Hernán Valenzuela Rosales ha fallecido el 16 de marzo de 2012, próximo a cumplir sus 96 años de vida.
He considerado un deber reunir antecedentes y trasmitir mis reconocimientos a tan meritorio profesional y académico.
Conocí a este distinguido profesional y profesor universitario en el año 1951 cuando fui alumno de su cátedra de Arboricultura Forestal en la Escuela de Agronomía de la Universidad de Chile. Ese mismo año, recuerdo que un día se reúne con nuestro curso de segundo año de Agronomía, para informarnos que al año siguiente nacería la Carrera de Ingeniería Forestal y nos invita a incorporarnos a ella. Éramos algo más de 20 alumnos y ocho de nosotros deciden seguir la carrera, ellos fueron Renée Fernández, Lorenzo Garay, Fernando Garrido, Luis Rocuant, Ricardo Romero, Sergio Salcedo, Ramón Silva y Eladio Susaeta.
Yo seguí en Agronomía pero estuve muy ligado a la docencia en esa carrera, en la que fui académico desde 1955 hasta el 2005.
Pude apreciar con qué empuje él luchó por llevar adelante esta carrera.
Eran otras épocas de la Universidad de Chile, de los tiempos en que el Estado chileno financiaba a esta gran casa de estudios; los alumnos recibíamos la formación profesional en forma gratuita. Salíamos agradecidos y comprometidos no sólo con la Universidad sino que también con la sociedad.
A pesar de la gratuidad, nos preocupábamos de tener a buenos profesores y en más de una vez presionamos por cambios positivos. Nos interesaba no sólo nuestra formación sino que también la de las futuras generaciones.
Sigo más adelante sumando otras expresiones personales, para agregar posteriormente los que aporta el Diccionario Biográfico de Chile y dos artículos en que se rinde homenaje a Hernan Valenzuela, el primero publicado en el año 2000 en la Revista Lignum y el último el presentado por la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile
Siguiendo con lo que es de mi responsabilidad:
La Universidad dificultosamente habría nuevas carreras, pero el empuje de este profesor, de Hernán Valenzuela contribuyó mucho a que se creara la carrera de Ingeniería Forestal, que tanto apoyaría al desarrollo de este importante sector de la economía y la sociedad chilena.
La carrera se crea también gracias a la acogida de la iniciativa de Hernán Valenzuela en el Gobierno de Chile, en las autoridades de la Casa de Bello y en el apoyo de Naciones Unidas. No fueron fáciles los primeros años de la carrera. Recuerdo que en un año se tuvo sólo a un alumno.
Cabría preguntarse, cuántos años hubiese demorado nacer esta importante carrera universitaria, si no hubiese asumido esta tarea el Ing. Valenzuela.
La carrera se transforma después en escuela para finalmente llegar a ser Facultad.
Este profesor creador me alentó a asumir responsabilidades docentes, para mí en aquel entonces, superiores a mi formación académica y a mi experiencia. El asumir esas responsabilidades y la confianza que se me otorgó, me permitieron salir adelante con resultados positivos, especialmente para mi formación académica.
Hernán era de temperamento firme, empujador, lo que a veces generaba reacciones en contra. Esas condiciones y cualidades son necesarias para llevar adelante grandes tareas.
Durante años estuve preparando un libro de reciente publicación, titulado “Política y Economía del Sector Forestal. Chile, con la colaboración muy valiosa de Alejandro Fuentes, un exalumnos de la carrera a quien le guié su memoria de título y que posteriormente saliera a complementar su formación profesional en Europa, Francia. Otra valiosa colaboración la dio el ingeniero forestal de la primera generación, Fernando Garrido, quien además de contribuir a toda la obra, aportó un capítulo propio sobre el Bosque nativo chileno.
Ese libro se lo dedicamos a Hernán Valenzuela. En él textualmente se escribe:
Los autores dedican esta obra al ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile Hernán Valenzuela Rosales a quien mucho deben los ingenieros forestales chilenos, el nacimiento exitoso de su profesión,
Hernán Valenzuela Rosales
Ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile. Profesor de Arboricultura Forestal en la Escuela de Agronomía de la misma Universidad. Master of Syilviculture de la Universidad de Míchigan, Estados Unidos. Impulsor y creador de la carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile. Profesor de Política Forestal en la carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile. Jefe del proyecto “Catastro del bosque nativo de las provincias de Malleco, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé” de la Corporación de Fomento (CORFO). Director general de Bosques del Ministerio de Tierras y Colonización. Jefe de la carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile. Miembro del Consejo de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile. Consultor de instituciones internacionales
El día del lanzamiento en la sala del Museo Histórico Nacional se le rinde un homenaje.
Él está presente con miembros de su familia, hijos y nietos. Fue muy emotiva la ceremonia, especialmente lo fueron las palabras de Fernando Garrido; la ceremonia ha quedado grabada para la historia.
Sus hijos me cuentan que fue su última salida antes de su muerte.
Sólo al morir supe que él era masón y que en 1953 había ingresado a esa organización. Para mí fue una sorpresa. Esos años de los 40 y 50 eran de conflictos entre algunos sectores católicos y sectores masónicos; yo he sido católico y en ese tiempo recibí apoyo no sólo de este masón sino que de varios otros, sin ninguna insinuación a que ingresara a la Orden. En mis cargos de dirección académica tuve también la colaboración de valiosos masones.
En la ceremonia de su despedida, la Masonería chilena le rindió un sentido y merecido homenaje. Su carrera en la Orden fue igualmente muy meritoria, habría dejado una positiva y ejemplar huella. Fueron muy emotivas especialmente las palabras de uno de sus discípulos. Las publicaciones de su fallecimiento señalan que fue Venerable Maestro, Miembro Honorario de su Logia, Miembro Permanente de la Asamblea de la Gran Logia de Chile y ex-Miembro del Tribunal de Honor de esa misma Gran Logia; sin duda esos antecedente reflejan su valiosa y reconocida contribución a esa institución. Se aprecia que donde actuó dejó valiosos frutos.
Su alejamiento originó un profundo pesar en sus hijos, nietos y sobrinos. Se destacaron sus acciones en apoyo a los miembros de su familia, siempre ayudándolos a salir adelante, entre otras formas con sus sabios consejos.
Al término de su despedida, sentí que faltaron otros reconocimientos, que espero puedan ser aportados más tarde a sus recuerdos. Quizás los tantos años pasados desde sus grandes obras, causen el olvido, especialmente en una sociedad con las características que desde hace años ha ido tomando la nuestra, consecuencias posiblemente de un estilo de desarrollo en que se van debilitando los mayores valores del pasado y van ampliándose los egoísmos.
Me ha parecido conveniente agregar otros antecedentes que he podido reunir de publicaciones encontradas. Presento lo que publica el Diccionario Biográfico de Chile de su edición de 1962-1964, más adelante un homenaje que publica la Revista Lignum Nº 44, año 2000 y finalmente el homenaje de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza al Prof. Hernán Valenzuela Rosales rendido el 21 de marzo de 2012.
1. De Diccionario Biográfico de Chile (1962-1964)
Hernán Valenzuela Rosales.
Ingeniero agrónomo. Nació en Peñaflor el 21 de mayo de 1916. Padres Israel y Etelvina. Esposa Amelia Carrasco Henríquez. Hijos Viviana Alicia, Isabel Amelia y Javier Hernán.
Estudió en el Liceo Amunátegui, en la Escuela de Agronomía de la Universidad de Chile y en la Escuela de Ingenieros Forestales de la Universidad de Míchigan, EE. UU.
Ingeniero Agrónomo titulado en Chile en 1939. Tesis: “Monografía del fundo Las Camelias de Parral.
Máster de Forestry EE.UU. , en 1945.
Funcionario del Ministerio de Agricultura de 1939 a 1946 en Extensión Agrícola, Ganadería e Investigaciones Agrícolas.
En 1947-48, Administrador del Fundo Quichumalal, en lago Panguipulli del Consorcio de Administraciones Agrícolas hasta 1949.
Posteriormente Ingeniero Forestal Consultor. Asesor de la Sección Industrias Forestales del Departamento de Industrias de la CORFO. Asesor del Departamento Agrícola de la Caja de Seguro en lo relacionado con la Hacienda Cantera.
De 1953, Director General de Bosques, dependiente del ministerio de Tierras y Colonización.
Gerente de Forestal Carampangue S.A.
Desde 1950 Profesor del Silvicultura de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Chile. Profesor Director del Curso de Ingenieros Forestales de la misma Escuela.
Co-dueño de la Revista Forestal Chilena y colaborador de ella.
Miembro correspondiente de la Asociación de Ingenieros Forestales de los EE.UU.. Miembro de la Sociedad Agronómica de Chile y Colegio de Ingenieros Agrónomos
2. De la Revista Lignum Nº 44, febrero 2000.
Hernán Valenzuela Rosales
UNA TRAYECTORIA DE APOYO AL SECTOR
Fue uno de los gestores de la creación de la carrera de ingeniería forestal en Chile e incansable viajero y estudioso del tema. Pese a todos los avances que ha experimentado el área, aún cree que quedan muchas tareas pendientes.
Hijo de padre agricultor y comerciante, y madre ocupadísima dueña de casa, Hernán Valenzuela llegó a este mundo como el último de nueve hermanos, en Calera de Tango, donde vivió algunos años para trasladarse posteriormente a Santiago.
Egresado del liceo Miguel Luís Amunátegui, sus intereses claramente se orientaban hacia el área forestal, pero como la carrera aún no existía en nuestro país, decidió estudiar agronomía en la Universidad de Chile.
Su primer trabajo fue a los 23 años como inspector de exportación de frutas. Ya con un título en mano, se fue al Ministerio de Agricultura como ingeniero agrónomo del departamento de Maullín, en la Provincia de Llanquihue, destino que fue el principio de numerosos viajes. San José de la Mariquina, La Unión, Magallanes, Tierra del Fuego y Punta Arenas, fueron algunos de los paraderos donde realizo estudios agronómicos. En una de sus travesías, específicamente en Osorno, conoció a su esposa Amalia Carrasco, con quien se casó y tuvo cuatro hijos.
En 1942 y de vuelta en Santiago, trabajo en la Sección de Producción Animal del Departamento de Ganadería de la Dirección General de Agricultura, del Ministerio del ramo, donde se presentó la oportunidad que le permitiría acercarse al área forestal, cuando con la ayuda de su jefe obtuvo una de las becas que la Sección de Estudios
Internacionales de la Universidad de Chile tenía para estudios fuera del país. El destino fue la Universidad de Michigan, estado al que viajó en 1944. Luego de terminar su formación, estuvo seis meses en los Montes Apalaches, en Carolina del Norte, en una estación experimental del Servicio Forestal, en la que realizó un estudio de producciónde madera.
Creando futuro
Nuevamente en Chile, en 1946, continuó en el Departamento de Ganadería del Ministerio de Agricultura. Luego trabajó en el de Genética y Fitotecnia e inmediatamente lo enviaron al sur para conocer forestalmente la zona que había recorrido años antes. Tras permanecer cerca de un año y medio en esos parajes volvió a Santiago y en 1948 se independizó. Instaló su oficina particular con un par de ingenieros agrónomos, dedicándose principalmente a trabajar en el reconocimiento de predios y estudio de suelos.
Hernán Valenzuela recuerda que “por esos años, los estudiantes de agronomía de la Universidad de Chile rechazaron al profesor de arboricultura forestal y me pidieron dictar esa cátedra”.
“Transformé ese curso en ecología y silvicultura y así empezó a gestarse la carrera de ingeniería forestal que concluyó entre 1951 y 1953. Por mi parte, me dediqué a la docencia hasta 1958, cuando egresaron los primeros alumnos”.
También en esos años en el Ministerio de Tierras y Colonización se creó la Dirección de Bosques, de la cual Valenzuela fue director: “Era todo muy desorganizado. Traté de que la entidad pasara a Agricultura como subdepartamento forestal y resultó, pero nunca más volvió a funcionar. Personalmente quedé como director en el aire, después de haber trabajado cuatro años en el organismo”
Afortunadamente, le ofrecieron irse a la Corporación de Fomento de la Producción, CORFO, en 1957, donde trabajó en la Sección de Industrias Forestales del Departamento de Industrias, hasta 1961.
Tras la experiencia en CORFO volvió a trabajar como independiente. En 1971, salió nuevamente del país rumbo a Centroamérica, estableciéndose en Honduras, en el Departamento de Desarrollo Regional de la OEA. También estuvo en Colombia y desde ambos lugares realizó viajes a Republica Dominicana, Venezuela, Uruguay, Perú y Bolivia.
Balance irregular
A la hora de los balances, Hernán Valenzuela considera que lo más importante en su carrera fue sin duda haber impulsado el estudio de la ingeniería forestal en Chile, “aunque no hubo orden y creo que eso repercute hasta ahora”. Para él, eso sí, aún existen tareas pendientes:”Debe mejorarse la formación profesional y eso se puede hacer con la gente que existe, que es buena. Lo que necesitan es hacerse un examen de conciencia y realizar cursos de perfeccionamiento”, asegura. Hace cuatro años cerró su oficina, lo que no fue un proceso difícil: “fue gradual. Hay que aprender a aceptar que la vida tiene sus etapas y no se puede hacer nada contra eso. Es evidente que no se tiene la misma energía, porque si ahora me pongo a caminar, no podría subir el San Cristóbal como lo hacia cuando era estudiante”.
El aporte del Prof. Hernán Valenzuela Rosales a la Ingeniería Forestal Chilena
Este 21 de marzo se conmemora el Día Forestal Mundial. La Universidad de Chile aprovecha esta ocasión para despedir a uno de sus grandes académicos: Hernán Valenzuela Rosales, un profesional al que Chile debe nada menos que la fundación de la carrera de Ingeniería Forestal.
Al día de hoy han egresado 1.230 Ingenieros Forestales de la Universidad de Chile, «cada uno de ellos tiene mucho que agradecer a Hernán Valenzuela, desde la formación de la carrera hasta el carácter que a ella se le imprimió desde sus primeros pasos», cuenta el Decano de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Prof. Javier González.
En 1952 la Universidad de Chile creó la Carrera de Ingeniería Forestal, esto con el apoyo de Naciones Unidas y la Cooperación del Gobierno francés. De esta forma la Casa de Estudios más antigua de Chile veía nacer en sus aulas una disciplina sin precedentes en nuestro país.
Pero esta idea ya se venía gestando a fines de la década de los ’40. Uno de sus protagonistas sería el Prof. Hernán Valenzuela, quien partió con un programa de Magíster en USA, lo cual le permitió sumarse a su regreso a catedráticos como Jorge Gilchrist L. y profesores de la misión francesa con el objetivo de formar los futuros profesionales. «Ellos se encargaron de hacer grande este país en términos forestales», afirma el Decano González.
El panorama del ambiente forestal ha evolucionado enormemente en 60 años, explica el Decano González. Pero él bien sabe que rol del Prof. Valenzuela y su generación en esta gesta: «esto no sería realidad sin hombres como el Profesor Hernán Valenzuela Rosales, quien inició el camino de esta profesión y ha permitido que el sector forestal juegue el rol que le pertenece y se proyecte al futuro como una de las profesiones más prometedoras en relación al medioambiente, cambio climático y biodiversidad».
La cuna de las Ciencias Forestales en Chile
Con el proceso de Reforma Universitaria de 1972 se conforma la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, proceso de gestación que toma mayor fuerza en 1999. «Esta Facultad viene a llenar el espacio necesario y conducente hacia el cultivo de las distintas disciplinas forestales con una identidad propia. Desde la rígida formación francesa, con cursos anuales, se opta por la docencia de curriculum libre que permite agregar otras disciplinas inherentes al quehacer forestal», explica su Decano.
Es así como hoy en día la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza-nombre y visión que adquiere desde 2009- cultiva áreas como la vida silvestre, medioambiente, el ecoturismo, la conservación, la geomática, la biodiversidad, cambio climático, bioenergía, agroforestería, productos no madereros, silvicutura del bosque nativo, entre otros.
Aquí la interacción con otras disciplinas es un hecho y como ejemplo de esto se puede mencionar la incursión en campos como la silvicultura urbana, la restauración del paisaje, la mitigación de fenómenos adversos, la construcción ecológica, entre otras.
Por todolo que contribuyó a gestar, la Universidad de Chile expresa su profundo agradecimiento a Don Hernán Valenzuela Rosales, Ingeniero Agrónomo de esta Casa de Estudios; Master of Sylviculture de la Universidad de Michigan, Estados Unidos; impulsor y creador de la Carrera de Ingeniería Forestal.
4 respuestas
Muchas gracias Profesor Chateauneuf, como nieto de Don Hernán Valenzuela Rosales, agradezco su homenaje y las palabras hacia mi abuelo. Si puedo rescatar algo, me hace mucho sentido su relato sobre los acontecimientos de la creación de la Carrera de Ingeniería Forestal, la voluntad de una Universidad pública con egresados con una real vocación de servicio y compromiso. Muchas veces conversé de eso con mi abuelo y para el era indispensable esa configuración en lo público y en lo que respecta al país.
Un saludo fraterno y agradezco nuevamente su gesto
20 de abril de 2012
Tomas: Gracias por su nota. Si tiene algo más que estime agregar a lo que presente sobre Hernán valenzuela, con agrado lo puedo agregar, Atentamente. Rolando
Estimado Profesor:
Soy hija de Hernán Valenzuela, gusto de saludarlo, quería compartir con Ud, que la próxima semana junto con mi hermano Javier llevaremos a la Escuela de Ingenería Forestal en calidad de donación varios libros de la Biblioteca que tenía mi papá. Son libros antiguos muchos de ellos en inglés y por supuesto todos sobre materias relacionadas con el área Forestal.
Me gustaría contactarme con Ud. para hacerle unas consultas, es posible que me de su número telefónico.
Quedo atenta a su respuesta, le saluda atentamente
Marta Valenzuela Carrasco
23 de enero de 2020
Estimada Marta:
Le he enviado a su correo electrónico mi teléfono fijo. Atentamente. Rolando