Medicina natural, actualidad y economía

Triste situación del Cementerio General de Santiago

Días atrás, después de uno diez meses volví a visitar el Cementerio General, donde tenemos dos tumbas familiares, una de los Deglin Samson cerca de la entrada por Recoleta y otra de los Chateauneuf Duhalde, muy cerca de la entrada por la Avenida La Paz.

Me impresionó ver cómo esta deteriorado ese gran cementerio. Perece algo increíble lo que ha sucedido con él. Visito este cementerio desde principio de los años 40 del siglo pasado.

Hoy realmente dan ganas de llorar al ver el estado en que se encuentra. Las fuentes de agua con sus receptáculos para obtener el líquido para regar los jardines de las tumbas están deteriorados; hasta no hace mucho se indicaba que esas aguas no debían beberse porque eran de pozos.

Uno tiene derecho a preguntarse, por qué ha sucedido algo así. Cómo un país se permite autorizar a un pequeño municipio con déficit de financiamiento hacerse cargo de lo que es un verdadero monumento nacional, que registra aspectos muy importante de la historia de Chile. Medida muy extraña es que este verdadero santuario de la historia de Chile esté bajo la dependencia de un municipio, como es Recoleta, y que a éste se le haya podido permitir vender sus derechos de agua de riego ya hace bastantes años, cuando era Alcalde  Gonzalo Cornejo, abogado y militante de la UDI.

La venta se hizo a mediados del 2003 en $ 61.260.000. Valorado en UF al día de hoy son aproximadamente a 104,8 millones de pesos, valor hoy día que puede tener un departamento de unos 2 a 3 dormitorios de una comuna de clase media.

El cementerio tendría una superficie de 86 ha. Al tener dos regadores del Río Maipo poseía una disponibilidad de agua de riego demás para atender toda la vegetación del cementerio, incluso, estimo, que hasta podría haber vendido agua en aljibes a quienes necesitan de este recurso. Bien pudo el cementerio tener una pequeña planta de potabilización de esas aguas, que de por sí son poco contaminadas.

La venta fue autorizada por el Concejo Municipal; ella se habría motivado por dificultades económicas de ese municipio.

Recomiendo revisar el artículo titulado “La muerte del Cementerio General”

Sus autoras son  Isidora Díaz G. y Catalina Martínez S.  Fue publicado el 26 Noviembre 2020

Fte: https://vergara240.udp.cl/sequia-cementerio-general-venta-derechos-de-agua.

Lo que viene más adelante proviene principalmente de este artículo.

El artículo se inicia con este párrafo.

Hace 17 años, bajo la gestión de Gonzalo Cornejo como alcalde de la Municipalidad de Recoleta, se vendieron los derechos de agua de dos regadores que surtían las áreas verdes del cementerio. Este negocio provocó la desecación de las especies más antiguas de la capital. La directiva del recinto, en conjunto con ayuda municipal, ha implementado medidas para remediar esta situación, como riego por goteo y camiones aljibe, pero el deterioro ha continuado.

Algunos contenidos del artículo que creo conveniente presentar:

En 2006, el estudiante de arquitectura Tomás Domínguez visitó el Cementerio General para su proyecto de título. Él lo recuerda mucho más verde y frondoso que ahora. “Al entrar al recinto se veían grandes plantaciones con más de 100 años de vida y había avenidas en las que uno podía caminar bajo la sombra de los magnolios en días calurosos”. En la actualidad, el paisaje es otro: “Las enormes araucarias que cubrían la Avenida Valdivieso murieron y solo quedan rastros de la inmensa vegetación que tenía el cementerio”.

Ya titulado de arquitecto, Domínguez siguió investigando el daño que progresivamente iba sufriendo el cementerio por la falta de agua y lo visibilizó a través de su proyecto Ciudad de los Muertos, que tiene como objetivo la protección y la difusión del patrimonio cultural del Cementerio General. 

Buscando respuestas se encontró con que, en 2003, bajo la alcaldía del UDI Gonzalo Cornejo en Recoleta, el agua que regaba los árboles más antiguos de la capital se había vendido a la Sociedad del Canal de Maipo (SCM). Los derechos de aprovechamiento de agua perpetuos que tenía la comuna y que regaban las áreas verdes del Cementerio General mediante canaletas, fueron vendidos en 61.260.000 pesos y, según el exalcalde, el motivo fue pagar deudas de la municipalidad.

Debido a esta venta y a los efectos de la megasequía, se provocó una escasez hídrica en el cementerio que ocasionó una desecación forestal que se mantiene hasta hoy. Según estimaciones de Domínguez, esto ha causado la muerte de 180 especies y, actualmente, hay alrededor de 300 en riesgo. Este problema persiste hace más de diez años y, según expertos, es un fenómeno casi irreversible por los altos costos económicos que conlleva mitigar esta situación y por la larga espera de recuperar el patrimonio de árboles con más de cien años de vida.

Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, y Raschid Saud, director del Cementerio General, consideran que las consecuencias de la venta que se realizó durante el periodo de Gonzalo Cornejo han significado altos costos para la municipalidad y el cementerio por las medidas que han tenido que implementar.

El arquitecto Tomás Domínguez demuestra a través de dos fotografías, una sacada en 2006 y la otra el 2018, cómo ha afectado la falta de agua en el cementerio. Ambas enfocan el paisaje de la Avenida Valdivieso. La primera muestra imponentes araucarias con sus copas verdes y la segunda los troncos secos de los mismos árboles. El paisaje frondoso se transformó en uno árido.

Las calles del Cementerio General aún conservan restos de las antiguas canaletas de riego que se utilizaban para abastecer las áreas verdes. Actualmente, están cubiertas de tierra y en desuso. Además, tras las construcciones de algunas tumbas hay tramos que lucen destruidos.

Un funcionario que lleva más de una década trabajando en el lugar describe cómo el agua del canal La Pólvora serpenteaba por el cerro San Cristóbal, bajaba hasta el Hipódromo de Chile y continuaba hacia los regadores del parque por canales subterráneos. Estos, entraban por Av. Recoleta con Unión y por Av. La Paz y fluían constantemente entre las 9 am y las 10 pm, “se abrían los pasos y empezaba a correr el agua naturalmente por las pendientes del cementerio”, cuenta este entrevistado, quien pidió reserva de su identidad. No existía inversión por parte de la municipalidad en estos derechos de agua, ya que eran perpetuos.

Gonzalo Cornejo, alcalde en ese periodo, explica que la motivación para vender estos derechos fue generar la mayor cantidad de recursos para el municipio, ya que necesitaban inversión para el proyecto Recoleta Ponte Bella. “Nosotros recibimos una municipalidad que no tenía ingresos permanentes. Eran muchas deudas, por lo tanto, lo que se debía hacer, en mi criterio de gestión, era generar la mayor cantidad de recursos propios”, explica. En el municipio se llegó a la conclusión de que la mejor opción para paliar estos problemas era vender los derechos de aprovechamiento de agua que, según el exalcalde, nunca fueron utilizados para el regadío del cementerio.

 

Nota de Chateauneuf.

Se puede apreciar que hay informaciones bien contradictorias. Unas que señalan que el cementerio usaba esas aguas de regadío gravitacional sin problemas y en uso sencillo, y la otra, la del alcalde Cornejo en que señalaría que nunca se utilizaron esas aguas.

Volviendo al artículo:

En paralelo al desarrollo de este negocio, Gonzalo Cornejo afirma que optó por invertir en dos pozos, uno de 75 y otro de 150 metros de profundidad que, según su estimación, garantizaban la disponibilidad de agua en el cementerio por más de 50 años. Estos, en la actualidad, se encuentran ubicados en el sector del Crematorio N°1 y en la entrada de la calle Cipreses con Alberto Zañartu.

Al preguntarle por la desecación actual del cementerio, Cornejo asegura que “la consecuencia de que hoy no haya disponibilidad de agua suficiente para regar y mantener las áreas verdes es única y exclusivamente de la administración de Daniel Jadue, que no mantuvo el plan de mantención que era básico para poder contar con la disponibilidad de agua cuando se aprobó la construcción de los pozos”.

El director del Cementerio General, Raschid Saud, desmiente que no se hayan utilizado los derechos de aprovechamiento de agua en 2003, y afirma que “esa razón es errónea, porque se usaban los pozos y en complemento las canaletas”.

 

Nota de Chateauneuf.

Me parece extraño que se pretendiera con pozos de profundidad reemplazar los derechos  gravitacionales de agua de riego. Pozos de 75 y 150 metros de profundidad tienen que haber tenido costos importantes de construcción y además de bombas de elevación, que significan altas inversiones y a lo que se suman costos importantes de energía eléctrica y de mantención de los pozos y de los sistemas de elevación. No tengo la certeza de que la energía usada sea la eléctrica, podría ser que fuese de petróleo o de sus derivados.

Por otra parte, Jadue menciona que esto ha afectado al municipio, ya que han implementado gastos en aguas que antes les pertenecían y que no requerían de ninguna inversión, y han tenido que “invertir dinero que se podría destinar para paliar otros problemas de la comuna”.

Según el alcalde, el daño más importante es que se están secando especies que son centenarias y difíciles de reemplazar. Incluso, hace una analogía con el negocio que realizó Joaquín Lavín al vender los derechos de agua pertenecientes a la municipalidad de Santiago, cuando era alcalde entre 2000 – 2004. Jadue dice que tanto Cornejo como Lavín dejaron a ambas comunas en situaciones desfavorables.

Puede llamar la atención que los dos vendedores de derechos son profesionales de la UDI, Lavín economista  y Cornejo abogado. El alcalde Jadue es arquitecto y militante del PC. Ellos son representantes de posiciones más extremas en el abanico político.

Siguiendo con párrafos del artículo.

 La Municipalidad de Recoleta respondió oficialmente a través de una Solicitud de Acceso a la Información que actualmente no hay un gasto asociado al riego. Sin embargo, Daniel Jadue y Raschid Saud afirman que esta venta sí trajo como consecuencia altos costos de inversión que se han evidenciado durante los últimos años. Ninguno de los dos maneja las cifras exactas.

 

Nota de Chateauneuf.

La Sociedad Canal San Carlos, según supe por los años noventas, que dispone de importantes ingresos provenientes de la venta de energía eléctrica generada a muy bajo costo por una planta hidroeléctrica que posee desde hace muchos años, la que fue en los años 90 modernizada con nuevos equipos. Esta planta aprovecha la energía proveniente del canal de origen en La Obra que está a una cota bastante más alta que la del Canal San Carlos.

Ello ha motivado que quienes tienen derechos de agua del Canal San Carlos, reciben las aguas sin costo alguno.

Interesante sería averiguar si los derechos de agua que vendió el Municipio de Recoleta, pudieran volver a ella. Debería estudiarse si aún existen esos canales subterráneos.

De existir ellos, pienso que podrían recuperarse esos derechos en una especie de comodato.

Lo que ello significaría para este cementerio, verdadero patrimonio histórico, un valioso aporte nacional, lo que bien analizado y divulgado, podría motivar que la Asociación de Canalistas del Canal del Maipo hiciera esa concesión.

El regador del Maipo entrega un volumen de agua durante todo el años y el que es superior en los meses de fines de primavera y de comienzos de verano. Son aguas que provienen de la alta cordillera.

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