácter de institucional. Sin duda que era una época de otros valores y en que la política estaba más prestigiada.
Debemos esperar que lo sucedido recientemente se analice en un sentido crítico constructivo y se puedan evitar errores futuros; que esto sirva de lección.
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