Medicina natural, actualidad y economía

Preocupación por la pérdida de importancia en Chile de la industria en el PIB. Gravedad de los costos de la energía

Interesante artículo publica el Diario Financiero con fecha 15 de agosto titulado: Industria chilena pierde relevancia en el PIB y enfrenta serios riesgos por costos de la energía.

La industria manufacturera y en especial la metalmecánica son muy importantes para toda nación, se destacan por su capacidad de generar empleo. También en el pasado en nuestro país lo fueron la industria textil y la de cuero y calzado; debe recordarse los miles de empleos que generaban y los importantes sindicatos que integraban sus trabajadores.

La industria manufacturera ha sido muy afectada negativamente en Chile desde hace muchos años; una causa importante primero fue las rebajas arancelarias, después los acuerdos internacionales de libre comercio y la apertura irrestricta a los mercados internacionales y, posteriormente, la baja del valor del dólar como consecuencia principalmente de los elevados precios de las materias primas de exportación y muy particularmente con el precio altísimo del cobre. Esto último ha ido asociado a la falta de voluntad de los últimos gobernantes de llevar adelante una política cambiaria que permita que el valor de la divisa se mantenga a niveles adecuados y con bajas inestabilidades.

Más adelante se analiza más el tema y se hace especial referencia a la política cambiaria. Se dan algunas referencias internacionales. Se incluye finalmente el artículo de El Diario Financiero en extenso.

Debe recordarse una vez más que el presidente Piñera, como candidato, prometió un dólar a nivel alto y estable; promesa que su primer ministro de Agricultura lo ratificó poco después de asumir su cargo. Desgraciadamente para muchos, estas promesas fueron olvidadas. Bastante he escrito sobre este tema. A uno lo hace pensar que poca importancia tienen los programas de las candidaturas y las promesas de los candidatos.

En Chile también otras actividades económicas que han sido seriamente perjudicadas. Debe mencionarse especialmente la agricultura; también se han visto afectadas las actividades turísticas y dentro de ellas las de la industria hotelera.

Hay varios ejemplos de países que han visto dañada su economía por el bajo valor de la divisa, por diferentes razones; una importante son los grandes excedentes de sus balanzas comerciales y la carencia de una política cambiaria. Muy mencionada ha sido la llamada “enfermedad holandesa” también llamada “mal holandés”, materia que debería ser más estudiada, analizada y valorada.

Es muy interesante también analizar la política cambiaria de China que tanto ha influido en invadir a gran parte del mundo con sus exportaciones industriales, obtenidas además a base de un bajo costo de la mano de obra, a los bajos salarios que se pagan en ese país, gracias a la alta disponibilidad de fuerza de trabajo y a los bajos ingresos por habitante de esa hoy poderosa nación en lo económico, en la política internacional y más reciente en cuanto a sus fuerzas armadas.

He analizado también hace un tiempo atrás el desarrollo de Dubai y las sabias políticas planificadas de desarrollo caracterizadas por muy precisos y ambiciosos objetivos que han llevado sus últimos gobernantes con resultados exitosos. Sus altos ingresos de las exportaciones de petróleo y de gas, que se sabía que se agotarían, los supieron sabiamente aprovechar en grandes inversiones, que han transformado a este país en algo extraordinario. Ha sabido aprovechar muy bien la mano de obra extranjera, proveniente de países de muy bajos niveles de ingreso en los cuales un bajo porcentajes logra trabajo y con muy bajos niveles de remuneración.

Dubai, de haber seguido nuestra política cambiaría, habría tenido gracias a su riqueza petrolera agotable un gran bienestar importando de todo, bienestar que paulatinamente iría desapareciendo con el agotamiento de sus reservas. No nos podrá pasar algo parecido en Chile cuando descienda el precio del cobre a niveles históricos normales

Dubai también ha sabido lograr una muy buena distribución de ingresos para sus nacionales, que contribuye a una importante tranquilidad política. Recuerdo cuando años atrás tuve la oportunidad de visitar ese país, le pregunté al guía local si había delincuencia; la respuesta fue inmediata, aquí no existe porque tenemos empleo pleno.

Otro tema que destaca el artículo que comento, es el alto precio en Chile de la energía eléctrica.

Se le considera una amenaza por su efecto en la elevación de los costos de producción que ponen a nuestra industria en desventaja mayor frente a sus competidores más directos. Se señala en el artículo que Chile es el país de toda la región con los más elevados precios de la emergía energía eléctrica. En junio de este año, se comenta, que mientras en nuestro país el precio del MWh era de US$ 137, 54 y en el Perú fue de US$ 24,94; lo que equivalió a que el costo chileno es más de cinco veces el peruano. Es alarmante lo que textualmente más adelante se expresa: Es más, fuentes del mercado aseguran que en los próximos meses se comenzarían a negociar contratos con tarifas que podrían aumentar un 40% respecto de los actuales valores.

Recomiendo leer con detención este interesante artículo cuyo autor es José Carlos Prado.

Se informa la importancia que la industria manufacturera ha tenido en la relativa estabilidad y firmeza de la economía alemana. En el país europeo la industria manufacturera aporta el 19,9 % al PIB en cambio en Chile sólo lo hace en un 10,2%.

En relación a las industrias metalúrgicas y a las metal mecánicas las diferencias son más agudas. En Alemania este grupo industrial aporta al PIB el 15,8 % en Chile sólo lo hace sólo en un 2,4.

La participación en el PIB de estas industrias ha ido disminuyendo.

En el artículo poco de analizan las causas de esta negativa evolución industrial chilena y plantea una solución a mi juicio algo vaga al señalar: Para el presidente de Asimet, Gastón Lewin, el Estado tiene un rol importante que jugar, sobre todo en fijar un marco normativo en el cual se puedan mover los industriales. “Tenemos que avanzar en políticas públicas país de largo plazo, lograr un gran acuerdo entre los privados y el sector público que permita avanzar en esa dirección”, destaca el líder gremial.

En mi opinión, en Chile hace falta una buena institucionalidad planificadora, que esté permanentemente actualizando un completo diagnóstico de la realidad chilena y de su evolución, como también preocuparse de las causas de los que se consideren los problemas principales y efectuar las prognosis, es decir hacia donde se va si no se hacen las correcciones necesarias. El tema de la energía merecería una atención especial.

 

A continuación presento el artículo en referencia:

Jueves 15 de agosto de 2013 | 05:00

Asociación de industrias metalúrgicas y metalmecánicas (asimet) adelanta informe que revela compleja situación del rubro Industria chilena pierde relevancia en el PIB y enfrenta serios riesgos por costos de la energía

El gremio hace un llamado a impulsar políticas públicas de largo plazo que permitan darle mayor espacio al sector.

Por José Carlos Prado

Hace algunos años el ex primer ministro de Inglaterra, Tony Blair, le preguntó a la canciller alemana, Angela Merkel, cuál era el secreto del éxito económico de su país. Como parte de una famosa respuesta, le dijo lo siguiente: “Señor Blair, todavía hacemos cosas”. La industria manufacturera germana no sólo es una de las más importantes a nivel internacional, sino que le ha permitido a dicha nación superar sin mayores problemas las últimas crisis que ha vivido el planeta.

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¿Qué pasa en Chile? Según un estudio que encargó la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet) y al cual tuvo acceso exclusivo Diario Financiero, la situación local es diametralmente distinta: una abrupta caída en la participación como porcentaje del PIB y la constante amenaza que significa los altos costos de la energía.

Mientras en los años ‘70 la industria manufacturera representaba el 17% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, al cierre de 2012 el tamaño apenas superaba el 10%, unos US$ 27.000 millones.

En el informe se compara la realidad chilena con países desarrollados y emergentes, quedando por debajo del promedio de ambos grupos, los cuales llegan a un 13,6% y 15,9%, respectivamente. De hecho, es precisamente Alemania el país que lidera este ranking con casi un 20% de participación de su industria sobre el PIB.

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Más complicado aún es lo que sucede con las empresas de este sector que se dedican a los procesos metalúrgicos y a fabricar productos metalmecánicos. El documento de Asimet revela que actualmente alcanzan unos ?US$ 6.200 millones, cifra que representa sólo un 2,4% del PIB chileno. En Alemania, en tanto, este subsector llega al 15,8% del Producto con una alta relevancia en el tamaño de la industria manufacturera total (84,3%). En Chile ese porcentaje es tres veces menor con sólo un 23,5%.

Para el presidente de Asimet, Gastón Lewin, el Estado tiene un rol importante que jugar, sobre todo en fijar un marco normativo en el cual se puedan mover los industriales. “Tenemos que avanzar en políticas públicas país de largo plazo, lograr un gran acuerdo entre los privados y el sector público que permita avanzar en esa dirección”, destaca el líder gremial.

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Una creciente amenaza

Al igual que el resto de la economía nacional, la industria manufacturera -principalmente la que representa Asimet- ha visto elevar sus costos de producción debido, entre otras cosas, a los elevados precios de la energía.

Esto se ha transformado en una amenaza creciente del rubro y lo pone en una posición de desventaja frente a sus competidores más directos. Según datos de los que dispone la industria, Chile es el país con los mayores costos de la energía de toda la región. A junio de este año, en Chile se pagó en promedio un precio spot de US$ 137,54 por MWh, mientras que en Perú este valor llegó a los US$ 24,94 por MWh.

Es más, fuentes del mercado aseguran que en los próximos meses se comenzarían a negociar contratos con tarifas que podrían aumentar un 40% respecto de los actuales valores.

Todo este debate será abordado en el Foro Anual de la Industria que se realizará el próximo martes 27 de agosto y que tiene por título “Movamos las industrias: el desafío de una nueva política industrial para Chile”. En el evento estará como principal orador el experto chino Justin Yifu Lin, ex economista jefe del Banco Mundial entre 2008 y 2012. Además, tendrá como panelistas a los economistas Klaus Schmidt-Hebbel, Andrés Velasco y Gonzalo Sanhueza.

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