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Preocupante situación en que se encuentra Chile frente al tema constitucional. De aprobarse lo propuesto por el Consejo, el país puede caer en un caos futuro y a lo que se suma un desprestigio internacional al tener una de las peores constituciones del mundo en países democráticos

 

Hasta hace poco la probabilidad de aprobarse era muy baja, pero los porcentajes de diferencia de apoyo o rechazo se han ido reduciendo y debemos tener serios temores de que gane el apoyo por baja diferencia de votos.

Preocupante sería que el proyecto terminase aprobado gracias al respaldo público que le ha dado el expresidente de la República Eduardo Frei Ruiz Tagle.

Un poco de historia.

El Partido Republicano logró una alta participación en la representación del Consejo a pesar de ser un partido bastante nuevo. Eligió a 22 de los 50 consejales; Chile Seguro, alianza constituida por UDI, RN y Evolución Política, eligió a 11; UPCH constituida por la DC y los partidos de izquierda eligió 16. Se agrega un representante mapuche.

La fuerte expansión de este partido se debería a que es el de más fuerte crítica al actual gobierno.

La aprobación contó en lo mayoritario y fundamental de su contenido con los 33 votos de la derecha y solo los de ella, lo que le dio a la propuesta una representación muy parcial y no de integradora de pensamientos distintos, en lo posible de todos los pensamientos ideológicos, que es lo que debe representar una constitución de una nación democrática.

Hay varias intervenciones que influyen en la generación de la propuesta.

Una de las extrañas es la del expresidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, que después de dar importantes críticas a su contenido, termina extrañamente pronunciándose a favor de su aprobación.

Presento algunos párrafos obtenidos de diversas publicaciones sobre este último tema

El expresidente Eduardo Frei, a favor de la nueva Constitución de Chile: “No es un voto por la extrema derecha”. Tener presente que él declara que “no es un voto por la extrema derecha, pero pienso que una mayoría nacional puede así estimarlo”.

 

A mi juicio sería muy positivo para él y para el país que él se retractara públicamente de su primera declaración. Ello lo reforzaría a ser considerado un estadista por lo menos cercano a las cualidades de su padre Eduardo Frei Montalva.  

Él democristiano, se ha diferenciado de la opinión de su partido y ha dicho que Chile debe “cerrar esta etapa”. También se ha desmarcado de los exgobernantes de la Concertación, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, que votarán en contra

Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el expresidente democristiano que gobernó Chile entre 1994 y 2000, ha anunciado su voto a favor de la propuesta de nueva Constitución que será plebiscitada el próximo 17 de diciembre y que, en el Consejo Constitucional, solo contó con los votos de la derecha. Es una posición que contrasta con la del Partido Demócrata Cristiano, de la centroizquierda pero que no es parte del oficialismo del mandatario de izquierda Gabriel Boric, que resolvió rechazar el texto por un 92% en una asamblea interna a comienzos de noviembre.

Frei, ingeniero civil de 81 años, fue parte de la exConcertación, la coalición de centroizquierda que gobernó Chile entre 1990 y 2000. Con su opción, es el único de los tres exmandatarios de ese conglomerado que ha decidido apoyar la nueva Constitución. Los expresidentes socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Micheo Bachelet (2006-2010, 2014-2018), en cambio, han manifestado que votarán En contra: han coincidido en que la propuesta no cohesiona a Chile. El exgobernante de la derecha tradicional, Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), la aprobará.

En un comunicado emitido este miércoles, Frei Ruiz-Tagle dijo que “lamento que, al igual que en la vez anterior, el texto no sea fruto de un alto grado de consenso, sino más bien de la imposición de una mayoría circunstancial. Es un fracaso para Chile, pues refleja nuestra persistente incapacidad para entendernos y lograr acuerdos. Pero hay que tomar la decisión mirando el conjunto y balanceando sus aspectos, positivos y negativos. Votaré a favor y que se entienda bien, este no es un voto por la extrema derecha ni por sus ideas. Es un voto que se funda en mi convencimiento de que debemos cerrar esta etapa, recuperar la estabilidad perdida. No podemos darnos el lujo de volver a cometer los mismos errores por tercera vez”.

Y agregó: “Sé que habrá algunos que criticarán mi decisión, pues ese es un rasgo de los tiempos de intolerancia en que vivimos. Sin embargo, a mis 81 años tengo muy claro lo que considero correcto y mi visión de país está libre de todo cálculo político o electoral. Votaré a favor con total tranquilidad, pues creo que es lo mejor para nuestro país”.

Debe tenerse en cuenta que el apruebo consta de dos ramas políticas derivadas del desmembramiento de la Democracia Cristiana denominada una de ella con el extraño nombre de “Amarillos” y la otra de “Demócratas”.

Una posición que me ha llamado mucho la atención es la del destacado político que recientemente se alejó de la DC, Ignacio Walker expresidente PDC, exsenador, exministro de Relaciones Exteriores.

Entre lo que señala ayer:

No hay ninguna neutralidad ni casualidad. Los 33 votos que hicieron posible la aprobación del texto constitucional son todos ellos de derecha: los 22 votos de Republicanos y los 11 votos de Chile Vamos, mientras que los 17 consejeros de izquierda votaron en contra.

Los argumentos que él da para el rechazo son contundentes

Una parte inicial de sus declaraciones es la siguiente:

Lo hago para reforzar el argumento en el sentido de que la propuesta del Consejo, al igual que la de la Convención Constitucional, es abiertamente partisana y programática, y se aleja de lo que debe ser una nueva y buena Constitución: un traje a la medida del conjunto de la nación chilena y no de una parte de ella.

Tal vez la pregunta que haya que hacerse es por qué se propone pasar de las 27.650 palabras de la actual Constitución (artículos permanentes) a las 44.216 palabras del nuevo texto propuesto (excluyendo las normas extraordinarias referidas a los dos últimos procesos constitucionales); es decir, un aumento de más de un 60 por ciento, lo que la convierte en una de las constituciones más extensas del mundo.

¿A qué se debe la hiperinflación del nuevo texto constitucional? ¿Será una simple coincidencia?

Sostengo que esta hiperinflación se debe al intento por incluir en la Constitución materias que son propias de ley, de políticas públicas y, en general, de un programa de gobierno; es decir, cuestiones que son completamente ajenas a un texto constitucional. No se trata, pues, de una simple coincidencia, o de un descuido, o de una licencia retórica o poética, sino de un diseño claramente intencionado dirigido, conforme a la vieja máxima franquista, recogida por lo demás en los artículos permanentes y transitorios de la Constitución de 1980 y en las Leyes Orgánicas Constitucionales dictadas bajo su amparo (las “leyes de amarre”), de dejar “todo atado y bien atado”.

Recomiendo leer su artículo titulado “Por qué votaré “En contra” (segunda parte). Pienso más analizarlo en un nuevo artículo mío de mi página web.

 

Temas finales como resumen

  • La aprobación llevaría a que la Constitución terminara aprobada por apenas la mitad del electorado. Una constitución democrática auténtica tendría que ser aprobada por una amplia mayoría ciudadana. Podría pensarse en por lo menos los 2/3 de la ciudadanía. El ideal que fuera prácticamente por consenso o de rechazo muy marginal.
  • El texto final es principalmente consecuencia de una mayoría política representada por un partido nuevo de extrema derecha, sin mayor madurez política.
  • El alto poder político de este nuevo partido, descansa en grado importante de captar el descontento político amplísimo que hay contra el actual gobierno. Con habilidad política se procura destacar que el rechazo amplio está en el espectro político de las corrientes políticas de Gobierno.
  • Las características de la constitución propuesta. En aspectos de extensión, composición y contenidos. Es demasiada extensa, contiene un gran número de artículos transitorios.
  • Mucho de los contenidos debieran ser componentes de leyes. No estar en detalle en el texto de ella.
  • Hay contenidos específicos que pueden considerarse en mi opinión no debieran estar presentes. Pueden descansar en la finalidad de conseguir apoyo político inmediato y de carácter populista. Como ejemplo que para mi opinión es profundamente criticable es que el presidente de la república puede ser reelegido solo una vez. Es muy discutible negarle a un ciudadano chileno el derecho a ser presidente de Chile. Si se le ha elegido dos veces. es muy probable que tenga muchos méritos para ser Presidente de la República y por qué no se le pudiese para bien del país, elegirlo nuevamente.
  • Otros temas que me parece preocupante, que la constitución propuesta mantiene las características de una constitución de orientación claramente neoliberal como la actual. Este es un tema que pienso analizar en un próximo artículo de mi página web.
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