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Preocupación por la política de relaciones exteriores del actual gobierno. Se han estado escribiendo páginas negras de la historia de la Cancillería de Chile

Recuerdo de la época de la antigua democracia en unas de las candidatura a la presidencia de Jorge Alessandri una de los mensajes era “No entreguémosle una locomotora a un niño”. Seguramente ello significaba elegir a un Presidente sin experiencia.

Día atrás me recordé de aquello cuando veo por televisión que el Presidente Boric se le veía en la ventanillas de una locomotora, viajando, si no mal recuerdo a Curicó. Razoné de inmediato, no sería preferible que hubiese viajado en un carro presidencial con un equipo de colaboradores aprovechando esas horas de viaje desarrollando tareas de gobernante.

Creo que es muy grave para el país que gran parte de quienes tienen altos cargos de Gobierno son personas con muy baja experiencia para gobernar, personas muy jóvenes. Personas que tienen alta confianza en ellos mismos; se sienten como superiores; esto último ha llegado hasta manifestarse por palabras de uno de ellos.

Afortunadamente el Presidente Boric ha incorporado recientemente al Gobierno colaboradores de mayor edad, pertenecientes a un par de partidos políticas tradicionales. Paralelamente se oyen palabras muy sabias de personas mayores como el ex canciller José Miguel Insulza.

Por otra parte se han oído expresiones muy críticas del Ex Presidente Ricardo Lagos Escobar, un gran político de izquierda, en mi opinión uno de los pocos estadistas que nos van quedando en Chile, que manifiestan públicamente sus opiniones.

Tema muy preocupante es el de las relaciones Internacionales. Ellas son muy importantes para un país, son verdaderos patrimonios históricos que se proyectan a los momentos actuales y hacia el futuro. Desgraciadamente se han estado escribiendo recientemente  las páginas más negras de la historia de la diplomacia chilena como ha sido el trato al rey de España y al embajador de Israel en Chile.

Por otra parte es muy importante tener un o una canciller de experiencia y de personalidad. Las políticas externas tienen que estar muy relacionadas con políticas de Estado y no solo con políticas cambiantes por los gobiernos de turno.

Personas muy importantes son los cancilleres y los embajadores.

El ideal es que un embajador sea de carrera. Tiempo atrás supe que el Reino Unido tiene solo embajadores de carrera. Un embajador de ese nación que llega a un país, sabe un período antes que iba a ocupar ese cargo, por lo cual arriba totalmente preparado. Además sabe su destino futuro para así mantenerse informados del país a donde después se le destinará.

Desgraciadamente nada de eso sucede en Chile. Desde hace tiempo hemos tenido algunas designaciones que se hacen con criterios políticos partidarios o bien pasan a ser premios de consuelo por no recibir otros cargos.

Recuerdo del pasado varios casos de distinta naturaleza. Uno de ellos fue el de un embajador en Israel, quien no era de carrera, el que abandonó su embajada frente a un riesgo que podía correr por una situación conflictiva que se dio en ese territorio.

Otros caso fue de un político chileno que había escrito criticando a los argentinos, que después fue propuesto como embajador al país hermano. No fue fácil lograr su aprobación o agreement.

En mi vida profesional me ha tocado participar por Chile en el exterior en algunas comisiones técnicas y he podido apreciar la importancia del personal de carrera en las embajadas chilena; las  asesorías que nos daban eran muy valiosas para un mejor proceder. Recuerdo en uno de los países que me tocó un embajador que no era de carrera y quien muy poco nos aportó a la delegación que yo formaba parte; él no era un embajador de carrera.

Hoy día estamos en una situación muy crítica. Es preocupante lo que nos ha pasado y está pasando con España. Si inició con una triste situación en esa ocasión que públicamente en una reunión internacional en Chile nuestro presidente reprochó públicamente nada menos que al rey de España por entrar a la sala con un ligero retraso, lo que demoró pocos minutos el inicio de la sesión. Posteriormente se debió dar las disculpas presidenciales, ya que el retraso de tan ilustre visitante había sido causado por nuestro país, al seguir procedimientos de resguardo en el ingreso a la sala. Nada justificaba la reprimenda pública, aunque hubiese sido por responsabilidad propia del visitante.

Triste fue cuando frente a ese reproche, se oyó la expresión de al parecer un extranjero “merluzo”, que en castellano significa “bobo o tonto”.

Se suma a lo anterior, que el presidente Boric designa como embajador de Chile en España a un amigo personal, que desde luego no es embajador de carrera, quien ha tenido una triste actuación que le ha significado críticas de importantes personeros de Gobierno. Y después de todo esto, esta persona sigue siendo nuestro embajador en la Madre Patria.

A continuación transcribo párrafos de una publicación de Emol (Diario El Mercurio)

La ministra de RR.EE., Antonia Urrejola, emitió este jueves sus primeros comentarios tras la polémica que generó la difusión de una foto del embajador de Chile en España, Javier Velasco, junto a su pareja descalza en un vehículo oficial, subrayando que el hecho no corresponde a la actitud que debe mantener un diplomático.

Al respecto, luego de ser consultada por las críticas que surgieron ante el hecho, la canciller manifestó que «desconozco cuales son las otras críticas respecto de improvisaciones, respecto del embajador Velasco, nosotros ya le hicimos un llamado de atención que es lo que corresponde en este caso».

«Él tiene muy claro cuál es la situación y obviamente fue completamente desafortunado y lo que pasó no corresponde a la actitud de un embajador.

Es un tema que el propio Presidente me pidió tomar cartas en el asunto», agregó la secretaria de Estado, quien regresó a Chile tras desarrollar una serie de reuniones en EE.UU.

Asimismo, Urrejola abordó los reproches realizados sobre los nombramientos de embajadores, señalando que «siempre ha sido un debate en todos los gobiernos, los nombramientos de embajadores políticos.

Parece increíble que nuestro Presidente le pida a nuestra Ministra de Relaciones Exteriores, que le aconseje a este embajador que no siga con esas actitudes. Sin dudas para muchos, al embajador se le debió silenciosamente destituir.

Otro capítulo aparte es el trato que el Gobierno de Chile le dio al Embajador de Israel, por decisión presidencial de última hora. Citado este embajador junto a varios otros a recibir el agreement, a todos los demás se les otorgó, menos al de Israel al que se le dejó hasta el final en que se le dio la explicación de que el Presidente no lo iba a recibir y eso se debía a que recientemente había sido muerto un joven palestino por los israelitas en conflictos limítrofes.

Esa reacción presidencial parece en parte  emocional o de otra finalidad, similar a las que ha dejado por su actuación frente al rey de España. Eso sin duda ha significado una ofensa a un país amigo, a su embajador y a un ser humano. Ha sido un proceder que deja una huella difícil o imposible de borrar.

En mi opinión la Ministra de Relaciones Exteriores debió negarse a hacer la gestión que se le encomendó, aunque ello hubiera sido necesario a partir de su renuncia previa. Pienso que esa actitud que debió tener, hubiera evitado este lamentable hecho.

Con respecto al tema de la designación de embajadores como atribución presidencial ya sean o no de carrera, ha entrado en discusión. Han surgido críticas de diferentes sectores, hasta proposiciones de que se vuelva atrás en que el Senado debía aprobar las designaciones del Ejecutivo para que las designaciones se formalizaran.

Presento a continuación un planteamiento que ha hecho “La Asociación de Diplomáticos Diplomáticas de Carrera

La Asociación de Diplomáticos y Diplomáticas de Carrera emitió un comunicado este miércoles en el que manifiestan su «preocupación» por las polémicas en relaciones exteriores en el último periodo -en particular, desde la embajada en España- y llaman a realizar los nombramientos de estas autoridades «en base a sus méritos personales y virtudes profesionales».

Esto en el marco de las polémicas suscitadas a partir de las declaraciones del embajador chileno en España, Javier Velasco, y la fotografía que se viralizó en las últimas horas.

«El Directorio de la Asociación de Diplomáticos y Diplomáticas de Carrera observa con preocupación las múltiples e innecesarias polémicas en materia de relaciones exteriores en el último período, en particular, desde nuestra embajada en España», dice el texto.

«La discreción, criterio y prudencia, características básicas para llevar adelante nuestra labor especializada, no han sido la tónica de las últimas semanas», afirman.

En ese marco remarcan que el Presidente emplazó al embajador y que «como Servicio Exterior de la República, tenemos la experiencia y trayectoria requerida para representar a Chile y su diversidad en el exterior de manera adecuada, fortaleciendo la imagen de nuestro país, no poniéndola en cuestión ni deteriorándola».

Por eso, recalcan que la nominación de personas que han servido «a lo largo de décadas de desempeño en el Servicio Exterior de la República, adquiriendo una experiencia única e invaluable, es garantía de compromiso, ecuanimidad, liderazgo y conocimiento, elementos claves a la hora de asumir puestos estratégicos para nuestra política exterior, ya sea en Chile o en toda Misión o Embajada de nuestro país».

Finalmente, concluyen que en vista a los sucesos conocidos por la opinión pública, que «se alejan de lo que se espera de los representantes de Chile en el exterior, reiteramos el llamado al nombramiento de los embajadores/as desde el Servicio Exterior, en base a sus méritos personales y virtudes profesionales, adquiridas a lo largo de una carrera profesional».

El ideal sería que todos nuestros embajadores fueran de carrera. Sin duda es una meta difícil de alcanzar.

Termino aquí este artículo manifestando mi profunda inquietud de lo que está pasando en nuestro

país, no solo por las actitudes y procederes del actual gobierno.

Necesitamos hacer un profundo diagnóstico sobre la situación del país, analizar los principales problemas y tratar de identificar sus causas inmediatas y mediatas, las causas de la causa y tratar de hacer una prognosis, tratar de determinar las situaciones futuras del país si no iniciamos las correcciones que sean necesarias.

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