Medicina natural, actualidad y economía

Mis inquietudes sobre Chile, identificación de algunos problemas a mi juicio importantes y algunos planteamientos para enfrentarlos

Veo con bastante preocupación a mi país, en muchos aspectos. Estimo que todos debiéramos pensar más en Chile, con un sentido crítico y constructivos. Posiblemente más lo debiéramos hacer los que somos mayores.

Escribo este artículo por si puede ser de alguna utilidad para los momentos que vive Chile, con una nueva elección presidencial y cuando se pueden avecinar importantes cambios. Sin ser militante político, me ha parecido útil trasmitir estas inquietudes sin pulir demasiado su contenido ni su redacción

En mayo de 2011 escribí sobre este tema a raíz de un interesante documento que se preparó por un grupo importante de pensadores que se llamó “Pensar Chile”, uno de los impulsores fue Ronald Bown, un gran empresario. El documento tuvo un amplio respaldo inicial, recibió el de muchas organizaciones de distintos sectores de la actividad económica y podría decir de diferentes estratos socioeconómicos.

Creí que el documento tendría mayor respaldo posterior, originar mayor debate. Pero poco o nada de eso sucedió.

Más adelante me extiendo sobre problemas importantes que enfrenta nuestra sociedad, hago un breve análisis de ellos y planteo algunas ideas de solución. Pretendo cubrir temas muy diferentes.

Estamos en un año muy importante para el país, en que nos acercamos a una elección presidencial, a la renovación de la Cámara de Diputados y de la mitad del Senado.

Las últimas elecciones han acusado una baja y decreciente participación ciudadana y se aprecia una creciente pérdida de prestigio de los partidos políticos y del Parlamento. También el Gobierno tuvo una fuerte pérdida de apoyo el que en parte se ha recuperado, por razones que no son del caso por ahora analizar. La Iglesia Católica aparece también afectada tanto por informaciones internacionales como nacionales; la elección del nuevo Papa abre esperanzas a nivel mundial; ojalá que éstas se extiendan a la Iglesia chilena y ésta tenga una actitud distinta.

Existe una amplia y peligrosa decepción ciudadana, que nos puede llevar a imprevisibles crisis futuras.

En mi opinión son preocupantes algunas manifestaciones de sectores de la sociedad, que destruyen bienes sociales y como también muchas propiedades privadas, incluso de personas de escasos recursos; se manifiestan violentamente contra la sociedad en que vivimos; el caso de los encapuchados merecería especial análisis.

Es impresionante la delincuencia que ya no sólo es juvenil sino que incluso infantil. Niños de 11 años se presentan con una agresividad increíble; se puede decir que en gran parte son frutos de situaciones familiares lamentables; es un proceso que al parecer tiende a gravarse. Tristes pronóstico de su futuro. Cada día las viviendas deben agregar mayores protecciones, alarmas y rejas; algunos están llegando a vivir en verdaderas jaulas.

Es fuerte la reacción contra carabineros, no son respetados, e incluso los bomberos son atacados a veces en las poblaciones; ambos grupos eran muy apreciados en el pasado. Los primeros deben representar la autoridad y el cumplimiento de la ley; los segundos, un meritorio y apreciado voluntariado, que ha dado al país un prestigio internacional junto a una eficacia admirable. Qué distinto es lo de hoy a lo que teníamos en nuestro Chile hace medio siglo atrás.

He oído que aparecen aspiraciones en jóvenes estudiantes de comunas de bajos ingresos de llegar a ser lanzas internacionales; hay algunos exitosos que son admirados en sus comunidades.

La droga aparece como culpable de mucha de la delincuencia y especialmente de su violencia. Se dan estructuras de poder clandestinas, especialmente en poblaciones y al mismo tiempo pasan a ser generadoras de empleo y de ingresos, unido a un aumento del vicio.

Las cárceles no dan abasto a pesar de la inversiones realizadas y de tener nuestro país una de las más altas tasas de detenidos del mundo. Cabe preguntarse hasta dónde la Justicia ha debido reducir las sanciones, llegando incluso a detenciones domiciliarias o a simple firmas periódicas en establecimientos especiales. Los recintos carcelarios congestionados pasan a ser verdaderas universidades de la delincuencia e incluso desde donde se continúan cometiendo delitos especialmente gracias a los adelantos tecnológicos, en particular de las comunicaciones; los gendarmes son insuficientes y estarían agobiados. Los establecimientos carcelarios se alejan de constituir centros de rehabilitación, como debieran serlo.

Muchos delitos parecen haber dejado de serlo ya que no son sancionados tales como el robo de hormiga especialmente en supermercados o el hurto en la movilización colectiva, en particular en el Metro.

El comercio clandestino en las calles muy poco se controla, perjudicando sin duda al comercio establecido que debe cumplir una serie de exigencias legales. Los taxis clandestinos en el Aeropuerto Internacional de Pudahuel, pasan a ser una verdadera vergüenza nacional que se proyecta como pésima imagen al extranjero que arriba; los taxis oficiales, que deben cumplir una serie de requisitos y pagos, enfrentan una competencia desleal.

 

Delitos de diferentes naturalezas en estratos altos, algunos de enormes magnitudes, sin duda contribuyen a que se motiven delitos en estratos de menores ingresos que enfrentan muchas necesidades o aspiraciones insatisfechas, ampliadas por la publicidad.

Me preocupa especialmente la pérdida de valores, incluso en los sectores de profesionales.

 

En forma no mayormente analizada en sus prioridades quisiera presentar mis inquietudes.

–          La existencia de una espuria constitución y la ignorancia en los temas de educación cívica. La constitución debiera ser un orgullo nacional y la base fundamental de una auténtica democracia. Lamentablemente esfuerzos por salir de esta situación, especialmente a través de una Asamblea Constituyente, no sean compartidos por importante militantes de partidos democráticos, especialmente de la Democracia Cristiana cuando su gran líder y estadista Eduardo Frei Montalva planteara esta idea. También en el socialismo chileno se aprecian posiciones contrarias a esta vía; es comprensible que amplios sectores de la llamada derecha política y económica sean partidarios de la actual constitución que favorecen sus intereses. Debemos llegar a una auténtica constitución democrática, que nos dignifique como ciudadanos.-

–          La carencia de un sistema de planificación del desarrollo futuro teniendo como base equipos humanos preparados y con valores éticos; esta carencia nos conduce a posibles crisis en muchas actividades, entre otras en la formación de recursos humanos, en el tema de la energía, en el de la desigual distribución del ingreso y la riqueza, en la contaminación ambiental, en la congestión vehicular, en la conservación de los recursos naturales, en desarrollos geográficos equilibrados, etc. Debemos reconstituir un sistema nacional de planificación considerando las aproximaciones sectoriales –económicas y sociales- y regionales.

–          El tema de la educación. Posiblemente con dos grandes problemas, uno es el de la nefasta municipalización de la educación pública, de nuestras escuelas y de nuestros liceos fiscales, establecimientos educacionales que fueron un orgullo del pasado y que contribuyeron a un importante ascenso social y económico. Destacados hombres públicos se formaron gratuitamente en la escuela pública, en el liceo fiscal y en las universidades del Estado; las becas eran para financiar gastos de mantención y de otros desembolsos que requería el estudiantado pero no para financiar la educación ya que ésta era gratuita. El profesorado podía hacer una carrera funcionaria nacional pudiendo llegar a altos cargos del Ministerio de Educación; qué importante es no menospreciar al profesorado. Debemos volver a tener un sistema nacional público de la educación.–           

–          La autonomía universitaria se ha debilitado profundamente por las limitaciones de un financiamiento independientes, proveniente de legislación especial, hoy desaparecidas y prohibidas constitucionalmente. Muy afectada además de la docencia han sido la investigación y la extensión, tres responsabilidades de una auténtica universidad pública. Debemos volver a un sistema de educación pública universitaria, con amplios recursos y de fuentes independientes que garanticen su autonomía. Eso requiere de una modificación constitucional.-

–          El tema de la salud. Sin duda más complejo de solucionar por el creciente incrementos de los costos derivados de los adelantos científicos que cada día cubren una más amplia gama de enfermedades y con tecnología más complejas que necesitan más inversiones y se asocian a la elevación de costos. Para los de altos recursos están las modernas clínicas privadas con altos costos para los usuarios, donde el paciente pasa a ser cliente. A los hospitales universitarios, tan necesarios en un sistema nacional de salud, se les fuerza a autofinanciarse.

–          Debemos volver a un sistema nacional de salud, eliminando la municipalización, partiendo de la posta y el consultorio local para llegar al gran hospital universitario. El sistema de las ISAPRES debe pasar a ser solidario con un cobro posiblemente porcentual uniforme al ingreso y que cubra las necesidades de financiamiento de los beneficiarios. No debe ser que el que más riesgo tiene más pague, que más pague la mujer en edad fértil o el individuo a medida que envejece.-

–          El valor de la divisa frente a una carencia de una política cambiaria y fuertemente afectada por las abundancias de dólares derivados especialmente de las exportaciones mineras, en particular del cobre, favorecidas por los altísimos precios internacionales; ello esta originando profundos desequilibrios sectoriales y regionales, ha terminado dañando especialmente a la industria manufacturera y a la agricultura. El futuro minero es incierto tanto por inestabilidades de los mercados internacionales como por la paulatina baja de las leyes mineras y las elevaciones de costos. Qué pasará cuando el transitorio auge minero caiga. Necesitamos unas políticas de Estado de Comercio Exterior y Cambiaria.-

–          El tema de la energía. Son alarmantes la carencia de una gran política energética que exige una integral visión de futuro y los obstáculos para llevar adelante nuevos proyectos. Enfrentamos por una parte un alto costo de la energía y por otro, un abastecimiento futuro inseguro. Los recursos humanos más capacitados ya no están como en el pasado en el sector público, en las que eran empresas del Estado o en el Ministerio de Planificación o en una Oficina o Dirección Nacional de Planificación. Ahora están en la empresa privada para beneficiarlas a ella. Debe establecerse una institucionalidad pública permanente en materia energética y no descansar sólo en una Comisión Nacional constituida por representantes cambiados por cada nuevo gobierno que asume el poder.-

–          El incumplimiento de la Constitución y de muchas leyes, decretos y reglamentos oficiales. El uso de los resquicios legales. Sería largo enumerar: sólo algunos:-

–              El incumplimiento de la Constitución en cuanto a la exigencia de residencia de los candidatos parlamentarios en las regiones en que postulen; la Constitución fue siendo modificada para evitar incumplimientos. Se eliminó esa exigencia para senadores después de que hubo casos en que no se cumplió esa disposición; ésta se mantiene para los diputados pero no siempre se cumple. Han sido delitos políticamente transversales. Parte de esta fiscalización podría estar en el mismo Parlamento y en el Tribunal Constitucional.-

–              El cumplimiento de que no existan fines de lucro en el sistema universitario. El uso de resquicios legales para lograr el lucro ha sido claro; los enormes patrimonios que se han formado y que incluso se han vendido universidades chilenas al capital extranjero; el negocio universitario ha conducido a una explosión de la masa de alumnos universitarios clientes, derivadas de las aspiraciones de lucros crecientes, expansión de alumnado también provocado por el esfuerzo de las universidades públicas y tradicionales para sobrevivir a base de más alumnos y aranceles cada vez más altos. El exceso de profesionales ha ido acompañado de un debilitamiento de la formación de técnicos tanto en cuanto al número necesario como a la calidad de su formación.-           

–              El incumplimiento del trato laboral, de contrataciones que respeten la ley y aseguren el cumplimiento de los aportes a salud y previsión. El mismo sector público mantiene a muchos de sus empleados en contratos inseguros e inestables, mucho de ellos a base de honorarios. Debe hacerse cumplir la legislación existente.–           

–              El incumplimiento de las reglamentaciones del transito, la carencia en el control de las velocidades máximas, causantes de parte importante de los accidentes. Algo similar al distanciamiento de los vehículos en calles, avenidas y carreteras; los accidentes por alcance son los más habituales. Ya no se controlan los ruidos molestos. Debe haber más presencia de los carabineros y establecer sistemas de fiscalización automático de cámaras y otras formas de control.

Es muy importante que las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias se cumplan para ello se requiere una decisión política fiscalizadora y una mayor dotación de recursos humanos de vigilancia y control. Importante reforzar la presencia de la fuerza policial en sus funciones de educación y fiscalización. Partes iniciales de advertencia y sanciones crecientes a reincidentes.

–          El debilitamiento de las organizaciones sindicales y las injusticias en el sistema de las subcontrataciones tanto en el sector privado como en empresas y otras dependencias del Estado. Esto requiere de nuevas disposiciones legales, entre las que consideren impedir el fraccionamiento de las grandes empresas para debilitar la organización laboral frente al poder empresarial. Posiblemente deba pensarse en la sindicalización obligatoria y en reforzamiento de la formación de líderes sindicales.

–          El debilitamiento de la ética profesional y de los colegios profesionales que tanta importancia tuvieron en el pasado democrático. Debe restablecerse la colegiación obligatoria y reforzar las responsabilidades de los colegios profesionales en velar por la ética de sus integrantes.-           

–          La concentración de muchas actividades empresariales. Cabe destacar en los campos del retail y de las farmacias, además del sistema financiero con sus altos costos. Es criticable los abusos cometidos y la impunidad o sanciones insignificantes que se aplican. Debe reforzarse la legislación al respecto.-           

–          El sistema previsional a base de las AFP con las grandes formaciones de capitales a favor de minorías para después dar jubilaciones de montos insignificantes. Tema nada fácil de abordar; cambiar en lo posible la capitalización individual a favor de un sistema solidario.-

–          El debilitamiento del ahorro personal y familiar. La gravedad de la actuación del Banco del Estado al establecer unas altas comisiones por las cuentas de ahorro que le han quitado patrimonio a millones de ahorrantes y reducido apreciablemente su número, destruyendo así un verdadero patrimonio social impulsado por el Estado desde las primeras décadas del siglo pasado. El Banco del Estado debe volver a cumplir con su responsabilidad de fomentar el ahorro privado, individual y familiar y devolver el patrimonio quitado a los chilenos.-

–          La promoción exagerada al consumismo y al endeudamiento con ofrecimientos fantásticos hasta que el deudor pasa a ser moroso y allí llegan los grandes castigos y las pérdidas de patrimonios familiares. Debe eliminarse el sistema de oferta de precios menores a favor de quienes se endeudan.

–          El afán de lucro exagerado en muchas actividades faltando lo que podría decirse a principios éticos empresariales tales como en el financiamiento, en las farmacias, en la salud privada, en honorarios de algunas profesiones. Casos emblemáticos como la Planta de Celulosa de Valdivia y la Planta Porcina de Freirina. Debiera promoverse un sistema de ética empresarial similar a la de los colegios profesionales; muy importante para el prestigio de Chile y para evitar sanciones internacionales.

–          El costo de la educación y el debilitamiento de la educación pública gratuita. Debe volverse a la educación pública gratuita desde la sala cuna, pasando por el preescolar hasta llegar a la educación universitaria. El profesional debe recuperar valores en cuanto a su compromiso con la sociedad y no terminar su formación con altos endeudamientos que lo fuerzan o motivan al afán desmesurado por obtener rápidos ingresos, incluso con malos procedimientos éticos.

–          La focalización exagerada asociada a reducciones del gasto público para que no se incrementes los impuestos, especialmente los progresivos. Caso de la focalización de la asignación familiar y su debilitamiento en su valor o poder adquisitivo. Debemos volver a una asignación familiar alta y pareja como llegó a ser en la antigua democracia; ayuda a financiar los hogares con más dependientes y es un elemento importante de unión familiar.

–          En la salud se mira más a la enfermedad que al individuo o la familia. El caso del Plan Auge. Si su enfermedad está en el plan, bien, gracias. Si no lo está, revienta. A mi juicio esto debe mejorarse para actuar a favor del individuo y no a la enfermedad específica. Debe establecerse un amplio seguro catastrófico que incluso en parte podría financiarse con los ingresos del juego, como lo fue la Polla de Beneficencia del pasado.

Tema de atención preferente debiera ser el sistema penal y carcelario, unido este último a la rehabilitación. Todo delito debe ser sancionado y en forma creciente frente a la reincidencia. Si aparecen nuevos delitos, éstos deben ser sancionados desde ya a base de su similitud con existentes con sanción mientras se legisla al respecto.

Un tema especial debe ser el del pleno empleo. El Estado debe dar trabajo a quienes no lo encuentran en el mercado laboral; posiblemente con una remuneración relativamente baja asociada a una capacitación laboral. El Estado debiera tener una gama de proyectos latentes para dar trabajo a desempleado tales como: de reforestación; de habilitaciones de suelos; obras de conservación y prevención de catástrofes, como por ejemplo de cauces de aguas, incendios forestales; trabajos especiales en parque y jardines; conservación de edificios públicos y muchos otros posibles de imaginar. El derecho a poder trabajar al que lo desee debe ser preocupación preferente del Estado.

Todo esto requiere una profunda reforma tributaria de carácter redistributivo. Debe permitir un importante aumento de los ingresos fiscales para abordar gran partes de las tareas ante enunciadas. Las tasas tributarias deben ser crecientes en la escala de ingresos del contribuyente persona natural y un aumento en la tasa a la utilidades de las empresas. Debiera reestablecerse el impuesto a la plusvalía.

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