Introducción. Recordemos que hay dos productos agrícolas importantes que abastecen la producción mundial de azúcar refinada. Estos son los de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera. La de caña se genera principalmente en climas tropicales; sus terrenos de cultivo están casi totalmente entre los 30 grados de latitud sur y los 30 grados de latitud.
Su producción en algunos países se destina en alto grado a los mercados internacionales, en cambio la de remolacha va a los mercados nacionales en países de climas templados y en general abastecen parcialmente las necesidades del país.
Los costos de producción son muy diferentes, el de la azúcar de caña es apreciablemente menor, pero los países que cultivan la remolacha lo hacen por una amplia gama de beneficios económicos y sociales. Uno de ellos sería la seguridad alimentaria del país.
El comercio exterior se hace en alta proporción como azúcar cruda de caña (o sin refinar), para refinarse en el país de destino. Así fue en Chile con dos plantas refinadoras, la de Viña del Mar y la de Penco, en la zona de Concepción.
Grandes productores de azúcar de caña son Brasil y la India, en cambio de azúcar de remolacha son el conjunto de los países europeos y EE.UU.
Un caso interesante de seguridad alimentaria es el del Reino Unido que pudo enfrentar su bloqueo en la segunda guerra mundial gracias a su producción local de alimentos. Un médico extranjero especialista en alimentación y nutrición, me decía que esa población fue de la generación mejor alimentada, gracias al racionamiento que se tenía y a la distribución racional de los recursos alimenticios.
Por otra parte un profesional de IANSA me informó que en el Reino Unido se habría decidido ya muchos años atrás mantener el cultivo de la remolacha a pesar de los muchos documentos, algunos muy extensos, que recomendaban no mantenerla; pero bastó un solo informe, relativamente corto, para que el país decidiera mantener esa actividad.
En los países desarrollados de climas templados en general existe la producción de la azúcar de remolacha, pero lo habitual es que no se autoabastecen de ella. Su cultivo lo hacen por los diversos y amplios beneficios que tiene esa actividad para la agricultura especialmente, como también para muchas otras actividades. Generan una importante actividad económica en ciudades de tamaños intermedios.
Importantes productores de azúcar de caña son Brasil y la India, con fines fundamentalmente de auto consumo. Otros países de menor población son importantes productores y exportadores de azúcar cruda de caña. Cuba se destaca entre ellos como también en menor grado varios países de Centro América y del Caribe que abastecen en grado importante a EE.UU, país que produce azúcar a partir de los dos cultivos, caña de azúcar y remolacha.
La producción mundial de azúcar de caña supera ampliamente a la de remolacha. Por ejemplo en el año 2000, la de caña quintuplicaba a la de remolacha.
Chile hasta los comienzos de los años 50 se abastecía solo de azúcar de caña, importada como cruda y refinada, como ya s ha señalado en un par de industrias localizadas cerca de puertos..
El inicio de la actividad remolachera se produjo en los gobiernos de los presidentes radicales, que en uno de sus grandes propósitos estuvo el desarrollo industrial, especialmente a través de CORFO. Se necesitó primero investigar su cultivo. Después de varios años de hacerlo se decidió construir la primera planta en Los Ángeles en 1953, para ello se creó la IANSA, empresa estatal de propiedad de CORFO que entró a producir en 1954.
Dos nuevos gobiernos fueron impulsores de esta industrialización, los del General Carlos Ibáñez del Campo y Eduardo Frei Montalva. La última planta, la de Curicó, se inauguró a comienzos del Gobierno Militar. En sus comienzos este gobierno apoyó a IANSA, mientras su sector económico estuvo en manos de representantes de las fuerzas armadas.
A la llegada de los llamados Chicago Boys se iniciaran gestiones para privatizar IANSA.
Conviene recordar que en IANSA había accionistas privados, en muy baja proporción. Ellos provinieron de consumidores y de productores de remolacha. Al partir la empresa, había escasez de azúcar en Chile y se les ofreció a los consumidores venderles azúcar por mayor, a precio para mayorista, a partir de una compra de tantas acciones por saco.
En otro momento, cuando el cultivo de la remolacha era muy rentable, se condicionó los contratos con los agricultores, a que ellos compraran un cierto número de acciones por hectárea contratada.
La otra presencia de los agricultores remolacheros se logró establecer a base de la creación de cooperativas de productores por planta y se les dio derecho a un representante de la cooperativa en su Directorio. Cedió CORFO puestos de directores a las cooperativas, directores que ellas designaban. Ello originó una gran transparencia del accionar de la empresa hacia el sector agrícola, el quedaba informados de lo que se acordase con mucha anticipación.
Creo conveniente señalar nuevamente que yo tuve la oportunidad de ser director de IANSA y su vicepresidente, siendo funcionario de CORFO, en dos periodos, primero en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva como Gerente Agrícola, cargo que era considerado dentro del sector agrícola establecido en la legislación de Reforma Agraria. Cargo que mantuve hasta asumir el Gobierno del Presidente Allende.
Periodo posterior al Golpe Militar
Mi segundo periodo fue después del Golpe Militar en que pasé a ser designado en CORFO Subgerente General de Industrias de Consumo Corriente, quedando en esa área IANSA. Con el delegado de Gobierno designado, por el Gobierno Militar, quien era Ingeniero Civil y había sido anteriormente uno de las Gerentes de IANSA, debimos reemplazar al Directorio en la toma de decisiones. Poco después se constituyó el directorio formal y yo volví a ser desinado Vicepresidente.
La CORFO decidió designar posteriormente a algunos directores representativos del neoliberalismo, al parecer se hizo con la intención de que ellos se compenetraran de la labor de la empresa y le dieran posteriormente su respaldo.
En mi opinión ello no dio resultado; recuerdo que ellos propusieron dos medidas de políticas empresariales por mí consideradas erróneas, una que era que en todas las plantas azucareras se pagara el mismo precio y la otra que se eliminase un subsidio que había en el costo del transporte de la remolacha a la planta. Dos enfoques muy neoliberales.
Tuvimos un debate sobre la materia. Cada planta por lógica debía pagar un precio que asegurara su abastecimiento cuyo nivel debía estar relacionado en grado importante con los costos agrícolas de producción diferentes por plantas.
Por otra parte, el subsidio al transporte estaba demostrado que para una industria tipo agrícola o forestal genera un abastecimiento de la planta a un costo menor. Ello se puede demostrar por la teoría económica. Además era importante estimular que la remolacha ingresara a una rotación de cultivos, asociada a la producción ganadera, especialmente de leche.
El no subsidio al transporte originaba una alta rentabilidad a los predios cercanos a la planta y a tender a desarrollarse como único rubro productivo.
Recuerdo que a lo menos uno de los directores representantes de las fuerza armadas se me acercó a mí al final del debate y me señaló estar totalmente de acuerdo con lo que planteaba.
Al poco tiempo tuvimos la oportunidad de inaugurar la Planta de Curicó, que se había demorado en terminar en el Gobierno del Presidente Allende por las huelgas y otros trastornos de distinta naturaleza.
Debo destacar nuevamente la valiosa labor que hizo en IANSA el ingeniero civil Mario Sarquís Yasigi. Él muy joven fue el creador de la IANSA y su primer gerente general. Posteriormente Presidente de la empresa en los gobiernos de Eduardo Frei Montalva y en el Militar, en sus comienzos, hasta mediados de 1975. En gran parte de ese periodo lo acompañé como vicepresidente.
Al poco tiempo dejé el cargo directivo que tenía en IANSA como también el de Subgerente Técnico de Industrias de Consumo Corriente por presiones externas, ello fue inmediatamente después que se retiraron de la Dirección de CORFO las autoridades de las Fuerzas Armadas, su Vicepresidente Ejecutivo General de Ejército y el Vicepresidente adjunto, almirante de la Armada. El Vicepresidente ejecutivo traía mi nombre para ser el primero a quien se le pidiera la renuncia encabezando un amplio grupo de funcionarios a los que se les pidió posteriormente sus renuncias.
Mario Sarquis consiguió que se le pidiera la renuncia al saber quien llegaba a ser la autoridad máxima de la corporación.
Desde un comienzo la línea económica civil pretendió vender IANSA por plantas, a lo que CORFO se opuso mientras estuvo dirigido por representantes de las Fuerzas Armada. El General Palacios a días de su reemplazo, ofició la opinión de CORFO de no vender IANSA por plantas, con fundadas y obvias razones. Su venta debía ser completa.
Supe extraoficialmente que este general habría opinado estar muy contento de haber mandado ese oficio.
En otra oportunidad me referiré a las razones que estimo el por qué no se justificaba su fraccionamiento.
La línea general de CORFO durante su dependencia de las Fuerzas Armadas fue similar a la que había en esta institución en gran parte del lapso desde sus comienzos hasta esos momentos. Se puede decir por similitudes en sus visiones geopolíticas.
Pasando a otro tema. Durante el Gobierno del Presidente Allende se fue aumentando la débil posición inicial del empresariado desfavorable a CORFO y a sus filiales, ya que este gobierno de izquierda la utilizó como medio para pasar empresas privadas a la llamada “área social”. El programa de este Presidente consideraba que un sector limitado empresarial importante pasase a esta área. Dentro de ello esta toda la banca privada.
Se utilizó a CORFO para ello, inicialmente para que toda esa banca pasase a propiedad estatal. Se le encargó la compra de esta banca que en algunos casos ello fue fácil por la decisión de algunos bancos pequeños de venderse al Estado. En otros casos se fueron comprando paulatinamente acciones a sus accionistas; además se fue haciendo presiones de distinta naturaleza hasta llegar a la intervención directa como fue con el BCI cuyo Presidente lo defendió hasta final, proceso que terminó con la designación de un interventor.
Conviene recordar que durante el Gobierno de Allende había muchos partidos políticos, los que deseaban y luchaban por tener interventores de su partido.
El Gobierno no fue capaz de respetar el los límites de sus intervenciones contemplados en su programa inicial. Muchas empresas menores terminaron legalmente intervenidas a base de resquicios legales, uno de estos fue lo contenido en la antigua Ley del Comisariato, que permitía intervenir una empresa cuando ella paralizaba. Minoría de trabajadores se tomaban su empresa y la paralizaban; con ello se justificaba su intervención.
Había una lista ordenada por partidos políticos para nombrar interventores. Así se llegó a intervenir muchas empresas no contempladas en el Programa de Gobierno; como ejemplo extremo s tuvo pasar al área social a una fábrica de calugas.
Volviendo al tema de las ventas de IANSA por planta, algún tiempo después se vendieron un par de plantas intermedias. Lo que se hizo fácilmente dado que por causas ocasionales el precio internacional del azúcar había subido enormemente. Alto precio que al poco tiempo cayó a los bajos niveles normales. Los conocedores del mercado internacional del azúcar sabían que esas alzas altas siempre eran muy pasajeras.
Las plantas vendidas quebraron y paralizaron. Cuando el General Pinochet viajó a Linares y vio los efectos negativos que había generado este cierre, dio la orden que se reabrieran de inmediato para la cual el Estado las recuperó.
Posteriormente toda IANSA fue vendida a un sistema empresarial que se ha visto obligado a ir paralizando plantas remolacheras y buscando otros rubros productivos.
Es muy difícil mantener el cultivo de la remolacha, si no se tiene una positiva política nacional.
Es comprensible que la actual IANSA vaya destinándose paulatinamente a otros rubros agroindustriales, manteniendo su nombre.
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En un próximo artículo pretendo analizar lo que ha ido sucediendo con la IANSA y la lamentable reducción de su producción de azúcar de remolacha asociado al cierre de plantas.
Termino este artículo dando una opinión en torno a la posibilidad de desarrollo futuro de la producción de azúcar de remolacha sin refinar. En este proceso se podría tener costos mucho más bajos, ya que se elimina el complejo y costoso proceso de refinación. Podría pensarse en plantas locales más pequeñas, por ejemplo en la zona mapuche. IANSA fiscal tuvo experiencias positivas en el cultivo de la remolacha en los mapuches cercanos a Temuco y en predios de la Isla de Chiloé. Sus cosechas eran parcialmente llevadas en barcazas hasta Puerto Montt.
Podría tener nuevamente pensar en una planta pequeña en la Isla para laborar azúcar cruda como también en sectores de la agricultura mapuche.
Tener presente que en algunos países del Pacífico tenemos producciones de azúcar cruda como son los casos de la panela y la chancaca
Se debe tener presente que se recomienda reemplazar el consumo de la azúcar refinada, por la llamada rubia o cruda. La refinada como también las harinas refinadas de cereales y sus derivados como el pan blanco y los fideos, se les considera alimento de las células cancerígenas.
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