El 18 de julio publicado en cartas al Director de El Mercurio una comunicación del rector de la Universidad de Chile recordando al destacado estadistas Juan Gómez Millas, ex ministro de Educación en dos gobiernos, los también a mi juicio grandes estadistas presidentes de la República de Chile, Carlos Ibáñez del Campo y Eduardo Frei Montalva, de quienes tan importantes leyes e iniciativas registra nuestra historia.
Presento primero la carta del rector Vivaldi, después entrego algunos antecedentes del currículo de Gómez Milla y posteriormente contactos que yo tuve con él como, dirigente estudiantil, en los inicios de una gran reforma que se inició en 1953 de la entonces Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Va a continuación la carta del rector de la Casa de Bello, como también se le denomina la Universidad que encabeza. Reitero, la carta es del 18 de julio.
Juan Gómez Millas
Señor Director:
Hoy se cumplen 120 años del nacimiento del profesor Juan Gómez Millas, gran rector de la U. de Chile. En su larga trayectoria dentro y fuera de nuestra institución se desempeñó como académico, como decano de la Facultad de Filosofía y Educación y, en dos oportunidades como ministro de Educación. Desde ese último cargo, el profesor Gómez Millas relevó el desarrollo científico en el país, promoviendo, a través de la Ley 11.575, la asignación de 0,5% de todos impuestos directos e indirectos de carácter fiscal a la investigación científica, a la vez que encabezó la creación de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológicos (Conycit) y del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CEPEIP).
Como rector fue un gran promotor de las Artes y las Humanidades. Uno de sus más importantes legados fue la expansión de la Universidad creando los colegios regionales, buscando así contribuir a un crecimiento armónico del conjunto del país, en respuesta a una demanda descentralizadora que por años reclamaban las y los habitantes de regiones.
En su homenaje, uno de los más importantes campus de la Universidad lleva su nombre.
Hoy enfrentamos la pandemia con aportes de las disciplinas de salud y del compromiso múltiple de la investigación científica, de las humanidades, las artes y las comunicaciones, todas necesarias para entender el mundo que habitamos y proyectar el país que queremos, más cohesionado y más justo. Invitamos al país a reflexionar sobre la obra del rector Juan Gómez Millas, su tarea constructiva que convoca distintas visiones que entiende la descentralización como progreso y que valora la educación pública y la ciencia en todo el país.
ENIO VIVALDI VEJAY
Rector de la Universidad de Chile
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Algunos antecedentes del currículo de Juan Gómez Millas
Nació en Santiago el 18 de julio de 1960 y falleció el 16 de marzo de 1987, a 86 años en Maitencillo. Se le califica como un profesor, pedagogo y político chileno. Es principalmente conocido por haber sido rector de la Universidad de Chile entre 1953 y 1963.
«Cercano a las ideas nacionalistas, fue líder del Partido Unión Nacionalista de Chile a mediados de la década de 1940. Posteriormente se desempeñó como ministro de Estado de los presidentes Carlos Ibáñez del Campo y Eduardo Frei Montalva».(Fte Wikipedia).
Sus estudios fueron en Santiago, Instituto de Humanidades Luis Campino y Colegio San Ignacio. Después estudió historia en la Universidad Católica, para posteriormente ingresar al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde en 1922 se recibió de profesor de ciencias sociales.
Estuvo relacionado con la política partidista como también con la de ministro de Estado, lo fue en la cartera de Educación en dos periodos presidenciales, en los Gobiernos de Carlos Ibáñez del Campo y Eduardo Frei Montalva. En 1952 fue nombrado ministro de Educación Pública por el Presidente Ibáñez cargo que desempeñó por un año por ser elegido en 1953 rector de la Universidad de Chile.
En 1964 el presidente Frei Montalva lo nombró también como ministro de Educación, cargo que ejerció hasta 1968, periodo en que se dio inicio a una de las reformas consideradas más importantes de la educación chilena.
Volviendo al tema del Partido Unión Nacionalista, éste fue de muy corta duración, posiblemente ese partido tenía una visión muy nacionalista, mirando un modelo de país deseado a futuro, en que la educación constituía un pedestal fundamental, al igual que el progreso en las ciencias y para ello, darle gran impulso a la investigación.
Debe tenerse presente sus iniciativas para que el profesorado chileno tuviese un continuo perfeccionamiento.
Cabe destacar su actividad académica
- Recién egresado desarrolló actividad docente en la Escuela Militar en historia y geografía.
- En 1925 fue nombrado profesor de historia universal en el Pedagógico de la U. de Chile.
- Años después fue nombrado Director del Instituto de Historia y Geografía del mismo pedagógico.
- En 1931 fue designado Secretario General de la Universidad de Chile. Durante su desempeño se crearon la Editorial Universitaria y el Departamento de Bienestar.
- Posteriormente fue elegido Decano de la Facultad de Educación de la U. de Chile.
- En 1953 fue elegido Rector de la Universidad de Chile cargo que desempeñó hasta 1963.
Durante su mandato universitario se han destacado varias realizaciones entre estas las sedes regionales con los colegios universitarios en que se dictaban carreras cortas. Además se inauguraron importantes centros de investigación en ciencias sociales, ciencias agronómicas y ciencias físicas.
“Su rectorado es considerados como uno de los más importantes en la historia de esa casa de estudios”. Nota: párrafo textual que aparece en Wikipedia.
Gómez Milla era masón como lo han sido muchos rectores de la Universidad de Chile. Quiero precisar que yo no lo soy, pero he tenido contactos muy positivos con masones tanto como alumno, como académico, como decano de la Universidad de Chile y como académico de otros centros de formación de educación superior. Pero hay lamentables excepciones.
Su meritoria labor por la Universidad de Chile, ha sido reconocida entre otras distinciones por la denominación con su nombre del campus de la Universidad de Chile localizado en la Comuna de Ñuñoa donde se encuentran las facultades de Filosofía y Humanidades, de Ciencias y de Artes como también el programa de Bachillerato y el Instituto de la Comunicación e Imagen.
Este campus se encuentra muy cerca del ex Pedagógico de la Universidad de Chile, disgregado de esta casa de estudios por el Gobierno Militar y que en la nueva democracia no hubo la voluntad recuperarlo, al igual que lo sucedido con el Instituto Profesional de Santiago, el que terminó transformado en una nueva universidad estatal, la actual Universidad Tecnológica Metropolitana(UTEM), creada por ley una vez recuperada la democracia.
No puedo dejar de mencionar la reducción que experimentó la Universidad de Chile con la pérdida de todas sus vicerrectorías regionales, como también parte importante de su financiamiento autónomo que existía en la legislación chilena, al eliminar la Constitución de 1980 todas las legislaciones específicas que financiaban a parte importante del Estado y dejar esa responsabilidad a las leyes anuales de Presupuesto.
Conviene recordar también que la Universidad de Chile tenía su docencia gratuita y su financiamiento posterior ha tenido que ser cada vez mayor proveniente de aranceles de valores reales paulatinamente más altos. Esa gratuidad ha contribuido a que sus egresados se sientan más comprometidos con la sociedad, lo que también contribuía a que los alumnos siguieran con más libertad sus vocaciones.
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Contactos que yo tuve con el rector Gómez Millas como dirigente estudiantil en los inicios en 1953 de una gran reforma de la entonces Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Por circunstancias muy especiales en 1953 fui elegido Vicepresidente del Centro de Alumnos de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Chile, organización que era presidido por Sergio Mora González.
Nos tocó heredar los esfuerzos anteriores por hacer una profunda modificación de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, de la cual dependía la Escuela de Agronomía, la Escuela Práctica de Agricultura de la Quinta Normal y además extensos terrenos, especialmente para la agricultura tenía la Facultad en la Quinta Normal, donde también poseía una estructura para producir vinos y licores entre los que se destacaba el coñac Quinta Normal. También poseía la Hacienda Rinconada de Maipú, predio agrícola de unas 2 mil hectáreas, donde se desarrollaba una amplia actividad agrícola y además el quinto año de Agronomía se desarrollaba en gran parte con alumnos internos.
Para llevar adelante la reforma que se arrastraba desde años, la Directiva del Centro de Alumnos se entrevistó con el entonces reciente elegido rector, don Juan Gómez Millas. Pedíamos la salida de varios profesores que si bien eran de valiosa experiencias estaban ya distanciados de muchos de los avances de la agricultura y de otras materias que recibíamos.
La conversación con el rector fue tranquila y agradable, oyó nuestros planteamientos y finalmente nos manifestó que no le lleváramos problemas chicos. Seguramente estaba informado de lo que sucedía en nuestra facultad.
Al poco tiempo, después que la Facultad acuerda por un año más postergar la reforma anhelada, los alumnos acordamos ir a la huelga, la que se concretó y perduró por varias semanas; en esa época, las huelgas estudiantiles eran casi desconocidas.
Finalmente, en una sesión del Consejo de Facultad, renunció públicamente a ella uno de nuestros mejores profesores, René Enríquez Frodden, quien he sabido que era masón. Este ingeniero agrónomo era muy apreciado en nuestra profesión.
Al poco tiempo la Universidad de Chile declaró en reorganización a la Facultad y fue designado como nuevo Decano al profesor Enríquez Frodden.
Así se inició una gran reforma de la facultad. Se crearon departamentos, se contrataron profesionales jóvenes a jornada completa, se creó una gran estación experimental agronómica en la Hacienda Rinconada de Maipú, se construyeron casas para profesores a jornada completa y se construyó un gran edificio para trasladar gran parte de la carrera al régimen de internado.
Todo eso se hizo con el respaldo del rector Gómez Millas, quien mucho se preocupó de la docencia y de la investigación.
La hacienda además de estar inserta en una zona agrícola, tenía condiciones de suelos muy heterogéneos, terrenos planos regados por aguas gravitacionales, suelos en pendientes regados por aguas elevadas a dos niveles, las que por canales independientes terminaban en sendos embalses (o tranques). Además se tenían pozos de aguas subterráneas y amplios terrenos de secano. Dentro de la hacienda se destaca la llamada Quebrada de la Plata, hoy calificada como Santuario de la Naturaleza.
Se llegó a tener internos de tres cursos, hasta que cambios de decanos y de rectores destruyeron ese gran programa y se decidió trasladar la Facultad a una nueva sede en la comuna de La Pintana, donde se compró un predio de unas 200 hectáreas de suelos homogéneos y se construyó una impresionantes series de edificios, a un levado costo, financiado en gran parte con un crédito del BID en condiciones muy favorables para el país. Posiblemente en lo sucedido hubo ambiciones personales, que no es del caso analizar.
Fui profesor titular de una cátedra de Agronomía en los años sesenta y en un Consejo de Facultad. después de un amplio análisis a favor de la permanencia en Maipú, se tomó el acuerdo de no llevar adelante el traslado a La Pintana. Ello originó el intento de renuncia del decano de entonces, en momentos en que la negociación con el BID ya estaba muy avanzada. Por todo ello, se decidió desistirse del acuerdo.
Se vendieron los edificios construidos para el alumnado interno, para otras actividades universitarias y de vivienda de profesores a jornada completa, al Ministerio de Educación para otros fines y finalmente la mayoría de esas construcciones pasaron al Ejército después del Golpe Militar. Gran parte de la Hacienda Rinconada siguió de propiedad de la hoy llamada Facultad de Ciencias Agronómicas. Lamentablemente se perdieron gran parte de las aguas de riego que provenían del Zanjón de la Aguada y que pasaban por una gran canoa por sobre el río Mapocho. Esas aguas eran de las llamadas servidas, provenientes del alcantarillado de Santiago, las que se fueron contaminando cada vez más con residuo industriales.
Se construyó una planta de tratamientos de aguas servidas. Se suponía que las aguas tratadas seguirían con los destinos iniciales, hubo compromisos verbales, pero finalmente a lo menos gran parte de ellas se vendieron a otros destinos. Para mí fue deprimente ver posteriormente como secaron hermosos árboles del gran camino central y los de unos bosquecillos que existieron.
Es triste lo que pasa en Chile, muchas veces los cambios de autoridades conducen a alterar las líneas de desarrollo. De eso mucho ha sufrido la Universidad de Chile, como ha sido la pérdida de su Pedagógico y de sus sedes regionales, como también sus financiamientos autónomos que le permitía hacer más investigaciones y labores de extensión relacionadas con los intereses nacionales.
Qué triste que Chile y nuestra Casa de Bello no tenga más hombres como Juan Gómez Millas
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