Medicina natural, actualidad y economía

Preocupación por el débil conocimiento de dos temas de salud pública: el mal de Chagas y del síndrome premenstrual severo

En este artículo me referiré solamente al Mal de Chagas. En uno próximo volveré a abordar el tema del síndrome premenstrual severo.

Sobre el mal de Chagas. Tuve oportunidad en 1995 de hacer una consultoría por FAO en Salta, Norte de Argentina, en materias de seguridad alimentaria y ahí supe que se trasmitía también por los alimentos por un médico investigador de un proyecto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre este mal, proyecto que se desarrollaba en la Universidad de Salta. Cuando le comenté en una entrevista lo interesante que podía ser el consumo de cuyes en el mejoramiento de la alimentación en sectores de pobreza por su aporte de proteína animal, me advirtió que era peligroso si la carne no se consumía bien cocida. A mi consulta del por qué, me señaló que era por la transmisión del mal de Chagas. Ahí me enteré que se trasmitía por los alimentos, por el aparato digestivo. Comenté la información con profesionales de la Universidad de Salta, especialmente con nutricionistas; ellos desconocían la existencia de esa trasmisión, como era lo general en el mundo, en que se luchaba contra ella sólo a base de destruir, de hacer desaparecer al vector o más bien a los vectores, porque son varios, son diferentes por regiones del mundo.

Motivé de inmediato una reunión del médico investigador con un grupo de nutricionistas de la Universidad de Salta.

Llegando a Chile me preocupé de trasmitir esta importante noticia. Nadie de los consultados lo sabía. Hasta ahora, he conversado con decenas de profesionales de la salud y sólo recientemente me encontré con una doctora joven que me informó que lo conocía. Entre profesionales recientes lo he hecho con médicos, enfermeros, médicos veterinarios. Todos lo ignoraban. Entre médicos he consultado a cardiólogos, gastroenterólogos y hematólogos. Sólo hace un par de días conversé con dos médicos y varias enfermeras y sólo de una de ellas lo sabía.

Veo con agrado que ya se ha generalizado la publicación de que el mal de Chagas se trasmite por los alimentos.. Recuerdo que hasta no hace mucho nada se mencionaba de eso en el artículo de Wikipedia sobre el mal de Chagas, hoy con agrado aprecio que se informa de ello con bastante detención.

He sabido que este mal que se le ha considerado tropical, seguramente por los vectores que son de zonas tropicales; por su trasmisión por los alimentos se ha extendido a otras zonas geográficas incluso estaría ya presente en Europa.

En el diario El Mercurio de Santiago se publica un interesante artículo sobre el tema. Fue el 16 de julio de 2016.

Parte el artículo con estas palabras:

Una enfermedad “desatendida”.

Casos de mal de Chagas se duplicaron en los últimos ocho años

Desde el 2009, este mal es buscado en todas las muestras de sangre donada

El autor del artículo es René Olivares.

Coloco algunos párrafos del artículo.

“Según estimaciones de expertos en Chile hay unas 100 mil personas contagiadas con esta enfermedad..”

“La mayoría no sabe que porta la enfermedad, que puede manifestarse 20 años después de contraída. Su peor presencia es la miocardiopatía chagásica: una arritmia que puede ser mortal. Entre un 20% y un 30% de los contagiados llega a manifestarla”.

“Estas cifras son aproximaciones, porque el cuerpo médico tampoco tiene los conocimientos para diagnosticarla, al ser uno de los males “desatendidos” por las escuelas de Medicina y el sistema  de salud, dado que prevalencia disminuyó en el siglo XX, tal como la malaria (también trasmitida por un insecto) o la tuberculosis”.

Es interesante la opinión de un académico de la Escuela de Salud de la Universidad de Chile Mauricio Canals. “..explica que uno de los factores que llevaron a este escenario fue que en 1999, la Organización Mundial de la Salud declaró a Chile como país libre de Chagas a nivel de transmisión domiciliaria”.

Comentario de Chateauneuf. Extraña que lo OMS haya declarado en 1999 a Chile como país libre de Chagas a nivel de trasmisión domiciliaria puesto que uno de sus investigadores ya a lo menos en 1995 se sabía que a nivel domiciliario era posible contagiarse con el consumo de alimentos locales contaminados, como son los cuyes y pueden ser otros mamíferos locales que pueden contagiarse con residuos existentes. Da la impresión que la OMS ha hecho esa declaración basada en que se habría erradicado en Chile la vinchuca, en sus diferentes tipos. Es probable que los cerdos criados familiarmente puedan ser portadores de ese tripanosoma.

Agrega este académico “Es una enfermedad prevalente y asociada a la pobreza, que avanza lenta y progresivamente, sin que nadie se dé cuenta”. “Si el paciente tuvo una alteración del ritmo cardíaco, la causa de muerte es una arritmia; entonces, Chagas aparece muy poco, pero tiene una gran preponderancia como causa inicial”.

Señala más adelante el autor de artículo publicado en El Mercurio “El aumento de casos notificados ocurre en buena parte por las mejoras en las pesquisas instaladas por el Instituto de Salud Pública. Alan Oyarce, encargado del laboratorio de parasitología de dicho organismo, precisa que desde 2009, todas las muestras de sangre donadas son analizadas para buscar en ellas el mal de Chagas, y desde 2014, los exámenes de sangre a embarazadas también lo buscan, para evitar así la trasmisión de madre a hijo”. Oyarce señala que “A partir de 2009 ocurre un aumento de notificaciones por la búsqueda activa de casos”

Otros anuncios interesantes que presenta el artículo y planteamientos que se derivan de la información aportada:

  • Es una enfermedad subestimada cuya detección va en aumento.
  • Se estima que en el país hay alrededor de 100 mil personas contagiadas, pero la gran mayoría no ha sido diagnosticada. Tener presente que el artículo es de 2016.
  • De cada 100 portadores entre 20 y 30 desarrollan miocardiopatía chagásica, enfermedad que compromete el corazón y que se puede desarrollar hasta 20 o más años después del contagio.
  • De 1623 muestras de sangre de enero a abril de 2016, 430 fueron positivas, lo que corresponde a un 2,6%. Tengo entendido que estas muestras serían de sangres donadas y de embarazadas.
  • Se señala tres formas de trasmisión: 1. Por picadura a una persona; 2. Por el ingreso de los parásitos a partir de las heces que deposita la vinchuca después de chupar sangre y que la persona afectada se rasca como reacción al sentir el picor, y 3. Por ingesta de alimentos contaminados. La forma 2 fue la histórica primeramente conocida.
  • Las zonas afectadas por este mal se extenderían desde el norte del país hasta la antigua provincia de O´Higgins.

 

Aquí termina este artículo, que no es el primero que he escrito sobre este tema. En uno próximo me referiré por una vez más al síndrome premenstrual severo, especialmente en torno al tratamiento exitoso que ha desarrollado el doctor Jorge Lolas.

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