Medicina natural, actualidad y economía

Interesantes antecedentes sobre vacunas para prevenir cánceres. Futuro esperanzador

A muchos nos puede llamar la atención saber que se está disponiendo de vacunas contra algunos tipos de cánceres. Ya se conocen dos vacunas aprobadas contra cánceres específicos. Otras vacunas han mostrado resultados esperanzadores contra cánceres, por sus resultados observados en estudios clínicos; se informa tipos de vacunas contra el cáncer han mostrado resultados alentadores en estudios efectuados, especialmente en Estados Unidos, pero aún no han sido aprobados.

Las vacunas tradicionalmente se utilizan para prevenir enfermedades generadas por virus o bacterias, que no es el caso de los cánceres.

Las dos vacunas ya conocidas y aprobadas son la Sipuleuce-T (Provenge) y la Talimogene laherparepvec (T-VEC). La primera enfrenta al cáncer de próstata avanzado y la segunda al melanoma también avanzado, cáncer de piel de alta letalidad. Estas vacunas no sólo serían preventivas sino también curativas. A mi parecer estas vacunas se estarían usando principal o únicamente frente a cánceres ya avanzados. Ambas vacunas tendrían efectos secundarios generalmente débiles.

Presento párrafos textuales de un artículo publicado sobre el tema que da más información. Se incluye en ellos más información sobre los efectos secundarios.

  • Sipuleucel-T (Provenge):este medicamento se utiliza para tratar el cáncer de próstata avanzado que ya no responde a la terapia hormonal. Por lo general, los efectos secundarios son leves y pueden incluir fiebre, escalofríos, cansancio, dolor de espalda y de articulaciones, náuseas y dolores de cabeza. Algunos hombres pueden presentar síntomas más graves, incluyendo problemas para respirar e hipertensión arterial.
  • Talimogene laherparepvec (T-VEC): esta vacuna está aprobada para tratar el cáncer de piel tipo melanoma avanzado. Se produce de un virus del herpes que ha sido alterado en el laboratorio para producir una sustancia que el cuerpo normalmente produce, llamada Esta citocina estimula el sistema inmunitario y puede causar síntomas similares a la influenza (gripe) durante poco tiempo.

Fte:https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/tipos-de-tratamiento/inmunoterapia/vacunas-contra-el-cancer.html

Es interesante conocer como se preparan las vacunas contra el cáncer. El proceso es bastante diferente al tradicional de otras vacunas. La vacuna contra enfermedades provocadas por bacterias o virus se prepara a base de gérmenes debilitados o muertos, con ello prepara el sistema inmunitarios o inmune para defenderse del virus o bacterias y así evitar la generación de la enfermedad al producirse el contagio inicial; es un tratamiento preventivo. Sé de un caso en la medicina animal, el de la brucelosis, en que la vacuna Cepa 19 no sana de la enfermedad pero evita el aborto. La característica de la brucelosis es la que genera aborto, especialmente en vacunos.

Las vacunas para el tratamiento del cáncer son diferentes de las vacunas que funcionan contra los virus y bacterias, ya que tratan de preparar al sistema inmunitario para que lance un ataque contra las células cancerosas en el organismo. En lugar de prevenir la enfermedad, estas vacunas tienen el objetivo de lograr que el sistema inmunitario ataque a una enfermedad que ya existe.

Algunas vacunas para el tratamiento del cáncer se componen de células cancerosas, partes de células o antígenos puros (ciertas proteínas en las células cancerosas). A veces, las propias células inmunitarias de un paciente se extraen y se exponen a estas sustancias en el laboratorio para crear la vacuna.

Una vez que la vacuna está lista, se inyecta en el cuerpo para aumentar la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas. Ya se ha señalado en el caso de la vacuna Talimogene laherparepvec (T-VEC) la que se produce de un virus del herpes que ha sido alterado en el laboratorio para producir una sustancia que el cuerpo normalmente produce, llamada citocina.

Nota: La citocina es un tipo de proteína que elaboran ciertas células inmunitarias y no inmunitarias, y que tiene un efecto en el sistema inmunitario. Algunas citocinas estimulan la respuesta inmunitaria y otras la disminuyen.

Las vacunas a menudo se combinan con otras sustancias o células llamadas “adyuvantes” que ayudan a aumentar aún más la respuesta inmunitaria.

Las vacunas tradicionales se administran a las personas sanas para ayudar a prevenir infecciones, como el sarampión y la varicela; fue muy importante para erradicar en el mundo la viruela. Estas vacunas utilizan gérmenes debilitados o muertos como virus o bacterias para iniciar una respuesta inmunitaria en el organismo. Prepara el sistema inmunitario para defenderse de estos gérmenes y así ayuda a evitar que las personas contraigan las infecciones.

En el caso de cánceres, la mayoría de las vacunas utilizadas para tratar el mal, son curativas; provocan que el sistema inmunitario de la persona ataque a las células cancerosas y además evita que éste regrese. También hay algunas vacunas que pueden ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.

Las vacunas contra el cáncer provocan que el sistema inmunitario ataque las células con uno o más antígenos específicos. Debido a que el sistema inmunitario tiene células de memoria (memoria inmunológica) especiales, se espera que la vacuna pueda seguir funcionando mucho después de que se administra. Importante será a futuro saber si es necesaria una nueva vacunación y a qué distancia de la inicial.

Algunas vacunas actúan indirectamente contra el cáncer en la medida que su acción ataca virus que contribuyen a generar esos cánceres. Son vacunas preventivas de cánceres.

En la bibliografía se mencionan dos tipos de casos, uno relacionado con cepas del virus del papiloma humano (VPH) y el otro con cepas del virus de la hepatitis B (VHB).

La vacuna contra el VPH es la para prevenir principalmente el cáncer femenino del cuello uterino. Previene otros cánceres como los de ano, garganta, vagina, vulva y pene. Estos cánceres se han relacionado con algunas cepas del virus del papiloma humano (VPH).

En la salud pública ya se ha establecido la recomendación del combate de ese virus a través de la vacuna especialmente de la mujer, aún desde niñas.

Otros de los virus es de la hepatitis B (VHB). Las personas que tienen infecciones crónicas (a largo plazo) por este virus, tienen un mayor riesgo de ser  afectadas por el cáncer de hígado. Recibir la vacuna para ayudar a prevenir la infección por el VHB puede reducir el riesgo de padecer de ese cáncer.

Estos tipos de vacunas solo son útiles para los cánceres que se sabe que son causados por infecciones. Sin embargo, no se cree que la mayoría de los cánceres, como los cánceres colorrectales, pulmonares, de próstata y de seno, sean causados por infecciones.

Pueden ayudar a proteger contra algunos tipos de cáncer, pero no se dirigen directamente a las células cancerosas porque aún no se han formado.

El tema de la vacunación contra cánceres es muy importante. Su importancia a mi juicio destacable es que su acción se puede iniciar contra un cáncer ya existente. Lo otro notable que esta vacuna podría prepararse en forma particular para cada paciente; allí pasa a ser principalmente curativa y además, desde luego, posteriormente para que el cáncer no regrese.

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