Medicina natural, actualidad y economía

La industria del azúcar de remolacha requiere protección del Estado. Eso sucede normalmente en los países que cultivan la remolacha azucarera.  Lamentable cierre de la CRAV(Compañía de Refinería de Viña del Mar)

En Chile se trató de llevar una política de Estado para mantener los dos procesos de abastecimiento de azúcar del país, la refinación de azúcar cruda importada y azúcar proveniente de la remolacha. No se pretendió llegar a autoabastecernos de este última, sino llevarla a los niveles más convenientes para el desarrollo agrícola nacional.

Se dieron varias versiones de la quiebra de la CRAV. Una de la más factible habría sido la que la empresa compró a futuro en el mercado internacional, en momentos de incertidumbre, a niveles más altos a los que se dieron posteriormente en el mercado.

Conviene recordar que poco tiempo después del Golpe Militar, al llegar los economistas llamados de Chicago, de un extremo del neoliberalismo mundial, decidieron vender IANSA por plantas y no como empresa integral. Eso se dio en circunstancias especiales de un precio internacional del azúcar muy alto; por lo tanto la industria remolachera pasaba a ser muy rentable.

El General Javier Palacios, como Vicepresidente Ejecutivo de CORFO, institución dueña mayoritaria de IANSA, se opuso la venta por plantas. De venderse, debía ser la empresa completa. Sin duda en mi opinión era lo más razonable.

En un próximo artículo me referiré a las justificaciones de venderse como empresa, ya que se me ha pedido que informe sobre ellas, especialmente por haber sido profesor de la cátedra de Economía Agrícola en la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad de Chile, asignatura optativa, casi siempre con muchos alumnos, que se dictaba en los dos semestres, fue eliminada de la carrera por los neoliberales que llegaron a la Facultad, basados en que no se justificaban las economía sectoriales, porque la economía era una sola. La consideraban más como que era una ciencia exacta; sin duda la teoría económica es apasionante, se basa en que siempre se cumplen ciertos postulados; pero la realidad no es esa. La economía es una ciencia social.

A mí me tocó preparar el oficio contrario a la venta por plantas, el que fue enviado al Gobierno el día antes de que se le sacara de esa vicepresidencia al general Palacios. Según supe, él habría manifestado que le había sido muy grato entregar esa recomendación.

Mientras CORFO estuvo bajo la Vicepresidencia de Generales del Ejército, las privatizaciones fueron muy prudentes y se podría decir, de buen criterio.

Especial recuerdo tengo del general Gastón Frez en su reacción espontánea  frente al extremo con que se quería privatizar por los Chicago Boys las empresas que en esos momentos estaban en manos del Estado; estuve en una sesión, mientras yo todavía tenía un cargo importante en CORFO, sesión que la dirigía Pablo Baraona, para determinar empresas que se querían privatizar. La reunión terminó bruscamente cuando intervino el general Frez, criticando a los niveles a que se estaba llegando, señalando que podrían llegar hasta privatizar al Regimiento Buin.

El General Palacio fue reemplazado de la cabeza de CORFO, del cargo de vicepresidente ejecutivo, por el empresario, ingeniero civil Francisco Soza Cousiño; eso fue a mediados de 1975, dejando el cargo ese mismo año.

Mario Sarquis Yasigi, quien tenía un alto cargo en la CORFO y que además era muy respetado y apreciado por los Vicepresidentes Ejecutivos, logró que el General Palacios a su solicitud, le solicitase la renuncia. No estaba dispuesto a depender del vicepresidente civil que asumiría.

Apenas asumió Francisco Soza, la Vicepresidencia Ejecutiva a mí fue el primero a quien se le solicitó la renuncia. A muchos más se les pidió posteriormente.

Supe que él traía mi nombre como al que primero que debía echar. La orden de él habría sido que se siguiera el camino que menos me perjudicara.

Eran tiempos en que a los ejecutivos que se les pedía la renuncia, si tenían más de 15 años de servicio, tenían derecho a jubilar y además a recibir un doble desahucio.

A mí no me sorprendió que se me echara de CORFO, ya que una secretaría de alto nivel, que sé que me estimaba, me había dado a entender lo que sucedería, para yo estar preparado para recibir la noticia. Sin duda que quedé muy agradecido de esa información.

Supe por un gran colaborador mío, que un empresario importante habría dicho que el país no tenía destino si yo seguía en CORFO. Vi que no tuvo la voluntad de informarme quien opinaba así; no intenté preguntárselo.

Finalmente, con la CORFO en manos de un civil, se vendieron plantas intermedias las que prontamente quebraron y debieron cerrar. Una de ellas fue la de Linares. Cuando visitó el General Pinochet esa ciudad, captó lo grave que era esa paralización, ordenó a su regreso que el Gobierno se hiciese cargo de toda la empresa, la que después fue vendida al sector privada como empresa total manteniendo su nombre de IANSA.

Esta IANSA privada ha debido ampliar su giro a otras actividades agroindustriales y ha ido cerrando plantas, entre ellas la simbólica primera planta, la de Los Ángeles.

Los gobiernos de la nueva democracia no han sido capaces o no han tenido la intención de restablecer una política remolachera, parecida a las que tienen los países desarrollados de climas templados que conservan este valioso cultivo.

Desgraciadamente cada día en Chile se van debilitando el sector de las empresas manufactureras, muy importantes generadoras de empleos y de contribución al desarrollo regional. Nos distanciamos cada día más de la planificación en Chile.

Históricamente se le había dado mucha importancia a la planificación del desarrollo de la agricultura. El Ministerio de Agricultura contó con una valiosa Oficina de Planificación Agrícola, con la sigla de ODEPA. Se mantiene la sigla pero con el significado actual de Oficina de Políticas Agrícolas.

Poca reacción ha habido en este ministerio frente al cierre de las plantas remolacheras.

Llamo la atención que universidades y en particular la Universidad de Chile, han cambiado el nombre de las facultades de Economía y Administración o de Ciencias Económicas y Administrativas por la de “Economía y Negocios”.

Bastante se ha escrito sobre los negocios que se ha hecho con las universidades. Han sido vendidas a buenos precios. Incluso inversiones extranjeras se hacen en ellas tanto en su propiedad como en la venta de asesoría.

Desgraciadamente, por otra parte los Colegios Profesionales se han ido debilitando entre otras razones a consecuencia de disposiciones constitucionales y legales. Se les ha transformado en AG, “agencia gremial”, pudiendo incluso haber más de un colegio profesional AG por profesión. A juicios de muchos esto ha dañado la ética profesional.

La ética resguarda a la sociedad, por fomenta la honestidad, perjudica a los estafadores que cada día parecen ser más y más sofisticados. Más aprenden de negocios

Un preocupante tema ha sido el otorgamiento de licencias médicas injustificadas, que entre otros efectos ha dañado el financiamiento del sistema de salud, tanto el público (FONASA) como el de las ISAPRES.

______

Escriba un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Hola, soy Rolando Chateauneuf.

Dentro de mi blog podrá encontrar contenidos  relacionados a:

Alimentación y nutrición, Ética y valores. Cáncer. Constitución. Cultura ecuestre. Economía y Desarrollo. Dólar. Inversiones extranjeras, Medicina natural (Plantas medicinales). Política agrícola. Universidad de Chile.

Para ubicar los artículos por temas, descienda por esta columna hasta alcanzar a Categorías y ahí pinchar la que le interese.

Buscador
Categorías
Archivos
Archivos
Enlaces externos